viernes, 5 de mayo de 2023

Filmus: “Una de las áreas donde se define la soberanía es el área espacial”
El ministro de Ciencia y Tecnología encabezó la inauguración de la Especialización en Industria y Sistemas Aeroespaciales, un posgrado de la UBA para estudiantes de Argentina y la región.


El ministro de Ciencia, Daniel Filmus, encabezó el lanzamiento del Posgrado de la UBA en Sistemas Aeroespaciales.


El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Daniel Filmus, sostuvo que “una de las áreas donde se define la soberanía de los países, sin lugar a dudas, es el área espacial”, durante el acto de inauguración de la Especialización en Industria y Sistemas Aeroespaciales, un posgrado que se dictará en la Facultad de Ingeniería de la UBA y del que participan estudiantes de Argentina y otros países de Latinoamérica que permitirá “pensar el desarrollo aeroespacial de modo integrado en la región”.

El martes se realizó en la Biblioteca del Centro Cultural de la Ciencia el acto de inauguración de la primera cohorte de la especialización, que será dictada por profesionales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), la empresa Invap y docentes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), indicó la cartera de ciencia.

“Una de las áreas donde se define la soberanía de los países hoy, sin lugar a dudas, es en el área espacial. Además, tiene aplicación prácticamente en todas las industrias y en nuestra vida cotidiana permanentemente”, dijo Filmus en diálogo con Télam.

Luego de la presentación, advirtió que “si sumamos la inversión de todos los países latinoamericanos en ciencia, no iguala la inversión de Francia”, y recalcó que “es imprescindible que sumemos los esfuerzos de los países latinoamericanos para tener un desarrollo conjunto”.

En relación al lugar que ocupa Argentina en la región en materia aeroespacial, Filmus sostuvo que “se ha destacado porque es uno de los pocos países que puede colocar en órbita satélites comunicacionales y de imágenes satelitales, como Arsat y Saocom”.

A su vez, sostuvo que estos satélites “permitieron para Argentina un desarrollo tecnológico enorme, pero hoy estamos pensando fuertemente en el desarrollo aeroespacial de modo integrado en la región”.

Plan Nacional Espacial

Sobre la flamante especialización enmarcada en el Plan Nacional Espacial, Filmus aseguró que “es la primera vez que la Universidad de Buenos Aires tiene una carrera específica sobre el tema satelital”, por lo que “incorporamos al Invap y la Conae y sus profesionales para que, junto con los de la UBA, puedan desarrollar esta carrera”.

El ministro remarcó “la autonomía que nos da tener nuestras propias imágenes, porque tenemos nuestros propios satélites, lo que genera una ventaja enorme que está cimentada en años y años de inversión”.

Y añadió que “todo lo que vemos es el fruto de décadas de trabajo, por eso cuando no es una política de Estado, cuando se corta como se cortó entre el 2015 y el 2019 el Plan Satelital Argentino, es un retraso muy grande”.

En la primera camada de la especialización participan 26 alumnos de la industria espacial e instituciones promotoras y usuarias de tecnología espacial, y de éstos 10 son estudiantes extranjeros con representación de todas las agencias y entidades espaciales latinoamericanas como la Agencia Espacial Brasileña y la Agencia Espacial Mexicana, entre otras.

Formación de especialistas para la región

Guillermo Salvatierra, director de la carrera, explicó a Télam que “está orientada a resolver uno de los principales cuellos de botella que enfrenta hoy el desarrollo espacial: la necesidad de incrementar la cantidad de recursos humanos especializados”.

Este hecho se debe a la explosión de la actividad espacial y a la insuficiente cantidad de recursos humanos formados y calificados en la materia alrededor del mundo, lo que lleva a “una especie de guerra por esos recursos”, y cuya solución es “formar una mayor cantidad de gente, que es la dirección en la que va esta carrera”, explicó.

En este sentido, los egresados de la especialización tendrán la formación necesaria para gestionar proyectos espaciales complejos en instituciones tecnológicas, agencias espaciales y empresas de la industria aeroespacial.

En relación a la currícula del posgrado -cuya duración total es de un año- el director de la carrera definió que es “centralmente técnico”, ya que todos los participantes son ingenieros, químicos o físicos, y está orientado a dos vertientes: por un lado, la tecnología espacial, y por otro, la gestión de proyectos tecnológicos complejos espaciales.

También se refirió al público “muy joven” cursante de la especialización y destacó el rol creciente de las mujeres en las ciencias aeroespaciales, y en particular, a las inscriptas de la nueva especialización, de las que destacó que “el 35% son mujeres”.

Honduras va por su propio satélite

Entre las ingresantes se encuentran Ana Thompson (24) de Honduras y Luisa Santos (25) de Brasil, ambas ingenieras que aplicaron a la beca de estudio y fueron seleccionadas para formar parte de la primera cursada.

Thompson, ingeniera electrónica, contó que trabaja en la iniciativa Morazán, un proyecto destinado a fabricar el primer satélite hondureño, donde está a cargo del desarrollo junto con el control y manejo de datos del satélite.

La joven, que realizó distintas pasantías en todo el mundo, remarcó su expectativa con la especialización para “aprender muchísimo y poder echar a andar la agencia espacial”, al tiempo que destacó como algo “perfecto” que sus compañeros “compartan experiencias y conocimientos, lo que enriquece el campo de estudio y de trabajo”.

Por su parte, Santos, que es ingeniera mecánica y su objetivo a futuro es ser astronauta, destacó el plan de estudios de la especialización, ya que “tiene muchas cosas y es muy importante para el desarrollo de nuestras actividades aquí, en Latinoamérica”.

“Ahora estoy especializándome en la parte de satélites para, en el futuro, quién sabe, hacer una empresa en Brasil, porque si bien nuestra agencia es muy grande, la parte de empresas privadas no es muy buena”, manifestó la joven.

De la actividad participaron, también, el director ejecutivo y técnico de la Conae, Raúl Kulichevsky; el gerente de Servicios de Integración Tecnológica de Invap, Juan Carlos Rodríguez; el decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, Alejandro Martínez, junto con autoridades organizadoras del posgrado e integrantes de embajadas y consulados de los estudiantes.



El Gobierno tantea al sector aeroespacial en su plan de generación de divisas
La Agencia I+D+i, del Ministerio de Ciencia, sigue de cerca el avance del lanzador para pico y nanosatélites que desarrolla la empresa argentina Tlon en la Provincia de Buenos Aires. La clave en la miniaturización de la tecnología.


El espacio experimental de Tlon Space, en Don Torcuato.


Tras el pedido del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, para impulsar sectores disruptivos económicamente, que permitan abrir nichos de generación de dólares por la vía de la exportación, las miradas recayeron, en gran parte, sobre el Ministerio de Ciencia y Tecnología, que encabeza Daniel Filmus.

En la semana se dio una reunión en esta clave, con los directivos de la empresa de desarrollos aeroespaciales argentina, Tlon, en las oficinas de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i).

Allí, fueron recibidos Pablo Orsei y José Luján, por el presidente de la Agencia, Fernando Peirano, y el Jefe de Gabinete, Guido Giorgi. “Conversamos con Pablo Orsei y José Luján de @TlonSpace, sobre los proyectos de lanzadores de satélites al espacio, una herramienta clave de construcción de soberanía científica”, remarcaron desde el ente descentralizado del Ministerio de Ciencia. “La economía se renueva con el desarrollo tecnológico y el surgimiento de nuevos actores y sectores”, sostuvieron y destacaron el lanzador espacial en el que Tlon trabaja, el más liviano de la historia espacial.

Aventura I

Se trata de un lanzador para psicosatélites y nanosatélites llamado “Aventura I” de menos de una tonelada de peso capaz de poner en órbitas bajas cargas de hasta 25 kilos, cuyo vehículo experimental tiene previstos cuatro vuelos de prueba a lo largo de 2022 desde su puerto espacial en la costa bonaerense.

Desde la Agencia explicaron que vienen siguiendo el proyecto de Tlon, que tiene su espacio de lanzamiento experimental en el helipuerto de Don Torcuato, en la provincia de Buenos Aires. A principios de febrero el propio Peirano visitó la sede experimental de Tlon para conocer el proyecto Aventura I, que ya consiguió aval de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales.

La visita de Peirano a Tlon, en Don Torcuato


La Agencia I+D+i no cuenta con programas de financiamiento en proyectos aeroespaciales específicos, pero evalúan alternativas para respaldar esta iniciativa, en principio por el peso que está teniendo el país a nivel internacional en ésta área. Pero, además, en la coyuntura interna, existe aval desde el Ministerio de Economía para apoyar emprendimientos de desarrollo aeroespacial que permitan, entre otras cosas, comercializar imágenes y datos a través de pico y nanosatélites.

Ingreso de dólares

Es que, es un modo de acarrear el ingreso de dólares por exportación de tecnología. El sector tecnológico, si bien en Argentina es pequeño, tiene gran potencial como dinamizador del ingreso de dólares, por los volúmenes de valor agregado que comportan sus desarrollos. El proyecto de Tlon es una iniciativa tecnológica de punta, y es por eso que atrae las miradas de la cartera científica.

Es que el “Aventura I” es el primer lanzador espacial concebido para colocar picosatélites y nanosatélites en órbitas de entre 200 y 850 kilómetros de altura, otorgándole a sus operadores la flexibilidad para elegir en donde desean ser colocados en lugar de ser cargas secundarias de lanzadores pesados que los colocan en las órbitas en las que su misión principal se los permite.

Menos de una tonelada

Es el primer vehículo espacial por debajo de la tonelada de peso dedicado para posicionar nanosatélites en órbita baja, es un servicio para llevarlos a la órbita en la que quieren estar y no en la que los pueden dejar que es lo que sucede ahora cuando van como cargas secundarias en lanzadores grandes que ponen en órbita satélites de mayores dimensiones”.

“Durante muchas décadas la actividad aeroespacial fue una industria de grandes volúmenes con lanzadores y satélites cada vez más enormes, pero en los últimos diez años se consolidó el auge de los nanosatélites como producto que puede brindar aplicaciones que antes eran imposibles para aparatos de esas dimensiones; de la misma manera que pasó con los teléfonos y las computadoras domésticas, la miniaturización abrió la puerta a nuevas capacidades y eso potenció este proyecto en el que veníamos trabajando desde 2005”, decía su fundador, en diálogo con la Agencia Télam, en 2022.




Miniaturización

La miniaturización de la tecnología es un gran incentivo en la actividad espacial, por el costo que tiene cada gramo puesto en órbita es carísimo, lo que fomentó la aparición de empresas que desarrollan satélites más chicos.

“En ese sentido nosotros ya estamos trabajando con firmas argentinas como Innova Space que trabaja picosatélites o la californiana Space AI fundada por argentinos que trabaja con nanosatélites”, detalló.


El lanzador Aventura I, desarrollado por Tlon.


El apoyo de la CONAE

Vic destacó que “una de las cosas que hicimos fue presentarle el proyecto a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) que después de analizarlo decidió acompañarnos porque reconocía la solidez de la idea y nos entiende como un complemento del lanzador Tronador que ellos están desarrollando; para ese proyecto ellos habían desarrollado una maquina especial que muy pocos países tienen y que sirve para hilar el carbono con el que se hacen las estructuras de los lanzadores, ellos pusieron ese recurso a disposición y gracias a eso pudimos liberar la última de las tecnologías que teníamos que desarrollar”.

Aventura I

El ‘Aventura I’ es un lanzador de unos nueve metros de altura, 40 centímetros de diámetro y poco menos de una tonelada de peso; además está diseñado en dos etapas de combustible líquido, la primera que genera la potencia para el despegue y alcanzar los 40 kilómetros de altura, y la segunda que desde ahí puede llevar la carga hasta 850 kilómetros de la Tierra.



UBA: Lanzan un posgrado en industrias aeroespaciales
El curso, que dependerá de la Facultad de Ingeniería de la UBA y será dictado por expertos de la industria en organismos como la CONAE, y empresas de alta tecnología, como INVAP. (2022)


La UBA y el Ministerio de Ciencia firmaron el convenio junto a la CONAE e INVAP.


El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Universidad de Buenos Aires (UBA) firmaron este jueves un convenio para la creación de un posgrado en Especialización en Industria y Sistemas Aeroespaciales que dependerá de la Facultad de Ingeniería de dicha casa de estudios.

La carrera contará también con el apoyo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa INVAP, las cuales formaron parte del convenio.

12 meses

Según lo comunicado oficialmente, el curso de posgrado durará 12 meses consecutivos y será dictado por expertos de la industria. La modalidad será presencial, con un formato de enseñanza intensivo teórico-práctico y clases que se dictarán en diferentes instituciones científicas a lo largo del país.

El principal objetivo es que los estudiantes sean provistos de la formación científica y técnica que los profesionales de las distintas disciplinas afines requieren para potenciar sus capacidades actuales.


De Izquierda a derecha: Vicente Campenni (Presidente de INVAP), Alberto Barbieri (rector de la UBA), Daniel Filmus (Ministro de Ciencia) y Raúl Kulichevsky (Director de la CONAE).


De esta manera, el o la egresado/a tendrá la formación necesaria para gestionar proyectos espaciales complejos en instituciones tecnológicas, agencias espaciales, y empresas de la industria aeroespacial, con el fin de satisfacer las necesidades de los sectores productivos y del entorno institucional del ecosistema espacial.

Consolidar la industria aeroespacial

Tras la firma del convenio, el titular de la cartera de ciencia, Daniel Filmus, afirmó que se planteó junto al presidente Alberto Fernández “la necesidad de dejar instalada la idea y en tiempo récord tenemos un excelente plan de estudios” para fortalecer este sector. También destacó que la idea haya surgido en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la cual el país preside.

“Si esta carrera funciona bien, en algunos años tendremos una masa crítica para hacer una carrera de grado y en un tema que tiene cada vez más demanda profesional. La demanda es global y nosotros necesitamos incidir en eso y abrir un camino que seguirá”, detalló.

Y explicó: “Esto son políticas de estado. Estamos haciendo algo importante; son carreras muy vinculadas al sector productivo y obliga a ser más competitivos. La UBA es el lugar indicado, junto a INVAP y la CONAE en la formación”.

Disciplina estratégica

Por otro lado, el rector de la universidad, Alberto Barbieri, indicó: “Llevamos adelante la concreción de este primer paso en una disciplina estratégica que tiene que ver con la industria aeroespacial, con la satelital. Celebro poder conectarnos con INVAP, CONAE y el Ministerio de Ciencia para que la universidad pueda seguir formando profesionales en áreas estratégicas”.

“Ellos saben hacerlo, son los mejores en esto y se pusieron a trabajar con la gente del INVAP, la CONAE, relaciones internacionales y UBATEC en lo que implica la puesta en práctica. Demostraron que las cosas se pueden hacer bien, hoy estamos acá, con el posgrado aprobado por la facultad y por la universidad”, completó.

En representación estuvieron presentes en la firma el presidente de INVAP, Hugo Albani y el director Ejecutivo de la CONAE, Raúl Kulichevsky. Además, participaron el decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, Alejandro Martínez; el asesor espacial del MINCyT en temas aeroespaciales, Guillermo Salvatierra; el gerente General de INVAP, Vicente Campenni; el vicedecano de la Facultad de Ingeniería UBA, Raúl Bertero y la directora Nacional de Promoción de la Política Científica del MINCyT, Karina Pombo entre otras autoridades.



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