jueves, 3 de agosto de 2023

Así podría ser la nave que nos lleve a vivir a Venus, siguiendo los planes del cofundador de Oceangate
por Raquel Holgado



Guillermo Söhnlein vuelve a ser noticia al asegurar que tiene planes para llevar a 1.000 personas a vivir en las nubes de ácido sulfúrico de Venus. La NASA ya planteó una idea así, aunque solo fue un concepto que no siguió adelante.


Representación artística de las estaciones espaciales habitables en la atmósfera de Venus que proponía la NASA. (NASA)

La tragedia de Titan que preocupó a nivel mundial tuvo lugar hace ya más de un mes. Se trataba de un submarino turístico en el que iban cinco pasajeros a bordo para visitar los restos conocidos del Titanic y que terminó implosionando. Una de las personas que iba dentro del sumergible era Stockton Rush, cofundador de Oceangate, empresa encargada de estos trayectos al fondo marino y del desarrollo de Titan.

Ahora, su compañero Guillermo Söhnlein, otro de los fundadores, no se rinde a la hora de llevar a ricos a lugares peligrosos y su nueva idea es llevar a 1.000 personas a vivir a Venus. Esta descabellada idea parte de la base de que algunas investigaciones han concluido que hay una zona a 30 millas (48 km) sobre la superficie del planeta en el que los humanos podríamos sobrevivir.

Söhnlein apunta que su plan es "menos aspiracional" que poner un millón de personas en Marte en 2050 como plantea Elon Musk con SpaceX. Para llevarlo a cabo, el cofundador de Oceangate propone crear una estación espacial que resista el ácido sulfúrico de las nubes venusinas.

¿Cómo es Venus?

Según la NASA, a Venus también se le llama a menudo 'el gemelo de la Tierra'. No obstante, esto se debe a que su tamaño y densidad son similares en ambos planetas. Más allá de ello, su atmósfera es espesa y tóxica y está llena de dióxido de carbono.

Además, sus nubes son gruesas y amarillentas debido a que contienen ácido sulfúrico, lo cual atrapa el calor y genera un efecto invernadero mucho mayor que en la Tierra. Por ese motivo, pese a que no es el planeta que más cerca está del Sol en el Sistema Solar, sí que es el más caliente.


Imagen captada por la sonda Parker Solar Probe en febrero de 2021.NASA/APL/NRL


Los científicos estiman que las temperaturas en Venus son de unos 475 °C (suficiente para derretir plomo) y cuenta con miles de volcanes gigantes. También destaca por tener una presión de aire en su superficie 90 veces mayor que la de la Tierra (el Titan implosionó a 400 atmósferas, es decir, su presión era 400 veces mayor que en la superficie terrestre).

Todo lo citado demuestra que un ser humano no podría sobrevivir por su cuenta en Venus, por lo que el plan de Söhnlein no parece muy creíble. No obstante, no es la primera vez que se propone: la NASA habló hace años del Concepto Operacional Venus de Gran Altitud, en el que el empresario se basa para plantear su propuesta.

Concepto Operacional Venus de Gran Altitud

El concepto Operacional Venus de Gran Altitud (High Altitude Venus Operational Concept en inglés, HAVOC son sus siglas) fue ideado por Dale Arney y Chris Jones, dos ingenieros aeroespaciales de la División de Análisis de Misión Espacial Langley de la NASA. Los investigadores juntaron a varios expertos en un mismo equipo para diseñar su concepto, con analistas de sistemas, estudiantes en prácticas, ingenieros de diseño de aeronaves, analistas de trayectoria y expertos de entrada, descenso y aterrizaje.

Su intención era demostrar que había muchas similitudes entre los planes de exploración de Marte con los planes que podría haber en Venus, por lo que la idea de llegar a un entorno venusiano tampoco tenía por qué descartarse en su totalidad (justo lo que comenta Söhnlein). Entre los desafíos que se presentaron, el más destacable eran las nubes de ácido sulfúrico, algo que tuvieron que tener siempre en cuenta a la hora de diseñar un potencial vehículo y un concepto general de la campaña que se mantuviese intacto en las condiciones ambientales de Venus.

Todo era un concepto y su intención no era llevarlo a cabo como sí que parece que quiere hacer Söhnlein, pero sí que proponían que la investigación espacial fuese al límite y se estudiasen que posibilidades tecnológicas había para futuras misiones a la Luna, Marte y más allá. "La NASA es, y siempre debería ser, la punta de lanza cuando se trata de exploración espacial y hacer cosas ambiciosas en el espacio -señaló Arney en su día-. Si no estamos mirando consistentemente más allá del horizonte, no estamos haciendo nuestro trabajo".



Fuente: 20minutos.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario