miércoles, 31 de enero de 2024

Para los expertos, el astillero es estratégico y superavitario: "No existen razones para privatizar Tandanor"
Por el convenio con Astilleros Río Santiago produce embarcaciones para la Armada y podría exportar pronto. La mira sobre Patricia Bullrich y los intereses israelíes.
Por Gastón Garriga


Tandanor ya había sido privatizada por Carlos Menem en la década de 1990. Imagen: Adrián Pérez

Tandanor no fue retirada del listado de empresas a privatizar y crece la polémica por una de las empresas superavitarias y estratégicas que el oficialismo insiste con vender, pese a las advertencias de una parte de la oposición y los especialistas en la materia que asistieron al debate de la comisión que analizó el megaproyecto libertario en la Cámara de Diputados. Uno de los datos más polémicos del debate pone en la mira a la gestión macrista, cuando Israel proveyó a Argentina lanchas similares a las que Tandanor y su par bonaerense, Astillero Río Santiago (ARS), producen conjuntamente.

Distintas fuentes vinculadas a la actividad naval confirman que no hay ninguna razón para privatizar Tandanor, que a través de su convenio con el astillero Río Santiago (ARS), dependiente de la administración bonaerense, fabrica lanchas que compiten con las que Patricia Bullrich le compró a Israel en 2017. Esa compra de Bullrich fue oportunamente denunciada por irregularidades y sobreprecios.

Ya antes de la asunción de Milei, a fines de noviembre, anticipándose a lo que ocurriría, el titular de la CTA bonaerense, Oscar De Isasi, sostuvo que “no es necesario cerrar o privatizar una empresa que es rentable, y que tiene rentabilidad no solo en la industria naval sino también en la metalmecánica, salvo una cuestión ideológica, de desprecio al Estado, no hay una razón ni económica ni social para cerrarla o privatizarla”.

Tandanor fue privatizada por Menem en la década de 1990 y el resultado fue catastrófico. Fue vendida en 1991 a un consorcio con participación de capitales extranjeros y luego de algunos oscuros traspasos terminó en manos de la empresa Indarsa, que pagó sólo siete de los 59 millones de dólares en los que el mismo gobierno había tasado al astillero.

Indarsa abandonó en 1999 la explotación e ingresó a un proceso de quiebra después de la venta fraudulenta de ocho hectáreas que Tandanor tenía en Retiro, en un colosal negociado inmobiliario por el que se embolsó 18 millones de dólares. Es decir, se aprovechó la privatización para hacer un negocio inmobiliario, predatorio, y se abandonó la actividad principal.

Fuentes cercanas a Río Santiago afirman que la privatización era el deseo de Vidal cuando gobernó la provincia, y que no lo hizo por la evidente resistencia sindical. De lo contrario, hubiera corrido la misma suerte.

Puja de negocios

Al análisis de De Isasi hay que agregarle un argumento: el convenio firmado en 2020 entre los dos principales astilleros del país, Tandanor y Río Santiago, interfiere con los intereses y objetivos comerciales de Israel, que ya le proveyó lanchas a la prefectura durante la gestión de Mauricio Macri que tenía, casualmente, a la misma ministra de Seguridad que la actual: Patricia Bullrich.

En 2022, la Oficina Anticorrupción, entonces en cabeza de Félix Crous, detectó que en el primer año de gobierno de Cambiemos, el Ministerio de Seguridad pagó 50 millones de dólares a un astillero israelí para comprar cuatro lanchas para patrullar vías navegables.

Del estudio de ese expediente administrativo y las declaraciones de prefectos que intervinieron en la operación surgió que la todavía presidenta del PRO burló todos los procedimientos legales previstos para las compras del Estado y contrató directamente a un proveedor previamente seleccionado, al que además le pagó un sobreprecio del 138%: 29 millones de dólares por encima del valor de las embarcaciones.

Como contrapartida, en las próximas semanas, Astillero Río Santiago, entregará a la armada dos embarcaciones denominadas LICA (Lancha para Instrucción de Cadetes de la Armada), de 36 metros de eslora, con motores Scania procedentes de Tucumán y electrónica Redimec, de Tandil, con una integración altísima de componentes nacionales. Las embarcaciones son resultado del mencionado convenio entre ARS y Tandanor.

Pedro Wasiejko, titular de ARS, afirma en diálogo con Buenos Aires/12: “Hemos encontrado una dinámica de complementación positiva entre ambos astilleros, que es beneficiosa para la sociedad en su conjunto. Primero, es histórico porque hace 37 años que la armada no recibe embarcaciones nuevas. Segundo, es absolutamente exportable porque hay interés en comprarla desde otros países de la región”.

Ese mismo convenio ARS-Tandanor permitió que se fabricase la compuerta de 700 toneladas para el dique de Puerto Belgrano, que está terminada y lista para ser transportada y emplazada en Bahía Blanca.

El concejal por UxP en Vicente López y ex candidato a intendente de ese mismo distrito, Lucas Boyanosky, trabajó durante años en Tandanor. “Evidentemente hay cuestiones que no tienen nada que ver con las necesidades del país, de la industria ni la defensa nacional, sino exclusivamente con regalar un bien a algún empresario amigo del Presidente”, comenta.

“Tandanor es quizás uno de los ejemplos más representativos de nuestro país y sus avatares y volantazos permanentes. ¿Cuál es la necesidad de perder la capacidad operativa existente efectiva y eficiente al servicio del Ministerio de Defensa? ¿Cuál es la necesidad de desprenderse de una empresa que no da pérdida, que es ejemplo en su industria y motorizadora de las ramas subsidiarias de la industria naval?”, agrega.

“Estamos nuevamente ante una pérdida de soberanía y de oportunidades productivas", agrega el actual concejal y suma preguntas: "¿Quién va a ofrecer servicios a la flota para la explotación off shore, quién a los buques gaseros que transporten lo que exporte Vaca Muerta, quién pondrá en valor los guardacostas de la Prefectura Naval argentina y quién modernizará la flota de la Armada? ¿Por qué ese valor, ese resorte estratégico no es facultad del Ministerio de Defensa? ¿Por qué se abandona ese lugar?”.

Empresa modelo

Talleres Navales Dársena Norte, Tandanor, incorporada por el gobierno nacional al anexo I de empresas estatales a privatizar, es una de las empresas más antiguas del país. Fue creada en 1879, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, para mantener y reparar los buques de la Armada.

Tanto los balances como los resultados técnicos de Tandanor desmienten toda la vulgata sobre ineficiencia estatal y burocracia. La empresa genera divisas, porque repara buques privados nacionales y extranjeros, genera soberanía al participar de una actividad industrial de alta complejidad integrada al complejo de defensa.

Tandanor es una pieza clave de cada campaña antártica, al hacerse cargo de las reparaciones del rompehielos Almirante Irizar. Durante la gestión que concluyó el 10 de diciembre, Tandanor comenzó a construir puentes modulares vehiculares en acero, que cruzan la traza de los principales ferrocarriles del conurbano, haciendo más fluido el tránsito, gracias a un convenio con la firma Trenes Argentinos.

Además, es fuente de empleo calificado y de valor agregado. De sus mil cien trabajadores, fuentes internas estiman que al menos el 80 por ciento procede del conurbano. Están afiliados al Sindicato de Trabajadores de Tandanor, SITTAN, que conduce Jonathan Pucheta.



Despidieron a 10 trabajadores y desmontaron la gerencia de una empresa estatal clave que Milei quiere privatizar
Tandanor emplea a 507 personas y fue incluida por el gobierno nacional al anexo de empresas estatales pasibles de una privatización. Denuncian el desguace de la gestión de control de la compañía.
Por Rodrigo Nuñez




El Gobierno despidió a 10 trabajadores de Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor), entre ellos al auditor interno y la gerenta de Control de Gestión. De esta manera, desguazaron el aparato de gerencia de una compañía incluida dentro del listado de empresas sujetas a una posible privatización, algo previsto en un artículo del proyecto de Ley Ómnibus.

Según consignaron fuentes gremiales a El Destape, a los empleados "les llegó telegrama de despido cuando estaban todos en planta". Esta misma fuente agregó: "La verdad que no se que van a hacer, lo que se ve es un descabezamiento de un área importante para todo lo que es la planificación de la gestión del astillero".

Tandanor emplea a 507 personas y fue incluida por el gobierno nacional al anexo de empresas estatales pasibles de una privatización. La firma fue creada en 1879, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, para mantener y reparar los buques de la Armada.

El Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR) fue creado el 17 de mayo de 2010, el día de la Armada, cuando la entonces ministra de Defensa Nilda Garré tomó la decisión estratégica de unir los talleres de Tandanor con el astillero Almirante Storni, comenzando a funcionar como una sola unidad dedicada a la reparación, conversión y construcción naval, y más recientemente, a la industria metalmecánica.

Unos años atrás, durante el gobierno del presidente Néstor Kirchner, el 30 de marzo del 2007, Tandanor fue reestatizado por decreto, declarando la nulidad absoluta la privatización realizada en la década anterior, durante el menemismo. En reconocimiento por sus esfuerzos para mantener en actividad la empresa, los trabajadores del astillero recibieron el 10% de sus acciones.

La importancia de Tandanor y la mentira de la ineficiencia estatal

Informes técnicos de Tandanor contradicen los preceptos sobre la ineficiencia del Estado que pregonan desde el Gobierno. La compañía genera dólares porque refacciona los buques privados nacionales y extranjeros. Además, cumple una función política fundamental, ya que colabora con la soberanía por el hecho de incidir sobre una actividad industrial de alta complejidad anexada al sistema de defensa.

Tandanor también es protagonista de las campañas antárticas, al encabezar los arreglos del rompehielos Almirante Irizar. Previo al cambio de gestión y el arribo de Javier Milei, Tandanor construyó puentes modulares vehiculares en acero, que atraviesan la traza de los principales ferrocarriles del conurbano, gracias a un entendimiento firmado con la empresa Trenes Argentinos.

La compañía cuenta con una ubicación estratégica en la zona portuaria de la Ciudad de Buenos Aires. En el Canal Sur, sobre el Estuario del Río de la Plata, único acceso a la Hidrovía formada por los ríos Paraguay, Paraná y De La Plata, sobre los cuales se encuentran los puertos aptos para operaciones con buques oceánicos. Es uno de los astilleros más importantes de Sudamérica, junto con el de Río Santiago. Son los dos astilleros estatales de Argentina y son caracterizados en el sector como los tractores de la industria naval y metalmecánica.

Los despidos en un área clave eleva las especulaciones sobre el futuro de la empresa. Tandanor no fue retirada del listado de empresas a privatizar, a pesar de ser superavitaria y estratégica. Curiosamente, durante el plenario de comisiones de la semana pasada, la diputada de La Libertad Avanza Rocío Bonacci había presentado una modificación de la Ley Ómnibus para agregar tres empresas estatales que considera claves para la Defensa Nacional al listado de sociedades que no se van a privatizar.

En la negociación con la oposición "dialoguista" para destrabar el ahora disminuido proyecto, el gobierno había cedido en remover a YPF del listado de empresas a privatizar mientras que en el caso de ARSAT, Banco Nación y Nucleoeléctrica solamente se podría realizar una privatización parcial, debiendo el Estado mantener el control. Bonacci pretendía que esa nómina se amplíe con Vehículo Espacial Nueva Generación VENG S.A.; Talleres Navales Dársena Norte y Fabricaciones Militares, porque consideraba que el impacto en las cuentas públicas es ínfimo o nulo y son claves para la Defensa Nacional. Pero el oficialismo no la acompañó, dejando en claro su ambición de desprendimiento de la firma.



Denuncian que el gobierno quiere privatizar Tandanor para darle un negocio inmobiliario a Elsztain
El gobierno desarticuló la gerencia de Control de Gestión que maneja toda la información de la empresa y despidieron a 10 a trabajadores. Fuentes de Tandanor denuncian que están preparando el terreno para privatizar y "darle negocios a los amigos".
Por Augusto Taglioni


Télam

En Tandanor sospechan que el gobierno quiere privatizar la empresa para darle un negocio multimillonario a Eduardo Elsztain.

Tandanor es una de las empresas que continúan en el listado de las privatizaciones de la ley ómnibus que se pondrá en discusión en el Congreso. En la previa, se efectivizaron 10 despidos entre trabajadores y gerentes de un área clave: la gerencia de Control de Gestión.

Fuentes de la empresas explicaron a LPO que "dejamos una empresa con trabajo, recursos para bancar sueldo. Una empresa en un funcionamiento y con un balance positivo".

La gerencia de Control de Gestión, explica la fuente, es importante porque concentra toda la información referida al avance físico de los proyectos, los presupuestos y el estado de la situación financiera. "Es lo que le permite al directorio evaluar la evolución mes a mes de los parámetros para medir el funcionamiento y el desarrollo de la empresa", insisten.

En ese sentido, apuntan que "lo primero para privatizar la empresas es desarticular esa gerencia porque ahí esta todo, es como sacarle el disco rígido, te quedas sin información o sin la gente que manejo la información por 4 años".

En el Congreso, quienes más se han expresado en defensa de Tandanor fueron el presidente de bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez y el santafecino Eduardo Tonioli.

Pero también, como anticipó LPO, la diputada de La Libertad Avanza, Rocío Bonacci, presentó una modificación de la Ley Ómnibus para agregar tres empresas estatales que considera claves para la Defensa Nacional al listado de sociedades que no se van a privatizar y entre las que se incluyen Vehículo Espacial Nueva Generación VENG S.A.; Talleres Navales Dársena Norte, Tandanor y Fabricaciones Militares porque considera que el impacto en las cuentas públicas es ínfimo o nulo y son claves para la Defensa Nacional.

Tandanor, la diputada santafesina recordó los "funestos resultados" que sufrió por su privatización en la década del 90' y que luego de su reorganización como Sociedad del Estado en 2007 retomó un proceso de "franco crecimiento".

Para Bonaccci, los Talleres Navales son indispensables para el desarrollo autónomo de la industria militar argentina, puesto que tiene características únicas entre los astilleros hispanoamericanos con condiciones para la fabricación de buques portaaviones.

Tandanor tiene ingresos totales por $ 14.156.516.497 de los cuales $13.671.210.730 resultan de ventas y solo 37.350.000 de aportes de la administración pública cuando los gastos suman $12.878.143.573 arrojando un superávit de ejercicio 2023 fue de $1.278.372.924 en 2023.


Télam

Por último, en la empresa alertan sobre un dato clave detrás del intento de privatización hay un interés inmobiliario. Tandanor se encuentra en jurisdicción de Ciudad de Buenos Aires en la dársena que surge del Puerto de Buenos Aires.

En frente tiene a IRSA, del empresario Eduardo Elsztain, donde está la ciudad deportiva de Boca. La Legislatura porteña permitió modificar el estatus inmobiliario de esa zona para construir una ciudad financiera con edificios y oficinas.

"No sería extras que el destino de Tandanor, y sus 34 hectáreas, termine siendo una continuidad de ese proyecto", advierte la fuente.

Esta fuente sostiene que Tandanor "es una empresa de carácter estratégico porque no hay ningún astillero de este tamaño, con un ascensor para buques de 15 mil toneladas. Esa infraestructura no la tiene nadie, los buques de la Armada y la Prefectura van a Tandanor, lo mismo que muchísimos clientes privados".

"Es una empresa superavitaria, por eso el discurso libertario no cuaja porque no recibe dinero del Tesoro Nacional ni para pagar sueldos ni aportes de capital. La privatización es política para favorecer a amigos del gobierno que tengan negocios inmobilarios", culmina.

Elsztain es el gran socio de Milei, sostén de toda su estadía en el Hotel Libertador y beneficiario de buena parte de los alcances del DNU y le Ley Omnibus.



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