jueves, 25 de abril de 2013

Hace 60 años, Crick y Watson describieron la estructura del ADN

Los jóvenes científicos fueron los primeros en hacer el modelo tridimensional del ácido desoxirribonucleico. Desde entonces, comenzó el sueño de la “des-extinción” y con él, la polémica.

Agencia AFP

Hace 60 años, Crick y Watson describieron la estructura del ADN
El genetista James Watson posó con el modelo original de ADN en el museo de Ciencias de Londres. (AFP)
Hace 60 años, el 25 de abril de 1953, Francis Crick y James Watson, describieron por primera vez en un estudio la estructura del ADN (ácido desoxirribonucleico), molécula en forma de doble hélice que encierra el patrimonio genético de toda la vida.

Con un artículo de sólo una página, publicado en la revista científica británica “Nature”, los dos jóvenes científicos -Crick tenía 36 años y Watson sólo 25- revolucionaron el mundo de la biología y la genética.

En la época ya se conocía el ADN e incluso, pese a que algunos científicos tienen dificultades para admitirlo, se sabe que es la sede de la herencia. También hay estudios que precisan su naturaleza química: una asociación de nucleótidos (fosfato - desoxirribosa - base nitrogenada), montada en largas cadenas.

Pero si bien los investigadores tienen una idea de los ladrillos que componen el ADN, no saben qué es los que los vincula ni el modo como se ensamblan en el espacio. Tienen algunas de las piezas del mecano, pero no las instrucciones sobre el montaje.

Crick y Watson fueron los primeros en resolver el problema y en proponer un modelo tridimensional del ADN, una “estructura con dos cadenas helicoidales que se enrollan ambas en torno al mismo eje”, escribieron, imaginando al mismo tiempo “un posible mecanismo de copia del material genético”.

Siendo teóricos, ambos investigadores se habían beneficiado de los experimentos de algunos de sus colegas, que trataban de observar esta estructura gracias a la difracción de rayos X a través de cristales de ADN purificado, en particular Maurice Wilkins y Rosalind Franklin.

Es por ello que Crick y Watson compartieron con Wilkins (Rosalind Franklin había muerto en el ínterin) el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1962, por su descubrimiento.

Francis Crick murió en julio de 2004, pocos meses antes de Maurice Wilkins. En cuanto a James Watson, acaba de celebrar sus 85 años.

Mamuts y ranas extintas

¿Manadas de mamuts recorriendo nuevamente la helada Siberia? No se trata de una nueva versión de la película de ciencia ficción Jurassic Park, sino de una hazaña de genetistas que esperan poder resucitar especies extintas desde hace décadas, incluso milenios, gracias a su ADN.

Hoy en día, algunos expertos intentan clonar especies extintas a partir de antiguas muestras de ADN conservadas en museos.

El mes pasado, científicos del proyecto australiano “Lázaro” anunciaron que recuperaron “núcleos muertos” de las células de una extraña y pequeña rana, presuntamente extinta desde 1983, para inyectarlos en la célula desnucleada de una especie cercana, aún en vida.

Congelado durante 40 años, el material genético de la rana Rheobatrachus silus volvió a la vida, como el Lázaro bíblico. Algunas células huevo creadas de esta manera comenzaron a multiplicarse formando embriones.

Y aunque todos los embriones clonados murieron a los pocos días, los investigadores están convencidos de poder resucitar milagrosamente a esta rana.

“En el caso de la rana, podría tomar uno o dos años. En el caso del mamut, quizá 20 ó 30, o incluso menos”, dijo Hendrik Poinar, experto en genética molecular evolutiva de la Universidad canadiense de McMaster.

Primera victoria

Pero la “des-extinción” tuvo ya una primera victoria: en 2009, una cabra pirenaica fue clonada a partir de células provenientes del último representante de esta especie, que murió en el año 2000.

Un éxito moderado ya que el primer clon de cabritilla, llevado a gestación completa por una cabra común, vivió apenas 10 minutos a causa de una malformación de los pulmones.

A pesar de las dificultades y de los límites de la clonación por transferencia de núcleos de células adultas, los especialistas esperan poder un día intervenir directamente en el genoma, es decir insertar fragmentos de ADN característicos de una especia extinta en el genoma de una especia cercana.

Sin embargo, traer a la vida dinosaurios extintos hace 65 millones de años, como en la película de ciencia ficción del director Steven Spielberg sería algo inimaginable debido a que su ADN estaría demasiado degradado. Pero los expertos creen poder volver 200.000 años atrás en el árbol de la evolución.

Más que suficiente para resucitar a tigres dientes de sable o a hombres de Neanderthal... “Supongo que si no habría ninguna ley o moral en contra, podríamos repoblar grandes extensiones de Siberia con mamuts y leones de las cavernas”, dice el experto en genética molecular evolutiva Hendrik Poinar.

Ahora, en el campo de la ciencia la verdadera pregunta es: “¿Hay que hacerlo?”. 

El debate ético

Agencia AFP 

 http://www.losandes.com.ar/fotografias/fotosnoticias/2013/4/24/gal-526330.jpg

Carrie Friese, socióloga de la London School of Economics, teme que esta carrera científica deje de lado a la ética.

“Me temo que se piensa más en lograrlo y no en lo que se hará con el ser vivo que resulte”, dice Friese.

“Un animal es más que su genoma”, insiste la socióloga y fundamenta que no todo está inscrito en su ADN. ¿Cómo aprenderá a alimentarse, a cazar o a volar...? En pocas palabras, “¿cómo un dodo aprende a ser un dodo?”, se interroga Friese.

Por su parte, Hank Greely, especialista en bioética de la Universidad estadounidense de Stanford se muestra entusiasta ante la eventualidad de resucitar una especie extinta, pero no a cualquier precio.

En efecto, muchas especies desaparecieron junto a su entorno natural y su descendencia clonada no tendría a dónde ir, lo que las convertiría inevitablemente en animales de zoológico.

O incluso -estima Greely-  las especies resucitadas podrían volverse “invasivas” y colonizar algunas áreas en detrimento de otras especies en peligro de extinción. 
 
Fuente: Los Andes Online

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