John Kerry y el lenguaje orwelliano de la guerra
Deshonestidad flagrante
Traducido para Rebelión por Germán leyens |
¿Cuándo una guerra
no es una guerra? Según John Kerry, lanzar misiles crucero contra Siria
no es una guerra. Testificando ante el Comité de Relaciones Exteriores
del Senado de EE.UU., Kerry dijo: “El presidente Obama no pide que
EE.UU. vaya a la guerra”.
El argumento de Kerry parece
basarse en la idea de que no es probable que tropas terrestres
estadounidenses sean desplegadas. Sobre los ataques propuestos, Kerry
dijo: “Precisamente no pienso en ir a la guerra en el sentido clásico de
venir al Congreso, pedir una declaración de guerra, entrenar tropas,
enviar gente al exterior y poner en situaciones riesgosas a los jóvenes
estadounidenses”. Tal vez no se ponga a ningún estadounidense en
situaciones riesgosas, aunque las afirmaciones sobre posibles planes
iraníes de represalias ponen en duda esa esperanza. Pero, a pesar de
todo, los misiles estadounidenses matarán a sirios inocentes. Destruirán
las casas y posesiones de las personas. El gobierno de EE.UU. iniciará
una violenta y masiva agresíón a un país extranjero. Eso es una guerra. Y
aunque Kerry no propone actualmente el envío de tropas terrestres a
Siria, reconoce que es una posibilidad. Kerry también dijo al Senado:
“Pero en caso de que Siria hiciera implosión, por ejemplo, o en caso que
haya una amenaza de que un depósito de armas químicas caiga en manos de
al-Nusra o algún otro y que sea claramente en interés de nuestros
aliados y todos nosotros, los británicos, los franceses y otros, impedir
que esas armas de destrucción masiva caigan en manos de los peores
elementos, no quiero sacar de la mesa una opción que puede estar a
disposición de un presidente de EE.UU. para defender nuestro país”.
Pero
el secretario Kerry y el presidente Obama no proponen una guerra. Sí,
usarán misiles crucero para masacrar sirios, y si no les gusta la
reacción del Gobierno sirio podrían incluso enviar tropas terrestres.
Especuladores de la guerra como Raytheon ciertamente se beneficiarán.
Pero el Secretario de Estado insistirá en que no es una guerra.
¿Por
qué entonces la actitud orwelliana de “Guerra es Paz”? En parte porque
Kerry reconoce que esta guerra no es popular entre el público
estadounidense. Los sondeos muestran una sustancial oposición pública.
Al explicar que no consideraría que ataques estadounidenses contra Siria
serían una guerra, Kerry fue aún más lejos y dijo “cuando se pregunta a
la gente si quiere ir a la guerra con Siria, ¡por supuesto que no!
Todos, el cien por cien de los estadounidenses dirán que no”. Cuando la
mayoría de los estadounidenses se oponen a la guerra, parece que la
mejor solución es cambiar su nombre a algo diferente.
Pero
esta actitud tiene sentido por otro motivo. El Estado quiere ocultar la
verdad sobre sus guerras. Por eso emplea tantos términos de neolenguaje
cuando discute la guerra. El asesinato de civiles se convierte en “daño
colateral”. Cualquier hombre en edad militar asesinado por un drone
estadounidense es automáticamente calificado de “militante”. Y una
guerra contra Siria no se convierte en una guerra sino en “una acción
que puede degradar la capacidad de un hombre que ha estado dispuesto a
matar a su propio pueblo rompiendo una prohibición de casi cien años”.
El
gobierno de EE.UU. no quiere que conozcáis la verdad sobre sus guerras.
Por eso Chelsea Manning está en la cárcel por informar de crímenes de
guerra, incluyendo un ataque en el cual “soldados estadounidenses
ejecutaron por lo menos a 10 civiles iraquíes, incluyendo a una mujer de
más de 70 años y un bebé de 5 meses, y luego pidieron un ataque aéreo
para destruir la evidencia”. Por eso los militares negaron durante años
que usaron fósforo blanco, un arma química, en Faluya. Esa flagrante
deshonestidad es precisamente el motivo por el cual nunca debemos
confiar en ellos cuando quieren ir a la guerra. Especialmente cuando se
niegan a llamar la guerra por su nombre.
Nathan Goodman es
Asociado Sénior y Académico Investigador Lysander Spooner en Estudios
Abolicionistas en el Center for a Stateless Society (c4ss.org).
Fuente: Rebelion.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario