Entrevista a Salim Lamrani
"Detrás de esos estudiantes se esconde la oposición golpista"
El Watan
Salim Lamrani,
Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos a quien entrevistamos
sobre los acontecimientos en Venezuela, expresa a El Watan su opinión.
Considera que Estados Unidos desempeña un papel clave en la
desestabilización de Venezuela. Y que los estudiantes contestatarios no
son representativos del mundo universitario.
Según usted ¿cuál sería el peso real en términos de representatividad y de movilización de los estudiantes protestatarios?
Las
actuales manifestaciones en Venezuela son una reminiscencia preocupante
de los acontecimientos de abril de 2002 que desembocaron en un golpe de
Estado contra el Gobierno elegido democráticamente del presidente Hugo
Chávez. Recordemos que en 2002, protestas similares organizadas por la
derecha venezolana causaron varias víctimas tanto entre los partidarios
del Gobierno como entre sus detractores. Sabemos lo que sucedió después:
una parte del ejército en connivencia con los medios privados del país y
la oposición radical rompieron el orden constitucional e impusieron una
dictadura que afortunadamente sólo duró 48 horas gracias a la
movilización masiva del pueblo.
No hay que esconder la cabeza:
detrás de estos estudiantes –que están lejos de representar a todos los
estudiantes del país– se oculta la oposición golpista y antidemocrática,
apoyada política y financieramente por Estados Unidos. La oposición
siempre se ha negado a aceptar la voluntad popular desde 1998. El
objetivo es desestabilizar el país con el fin de justificar luego un
golpe de fuerza. Dado que la derecha venezolana es incapaz desde 1998 de
tomar el poder por la vía democrática, opta por la violencia.
¿Hasta
qué punto es legítima la aspiración democrática de la protesta de los
estudiantes que se manifiestan en las calles de Caracas contra “la vida
cara y la inseguridad”? ¿Acaso estamos frente a una nueva confrontación
que opone la oposición liberal a los chavistas, acusados de
“absolutismo” por los jóvenes?
En la historia de
América Latina, ningún gobierno tuvo tanta legitimidad democrática como
el de Hugo Chávez, quien ganó 16 elecciones sobre 17 en 15 años. No
obstante los medios occidentales lo criticaban de modo masivo y
presentaron una imagen caricatural, lejos de la realidad del proceso
bolivariano. Me parece que la manera en que los medios informativos
occidentales presentan la Revolución Bolivariana constituye uno de los
mayores fracasos del periodismo.
El actual presidente Nicolás
Maduro fue elegido en unas elecciones democráticas reconocidas por las
más eminentes instituciones internacionales, desde la Unión Europea
pasando por la Organización de Estados Americano y el Centro Carter.
Desde su llegada al poder en abril de 2013 hubo dos procesos electorales
y triunfó con total transparencia. La inseguridad y la vida cara son
pretextos para justificar actos violentos. Resulta curioso ver que las
tasas de criminalidad más elevadas se ubican en los Estados gobernados
por la oposición. En cuanto a la vida cara, se debe en gran parte a los
especuladores que acaparan productos de primera necesidad con el fin de
crear penurias artificialmente. Las autoridades tomaron medidas activas
para luchar contra esos abusos que constituyen graves delitos.
Hablar
de “absolutismo” en Venezuela, un país donde el 80% de los medios son
privados y donde la oposición controla amplios sectores de la economía,
no es serio.
¿Acaso Venezuela está viviendo una
primavera latina o es otro episodio de lo que se llama la “Guerra Fría
2.0”? ¿Cuál es el papel real de Estados Unidos en los acontecimientos
que sacuden a Venezuela?
La democracia venezolana
está en grave peligro a causa de las actividades violentas y
subversivas de la oposición. El poder se gana en las urnas, no mediante
el crimen. Estados Unidos desempeñan un papel clave en la
desestabilización de Venezuela. Se trata del quinto productor de
petróleo del mundo y la llegada de Chávez al poder permitió al país
conseguir su soberanía política, económica y energética. Ahora las
riquezas nacionales se destinan a la mayoría y no sólo a las
multinacionales estadounidenses y a la oligarquía petrolera del país.
¿Acaso
la división política que caracteriza a Venezuela desde la llegada de
Chávez ha dividido a la juventud venezolana en dos campos que se
enfrentan con dos nociones antagónicas de la “revolución”?
Ningún
gobierno venezolano ha hecho tanto por la juventud del país como el de
Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro, tanto en términos de educación como
de salud, acceso a la cultura y al ocio. Las manifestaciones de algunos
estudiantes –la inmensa mayoría procedentes de las clases acomodadas del
país– no son representativas de todo el mundo universitario. Antes de
la Revolución Bolivariana, el 80% de la población no tenía voz ni voto.
¿Cómo ve el futuro? ¿Acaso hay un riesgo de inestabilidad en la región?
Toda
América Latina condenó las violencias en Venezuela y rechaza los
intentos golpistas de la oposición. Las instituciones son fuertes en
Venezuela y los dirigentes tienen 15 años de experiencia en la lucha
contra la subversión. De todas formas, América Latina jamás aceptará
otro 11 de abril de 2002.
*Doctor en
Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris
Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad
de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y
Estados Unidos. Su último libro se titula The Economic War Against Cuba. A Historical and Legal Perspective on the U.S. Blockade, New York, Monthly Review Press, 2013, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade. http://monthlyreview.org/press/books/pb3409/ Contacto: lamranisalim@yahoo.fr; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel
Fuente: Rebelion.org
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