martes, 1 de julio de 2014

La instauración del califato en Irak y Siria alarma al mundo islámico
Organizaciones y países musulmanes condenaron la instauración de un Estado islamista, por considerarlo una amenaza para la estabilidad de Medio Oriente



La declaración del establecimiento de un nuevo califato islamista por un grupo escindido de Al-Qaeda en territorio iraquí aceleró ayer la alarma en Estados y grupos musulmanes ante el temor de una eventual desestabilización de la región, ya convulsionada por luchas sectarias, la aparición de nuevas dictaduras y guerras civiles.

El ahora llamado Estado Islámico anunció la creación de un nuevo califato islamista un territorio gobernado por la sharia, la ley coránica- en una grabación de audio difundida anteayer. El grupo proclamó a su líder, Abu Bakr al-Bagdadi, el califa del nuevo Estado, y demandó que los musulmanes en todo el mundo le juren lealtad.

Por fuerza bruta, operaciones militares y una planificación meticulosa de años, el grupo sunnita tomó el control de una gran sección de territorio, borrando en la práctica la frontera entre Irak y Siria y sentando las bases de su protoestado.

El espectacular anuncio, corolario de una fulminante ofensiva militar desde el norte de Irak ejecutada en las últimas tres semanas, fue condenado por la mayoría del mundo musulmán, incluidos grupos islamistas rivales que combaten en Siria a la dictadura de Bashar al-Assad.

"Esta declaración es un mensaje no sólo para Irak o Siria, sino para la región y el mundo. El mensaje es que el EIIL se ha convertido en una amenaza para todos los países", dijo el vocero del ejército iraquí, Qassim Atta. "Creo que todos los países, una vez que lean la declaración, cambiarán sus actitudes debido a que ordena a todo el mundo que le sea leal."

"Musulmanes, rechazad la democracia, la laicidad, el nacionalismo y el resto de basuras de Occidente. Volved a vuestra religión", había llamado el vocero del Estado Islámico, Abu Mohamad al-Adnani.

"Éste es un proyecto que fue bien planeado para fracturar la sociedad y crear el caos", dijo Hamid al-Mutlaq, un legislador sunnita. "No es para el bien del pueblo iraquí, y sólo aumentará las divisiones."

La Coalición Nacional Siria (CNS), principal alianza política de la oposición, afirmó ayer que la proclamación de un califato arrebata "a los pueblos su derecho a ser independientes y elegir su futuro". La vicepresidenta de la CNS, Nura al-Amir, advirtió que el anuncio de la organización extremista pretende "confundir a los pueblos árabes en su petición de derrocar a los dictadores". En su opinión, el grupo es útil a las "agendas políticas" de los regímenes de Al-Assad y de Teherán en lo que denominan "lucha contra el terrorismo". "El califato, que invita a servir al islam, no sirve a ningún proyecto islámico en la región, sino que extiende el conflicto y aborta cualquier embrión de sociedad", lamentó Al-Amir.

En este contexto, eruditos islámicos de todo el mundo también rechazaron el califato.

En varios escritos, los intelectuales argumentaron que ningún musulmán está obligado a manifestar su lealtad al autoproclamado califa Abu Bakr al-Bagdadi. Muchos califican a los extremistas de contrarios al islam porque asumen la muerte de otros musulmanes.

Estados Unidos, por su parte, minimizó la jugada. "El EIIL sólo trata de controlar a la población mediante el terror. Está luchando para destruir Irak. Y es por eso que esta administración está trabajando estrechamente con los dirigentes iraquíes para convocarlos a la unidad del país mientras combaten este peligro existencial", dijo el vocero de la Casa Blanca, John Earnest.

El Estado Islámico aprovechó las quejas de la minoría sunnita en Irak y la oposición al primer ministro chiita Nouri al-Maliki para alimentar su campaña ofensiva militar, que llevó a que las milicias chiitas se reconstituyeran, profundizando los temores de un regreso a la violencia sectaria como la que puso a Irak al borde de la guerra civil en 2006 y 2007.

 
Qué es un califato y cuánto respaldo puede tener
El grupo Estado Islámico (conocido hasta hace días como ISIS) ha establecido unilateralmente un califato en las áreas que controla en Irak y Siria. Pero, ¿de qué se trata? ¿Y conseguirá algún apoyo en la región?

El grupo Estado Islámico proclamó un califato desde el norte de Siria hasta el este de Irak. Foto: Reuters

El último califato que el mundo conoció fue el del Imperio Otomano, que se convirtió en historia tras concluir la Primera Guerra Mundial.Ahora el grupo Estado Islámico, que era hasta hace días conocido como ISIS (Estado Islámico de Irak y el Levante, por su nombre en inglés) ha establecido unilateralmente un nuevo califato en las áreas que controla en Irak y Siria.

El último califato que el mundo conoció fue el del Imperio Otomano, que se convirtió en historia tras concluir la Primera Guerra Mundial. Ahora el grupo Estado Islámico, que era hasta ese días conocido como ISIS (Estado Islámico de Irak y el Levante, por su nombre en inglés) ha establecido unilateralmente un nuevo califato en las áreas que controla en Irak y Siria.

El Estado Islámico, que proclamó a su jefe Abu Bakr al Baghdadi como califa -ahora lo llamarán Califa Ibrahim- y "gobernante de los musulmanes allá donde estén", asegura que su dominio se extenderá desde Alepo en el norte de Siria hasta la provincia de Diyala en el este de Irak, donde regirá la estricta interpretación que el grupo tiene de la ley islámica.

Y demandó a todos los musulmanes "jurar lealtad" al nuevo gobernante del flamante califato y "rechazar la democracia y otra basura de Occidente".

Pero, ¿qué es un califato? ¿Y realmente será respaldado y suscrito por el resto del mundo musulmán?
 
Proceso y gobierno

En estricto rigor, el "califato" se refiere al proceso de elección del líder religioso y político de los musulmanes en el mundo, el califa ("sucesor"), pero también al sistema de gobierno establecido tras la muerte de Mahoma en 632.

Debido a que el profeta de los musulmanes no dejó nombrado un sucesor, en aquellos primeros años del Islam se encuentra la raíz de la división que permanece hasta hoy entre sunitas y chiitas.

Los últimos creían que la sucesión tras la muerte de Mahoma debía seguir la línea familiar (en la persona del sobrino y yerno del profeta, Alí), mientras que los sunitas consideraban que el poder debía caer en manos de la figura del califa (el primero de ellos fue Abu Bakr, cercano compañero de Mahoma).

En su período de máximo esplendor, el imperio musulmán, con la figura del califa como líder, gobernó desde Medio Oriente y Asia Occidental hasta el norte de África y España.
 
Imperio Otomano

Los sultanes -título de gobernante de un estado- otomanos estuvieron al frente del último califato de la historia.

El último califato, el del Imperio Otomano, que se extendía por todo Medio Oriente y el norte de África, fue abolido por el líder turco Kemal Ataturk en 1924, tras un proceso de decadencia que incluyó la modificación de las fronteras de los territorios que ocupaba por parte de las potencias imperiales europeas. 

Entre los límites que fueron redibujados estaban los de Irak y Siria, cuyas actuales fronteras fueron definidas por Reino Unido y Francia en 1916, mediante el acuerdo Sykes-Picot (por los apellidos de los diplomáticos de ambos países que lo negociaron).

Desde la disolución del Imperio Otomano el establecimiento de un califato gobernado por una estricta ley islámica ha sido el objetivo de muchos yihadistas y grupos islamistas.

Hassan al Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes (ahora prohibidos en Egipto) en 1928, decía a sus seguidores que reunir a los musulmanes del mundo bajo un califato debía ser una prioridad.
 
Sin respaldo

La del Estado Islámico "es una iniciativa de un grupo extremista sunita que no será reconocida por (la chiita) Irán y los musulmanes chiitas en general, ni por Arabia Saudita, (que aunque es de mayoría sunita) se ve a sí misma como custodia de los sitios más sagrados del Islam", dice Mohamed Yehia, del Servicio Árabe de la BBC.

"También será rechazada por los estados y comunidades musulmanes moderados", agrega.

El editor para Medio Oriente de la BBC, Jeremy Bowen, considera que "(el Estado Islámico) no está interesado en tener una legitimidad popular de ningún tipo".

"Ellos creen ser", dice, "un pequeño grupo de revolucionarios que cambiará todo y que la gente eventualmente, les guste o no, tendrá que seguirlos".
 
Al Qaeda, ¿irrelevante?

En este sentido, el mayor peligro ante el avance del Estado Islámico lo enfrentan hoy, según Mohamed Yehia, "los países vecinos de Irak y Siria: Líbano, Jordania, Arabia Saudita; pero Irán no está en riesgo porque es una gran potencia militar chiita en la región y es capaz de acabar con cualquier amenaza territorial".

La exigencia del Estado Islámico de que todos los musulmanes le juren lealtad pondrá en una posición muy difícil a grupos como al Qaeda, advierte Yehia, de BBC Árabe."O bien sucumbirán ante (el Estado Islámico) o lo desafiarán y correrán el riesgo de quedar marginados ante el éxito (del Estado Islámico), volviéndose irrelevantes".

Fuentes: BBC Mundo, ANSA, EFE y Reuters.

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