sábado, 29 de octubre de 2016

Ripple Aerospace, lanzando cohetes desde el agua
por Daniel Marín



En los últimos años han proliferado empresas de lanzadores de pequeño tamaño con el objetivo de cubrir la gran demanda de satélites de reducidas dimensiones que no para de crecer. Sin ir más lejos, en España tenemos a PLDSpace, pero en otros países la oferta no para de aumentar. Y una de las iniciativas más novedosas en este mundillo es Ripple Aerospace, una empresa noruega que pretende lanzar cohetes desde el océano.

El cohete Sea Serpent de Ripple Aerospace (Ripple Aerospace).

Así descrita no parece especialmente llamativa. Al fin y al cabo ahí tenemos a Sea Launch o, en su momento, los lanzamientos italianos de cohetes Scout desde la costa de Kenia, en ambos casos proyectos que operaban cohetes en instalaciones situadas en el mar. Pero es que cuando decimos que Ripple Aerospace quiere lanzar cohetes desde el océano es literalmente: es decir, con el vector situado dentro del agua.

El cohete estrella de la empresa se llama Sea Serpent y será capaz de situar hasta 3.350 kg en una órbita baja (LEO) de 258 kilómetros de altura y hasta 650 kg en una órbita de transferencia geoestacionaria (GTO). Como combustible usaría hidrógeno y oxígeno líquidos, los más eficientes en uso y los menos contaminantes con diferencia —algo muy importante para un lanzador acuático como este—. Ripple Aerospace no descarta desarrollar una versión con una primera etapa reutilizable que tendría una capacidad en LEO de dos toneladas. El precio de cada lanzamiento debería rondar los 18 millones de dólares. Al igual que otros lanzadores de nueva generación —como el Firefly Alpha—, el Sea Serpent usará un sistema de propulsión basado en la tecnología aerospike para mejorar su eficiencia en un mayor rango de altitudes. Los motores serán obra de la empresa Rocketstar, de Nueva York.

No es un submarino, es el cohete Sea Serpent (Ripple Aerospace).

Visión de la futura flota de cohetes Sea Serpente durante el montaje (Ripple Aerospace).

Ahora bien, ¿por qué un cohete lanzado desde el agua? De esta forma obviamente se ahorrarán los costes relacionados con el mantenimiento de infraestructuras de lanzamiento, pero lo que Ripple Aerospace quiere es, por encima de todo, aprovechar la enorme experiencia que tiene Noruega en la construcción naval, que va desde buques a plataformas de prospección. De hecho, el Sea Serpent será construido de forma más parecida a un barco que a un cohete y ahí radica precisamente la esperanza en la reducción de costes. El lanzador será montado en una dársena y se transportará hasta alta mar flotando. Llevará tanques de lastre regulable para situarse en posición vertical y despegar.

Huelga decir que las probabilidades de que este proyecto salga adelante son por el momento muy bajas —construir un lanzador orbital es muy diferente a fabricar un buque—, pero no me negarán que se trata de un proyecto cuanto menos curioso. Y sí, evidentemente el Sea Serpent está inspirado en el mayor cohete de todos los tiempos: el famoso Sea Dragon de los años 60, un auténtico monstruo acuático capaz de situar 500 toneladas en órbita baja (más de cuatro veces la capacidad del Saturno V). Esperemos que el Sea Serpent corra mejor suerte que su predecesor. 



Fuente:  danielmarin.naukas.com

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