viernes, 24 de febrero de 2017

La amenaza nuclear de Corea del Norte
Por Rick Gladstone y Rogene Jacquette 


Ryoo Yong-gyu, encargado del monitoreo de terremotos y volcanes en Corea del Sur, habló en Seúl sobre la actividad sísmica registrada en la península tras la prueba nuclear que realizó Corea del Norte en septiembre de 2016. Credito Jeon Heon-Kyun/European Pressphoto Agency


Corea del Norte probó este mes un misil que cayó al mar sin ocasionar daños y fue evidente que el propósito de Kim Jong-un, su líder de 33 años de edad, no fue solamente el de incomodar al nuevo presidente estadounidense. Los expertos en armamento observaron algo nuevo: la tecnología de combustible sólido que hace más fácil ocultar esos misiles y permite un lanzamiento rápido.

El programa de armamento nuclear de Corea del Norte ha avanzado en cuatro áreas que vale la pena analizar con más detenimiento: el tamaño del arsenal, la energía de las bombas, la tecnología de los misiles y su capacidad para evitar ser detectados. 

Tamaño del arsenal: pequeño pero se cree que va en aumento

La información relativa a las reservas de armamento se basa en cifras estimadas. Algunos expertos afirman que Corea del Norte tiene menos de diez armas nucleares. A partir de imágenes satelitales del complejo nuclear de Corea del Norte en Yongbyon, además de fotografías oficiales de propaganda y las recientes pruebas nucleares, es posible deducir que el país podría ampliar su arsenal con rapidez. Se calcula que ahora tienen suficiente plutonio y uranio altamente enriquecido para construir entre 20 y 25 armas nucleares. 

Energía de explosión: de un kilotón a 10 kilotones en diez años

La energía de explosión del primer dispositivo nuclear de Corea del Norte, que se probó en octubre de 2006, fue de menos de un kilotón, lo cual corresponde a mil toneladas de TNT. Su segunda prueba, en 2008, fue de más del doble de esa energía.

Para enero de 2016, el país confirmó haber hecho explotar una bomba de hidrógeno en una cuarta prueba, aunque los observadores externos se mostraron escépticos. Las lecturas sísmicas indicaron una energía de explosión de cuatro a seis kilotones.

Sin embargo, las lecturas correspondientes a la quinta prueba de Corea del Norte, en septiembre de 2016, registraron una energía de aproximadamente diez kilotones, según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur. 

Tecnología: misiles que podrían llegar al área continental de Estados Unidos en 2026

En 1999, George J. Tenet, quien entonces era el director de la Agencia Central de Inteligencia, declaró que le preocupaba mucho el programa de Corea del Norte y advirtió que el misil Taepodong-1, con un alcance de hasta 2000 kilómetros, podría enviar cargas explosivas a Alaska y Hawái.

Casi dos décadas después, la inversión del país para convertirse en una potencia en armamento nuclear ha resultado exitosa, a pesar de las acciones diplomáticas y las sanciones internacionales. En 2016, Kim lanzó docenas de misiles para hacer pruebas y mostrar su poder militar. Algunos de esos misiles pueden lanzarse desde submarinos y plataformas móviles de lanzamiento, por lo que es más fácil ocultarlos. Incluso podrían llevar ojivas nucleares, según Siegfried S. Hecker, director emérito del Laboratorio Nacional de Los Álamos en Nuevo México, donde se creó la bomba atómica.

Al igual que otros analistas, supone que Corea del Norte ha diseñado ojivas nucleares que pueden montarse en misiles de corto alcance y quizá incluso en misiles de mediano alcance. En septiembre de 2016, Hecker escribió: “Es probable que Pyongyang logre desarrollar, en aproximadamente una década, misiles con ojivas nucleares capaces de alcanzar el área continental de Estados Unidos”. 

Kim Jong-un inspecciona el lanzamiento del misil balístico Pukguksong-2 desde una locación desconocida, el 12 de febrero de 2017. Credit Agence France-Presse -- Getty Images


Capacidad de evitar la detección: armas más pequeñas y de mayor movilidad

Cuando se convirtió en el líder supremo de Corea del Norte en abril de 2012, Kim aseveró que fortalecer a las fuerzas armadas ocupaba el “primer, segundo y tercer” lugar en su lista de prioridades; además declaró que la superioridad en tecnología militar ya “no era un monopolio de los imperialistas”. Menos de tres años después, el general Curtis M. Scaparrotti, quien en ese momento era comandante de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, señaló que creía que Corea del Norte había fabricado un arma nuclear que podía instalarse en la punta de un misil.

En mayo de 2015, Kim indicó que Corea del Norte había logrado miniaturizar armas nucleares. Los analistas se mostraron escépticos ante esta declaración, pero en marzo de 2016 apareció una fotografía en la que se veía a Kim admirar un objeto que los medios oficiales describieron como una ojiva de fabricación casera.

En agosto de 2016, Corea del Norte probó el lanzamiento de un misil balístico desde un submarino, con lo que demostró una mejoría significativa en su capacidad de organizar ataques sin ser detectados. De acuerdo con algunos analistas, la prueba de misil que se realizó este mes hizo evidente que Corea del Norte está decidida a producir más sistemas letales que puedan desplegarse con rapidez.

“Los norcoreanos de verdad están paranoicos”, opinó Joshua Pollack, un investigador que trabaja en el Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación. “Cada vez son más directos sobre la forma en que utilizarían estas armas dentro de su estrategia preventiva”. 



Fuente:  nytimes.com

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