miércoles, 15 de marzo de 2017

Pekín apura el lanzamiento de su caza de quinta generación para contrarrestar al F-35
Unas pocas unidades del avión de combate de quinta generación Chengdu J-20 han entrado en servicio de la Fuerza Aérea china. Si bien el nuevo caza está operativo técnicamente, todavía presenta varios inconvenientes. El columnista de The National Interest Dave Majumdar analizó la situación del innovador avión chino.




El J-20 es un caza revolucionario en términos de avance de la industria del gigante asiático. Cuenta con tecnología furtiva y es la primera aeronave de quinta generación de la Fuerza Aérea del país. Entre las características más destacadas del aparato, cabe destacar que es de largo alcance y está optimizado para altas velocidades.

Esta aeronave militar combina un corte transversal de radar —que mide la posibilidad de detectar un objeto mediante los radares— reducido y la capacidad de alcanzar velocidades hipersónicas. Además, utiliza los misiles PL-15. En consecuencia, Pekín podría usar este avión, supuestamente, para amenazar activos de la Fuerza Aérea de EEUU en el Pacífico.

En la actualidad, el gigante asiático está desarrollando misiles aire-aire PL-15 que funcionan con estatorreactor —motor de reacción que carece de compresores y turbinas—. Estas armas tendrán un alcance de unos 190 kilómetros, de manera que ya generan preocupación en los altos mandos de la Fuerza Aérea norteamericana.

El misil chino es una de las razones que impulsa a EEUU a darse prisa y sustituir sus misiles AIM-120 Amraam, que entraron en servicio hace ya varias décadas. El hecho de que los PL-15 puedan superar a los Amraam en términos de alcance no es el único problema al que se enfrentan los militares norteamericanos.

© Foto: Viktor Bakursky


En combinación con el J-20, los pilotos chinos serán capaces de atacar aviones cisterna y de reconocimiento, dos activos que desempeñarían un papel fundamental en cualquier campaña aérea sobre el Pacífico.

Según informaron medios del país asiático, el caza chino tomó parte recientemente en ejercicios del Ejército Popular de Liberación junto a las tropas terrestres, buques y unidades de defensa antiaérea.

Sin embargo, China no es capaz de producir en masa, por ahora, los motores WS-15 con los que equipa a sus J-20. Esta es la causa principal por la que solo un número reducido de estos cazas ha entrado ya en servicio, afirmó Majumdar.

El periodista agregó que los diseñadores chinos tienen que solucionar varios problemas técnicos: la fiabilidad de los motores WS-15, los inconvenientes del sistema de control del avión, además del sistema furtivo y los materiales de su fuselaje.

© REUTERS/ China Daily


Considera que el gigante asiático decidió poner en servicio los J-20 de pronto, dado que existe una amenaza proveniente de los Lockheed Martin F-35 estadounidenses. Teniendo en cuenta este aspecto, Pekín no tardará mucho en introducir más aviones furtivos en su Fuerza Aérea. Está previsto que un lote nuevo entre en servicio este 2017.

Pese a que China se afana en poner en servicio sus J-20 para responder a la amenaza de los F-35, este aparato "apenas puede equipararse al F-35, […] ni siquiera al F-22", cerró Majumdar.  



Fuente:  mundo.sputniknews.com

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