miércoles, 22 de marzo de 2017

Tsyklon 4M: un nuevo cohete ucraniano lanzado desde Canadá
por Daniel Marín


Desde que comenzó el conflicto con Rusia el programa espacial ucraniano vive sus horas más bajas. El cohete Zenit, el principal lanzador del país, ha sido vetado por Rusia. La empresa Sea Launch, que operaba el Zenit desde una plataforma en el Pacífico, ha dejado de ofrecer servicios de lanzamiento orbital. Por si fuera poco, el proyecto para lanzar cohetes Tsyklon 4 (Cyclone 4 en Occidente) desde Brasil también acabó en un sonoro fiasco hace un par de años. La última esperanza para la industria ucraniana es el cohete Antares de la empresa estadounidense Orbital ATK, cuya primera etapa se fabrica en Ucrania, así como la etapa superior AVUM del cohete europeo Vega. O al menos así estaban las cosas hasta hace unos días, porque esta semana la empresa canadiense Maritime Launch Services (MLS) planea lanzar cohetes ucranianos Tsyklon 4M desde Guysborough, en Nueva Escocia.

El nuevo cohete ucraniano Tsyklon 4M (MLS).


A pesar del nombre, el Tsyklon 4M —o Cyclone 4M en inglés— prácticamente no tiene nada que ver con el Tsyklon 4. Este último era un cohete que empleaba combustibles hipergólicos y se trataba de una versión modernizada del clásico Tsyklon 3, un lanzador desarrollado en la época soviética a partir del misil balístico intercontinental R-36 (8K68). El nuevo Tsyklon 4M, diseñado y construido por KB Yúzhnoe y PO Yuzhmash (al igual que todos los vectores ucranianos), tiene sin embargo una primera etapa a base de queroseno y oxígeno líquido. Podrá situar unas 5 toneladas en una órbita baja (LEO) de 600 kilómetros de altura y 3,35 toneladas en una órbita heliosíncrona (SSO) de la misma altura. 


Cohete Antares de Orbital, con una primera etapa ucraniana (Orbital ATK).


Estas prestaciones son muy similares a los Antares de primera generación de Orbital y, de hecho, basta un simple vistazo al nuevo Tsyklon para ver las similitudes entre ambos. Y no es de extrañar, ya que el Antares usa un diseño muy popular de KB Yúzhnoe con tecnología del Zenit que la empresa ucraniana ha intentado aplicar a otros proyectos, siendo el más famoso la familia de lanzadores Mayak. Si el nuevo Tsyklon 4M se llama así y no Mayak es seguramente por motivos comerciales, además de que la pequeña segunda etapa y la cofia son similares a las del Tsyklon 4. Esto significa que el Tsyklon 4M usará al mismo tiempo kerolox y combustibles hipergólicos, una combinación nada buena a la hora de simplificar los costes de infraestructuras asociadas al lanzamiento.

Proyecto de lanzadores Mayak de KB Yuzhnoe (KB Yuzhnoe).


Pero el Tsyklon 4M debe superar un escollo importante antes de despegar desde Canadá. Hablamos de los motores. Ucrania carece de un motor potente de kerolox de primera fase, motivo por el cual tanto el Zenit como el Antares usan motores rusos en sus primeras etapas (RD-171 en el caso del Zenit y NK-33-1 y RD-181 en el caso del Antares). MLS no ha dicho qué motores usará el Tsyklon 4M, pero se rumorea que podría llevar cuatro motores similares al RD-801 diseñado para el Mayak. ¿El problema? Que este motor no está en servicio y se desconoce el estado de desarrollo en el que se encuentra. Por otro lado, en las imágenes del cohete que hemos visto lo que parecen ser motores RD-120, usados en la segunda etapa del Zenit, modificados para operar a nivel del mar. Eso sí, tampoco se sabe si esta variante, denominada RD-120K, está operativa o no.

El Tsyklon 4M (MLS).


MLS quiere llevar a cabo el primer lanzamiento orbital en 2020 (una cifra muy optimista) y espera poder lanzar hasta ocho cohetes Tsyklon 4M al año a partir de 2022 (una cifra aún más optimista). Cada vuelo saldría por 45 millones de dólares. Aunque el Tsyklon 4M no supone ninguna amenaza de primer orden para Rusia, en este país muchos analistas piensan que el acuerdo para lanzar este cohete desde Canadá no es un simple trato comercial y que cuenta con un apoyo significativo en la sombra por parte de los gobiernos de EE UU y Canadá. Desde esta perspectiva, el Tsyklon 4M sería una forma de sostener la industria aeroespacial ucraniana ahora que el Zenit casi ha desparecido del mercado y, de forma indirecta, ayudar al debilitado gobierno de Poroshenko.

Por tanto, el conflicto entre Rusia y Ucrania puede ayudar a hacer realidad este lanzador pese a que sus perspectivas comerciales no son muy halagüeñas. De ser así dentro de tres años tendremos dos cohetes ucranianos muy parecidos, Antares y Tsyklon 4M, despegando desde Norteamérica.

Tsyklon 4M (MLS).



Fuente:  danielmarin.naukas.com

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