lunes, 31 de diciembre de 2018

Nuevo gobierno de Brasil tendrá mayor participación de miembros de las Fuerzas Armadas desde la redemocratización




El gobierno de Jair Bolsonaro, que asumirá la Presidencia de Brasil el próximo martes, tendrá la mayor participación de miembros de las Fuerzas Armadas en el Ejecutivo desde la redemocratización, en 1985, con 8 de las 22 carteras del gobierno.

Según los archivos del Centro de Pesquisa y Documentación de Historia Contemporánea de Brasil (CPDOC-FGV), que incluye todos los ministerios de todos los presidentes del país desde 1964, el número de miembros o exmiembros de las Fuerzas Armadas en el futuro gobierno brasileño supera los siete que tenía José Sarney (1985-1990) en un gabinete formado por 27 carteras.

Con Bolsonaro, los militares comandarán al menos nueve áreas del nuevo gobierno: el presidente electo convocó generales, un almirante, un teniente coronel y capitanes de las tres Fuerzas Armadas para formar el primer escalón de su gobierno, es decir, ministerios y secretarías.

Todos ellos serán responsables por áreas bien conocidas de los militares, como infraestructura y defensa, e incluso por la articulación política y gestión de los contratos de publicidad.

Entre futuros miembros del gobierno brasileño, hicieron carrera en el Ejército los generales Hamilton Mourao (vicepresidente), Augusto Heleno (Gabinete de Seguridad Institucional), Fernando Azevedo e Silva (Defensa) y Carlos Alberto dos Santos Cruz (Secretaría del Gobierno), así como Wagner Rosário (Controladoría General de la Unión), que es capitán en la reserva, y Tarcísio Freitas (ministerio de Infraestructura), ingeniero en las Fuerzas Armadas durante 16 años.

El representante de la Marina en el gobierno será el almirante Bento Costa Lima Leite de Albuquerque Junior (Minas y Energía), mientras que el teniente-coronel Marcos Pontes (Ciencia y Tecnología) proviene de la Aeronáutica.

Durante la campaña electoral, Bolsonaro llegó a declarar que más de la mitad de los ministerios estarían ocupados por militares, aunque finalmente, serán poco más de un tercio.

En común, todos ellos son de la reserva remunerada de las Fuerzas Armadas, tienen más de 60 años y experiencia en el comando de unidades militares de gran porte, ya sea en Brasil o en el exterior. Seis de ellos son paracaidistas, igual que Bolsonaro, y ya ocuparon cargos en la administración pública como civiles (tras pasar a la reserva).

Para el sociólogo y profesor de la Universidad Federal de Paraná (UFP) Adriano Codato, experto en la formación política brasileña tras la Constitución de 1988, la masiva presencia de militares se explica por dos motivos: por el hecho de que el Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro es "pequeño y sin estructura y por la dimensión simbólica de una "convocatoria de las Fuerzas Armadas" ya anunciada por el presidente electo.

"Los militares tienden a funcionar en esta coyuntura como sustitutos neutros, imparciales y técnicos, en contraste con los políticos profesionales, envueltos permanentemente en escándalos de corrupción. Se reedita la mitología, enterrada desde el final de la dictadura, de que los militares serían, por excelencia, servidores públicos desinteresados", comentó Codato.

Según él, es imposible predecir el impacto de la actuación de tantos oficiales en el primer escalón del gobierno brasileño.

"Los militares, tanto como corporación como individuos, están apartados hace mucho tiempo de la élite administrativa del Estado brasileño. El mayor riesgo puede ser no exactamente la interferencia de los militares en el Ejecutivo, y sí la interferencia en el sentido inverso, del Ejecutivo, y por lo tanto, de una política partidaria y de los intereses económicos en las Fuerzas Armadas. El cuánto este camino inverso puede influenciar a las Fuerzas Armadas es imposible, hoy, de predecir", comentó Codato.

De todas formas, el experto recordó que Bolsonaro tendrá a su disposición 23.000 cargos de libre nombramiento y que en este caso, "es imposible que se hable de una militarización de la administración pública. Es necesario no confundir la presencia de los militares al frente de los ministerios importantes con la militarización de la administración del Estado", finalizó.



Fuente:  spanish.xinhuanet.com

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