jueves, 31 de agosto de 2023

La NASA recurre a Boeing y Northrop Grumman para desarrollar aviones de pasajeros Mach 4 de ultra alta velocidad
por Christopher Plain


Ilustración conceptual de un avión comercial de pasajeros altamente supersónico Boeing. Crédito: Boeing


La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) se ha asociado con Boeing y Northrop Grumman para identificar lo que se necesita para llevar un avión de pasajeros Mach 4 de velocidad ultraalta al mercado comercial.

Al final de los contratos de doce meses, ambas empresas entregarán un conjunto de diseños y hojas de ruta tecnológicas para un vehículo comercial que puede viajar hasta cuatro veces la velocidad del sonido, incluida la propulsión, los materiales y otros obstáculos tecnológicos.

Veinte años de avances desde la muerte de los viajes comerciales supersónicos

A finales del siglo XX, los ricos podían viajar de Nueva York a Londres y regresar en el primer y último avión comercial supersónico de pasajeros, el Concorde. Desde su retirada en octubre de 2003, los viajes aéreos comerciales se han limitado a unas 600 mph o aproximadamente el 80% de la velocidad del sonido. Eso significa que en 2023, un viaje de Nueva York a Londres todavía tardará más de 8 horas.

Afortunadamente, durante ese ínterin se han desarrollado una serie de logros tecnológicos que apuntan a una nueva era de viajes supersónicos en un futuro muy cercano. Por ejemplo, los avances en la ciencia de los materiales han hecho que sea mucho más viable construir un avión que pueda viajar a Mach 4 sin desmoronarse ni quemarse. Se han producido mejoras similares en la tecnología de propulsión con el desarrollo de estatorreactores de alta velocidad y scramjets de velocidad ultraalta (estatorreactores combustibles supersónicos) capaces de propulsar un avión a velocidades supersónicas y posiblemente hipersónicas (cinco veces la velocidad del sonido).

Uno de los avances más importantes es cortesía del programa X-59 de la NASA, cuyo objetivo es reducir drásticamente el estallido sónico causado por los aviones cuando atraviesan la barrera del sonido. El estallido sónico creado por el Concorde limitó su uso a rutas en el extranjero donde un estallido audible no haría temblar las casas de las personas que vivían debajo de la ruta de vuelo.

Ahora, la NASA está encargando a sus socios de la industria que lleven esos desarrollos, y otros, al siguiente nivel al trazar una hoja de ruta para construir finalmente un vehículo comercial que pueda viajar por tierra hasta a Mach 4, reduciendo el viaje de Nueva York a Londres hasta menos de dos horas.

Los hitos tecnológicos finalmente hacen viables los viajes comerciales Mach 4

En un comunicado de prensa del 22 de agosto, funcionarios de la NASA hablaron sobre cómo, gracias a los avances realizados en las últimas décadas, los acuerdos con Boeing y Northrop Grumman están superando las teorías de los aviones Mach 4 para realizar estudios conceptuales reales.

"Realizamos estudios conceptuales similares hace más de una década a Mach 1,6-1,8, y las hojas de ruta resultantes ayudaron a guiar los esfuerzos de investigación de la NASA desde entonces, incluidos los que condujeron al X-59", dijo Lori Ozoroski, gerente de proyecto del Proyecto de Tecnología Supersónica Comercial de la NASA. "Estos nuevos estudios actualizarán las miradas a las hojas de ruta tecnológicas e identificarán necesidades de investigación adicionales para un rango más amplio de alta velocidad".

¿Un programa avanzado de vehículos aéreos que hará realidad los viajes comerciales Mach 4?

Operando bajo el Programa de Vehículos Aéreos Avanzados (AAVP) de la NASA, el equipo de Boeing incluye socios Exosonic, GE Aerospace, Georgia Tech Aerospace Systems Design Laboratory, Rolls-Royce North American Technologies y otros. El equipo de Northrop Grumman Aeronautics Systems incluye a los socios Blue Ridge Research and Consulting, Boom Supersonic y Rolls-Royce North American Technologies.

Según el comunicado, "cada equipo desarrollará elementos de la hoja de ruta que incluirán estructura del avión, potencia, propulsión, gestión térmica y materiales compuestos que puedan resistir altas velocidades supersónicas". Este esfuerzo incluye identificar qué tecnologías están listas para implementarse y qué áreas necesitan más desarrollo. Al finalizar el plazo de doce meses, cada grupo creará “diseños no propietarios” para vehículos conceptuales.

"Es realmente importante tener en nuestras manos los conceptos de diseño y las hojas de ruta tecnológicas cuando las empresas estén terminadas", dijo Mary Jo Long-Davis, gerente del Proyecto de Tecnología Hipersónica de la NASA.

Long-Davis señala que los planes de ambos equipos también deben tener en cuenta consideraciones de seguridad, eficiencia, económicas y sociales en general. "Es importante innovar de manera responsable para devolver beneficios a los viajeros y no dañar el medio ambiente", afirmó el director del proyecto.

Finalmente, el comunicado señala que tras la conclusión del período de doce meses y la evaluación de los diseños presentados por cada equipo, la NASA y sus socios industriales y académicos “decidirán si continúan la investigación con sus propias inversiones”.



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