martes, 31 de diciembre de 2013

Nuevo atentado en Rusia: 14 muertos

Un artefacto explosivo fue detonado por su portador en un trolebús en Volgogrado, donde el domingo una mujer kamikaze mató a 16 personas en la estación de trenes. Hubo al menos 28 heridos. Las autoridades vinculan ambos ataques.

Agencia AFP

Nuevo atentado en Rusia: 14 muertos
Las ambulancias paran frente al trolebús en el que un kamikaze hizo estallar un explosivo, matando al menos a 14 personas en Volgogrado. (AP)
Al menos 14 personas perecieron en la explosión registrada la mañana de ayer en un trolebús en Volgogrado, suroeste de Rusia, donde un atentado suicida dejó 16 muertos el domingo en esta ciudad vecina al inestable Cáucaso Norte. "El número de muertos aumentó a 14 y el de heridos a 28", dijo el portavoz del ministerio, Oleg Salatai, citado por las agencias rusas. El balance oficial anterior era de 10 muertos y 15 heridos.

El atentado fue perpetrado por un terrorista suicida, según los investigadores, que señalaron que algunas pistas vinculan los dos ataques.

Las primeras investigaciones indican que "el artefacto explosivo fue detonado por un kamikaze", precisó el comité de investigación ruso en un comunicado.

Los explosivos utilizados en el atentado tienen elementos "idénticos" a los utilizados en el atentado del domingo, lo que "confirma la versión de un vínculo entre los dos atentados", agregó este organismo encargado de las principales investigaciones en Rusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, por su parte, ordenó que se refuerce la seguridad en todo el país ante esta ola de atentados, que se produce a menos de seis semanas de los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi (del 7 al 23 de febrero).

Putin "dio al Comité Nacional de Antiterrorismo una serie de instrucciones para reforzar la seguridad en el conjunto del territorio de la Federación de Rusia", declaró un portavoz del comité citado por las agencias rusas.

La explosión tuvo lugar poco antes de las 8.30 (1.30 argentina) en una parada próxima del centro de Volgogrado, ciudad situada a unos 1.000 kilómetros al sur de Moscú.

Según las imágenes mostradas por la televisión rusa, la potente explosión destruyó por completo el trolebús.

"En un primer momento no supe si se trataba realmente de un trolebús, por el estado en el que quedó", señaló una mujer a la televisión pública rusa.

El ministerio de Situaciones de Emergencia indicó que se desplegaron más de 450 efectivos de las fuerzas del orden y 120 miembros de los servicios técnicos.

El gobernador de la región de Volgogrado, Serguey Bojenov, anunció una reunión de urgencia del gobierno regional y un refuerzo de las medidas de seguridad.

El Kremlin informó por su parte que Putin abordó la situación en una reunión junto al ministro del Interior, Vladimir Kolokoltsev, y al director de los servicios secretos, Alexander Bortnikov. Este último deberá acudir a Volgogrado.

Otro atentado atribuido a una kamikaze causó 16 muertos el domingo en la misma ciudad, muy frecuentada, en particular en estas fiestas.

El atentado alimentó los temores sobre la seguridad de los Juegos Olímpicos de invierno organizados en febrero en Sochi, estación balnearia situada al pie del Cáucaso.

El ministro del Interior anunció la intensificación de las medidas de seguridad en todas las estaciones y principales aeropuertos del país. 

La amenaza de las “viudas negras”

elpais.com

Las llaman las shahidkas, por los shahid, los mártires por el Islam. Las mujeres terroristas, como la responsable del atentado contra la estación de ferrocarril de Volgogrado y también se sospecha de que el ataque contra el trolebús fuera otra han golpeado Rusia desde que, en junio de 2000, Java Barayeva y Luiza Magomadova condujeran un camión cargado de explosivos a la puerta de un cuartel en Chechenia.

Solo en Rusia, al menos 20 mujeres se han dejado la vida desde entonces, causando la muerte de casi 800 personas, según fuentes oficiales rusas. Vistas con circunspección por el islamismo más tradicional, los movimientos terroristas del Cáucaso han hecho de las mujeres suicidas una de sus armas más potentes.

Detrás del reclutamiento de mujeres para la causa islamista estuvo, sobre todo, Shamil Basáyev, el Bin Laden del Cáucaso, que encabezó con puño de hierro la guerrilla islamista chechena hasta su muerte en 2006. Basáyev, responsable por la masacre en la escuela de Beslan(Osetia del Norte), donde murieron más de 200 rehenes -la mayoría niños- declaró haber entrenado personalmente a 50 viudas negras.

El líder terrorista utilizó a su ejército de mujeres en otra acción sonada: de los 49 terroristas que participaron en el asalto y toma de rehenes en un abarrotado teatro de Moscú en 2002 -donde murieron más de 150 personas- 19 eran mujeres. La menor de ellas, según la policía rusa, tenía 16 años.

Desde entonces, los atentados suicidas protagonizados por mujeres se han sucedido.

En 2003, dos jóvenes chechenas se inmolaron en un control a la entrada de un concierto de rock a las afueras de Moscú: 14 personas murieron. El 24 de agosto de 2004, dos aviones salidos del aeropuerto moscovita de Domodédovo, uno de ellos con destino Sochi -sede de los Juegos Olímpicos de Invierno del próximo febrero-estallaron en pleno vuelo. Cada uno de los aparatos llevaba a bordo una terrorista suicida chechena.

En 2010, Zenet Abdurajmánova y Marja Ustarjánova, de 17 y 20 años respectivamente, hicieron detonar sendos cinturones explosivos en dos abarrotadas estaciones del metro de la capital rusa: al menos 38 personas perdieron la vida.

Las mujeres son menos sospechosas porque no encajan en el estereotipo del terrorista suicida.

Reclutar a mujeres para realizar atentados suicidas ha sido mortalmente efectivo para el integrismo caucásico. “Las mujeres no encajan en el estereotipo del terrorista suicida, al menos en las primeras fases de un conflicto”, señala Lindsey O'Rourke en un artículo publicado por el proyecto de Estudios sobre el Terrorismo de la Universidad de Chicago.

En 2003, una semana después de un intento fallido de atentado suicida en un café de Moscú, una periodista de la revistaKommersant-Vlast, vestida con un velo integral (niqab), cargando una mochila y aparentando nerviosismo, consiguió recorrer el mismo camino y lograr mesa en el mismo café sin ser preguntada por nadie.

En los atentados de Domodédovo, el jefe de seguridad del aeropuerto fue condenado a cinco años de prisión por negligencia al limitarse a pedir los documentos de identidad de las terroristas y no someterlas a una inspección integral.

Fuente: Los Andes Online

domingo, 29 de diciembre de 2013

Internet, un derecho humano

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró como derecho de la humanidad el acceso a la Web como una plataforma de expresión y progreso, y alertó sobre los casos de censura.
La gran red de redes extiende su valía segundo tras segundo, y su esfera no se restringe a expresiones de entretenimiento, interacción e información. Acontecimientos sociales y políticos han postulado el espacio virtual como un canal válido de expresión incluso frente a otros medios de comunicación; y como una plataforma desde donde ejercer el poder, hacer oír voces no siempre reproducidas y gestar cambios de relevancia. Algunos ejemplos que grafican estas afirmaciones son la renuncia de Mubarak en Egipto o el movimiento de los Indignados en España, hechos en los cuales Internet juega y ha jugado un rol protagónico, con las redes sociales a la cabeza.

''Internet se ha convertido en un medio clave para que los individuos puedan ejercer su derecho a la libertad de opinión y expresión, tal como está garantizado por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos''. Este es uno de los párrafos clave del comunicado emitido recientemente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en referencia a este derecho. En el mismo Frank La Rue, Relator Especial de la ONU, afirmó que el ciberespacio es parte integrante del progreso humano y, en este sentido, forma parte de los derechos del hombre.

El mencionado organismo insta a los gobiernos a adoptar medidas que posibilten la accesibilidad y disponbilidad para todos (incluyendo en esta lógica la posibilidad de afrontar el gasto de conexión), estableciendo esta política como prioritaria para todos los Estados del mundo. En este orden, declaran como violaciones a este derecho la filtración de contenido web, el bloqueo de usuarios en el marco de situaciones conflictivas, los ciber ataques y el control excesivo de datos. ''Internet como un medio para ejercer el derecho a la libertad de expresión sólo puede servir a estos propósitos si los estados asumen su compromiso por desarrollar políticas efectivas para lograr el acceso universal'', se anota en el comunicado.

Así como es cada día más usual que los hombres y mujeres de política tomen de la Web los beneficios que ésta les otorga en tiempos de campaña electoral, la ONU establece como un asunto de vital importancia que en momentos políticos claves como eleccciones, aniversarios y acontecimiento como revueltas sociales, se mantenga el acceso a Internet como un medio para ejercer el derecho a la libertad de opinión.

De un tiempo a esta parte, el acceso a Internet ha dejado de ser un lujo, un capricho o un gusto para algunos priviliegiados. Lejos de ello, esta plataforma que ha revolucionado nuestras rutinas ya es parte de un vínculo del que todos debieran contar con la opción de participar, mínimamente. La declaración de un organismo de semejante valía ratifica que conectarse es, efectivamente, un derecho. ¿Seguirán los gobiernos esta premisa?

Fuente: TendenciasMag.com y diariouno.com.ar

Rusia: 14 muertos en un atentado suicida en una estación de tren

El comité nacional de lucha contra el terrorismo dijo que una mujer provocó el atentado. Hasta el momento se registraron 34 heridos. 

AFP


Rusia: 14 muertos en un atentado suicida en una estación de tren
(AFP)
 
Al menos a 14 personas murieron en una estación de tren de Volgogrado, una ciudad cercana a la región del Cáucaso ruso, cuando una mujer kamikaze hizo estallar una bomba, anunciaron varios medios de comunicación y fuentes oficiales.

Funcionarios regionales indicaron que la explosión tuvo lugar cerca de los detectores de metales ubicados a la entrada de la principal estación de trenes de la ciudad, cuando estaba llena de viajeros.

El comité nacional de lucha contra el terrorismo dijo a la agencia rusa Ria Novosti que una mujer provocó el atentado.

Un portavoz del gobierno regional indicó a la misma agencia que el ataque se saldó con al menos 14 personas muertas y otras 34 heridas.


La explosión se produjo en el interior de la estación hacia las 12.45 locales, indicó Svetlana Smolianinova, una portavoz del ministerio regional del Interior.

La ciudad de Volgogrado, conocida en la época soviética como Stalingrado, fue el escenario en octubre de otro atentado suicida de una mujer, vinculada a los islamistas que luchan contra el ejército ruso en la región del Cáucaso Norte.

La mujer se hizo estallar en un autobús lleno de estudiantes provocando la muerte de seis personas.

Las mujeres kamikazes, conocidas como "viudas negras", buscan vengarse de la muerte de miembros de sus familias en los enfrentamientos en el Cáucaso Norte atacando a civiles rusos.

Este ataque se produce pocas semanas antes de que se celebren los Juegos Olímpicos de Invierno entre el 7 y el 23 de febrero en la ciudad de Sochi, a orillas del mar Negro y cerca de la inestable región del Cáucaso Norte. 
 
Fuente: Los Andes Online

jueves, 26 de diciembre de 2013

¿Un movimiento sísmico en Oriente Medio?
Los secretos del acuerdo histórico USA-Irán

Investig'action


El 24 de noviembre último, Estados Unidos e Irán concluían un acuerdo histórico. A cambio de una reducción de las sanciones, Irán recortaría y pondría bajo control su programa nuclear. El simple hecho de que los ministros de asuntos exteriores de ambos países hayan querido encontrarse abiertamente era impensable hace unos meses y menos aun al principio de la república islámica.  
 
Los últimos sesenta años, las relaciones entre ambos países han sido especialmente tumultuosas. En 1953, para hacerse con el control de las riquezas petroleras iraníes, Estados Unidos y Gran Bretaña colaboraron en el derrocamiento del gobierno elegido de Mossadegh. El Sha gobernó con mano de hierro con el apoyo de EE UU. Finalmente en 1979 tuvo que ceder el poder a la revolución islámica. Después de esta revolución, EE UU sufrió el asalto de su embajada y la toma como rehenes de su personal.
 
Desde entonces Irán y EE UU son enemigos jurados. Al principio de los 80, cuando Iraq atacó con gas tóxico a centenares de miles de iraníes, sobre todo originarios de EEUU, la Casa Blanca miró para otro lado. En 1983 el ejército de EE UU fue expulsado del Líbano mediante un atentado bomba homicida que mató a 241 marines. Detrás del atentado estaba Hezbollah, el aliado más cercano de Irán en el Líbano. En 1986 el presidente Reagan quedó en muy mal lugar a causa del escándalo de Irangate. Desde el 11 de septiembre, Irán está en la lista del “Eje del Mal” (1).

En 2003 la invasión de Iraq redistribuyó las cartas en la región. Sadam Hussein, principal adversario de Irán fue eliminado y los chiitas llegaron al poder. Iraq dejó de ser un enemigo hereditario y pasó a ser un aliado. En ese momento Irán ya tenía mucha influencia en Siria, en el Líbano (Hezbollah) y en Palestina (Hamas). Y al revés, EEUU perdía gradualmente su influencia en Iraq. La hegemonía regional se inclinaba hacia Teherán.
No es casualidad que la controversia a propósito del programa nuclear iraní comenzara por entonces. La cuestión nuclear era por excelencia la palanca de Washington para restringir la influencia creciente de Irán y poner al país de rodillas. 

Irán nunca tuvo ni tiene la intención de fabricar una bomba atómica a corto plazo (2). Llegar a tener un arma nuclear no es un objetivo esencial para las autoridades iraníes. Por otro lado, el país no está en disposición de lograrlo inmediatamente. Ni tiene suficiente uranio empobrecido, ni misiles fiables de un alcance significativo, como tampoco una fuerza aérea suficientemente equipada para alcanzar Israel. Si no fuera así, hace tiempo que Israel hubiera bombardeado sus instalaciones nucleares (3).
 
La primera resolución de Naciones Unidas relativa al programa nuclear iraní data de julio de 2006. Desde entonces, Washington ha hecho todo por aislar al país y arruinarlo. En 2003 y después en 2009, Irán había presentado propuestas tendentes a llegar a un acuerdo con EE UU, pero Washington las rechazó en ambos casos (4). Al final, después de todo, llegaron a ello…

No es la primera vez que Washington concluye un pacto con “el diablo”. Roosevelt colaboró (por un tiempo) con Stalin para derrotar a la Alemania nazi, y Nixon, después de la derrota de Vietnam, se puso de acuerdo con Mao para debilitar a la Unión Soviética.

En geopolítica, los principios o la ideología no juegan un papel muy importante; se trata de interés puro y duro. Y éste es el caso, una vez más. Echemos un ojo sobre estos intereses y sobre la cuestión de saber por qué las dos partes dieron tamaño giro y por qué ahora. Veremos también las ventajas que ambos países esperan obtener de este acuerdo.

Razones de Estados Unidos

Comencemos por EE UU. Cinco factores por lo menos explican por qué Washington buscaba un acuerdo y una colaboración con Teherán.

Sobrexplotación

El primer gobierno de Bush era un auténtico gabinete de guerra (5). Quería hacer plegarse a los países indisciplinados del Medio Oriente y de África. Desde el 11 de septiembre el objetivo de los cinco próximos años era, después de la conquista de Afganistán, “destruir” otros siete gobiernos: Iraq, Siria, el Líbano, Libia, Somalia, Sudán e Irán. Pero Iraq y Afganistán desembocaron en un fracaso militar. Además de una catástrofe económica. Ambas acciones le costaron más del doble de la guerra contra Vietnam (6).

La guerra contra el terrorismo resultó palmariamente para EE UU un puente demasiado largo. La desilusión fue inmensa y Obama salió elegido con la promesa de retirarse de Iraq y de Afganistán. En el mismo contexto, un ataque militar contra Siria fue finalmente anulado (7).

Menor interés por el Medio Oriente

Hasta hace muy poco tiempo, el Medio Oriente tenía una importancia vital para el aprovisionamiento petrolero de EE UU. Pero cada vez lo es menos, gracias al desarrollo propio del gas de esquistos y de arenas bituminosas, así como a la explotación de grandes yacimientos en Canadá. Estados Unidos actualmente es el productor de gas y petróleo con el mayor crecimiento a nivel mundial. La importación de petróleo del Medio Oriente irá disminuyendo en casi un 40% de 2011 a 2017. Hacia 2020 EE UU llegará a ser exportador de gas natural (8).

El foco sobre China

En 1992, un año después de la caída de la Unión Soviética, el Pentágono declaraba: “Nuestro primer objetivo es impedir que un nuevo rival surja en la escena mundial. Debemos desviar a los potenciales concurrentes incluso simplemente a los que pretendan jugar un papel más importante a nivel regional o mundial”. Es la doctrina mantenida por no importa quién sea el presidente (9).

Esto hoy hace pensar en primer lugar en China. Para Hillary Clinton, la atención estratégica de EE UU debía centrarse en Océano Pacífico: “El futuro de la política se decidirá en Asia, no en Afganistán o en Iraq. Y Estados Unidos estará exactamente en el centro de la acción”. En un debate televisado con Romney, Obama, más explícito, calificaba a China de adversario (10).

Y no son sólo palabras. Todo alrededor de China, EE UU tiene tropas, bases militares, puntos de apoyo o centros de entrenamiento en 17 países o zonas marítimas: Tayikistán, Kirguistán, Afganistán, Pakistán, Mar de Arabia, Océano Índico, Estrecho de Malaca, Australia, Filipinas, Océano Pacífico, Taiwán, Corea del Sur, India, Bangladesh, Sri Lanka, Nepal y Malasia. Están previstas nuevas bases en Tailandia, en Vietnam y en Filipinas. Tiene colaboración militar con Mongolia, Uzbekistán, Indonesia y recientemente con Birmania. De aquí a 2020 el 60% de la flota americana estará estacionada en la región. Si miramos un mapa, no exageramos si decimos que China está militarmente cercada (11).




Una radicalización amenazante

Un cuarto factor es la radicalización de los yihadistas sunitas en la región. En Siria, milicias extremistas han metido mano y EE UU no puede controlarlas (12). En Iraq, 5000 personas han sido asesinadas por Al-Qaida sólo en los seis primeros meses del año. En el Líbano, igualmente, la situación está apunto de ser incontrolable. (13)

En el pasado, con mucha frecuencia el Pentágono ha colaborado estrechamente con grupos islámicos extremistas. Fue el caso de Afganistán en los años 80, en Bosnia en los 90, poco más tarde en Kosovo y recientemente en Libia y hoy en Siria. Pero a condición de que Washington llevara ventaja en ello. Washington está dispuesto a ayudar a hacer caer el gobierno pro-iraní en Líbano y en Siria, pero no para reforzar a los yihadistas trasnacionales, y menos aun para dejarse coger los dedos en los emiratos fundamentalistas. Jordania seguiría rápidamente con lo que Israel quedaría rodeado por regímenes extremistas. Es un escenario de pesadilla (14). A los ojos de Washington, los extremistas sunitas han llegado a ser un factor demasiado poco controlado y por ende un riesgo para la región.

Aliados regionales

Un quinto factor concierne a los aliados regionales de EE UU. Después de la “primavera árabe”, un cierto número de regímenes autocráticos de la región se han vuelto socios dudosos o débiles. Es el caso en primer lugar de Egipto, pero también del Yemen, de Jordania, de Bahréin y de Túnez. Y esto vale también para Arabia Saudita que además se encuentra en un delicado proceso de cambio de generación (15).

Washington había esperado que Pakistán fuera un apoyo importante para controlar la situación en Afganistán después de la salida de las tropas. Pero la guerra ha fuertemente debilitado a Pakistán y el país está enfrentado a una desestabilización interna a causa de los yihadistas (16).

Vienen detrás Afganistán e Iraq. En estos dos países, fueron instalados en el poder regímenes socios de EE UU. Pero parece que no están siendo tan dóciles como era de esperar. Cada vez más siguen sus propias iniciativas independientemente de la Casa Blanca y muchas veces en abierta contradicción. En este sentido Iraq, por ejemplo, rechazó abrir su espacio aéreo a EE UU para bombardear a Siria mientras que los iraníes pueden usarlo tranquilamente para asistir al ejército sirio. (17)

Ventajas para Estados Unidos

Es la conjunción de estos cinco factores la que explica por qué EE UU venía buscando un acercamiento a Irán. Ya no está en condiciones de dominar unilateralmente el mundo entero ni de elegir y controlar a sus aliados a la carta. Dosificar y equilibrar, ése es el mensaje. Zbigniew Brzezinski, super-consejero de varios presidentes de EE UU y jefe de orquesta de la política exterior de Washington en estos momentos, lo expresa así: “La nueva realidad es que ninguna de las grandes potencias está en condiciones de “dominar” Eurasia y por tanto, de “gobernar” el mundo. El papel de América, sobre todo después de haber perdido veinte años, debe ser ahora más sutil y jugar sobre todo en las nuevas relaciones de fuerza en Eurasia”. (18)

Gracias al acuerdo con Irán, Washington obtiene mayor holgura (militar) para concentrarse en otras regiones, en particular en la región del Océano Pacífico (19). No es que EE UU vaya a retirarse de la zona, sino que no quiere mantener una fuerte presencia militar que además de inútil, le impediría alcanzar otros objetivos prioritarios (20). 

Una colaboración con Irán le permitirá manejar mejor la situación en Siria, sobre todo la amenaza yihadista. Y lo mismo la situación en Afganistán para después de la retirada de una buena parte de sus soldados en 2014 (21). El apoyo de Teherán le es igualmente indispensable para mejorar la situación en Iraq, en el Líbano y en Palestina (22). Finalmente, la colaboración con Irán hará disminuir la influencia de Rusia en la región después del 11 de septiembre. Es todo lo que va ganando Washington (23). 

No es la primera vez que Teherán y Washington colaboran para contrarrestar a los yihadistas extremistas. Ocurrió ya en Iraq y en Afganistán respectivamente contra Al-Qaida y los Talibanes. Pero se trataba en cada ocasión de una colaboración táctica que no cambiaba nada la actitud globalmente hostil entre ambos y no tenía impacto alguno en las alianzas de EE UU en la región. Esta vez estamos ante una colaboración estratégica que redistribuye las cartas en el Medio Oriente. (24) 

Con este acercamiento EE UU busca un equilibrio estratégico entre chiitas y sunitas. Ninguno de estos dos campos debe llegar a ser demasiado poderoso para prevalecer sobre el otro. Un Islam dividido cuyos polos aseguren el equilibrio y se neutralicen mutuamente juega el papel perfecto para el juego de Israel y EE UU. Es la estrategia del “divide y vencerás”, que tan buenos resultados siempre ha dado (25). 

Ventajas para Irán
 
La invasión de Iraq no sólo fue una derrota para EE UU, sino que hizo bascular las relaciones de fuerza regionales a favor de Teherán. Iraq, el principal país chiita después de Irán, cayó en la esfera de influencia de Teherán. Siria y el Líbano ya estaban en esta esfera, y en Gaza también Teherán hacía valer su influencia vía Hamás. El país se ha desarrollado como gran potencia regional. El presidente Ahmadinejad (2005-2013) llevó a cabo una política exterior radical y segura (26). 

Tres factores zapan esta posición reforzada: la guerra de Siria, la situación en Iraq y las sanciones económicas.

La guerra en Siria

Siria es la línea del frente en la lucha suno-chiita dentro del Islam con, a grandes rasgos, Irán de un lado y del otro, los sunitas de los países árabes y de Turquía. En este sentido es evidente que Irán hace todo lo posible por sostener a Assad. Pero esta guerra le está costando cara a un país sometido como lo está Irán a un embargo económico, con un coste evaluado en unos 9 mil millones de dólares al año (27).

Además, la guerra civil de Siria está evolucionando de una manera lamentable. Tolerados o apoyados por los estados del Golfo y Turquía, los yihadistas radicales tomaron rápidamente ventaja en el seno de las milicias. Siria se ha convertido en un vivero de combatientes islámicos sunitas ultra-radicales, bien entrenados y bien organizados. Esto es extremadamente alarmante para Teherán, tanto más cuanto que este foco extremista amenaza con extenderse al Líbano (28).

El caos en Iraq

En Iraq la situación evoluciona favorablemente para Teherán. Lenta pero inexorablemente, el país se cae en pedazos y el primer ministro chiita Maliki ya no lo controla. En el norte, el Kurdistán es semiindependiente. En muchas ciudades del centro del país el ejército se ha retirado y los sunitas radicales dictan la ley. En su lucha contra Al-Qaida, Maliki firmó una alianza con los jefes de los clanes más sunitas, pero éstos acaban de abandonar esta alianza. El gobierno central no tiene soberanía total más que en el sur chiita (29).

La esfera de influencia fuerte sobre la que Teherán había apostado no se ha conseguido. Con la guerra en Siria y la subida de yihadistas radicales en Iraq, Irán está hoy a la defensiva. Desde 2003 el país está cercado por las tropas USA o los yihadistas radicales.




Las sanciones económicas

Desde 2006, EE UU y la Unión Europea vienen apretando poco a poco el embargo contra Irán. Este embargo afecta no sólo al comercio sino también a las inversiones extranjeras, a lo que se suman los intentos de Estados Unidos para excluir a Irán del sistema bancario internacional (31).

Las repercusiones son catastróficas. Las sanciones cada vez son más dolorosas, sobre todo en estos dos últimos años. La inflación es del 40% sobre una base anual y el paro juvenil se eleva al 28%. Desde 2005 la pobreza ha pasado del 22 al 40%. En estos momentos, los ingresos del petróleo son inferiores al 60% de lo que eran en 2005. El valor del rial ha disminuido en un 70% y sólo en 2012 las reservas exteriores pasaban de 110 a 70 mil millones de dólares. En 2012 el PIB bajó en un 5,4 % (32).

En última instancia la situación es insostenible además de zapar la estabilidad política. La insatisfacción de la población está en aumento. Según un sondeo de finales de 2012, 48% de las personas afirmaban que las sanciones afectaban seriamente a su vida personal, aunque para el 35% no era el caso (33).

Son sobre todo los ingresos medios (34), es decir, la mitad de la población que está harta denla debilidad de la economía y del monopolio del poder por parte de las clerecía conservadora. En Egipto, en Turquía y en Brasil, fue la revuelta de los ingresos medios la que hizo temblar los cimientos del establishment político. Esta situación no ha pasado inadvertida para las autoridades iraníes (35).

Después de las elecciones de 2009 ha habido varias oleadas de protesta. Es lo que se ha querido evitar en las elecciones de junio últimas. El hecho de que el 51% de la población haya votado por Ruhani, aun cuando no era el candidato preferido del ayatolá Jameney, la más alta autoridad religiosa, es muy significativo. La dirección del país entendió la señal y dio luz verde a las conversaciones con EE UU. (36)

Salvar los muebles

Retomemos punto por punto los elementos iraníes. Después de la invasión de Iraq, las relaciones de fuerza regionales eran favorables para el país. Pero la combinación de la guerra en Siria, la situación inestable de Iraq y las sanciones económicas agravadas, lo pusieron en peligro. Teherán se dio cuenta de que no era demasiado fuerte, en las actuales circunstancias, para asumir el papel de gran potencia regional. Era pues tiempo de abandonar una política exterior radical y de sentarse a la mesa de negociaciones; tanto más cuanto que EE UU también quería reducir su presencia militar en la región (37).

A principios de septiembre, Obama quería bombardear Siria. Su intención no era eliminar al presidente Bachar Al Assad sino debilitar y frenar la ofensiva del ejército sirio. Al concluir un acuerdo con EE UU, Teherán pudo evitar este escenario nada ventajoso para él (38).

Gracias al acuerdo, Teherán puede consolidar su posición en Iraq y la posición de su aliado sirio sale reforzada. Irán queda de hecho reconocido como la gran potencia regional legítima y refuerza su posición ante Rusia y Turquía (39).

La mejora de relaciones con Occidente va a revivificar su economía. Nuevas inversiones extranjeras, urgentes para modernizar el sistema productivo, van a llegar rápidamente. La disminución de las sanciones pronto será visible en el bolsillo de los iraníes, lo que dará mayor legitimidad al gobierno (40).

Conclusión

El acuerdo que ambos países concluyen es provisional y tiene un alcance limitado. Pero si los dos respetan las cláusulas, este acuerdo desembocará en los seis primeros meses, en un gran acuerdo de cooperación. Lo cual podría ciertamente suponer para todo el Medio Oriente todo un seísmo.

Notas
2.- Es la conclusión de diferentes servicios de inteligencia de EE UU en 2012.
http://articles.latimes.com/2012/feb/23/world/la-fg-iran-intel-20120224. Oficiales superiores de los servicios secretos estadounidenses declararon que no hay pruebas formales de que desde 2003 Irán haya realizado ensayos para producir armas nucleares.
5.- Le vice-presidente Dick Cheney, como ministro de Defensa, fue políticamente responsable de la invasión de Panamá (1989) y de la operación ‘Desert Storm’ en Iraq (1991).
El ministro de Asuntos exteriores Colin Powell : antiguo jefe de estado mayor del ejército de EE UU durante la operación ‘Desert Storm’.
El ministro de Defensa Donald Rumsfeld : antiguo piloto, fue antes ya ministro de Defensa y embajador en la 'OTAN; con Reagan il suprimió la palabra « détente » [distensión](entre EE UU y la URSS) del vocabulario oficial.
El secretario de Defensa Paul Wolfowitz : trabajó como consejero en el Pentágono y ayudó a crear el « Central Command », espina dorsal de las fuerzas armadas durante la Guerra del Golfo; lanzó la teoría de los halcones de la unipolaridad según la cual, después de la caída de la URSS, EE UU debían dominar el mundo; dio clases en el National WAR College.
Richard Armitage, asistente del secretario de Estado: hizo carrera en el Pentágono y fue negociador durante la Guerra del Golfo y relacionado con una base militar en Filipinas.
James Kelly, Secretario de Estado adjunto, sirvió en la Navy y trabajó en el Pentágono.
I. - Lewis Libby: asistente del vice-presidente Cheney para asuntos de seguridad, trabajaba ya para el ministerio de defensa, fue condecorado por la Navy y lanzó con Wolfowitz la doctrina de la unipolaridad.
John Negroponte: embajador en la Naciones Unidas, una de las figuras clave de a guerra sucia y secreta contra los sandinistas en Nicaragua (decenas de millares de muertos, sobre todo civiles).
Richard Perle : consejero del ministerio de Defensa, miembro influyente de la American Free Entreprise Institute, un Think Tank ultra-conservador ; miembro de un grupo de trabajo que estudiaba cómo las tecnologías de punta pueden mejorar la productividad en el ejército; autor de « Hard Line ».
Source : Vandepitte M., ‘Irak : Startschot voor de Derde Wereldoorlog’, Brussel 2003, p.71-2.
12.- En el seno de los grupos rebeldes, los yihadistas han llegado a ser. El Ejército Sirio Libre, que es laico, cuenta con 50.000 combatientes. Los yidhadistas tienen de 54.000 a 69.000 combatientes, la mayoría extranjeros. La milicia más « eficaz » es la de la marca Al Qaïda, con Jabhat al-Nusra y sus 7.000 combatientes. Entre los yihadistas el reparto es el siguiente: El Frente Sirio de Liberación cuenta con 37.000 combatientes, el Frente sirio Islámico, de 10 a 25.000 y Jabhat al-Nusra, 7.000.
13. - Líbano: mismo enlace
18 .- Brzezinski Z., ‘Strategic Vision. America and the Crisis of Global Power’, New York 2012, p. 131.
En otros continentes también se han acrecentado las actividades militares. Estados Unidos tendría más de 700 bases militares o instalaciones en el extranjero. En América Latina, después de 60 años, vuelven a poner operativa la IV Flota. La CIA participó directa o indirectamente en golpes de Estado en Venezuela (2002) y en Honduras (2009). En 2009 el Pentágono creo el Africom, un nuevo comando militar que coordina todas las operaciones en el continente africano. Africom está hoy activo en 49 de los 54 países africanos y Estados Unidos tienen bases militares o instalaciones permanentes en al menos 10 países. La militarización de Estados Unidos en este continente aumenta cada día.
21.- El resto de las tropas USA permanecerán allí al menos hasta 2024: http://www.stratfor.com/geopolitical-diary/irans-geopolitical-priorities-south-asia
Para unos ingresos medios generalmente se calcula sobre al menos unos 12 dólares diarios: http://www.pewglobal.org/2009/02/12/the-global-middle-class/.
 
Traducido al castellano por Red Roja de la traducción francesa del holandés de Anne Meert para Investig’Action.


Fuente: Rebelion.org
Entrevista con Peter Dale Scott
Las drogas y la máquina de guerra de Estados Unidos

Red Voltaire


El ex diplomático canadiense Peter Dale Scott aprovecha su jubilación para estudiar detalladamente el Sistema de Estados Unidos y sigue describiéndolo en sus libros. En esta entrevista responde a nuestro colaborador Maxime Chaix, traductor de sus trabajos al idioma francés.

Peter Dale Scott es doctor en Ciencias Políticas, profesor emérito de Literatura Inglesa de la Universidad de California (Berkeley), poeta y ex diplomático canadiense. Su primer libro traducido al francés, The Road to 9/11, fue publicado en septiembre de 2010 por Demi-Lune bajo el título La Route vers le Nouveau Désordre Mondial [El Camino hacia el Nuevo Desorden Mundial] y le valió los elogios del general de la fuerza aérea francesa Bernard Norlain en el número 738 de la Revue Défense Nationale (marzo de 2011). Su más reciente libro, La Machine de guerre américaine [la Máquina de Guerra de Estados Unidos], fue publicado en francés por Éditions Demi-Lune en octubre de 2012 y también fue recomendado por el general Norlain en el número 757 de la Revue Défense Nationale (febrero de 2013). Peter Dale Scott publica regularmente artículos en el sitio web de la Red Voltaire.

Maxime Chaix: En su último libro, La Machine de guerre américaine, usted estudia profundamente lo que usted llama la «conexión narcótica global». ¿Puede aclararnos esa noción?

Peter Dale Scott: Permítame, ante todo, definir lo que yo entiendo por «conexión narcótica». Las drogas no entran en Estados Unidos por arte de magia. Importantes cargamentos de droga son enviados a veces a ese país con el consentimiento y/o la complicidad directa de la CIA. Le voy a poner un ejemplo que yo mismo cito en La Machine de guerre américaine. En ese libro yo menciono al general Ramón Guillén Dávila, director de una unidad antidroga creada por la CIA en Venezuela, quien fue inculpado en Miami por haber introducido clandestinamente una tonelada de cocaína en Estados Unidos. Según el New York Times, «la CIA, a pesar de las objeciones de la Drug Enforcement Administration [DEA], aprobó el envío de al menos una tonelada de cocaína pura al aeropuerto internacional de Miami [,] para obtener información sobre los cárteles colombianos de la droga». En total, según el Wall Street Journal, el general Guillén posiblemente envió ilegalmente más de 22 toneladas de droga a Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades estadounidenses nunca solicitaron a Venezuela la extradición de Guillén. Incluso, en 2007, cuando [Guillén] fue arrestado en su país por haber planificado un intento de asesinato contra [el presidente] Hugo Chávez, el acta de acusación contra ese individuo todavía estaba sellada en Miami. Lo cual no es sorprendente, sabiendo que se trataba de un aliado de la CIA.

Pero la conexión narcótica de la CIA no se limita a Estados Unidos y Venezuela sino que, desde los tiempos de la postguerra, ha ido extendiéndose progresivamente a través del mundo. En efecto, Estados Unidos ha tratado de ejercer su influencia en ciertas partes del mundo pero, siendo una democracia, no podía enviar el US Army a esas regiones. Así que desarrolló ejércitos de apoyo (proxy armies) financiados por los traficantes de droga locales. Ese modus operandi se convirtió poco a poco en una regla general. Ese es uno de los principales temas de mi libro La Machine de guerre américaine. En ese libro yo estudio específicamente la operación Paper, que comenzó en 1950 con la utilización por parte de la CIA del ejército del KMT en Birmania, [fuerza] que organizaba el tráfico de droga en la región. Cuando resultó que aquel ejército era totalmente ineficaz, la CIA desarrolló su propia fuerza en Tailandia (bajo el nombre de PARU). El oficial de inteligencia a cargo de esa fuerza reconoció que el PARU financiaba sus operaciones con importantes cantidades de droga.

Al restablecer el tráfico de droga en el sudeste asiático, el KMT –como ejército de apoyo– fue el preludio de lo que se convertiría en una costumbre de la CIA: colaborar en secreto con grupos financiados a través de la droga para hacer la guerra, como sucedió en Indochina y en el Mar de China meridional durante los años 1950, 60 y 70, en Afganistán y en Centroamérica en los años 1980, en Colombia en los años 1990, y nuevamente en Afganistán en 2001. Los responsables son nuevamente los mismos sectores de la CIA, o sea los equipos encargados de organizar las operaciones clandestinas. Se puede observar como desde la época de la postguerra sus agentes, financiados con las ganancias que reportan esas operaciones con narcóticos, se mueven de continente en continente repitiendo el mismo esquema. Por eso es que podemos hablar de «conexión narcótica global».

Maxime Chaix: En La Machine de guerre américaine, usted señala además que la producción de droga se desarrolla bruscamente en los lugares donde Estados Unidos interviene con su ejército y/o sus servicios de inteligencia y que esa producción disminuye cuando terminan esas intervenciones. En Afganistán, en momentos en que la OTAN está retirando paulatinamente sus tropas, ¿piensa usted que la producción disminuirá cuando termine la retirada?

Peter Dale Scott: En el caso de Afganistán es interesante ver que durante los años 1970, a medida que el tráfico de droga disminuía en el sudeste asiático, la zona fronteriza pakistano-afgana se convertía poco a poco en punto central del tráfico internacional de opio. Finalmente, en 1980, la CIA se implicó de manera indirecta, pero masiva, contra la URSS en la guerra de Afganistán. Por cierto, Zbigniew Brzezinski se jactó ante Carter de haber organizado el Vietnam de los soviéticos. Pero también desató una epidemia de heroína en Estados Unidos. Antes de 1979 sólo entraban a ese país muy pequeñas cantidades de opio proveniente del Creciente de Oro. Pero en un solo año, el 60% de la heroína que entraba en Estados Unidos provenía de esa región, según las estadísticas oficiales.

Como yo mismo recuerdo en La Machine de guerre américaine, los costos sociales de aquella guerra alimentada por la droga aún siguen afectándonos. Por ejemplo, sólo en Pakistán existen hoy, al parecer, 5 millones de heroinómanos. Sin embargo, en 2001, Estados Unidos reactivó, con ayuda de los traficantes, sus intentos de imponer un proceso de edificación nacional a un cuasi-Estado que cuenta no menos de una docena de grupos étnicos importantes que hablan diferentes lenguas. En esa época, estaba perfectamente claro que la intención de Estados Unidos era utilizar a los traficantes de droga para posicionarse en el terreno en Afganistán. En 2001, la CIA creó su propia coalición para luchar contra los talibanes reclutando –e incluso importando– traficantes de droga que ya había tenido como aliados en los años 1980. Como en Laos –en 1959– y en Afganistán –en 1980–, la intervención estadounidense fue una bendición para los cárteles internacionales de la droga. Con la agravación del caos en las zonas rurales afganas y el aumento del tráfico aéreo, la producción se multiplicó por más de 2 pasando de 3 276 toneladas en el año 2000 (y sobre todo de las 185 toneladas producidas en 2001, año en que los talibanes prohibieron la producción de opio) a 8 200 toneladas en 2007.

Hoy en día es imposible determinar cómo evolucionará la producción de droga en Afganistán. Pero si Estados Unidos y la OTAN se limitan a retirarse dejando el caos tras de sí, todo el mundo sufrirá las consecuencias –con excepción de los traficantes de droga, que se aprovecharían entonces del desorden para [desarrollar] sus actividades ilícitas. Sería por lo tanto indispensable establecer una colaboración entre Afganistán y todos los países vecinos, incluyendo China y Rusia (que puede ser considerada una nación vecina debido a sus fronteras con los Estados del Asia Central). El Consejo Internacional sobre la Seguridad y el Desarrollo (ICOS) ha sugerido comprar y transformar el opio afgano para utilizarlo con fines médicos en los países del Tercer Mundo, que lo necesitan con gran urgencia. Pero Washington se opone a esa medida, difícil de poner en práctica sin un sistema de preservación del orden eficaz y sólido. En todo caso, tenemos que dirigirnos hacia una solución multilateral en la que se incluya Irán, país muy afectado por el tráfico de droga proveniente de Afganistán. Se trata además del país más activo en la lucha contra la exportación de estupefacientes afganos y el que más pérdidas humanas está sufriendo por causa de ese tráfico. Por consiguiente, habría que reconocer a Irán como un aliado fundamental en la lucha contra esa plaga. Pero, por numerosas razones, ese país es considerado como un enemigo en el mundo occidental.

Maxime Chaix: En su último libro, La Machine de guerre américaine, usted demuestra que una parte importante de los ingresos narcóticos [de la droga] alimenta el sistema bancario internacional, incluyendo los bancos de Estados Unidos, creando así una verdadera «narconomía». En ese contexto, ¿qué cree usted del caso HSBC?

Peter Dale Scott: Primeramente, el escándalo de lavado de dinero del HSBC nos lleva a pensar que la manipulación de ingresos narcóticos por parte de ese banco pudo contribuir al financiamiento del terrorismo –como ya había revelado una subcomisión del Senado en julio de 2012. Además, un nuevo informe senatorial ha estimado que «cada año, entre 300 000 millones y un millón de millones de dólares de origen criminal son lavados por los bancos a través del mundo y la mitad de esos fondos transitan por los bandos estadounidenses». En ese contexto, las autoridades gubernamentales nos explican que no se desmantelará HSBC porque es demasiado importante en la arquitectura financiera occidental. Hay que recordar que Antonio María Costa, el director de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Crimen (ONUDC), recordó que en 2008 «los miles de millones de narcodólares impidieron el hundimiento del sistema en el peor momento de la crisis [financiera] global».

Así que el HSBC se puso de acuerdo con el Departamento [estadounidense] de Justicia para pagar una multa de unos 1 920 millones de dólares, con lo cual evitará ser objeto de acciones penales. El gobierno de Estados Unidos nos da a entender de esa manera que nadie será condenado por esos crímenes porque, como ya señalé anteriormente, ese banco es parte integrante del sistema. Eso es una confesión fundamental. En realidad, todos los grandes bancos de importancia sistémica –no sólo el HSBC– han reconocido haber creado filiales (los privates banks) concebidas especialmente para el lavado de dinero sucio. Algunos han pagado fuertes multas, habitualmente mucho menos importantes que las ganancias generadas por el lavado de dinero. Y mientras dure esa impunidad, el sistema seguirá funcionando de esa manera.

Es un verdadero escándalo. Piense usted en un individuo cualquiera arrestado con unos cuantos gramos de cocaína en el bolsillo. Lo más probable es que vaya a la cárcel. Pero el banco HSBC puede haber lavado unos 7 000 millones de dólares de ingresos narcóticos a través de su filial mexicana sin que nadie vaya a la cárcel.

En realidad, la droga es uno de los principales factores que sostienen el dólar, lo cual explica el uso de la expresión «narconomía». Los 3 productos que más se intercambian en el comercio internacional son, en primer lugar, el petróleo seguido por las armas y después la droga. Esos 3 elementos están interconectados y alimentan los bancos de la misma manera. Es por eso que el sistema bancario global absorbe la mayoría del dinero de la droga. Así que en La Machine de guerre américaine yo estudio de qué manera una parte de esos ingresos narcóticos financia ciertas operaciones clandestinas estadounidenses. Y analizo además las consecuencias que se derivan.

Maxime Chaix: Hace 10 años, la administración Bush emprendía la guerra contra Irak, sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Qué balance hace usted de ese conflicto, sobre todo en relación con sus costos humanos y financieros?

Peter Dale Scott: En mi opinión, ha habido dos grandes desastres en la política exterior reciente de Estados Unidos: la guerra de Vietnam, que no era necesaria, y la guerra de Irak, que lo era menos todavía. El objetivo aparente de esa guerra era instaurar la democracia en ese país, lo cual era una verdadera ilusión. Es el pueblo iraquí quien tiene que determinar si está hoy en mejor situación que antes de esa guerra, pero yo dudo que su respuesta sea afirmativa si se le consulta al respecto.

En cuanto a los costos humanos y financieros, ese conflicto fue un desastre, tanto para Irak como para Estados Unidos. Pero el ex vicepresidente Dick Cheney acaba de declarar en un documental que él haría lo mismo [que antes] «al minuto». Sin embargo, el Financial Times estimó recientemente que los contratistas habían firmado con el gobierno de Estados Unidos contratos por más de 138 000 millones de dólares en el marco de la reconstrucción de Irak. Sólo la empresa KBR, filial de Halliburton –firma que dirigía el propio Dick Cheney antes de convertirse en vicepresidente [de Estados Unidos]– firmó desde 2003 una serie de contratos federales por al menos 39 500 millones de dólares. Recordemos también que a finales del año 2000 –un año antes del 11 de septiembre– Dick Cheney y Donald Rumsfeld firmaron juntos un importante estudio elaborado por el PNAC (el grupo de presión neoconservador conocido como Proyecto para el Nuevo Siglo Americano). Aquel estudio, titulado «Reconstruir las Defensas de América» (Rebuilding America’s Defenses), reclamaba sobre todo un fuerte aumento del presupuesto de Defensa, el derrocamiento de Sadam Husein en Irak y mantener tropas estadounidenses en la región del Golfo Pérsico, incluso después de la caída del dictador iraquí. A pesar de los costos humanos y financieros de esa guerra, ciertas empresas privadas sacaron cuantiosas ganancias de ese conflicto, como yo mismo analizo en mi libro La Machine de guerre américaine. Para terminar, cuando se ven las gravísimas tensiones que hoy existen en el Medio Oriente entre los chiitas, respaldados por Irán, y los sunnitas, que cuentan con el apoyo de Arabia Saudita y Qatar, tenemos que recordar que la guerra contra Irak tuvo un impacto muy desestabilizador en toda esa región…

Maxime Chaix: Precisamente, ¿cuál es su punto de vista sobre la situación en Siria y las posibles soluciones?

Peter Dale Scott: Dado lo complejo de la situación no existe una respuesta simple sobre lo que habría que hacer en Siria, al menos a nivel local. Sin embargo, como ex diplomático, estoy convencido de que necesitamos un consenso entre las grandes potencias. Rusia sigue insistiendo en la necesidad de remitirse a los acuerdos de Ginebra. No es ese el caso de Estados Unidos, que efectivamente fue en Libia más allá del mandato concedido por el Consejo de Seguridad [de la ONU] y que está violando un consenso potencial en Siria. No es ese el camino a seguir ya que, en mi opinión, es necesario un consenso internacional. Si no, es posible que la guerra a través de intermediarios entre chiitas y sunnitas en el Medio Oriente acabe por arrastrar a Arabia Saudita e Irán a participar directamente en el conflicto sirio. Habría entonces un riesgo de guerra entre Estados Unidos y Rusia. Así estalló la Primera Guerra Mundial, desencadenada por un acontecimiento local en Bosnia. Y la Segunda Guerra Mundial comenzó con una guerra por intermediarios en España, donde Rusia y Alemania se enfrentaban indirectamente. Tenemos y podemos evitar que se repita ese tipo de tragedia.

Maxime Chaix: ¿Pero no piensa usted que, por el contrario, Estados Unidos está tratando hoy de ponerse de acuerdo con Rusia, esencialmente a través de la diplomacia de John Kerry?

Peter Dale Scott: Para responder a esa pregunta, permítame hacer una analogía en el Afganistán y en el Asia Central de los años 1990, después de la retirada soviética. El problema recurrente en Estados Unidos es que resulta difícil lograr un consenso en el seno del gobierno porque existe una multitud de agencias que a veces tienen objetivos antagónicos. Lo cual se traduce en la imposibilidad de obtener una política unificada y coherente. Eso es precisamente lo que pudimos observar en Afganistán en 1990. El Departamento de Estado quería llegar obligatoriamente a un acuerdo con Rusia. Pero la CIA seguía trabajando con sus aliados narcóticos y/o yihadistas en Afganistán. En aquella época Strobe Talbott –un amigo muy cercano del presidente Clinton, a quien representaba con mucha influencia dentro del Departamento de Estado– declaró con toda razón que Estados Unidos tenía que llegar a un arreglo con Rusia en Asia Central, en vez de considerar esa región como un «gran tablero» donde manipular los acontecimientos para obtener ventajas (para retomar el concepto de Zbigniew Brzezinski). Pero, al mismo tiempo, la CIA y el Pentágono estaban haciendo acuerdos secretos con Uzbekistán, [acuerdos] que neutralizaron totalmente lo que Strobe Talbott estaba tratando de hacer. Yo dudo que hayan desaparecido hoy en día ese tipo de divisiones internas en el seno del aparato diplomático y de seguridad de Estados Unidos.

En todo caso, desde 1992, la doctrina de Wolfowitz que aplicaron los neoconservadores de la administración Bush a partir de 2001 llama a la dominación global y unilateral de Estados Unidos. Paralelamente, elementos más moderados del Departamento de Estado tratan de negociar soluciones pacificas a los diferentes conflictos en el marco de la ONU. Pero es imposible negociar la paz a la vez que se exhorta a dominar el mundo a través de la fuerza militar. Desgraciadamente, los halcones intransigentes se imponen más a menudo, por la simple razón de que disponen de presupuestos más elevados –los presupuestos que alimentan La Máquina de guerra estadounidense. Así que si usted logra compromisos diplomáticos, esos halcones tendrán menos presupuesto, lo cual explica por qué son las peores soluciones las que tienen tendencia a prevalecer en la política exterior de Estados Unidos. Y eso es precisamente lo que pudiera impedir un consenso diplomático entre Estados Unidos y Rusia en el caso del conflicto sirio.

Fuente Diplomatie (Francia)

http://www.voltairenet.org/article181602.html
 
Fuente: Rebelion.org

La oposición recibió ayuda extranjera para atacar arsenales químicos en Siria

Kommersant

La oposición armada pudo atacar arsenales de armas químicas de Siria porque los países que la apoyan suministraron la información sobre la ubicación de esos arsenales, que era rigurosamente secreta, reveló hoy el diario Kommersant.

La información sobre la ubicación de los arsenales era un secreto de Estado y fue proporcionada a organizaciones internacionales, pero Damasco sospecha que los países interesados en derrocar a Bashar Asad filtraron esa información a los rebeldes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria acusó a esos países de “ayudar a terroristas” y pidió a la comunidad internacional impedir las acciones “irresponsables y nocivas” de esos gobiernos.

Las autoridades sirias temen que actualmente la información sobre la ubicación de sus arsenales de agresivos tóxicos no solo la conoce la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y la ONU sino también la oposición armada, lo que explica los recientes ataques perpetrados contra dos depósitos con armas químicas en territorio sirio.

“Los terroristas atacaron una instalación en el centro de Siria utilizando vehículos blindados y una cantidad considerable de explosivos, pero los militares que vigilaban el depósito repelieron el asalto y destruyeron los vehículos. El segundo ataque tuvo lugar cerca de Damasco y también resultó fallido, pero la insurgencia se mantiene en sus trece”, indicó la agencia siria Sana.

Según expertos, las acusaciones de Damasco pueden entorpecer la celebración de la conferencia internacional de paz sobre Siria prevista para el próximo 22 de enero en la ciudad de Montreux, en Suiza.

La oposición también amenazó con boicotear la conferencia si las fuerzas gubernamentales sirias continúan los bombardeos contra las zonas bajo control de la oposición en la ciudad de Alepo.

Fuente: RIA Novosti

lunes, 23 de diciembre de 2013

Argentina ayudó al programa nuclear de Ben-Gurion
Israel, la compra secreta de uranio

Foreignpolicy

Traducido para Rebelión por J. M.


A mediados de julio de 1964, el Departamento de Estado y la CIA enviaron un mensaje conjunto pidiendo a las embajadas de Estados Unidos en Argentina e Israel de revisar un informe de inteligencia no verificado. Querían saber si los argentinos habían acordado vender a Israel entre 80 y 100 toneladas de óxido de uranio o "pastel amarillo", un producto esencial para alimentar un reactor nuclear y lo que éste produce, el plutonio, que puede ser utilizado en armas. 

Al final resultó que Washington había recibido información por parte del gobierno británico acerca de la venta, que a su vez se había enterado por los canadienses. Los tres gobiernos estaban preocupados por las ambiciones de armas nucleares de Israel, y la transacción del pastel amarillo era una fuerte evidencia de que algo andaba mal. Los diplomáticos estadounidenses en Argentina confirmaron la venta, que pronto puso al Departamento de Estado en una posición incómoda. Tendría que preguntar a los israelíes acerca de una transacción que iba en contra de sus garantías de que el programa nuclear del país era sólo para propósitos pacíficos. 

El programa nuclear de Israel presenta una especie de paradoja para los historiadores. Si bien puede ser el secreto peor guardado del mundo, también es el programa nuclear más oscuro del mundo. Uno de los aspectos del programa nuclear israelí, que ha sido especialmente misterioso, es cómo y donde Israel fue capaz de obtener la materia prima necesaria para sostener un serio esfuerzo de armamentístico. En la década de 1960, este fue un verdadero desafío para la inteligencia de EE.UU., que no tenía del todo claro acerca de los efectos del programa de Israel o si Israel cumpliría con la promesa de su "uso pacífico solamente”. Sigue siendo un reto para los historiadores de hoy porque Israel continúa sin reconocer que tiene armas nucleares. 

Documentos de archivo oscuros desclasificados anteriormente sobre la venta de pastel amarillo arroja luz sobre el contexto global de la historia temprana del programa nuclear israelí. Cuarenta y dos documentos corregidos y anotados por nosotros dos, se publican hoy por primera vez por el Archivo de Seguridad Nacional y el Proyecto de Historia Internacional Proliferación Nuclear (en conjunto con el Centro James Martin de Estudios de No Proliferación). Ellos demuestran cuán vigorosamente Israel buscó materias primas para su programa nuclear y cómo persistentemente trató de cultivar las relaciones con los proveedores nucleares. También nos dicen cómo otros interesados - en particular los Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá – vieron el programa. 

La historia de la venta del pastel amarillo por parte de Argentina a Israel se ha mantenido prácticamente en silencio debido a que Israel ha hecho todo lo posible para mantenerlo en secreto y porque el gobierno de EE.UU. y sus aliados han mantenido silencio sobre lo que sabían en ese momento. Los Estados Unidos siempre ha sido ambivalentes sobre el programa nuclear de Israel, y la exposición de lo que se sabía o sospechaba sobre el programa nuclear israelí podría haber causado graves problemas diplomáticos a los Estados Unidos con los vecinos árabes de Israel y, posiblemente, con la Unión Soviética. Esto limita lo que podía hacer Washington para circunscribir las ambiciones nucleares de Israel. Cualquier tipo de presiones políticas o económicas graves, aunque sólo hayan sido contempladas por algunos, se habría convertido en públicas. Y eso podría haber sido explosivo a nivel nacional e internacional. 

El gobierno de EE.UU. había estado preocupado por un programa de armas nucleares israelí desde finales de 1960, cuando la CIA se enteró y confirmó que, durante casi dos años, Israel había estado construyendo una instalación nuclear importante (un reactor más la infraestructura relacionada), con la ayuda de Francia, cerca de la ciudad de Dimona, en el desierto del Negev. Inicialmente, en apoyo de la voluntad de Israel de establecer un programa nuclear con potencial militar, los franceses aparentemente acordaron proveer a Israel con el combustible del reactor bajo condiciones de desprenderse de las responsabilidades. Durante el gobierno de Charles De Gaulle, sin embargo, la política francesa cambió, y parece que en 1963, cuando el reactor estaba a punto de concluirse, Francia impuso a Dimona mayores restricciones en el suministro de uranio. 

Los israelíes habían estado tratando de extraer uranio de fosfato, pero resultó ser demasiado costoso; necesitaban una fuente que podían utilizar libremente, sin garantías externas. Sudáfrica era una fuente potencial. Los franceses mismos reconocieron que Israel podría tratar de adquirir uranio de otros países, como Argentina o Bélgica, ya principios de 1964 solicitaron a Washington saber si los israelíes habían “tocado” este tipo de fuentes. 

El gobierno canadiense se interesó por el programa nuclear israelí desde sus inicios. Cuando el primer ministro israelí David Ben-Gurion se reunió con el primer ministro John Diefenbaker, el 25 de mayo de 1961, Dimona fue el centro de la discusión. Tal como lo hizo con el presidente John Kennedy unos días más tarde, Ben-Gurion se comprometió a que el proyecto Dimona sería con fines pacíficos. En marzo de 1964, el analista de inteligencia canadiense Jacob Koop preparó un informe secreto y extenso sobre el programa nuclear de Israel, afirmando que Israel tenía todas las "condiciones previas para iniciar un modesto proyecto de desarrollo de armas nucleares“. 

No mucho después de la preparación de este informe, la inteligencia canadiense se enteró (de una fuente aún desconocida) que el gobierno argentino había hecho los arreglos para el suministro de 80 a 100 toneladas de torta amarilla a Israel. A finales de abril de 1964, los británicos habían visto el informe canadiense. Según un diplomático británico, "Esto significa que Israel tiene ahora un suministro casi ilimitado de uranio sin garantías". Por otra parte, si los israelíes tenían instalaciones de reprocesamiento, podrían producir suficiente plutonio para "alimentar una bomba nuclear" en unos 18 a 20 meses desde el comienzo de 1964.

Los británicos pronto compartieron el informe canadiense con la inteligencia de EE.UU., superando la renuencia de Canadá de compartirlo con sus vecinos del sur (al parecer los canadienses estaban irritados ya que Estados Unidos no iba a compartir los resultados de una reciente visita a Dimona). La CIA fue inicialmente escéptica, pero en junio de 1964, el Departamento de Estado y la CIA decidieron que la historia debe ser verificada y envió la consulta – que se reproduce a continuación - a sus embajadas en Argentina y en Israel. En septiembre, la embajada de EE.UU. en Buenos Aires confirmó de fuentes locales que durante 1963 Israel había arreglado para comprar 80 toneladas de torta amarilla de Argentina. 

Evidentemente, los Estados Unidos se tomaron en serio la información que obtuvo sobre la venta de torta amarilla argentina. Al igual que sus aliados británicos y canadienses, a Washington le preocupaba que una bomba israelí ponga en peligro la estabilidad en el Medio Oriente y complique los esfuerzos estadounidenses para frenar la proliferación nuclear en todo el mundo. Además, para garantizar que los israelíes fueran respetuosos con su promesa pública de que la instalación de Dimona era para uso "pacífico" solamente, el presidente Kennedy y el Primer Ministro Levi Eshkol habían acordado en secreto en el verano de 1963 permitir a los científicos estadounidenses visitar el reactor. La primera delegación de EE.UU. llegó a Dimona a principios de enero de 1964, pero ahora se sabe que los israelíes hicieron "arreglos especiales" para impedir que los visitantes vieran todo lo que implicaba la verdadera naturaleza del proyecto. 

En el otoño de 1964, poco después de que se confirmó la venta de torta amarilla, los diplomáticos estadounidenses llevaron el asunto en conversaciones con funcionarios argentinos. Si bien no se oponían a la venta, estaban preocupados de que no había garantías más allá de un acuerdo general sobre los propósitos pacíficos. El Departamento de Estado quería que se le permitiera a la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) supervisar las ventas futuras a través de informes e inspecciones. El almirante Oscar A. Quihillalt, director del programa de energía atómica de Argentina, pareció comprensivo con las preocupaciones de Estados Unidos, pero dijo que no podía hacer nada para solucionarlos. La venta a Israel no podía ser revertida o modificada. 

La embajada de EE.UU. en Israel, incluyendo la estación de la CIA, no pudo saber nada de la torta amarilla de fuentes locales, por lo que el Departamento de Estado pidió al Embajador Walworth Barbour avanzar a un nivel superior. En junio de 1966, Barbour habló directamente con el ministro de Relaciones Exteriores Abba Eban. Éste se encargó de decir que la torta amarilla era "precisamente [el] tipo de problema que aumenta la aprehensión" sobre la proliferación nuclear en los "altos niveles" de Washington y de otros lugares. El problema también ilustra la "necesidad de la OIEA de tranquilizar al mundo acerca de la orientación pacífica [del] programa nuclear israelí". Barbour se reunió con Eban varias veces, pero la última fue evasiva - al parecer porque no estaba instruido-" argumentando que iba a hablar con el viceministro de Defensa, Zvi Dinstein, “el que cuida el negocio”. Si Eban le brindó a Barbour una respuesta, no ha salido a la superficie en los registros de los archivos. A pesar de las evasivas de Israel, Washington aparentemente no tomó ninguna acción contraria, sólo continuó vigilando a través de visitas a la planta de Dimona. 

Mientras que el gobierno de EE.UU. estaba explorando la venta de Argentina, también investigó los rumores durante la primavera de 1965 que la compañía francesa de uranio en Gabón había pedido a París el permiso para vender torta amarilla a Israel que ya había dejado el esfuerzo en 1963, pero cuando funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Gabón requirieron a los funcionarios de la compañía información acerca de las ventas que se rumoreaban, nadie dio ninguna respuesta. A medida que el gobierno francés controlaba las exportaciones, no estaba claro si los funcionarios de la compañía de Gabón o locales en realidad podrían desviar uranio. Si es que Israel recibió torta amarilla de Gabón durante la década de 1960, todavía sigue siendo un misterio. En cualquier caso, en algún momento a mediados de 1968, Israel adquirió 200 toneladas de torta amarilla de Bélgica en una compleja operación clandestina conocida como el asunto "Plumbat", que involucró a una empresa italiana bajo gestión del Mossad y la transferencia vía marítima de uranio a partir en un buque de carga europeo que luego transfirió a un carguero israelí. 

La cuestión de la torta amarilla fue un importante secreto nuclear israelí, pero su mayor secreto nuclear fue la existencia de una instalación de reprocesamiento para transformar el combustible gastado del reactor de Dimona en plutonio apto para armas. Por ejemplo, de acuerdo con una Estimación Especial Nacional de Inteligencia sobre la proliferación nuclear, una "deficiencia importante, en términos de un programa de armas, es la falta de una planta de separación del plutonio”. Los israelíes habían dicho a los canadienses y a los estadounidenses en 1961 que Dimona incluiría una planta piloto de reprocesamiento, pero se presumía que sería demasiado pequeña para apoyar un programa de armas. En realidad, y sin embargo, el diseño original francés para Dimona incluía una gran instalación de reprocesamiento. Este fue el secreto nuclear más importante de Israel, que más tarde hizo público el técnico de Dimona, Mordecai Vanunu. Hoy en día, no está claro exactamente cuánto sabía la inteligencia occidental acerca de la instalación de reprocesamiento, ni cuándo y cómo se enteró de ello. 

La historia de la venta detorta amarilla y el esfuerzo vano de evitar su desvío militar es la evidencia histórica de lo difícil que fue para los Estados Unidos detener a Israel o a cualquier gobierno que estuviera determino a llevar a cabo un programa de armas nucleares. Que Israel fue uno de los principales aliados de Estados Unidos complicó las cosas. El hermetismo sobre el programa nuclear israelí hizo casi imposible elevar la presión sobre Israel sin correr el riesgo de un incidente internacional. 

Desde la perspectiva actual, la historia de la torta amarilla argentina destaca la continua falta de regulaciones internacionales suficientemente rígidas para el comercio de la torta amarilla. A pesar del apoyo de EE.UU. por los requisitos de verificación más estrictos durante la negociación del Tratado de No Proliferación nuclear en la década de 1960, los acuerdos que la OIEA tenía con los gobiernos sobre armas no nucleares, aún no se requieren garantías especiales para la venta de torta amarilla, única documentación de las transferencias. Cambiar esto sería extremadamente difícil. Que la torta amarilla sigue estando políticamente incriminada era evidente en las acusaciones falsas sobre Níger durante el período previo a la guerra de Irak. Aún pueden persistir controversias secretas en la venta de torta amarilla para a quién se vende y bajo qué condiciones, pero nunca podremos saber. 

William Burr es analista principal del Archivo de Seguridad Nacional, y Avner Cohen es profesor de Estudios de No Proliferación en el Instituto Monterey de Estudios Internacionales e investigador principal en el Centro James Martin de Estudios de No Proliferación. Los autores desean agradecer a Ronen Bergman, Mateo Bunn, Marvin Miller, Olli Heinonen, y Sandy Spector

http://www.foreignpolicy.com/articles/2013/07/01/israels_secret_uranium_buy#sthash.4L4lLbN3.dpbs 

Fuente: Rebelion.org