sábado, 26 de julio de 2025

Iconic Auto Sports SP40: la última aventura de Pedro Campo

Iconic Auto Sports SP40: la última aventura de Pedro Campo
El legendario diseñador argentino se unió a Francisco Orden y Arturo Arrebillaga para crear un deportivo con la Ley de Autos Artesanales. Primer prototipo.
Por Carlos Cristófalo


Foto: Motor1 Argentina

A punto de cumplir los 84 años, el legendario diseñador y constructor argentino Pedro Campo encaró un nuevo proyecto. Tal vez el más espectacular y ambicioso desde los tiempos del Trueno Naranja y el Eniak Antique, sus dos creaciones más celebradas.

Campo se unió a Francisco Orden y Arturo Arrebillaga, fundadores de la firma Iconic Auto Sport, para crear un auto nacional bajo la Ley de Autos Artesanales: el SP40 Restomod, un deportivo biplaza moderno, pero con la estética de los sport americanos de los años '40.

Iconic Auto Sports es un un taller artesanal de San Isidro, que ya recibió varios premios en Autoclásica por sus creaciones: ganó el primer lugar en la categoría "Artesanías Argentinas" en 2016, 2017 y 2018 con sus modelos Mercedes Benz SSK Count Trossi Evocation, Alfa Romeo DV C52 Fianchi Stretti Evocation y Ford 40 Special Speedster Boattail Evocation.

"Inspirados en nuestro galardonado Ford 40 Special Speedster Boattail de 1934, ahora diseñamos un auto potente, atractivo y funcional: el SP40. Tomamos las líneas y el diseño del modelo original y lo desarrollamos junto con las mejores tecnologías en motorización, electrónica, chasis y una carrocería de alta calidad", informó la empresa.

Y agregaron: "Nos encantan los autos clásicos. Todo en ellos: sus curvas, su diseño, la sensación de conducirlos a través de la historia, pero a menudo, una sensación más dulce y ácida invade todas estas hermosas emociones cuando carburadores obstruidos, contactos desgastados, bujías atascadas o simplemente piezas de repuesto desgastadas que no funcionan frustran el viaje por carretera o el paseo soñado en nuestro coche clásico. Por eso creamos el SP40 Restomod, un auto único que combina lo mejor de ambos mundos: tecnología moderna y la elegancia de un clásico".

Para cumplir con esa premisa de confiabilidad y disfrute, pero sin perder la elegancia, Campo, Orden y Arrebillaga apostaron a un conjunto mecánico seguro y probado: el motor Coyote V8 5.0 del Ford Mustang. Es un impulsor que, en función de su puesta a punto, puede entregar sin problemas más de 450 caballos de potencia y ubicarse por encima de los 550 Nm de torque.

En el SP40 Restomod, el Coyote V8 se combina con una caja de cambios manual: la conocida Tremec TKO 500/600. Mientras Ford Argentina aún analiza la posibilidad de ofrecer el Mustang Manual en nuestro mercado, Campo y su equipo no dudaron un segundo: saben que es el maridaje perfecto que buscan los clientes de este tipo de vehículos.

La combinación promete ser explosiva en el SP40 Restomod, porque tendrá una carrocería en fibra de carbono, que anticipa un peso muy bajo. Los datos completos del vehículo aún no se divulgaron. El primer prototipo ya se utilizó para cumplir con los ensayos de la Ley de Autos Artesanales. El lanzamiento comercial será en breve, cuando se terminen de completar las últimas pruebas.

Muy pronto, Pedro Campo festejará sus 84 con el proyecto más provocador y rebelde de su extensa trayectoria como diseñador de autos deportivos.

















Fuente: ar.motor1.com

viernes, 25 de julio de 2025

Prueba de motor en el Centro Espacial Teófilo Tabanera

Prueba de motor en el Centro Espacial Teófilo Tabanera
La CONAE realizó una prueba de desarrollo del propulsor MT-B, en el marco del programa de desarrollo del motor cohete RS-3. La jornada, organizada junto a la empresa VENG, contó con la participación de autoridades nacionales en el CETT.



El miércoles 23 de julio de 2025, el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) recibió la visita de autoridades nacionales, en el marco de una jornada técnica que incluyó una prueba de desarrollo del propulsor MT-B, en el marco del programa de desarrollo del motor cohete RS-3. La actividad fue organizada por la Gerencia de Acceso al Espacio de la CONAE, y la empresa VENG.

Participaron el Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, Darío Genua; el Subsecretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, César Gazzo Huck; y el Director Nacional de Comunicación Digital de Presidencia, Juan Pablo Carreira. Por parte de la CONAE, estuvieron presentes el Director Ejecutivo y Técnico, Raúl Kulichevsky; el Gerente de Gestión Tecnológica, Leonardo Comes; el Gerente de Vinculación Tecnológica, Marcelo Colazo; el Gerente de Acceso al Espacio, Daniel Rocca; el Subgerente de Segmento Terreno y Servicios de Lanzamiento, Juan Cruz Gallo; el Subgerente de Vehículos Inyectores, Brian Parola; y el Director de la Maestría de Sistemas Espaciales, Marcelo Scavuzzo.

En representación de VENG, participaron el Presidente, Roberto Yasielski; el Gerente General, Laureano Quiroga; y el Gerente de Administración, Alberto Haure. También participaron los profesionales Pablo Reimonte, Pablo Hollar, Jonatán Santarelli, Lucas Bruno, Aníbal Ambrossino y Diego Mendieta, a cargo de presentaciones técnicas durante el recorrido.

Durante la jornada, las autoridades recorrieron distintas instalaciones del centro espacial de la CONAE, incluyendo el Centro de Control de Misión de los satélites SAOCOM, los laboratorios de integración y ensayos, y el de espacialización y aseguramiento, la Estación Terrena Córdoba y el Instituto Gulich.
El momento más relevante fue la visualización del encendido funcional del propulsor MT-B, desarrollado por los equipos técnicos de la CONAE y VENG, realizada al mediodía del miércoles 23 de julio. La prueba estuvo orientada a validar los procesos de diseño, manufactura, integración y operación del motor en evaluaciones de tiempo prolongado, caracterizando el comportamiento térmico de la cámara regenerativa y la performance del conjunto en condiciones de funcionamiento sostenido. Esta instancia es parte del Plan de Ensayos que tiene como objetivo alcanzar las especificaciones del propulsor.

Este desarrollo estratégico combina la innovación tecnológica con el conocimiento acumulado por los equipos de ingeniería, fabricación y ensayos de VENG y la CONAE. Su diseño optimizado, basado en técnicas evolucionadas de atomización y en el uso de aleaciones avanzadas, permite alcanzar altas prestaciones con menor masa estructural, lo que constituye una ventaja crítica para futuros vehículos de lanzamiento. El éxito de este ensayo nos acerca al objetivo de contar con un sistema de lanzamiento nacional de última generación.

Características del propulsor

El MT-B es un propulsor cohete de combustible líquido, alimentado con oxígeno líquido y kerosene refinado, con una sola cámara de empuje refrigerada regenerativamente. Este sistema emplea una alimentación forzada mediante turbobomba de ciclo abierto con generador de gases, una arquitectura comparable a la de los motores más avanzados de su clase. La cámara regenerativa fue fabricada con tecnologías de manufactura aditiva, que combinan impresión 3D metálica y electroforming, lo que permite una mayor precisión en el diseño y optimización térmica del componente. Este propulsor está especificado para alcanzar un empuje de 4 toneladas en vacío, con un tiempo de quema total de 600 segundos y posibilidad de reencendido.



miércoles, 23 de julio de 2025

El acoplamiento del satélite Shijian 21 con el Shijian 25 y el espionaje en órbita geoestacionaria entre China y EE. UU.

El acoplamiento del satélite Shijian 21 con el Shijian 25 y el espionaje en órbita geoestacionaria entre China y EE. UU.
Por Daniel Marín



A 36000 kilómetros sobre el ecuador terrestre se encuentra la órbita geoestacionaria (GEO), la región alrededor de la Tierra más densamente poblada por satélites hasta que comenzó el despliegue de megaconstelaciones en órbita baja (LEO). Como es sabido, la razón de esta popularidad es que desde GEO el periodo orbital de un satélite coincide con el periodo de rotación de la Tierra, por lo que un satélite en esta orbita estará situado sobre la misma zona de la Tierra continuamente —vamos a obviar aquí las diferencias entre órbita geosíncrona y geoestacionaria—, una ventaja más que obvia para satélites de comunicaciones y meteorológicos… tanto civiles como militares. Y es que en los últimos años hemos asistido a un renovado interés en las actividades en GEO por parte de Estados Unidos, China y Rusia. Por un lado, el 25 de febrero de 2020 el satélite estadounidense MEV-1, fabricado por Northrop Grumman, se acopló con el satélite de comunicaciones Intelsat 901, aumentando así su vida útil.



Prototipo de satélite para trasvase de propelentes de SAST que podría ser similar al Shijian 25 (SAST).

Se trató del primer acoplamiento en órbita geoestacionaria, al menos, que sepamos (quizá ha habido acoplamientos de satélites militares con anterioridad). El MEV-1 estuvo unido al I-901 hasta hace poco, el 9 de abril de 2025, cuando se separó del mismo para proceder a prolongar la vida útil de otro satélite, en este caso el Optus D3, no sin antes dejar al Intelsat 901 en una órbita de cementerio (se llaman así a las órbitas ligeramente por dentro o por fuera de GEO que no interfieren con los satélites activos). Por otro lado, en estos años también hemos visto un curioso, por llamarlo de alguna manera, juego del gato y el ratón entre satélites chinos, estadounidenses y rusos para espiarse mutuamente en órbita geoestacionaria. En concreto, en septiembre de 2016 el GSSAP-4 (USA-271) se acercó a unos 15 kilómetros del satélite militar chino TJS-1 y en agosto de 2020 este mismo satélite comenzó a seguir al satélite chino Shijian 20, que «huyó» poco después de su perseguidor hacia otra zona de GEO.


El Intelsat 901 visto desde el MEV-1 con la Tierra al fondo antes del acoplamiento (Northrop Grumman).

No se trata de acciones aisladas, ni mucho menos. Solo entre 2020 y 2021 los GSSAP se acercaron a menos de 150 kilómetros —u «orbitaron» alrededor— de los satélites chinos Tianlian 2-01, Beidou-2 G8, Shijian 13, TJS-2, TJS-3 o TJS-5. Estados Unidos ha lanzado un total de seis satélites espías GSSAP (Geosynchronous Space Situational Awareness Program), también denominados Hornet, en tres tandas (2014, 2016 y 2022). Por lo que sea, los GSSAP comparten el mismo fabricante que el MEV-1: Northrop Grumman (antes Orbital ATK). Los detalles de los mismos son clasificados, pero analistas chinos creen que su carga principal es una cámara con un diámetro de unos 50 centímetros que le permite obtener fácilmente imágenes de alta resolución de los satélites chinos y rusos acercándose a una distancia de entre 10 y 100 kilómetros, aproximadamente (los GSSAP también se han usado para espiar satélites de fabricación rusa en GEO, entre ellos el Ekspress AM-8, el Luch —a su vez un satélite espía ruso—, el Paksat 1R, el Blagovest o los Ráduga 1 M2 y M3).


Satélites espías GSSAP (Wang Jiulong et al.).

En enero de 2022 el satélite Shijian 21 (SJ-21 o 实践二十一号) se acopló con el satélite de posicionamiento Beidou-2 G2 (Compass-2 G2) y lo movió 3000 kilómetros a una órbita de cementerio. El Beidou-2 G2 había sido lanzado el 14 de abril de 2009, pero dejó de funcionar en 2010. Por su parte, el Shijian 21, que fue lanzado el 24 de octubre de 2021 mediante un CZ-3B y tiene una masa inferior a las 5,5 toneladas, incorpora un sistema de acoplamiento, probablemente un tipo de brazo robot, que le permite acoplarse a otros satélites, incluso aunque estén inactivos (los detalles del SJ-21 son secretos y no se ha publicado ninguna imagen real del mismo). Con este acoplamiento, que tuvo lugar poco más de un año después del logrado por el MEV-1, China se convertía en el segundo país en realizar un acoplamiento en GEO y en el primero en retirar un satélite inactivo hacia una órbita cementerio. Sin embargo, el experimento de basura espacial también despertó el interés del Pentágono, pues obviamente la tecnología del Shijian 21 puede usarse para dejar fuera de servicio satélites de otros países (a pesar de que una acción de este tipo supondría un acto de guerra).


Aproximación del SJ-21 al Beidou-2 G2 (ExoAnalytic Solutions).

Emblema de la misión Shijian 21, el remolcador chino de GEO (Weibo).

En junio de 2022 EE. UU. decidió que era hora de volver a espiar a sus vecinos chinos y mandó el GSSAP-3 (USA-270) a las cercanías de los satélites Shiyan 12-01 y 12-02, lanzados conjuntamente en diciembre de 2021 mediante un CZ-7A. Sin embargo, la sorpresa del Pentágono fue mayúscula cuando estos maniobraron en direcciones opuestas para alejarse del «satélite acosador» estadounidense y luego uno de ellos regresó para espiar de cerca al satélite espía norteamericano por otra dirección con una iluminación más favorable. La estrategia da a entender que los chinos habían planeado desde el principio que el GSSAP se acercase primero a los Shiyan para luego aprovechar y espiarlo directamente sin que fuese el país asiático el que iniciase las maniobras hostiles, una suerte de «el cazador cazado», versión geoestacionaria. En marzo de este año el Shiyan 12-02 volvió a tomar la iniciativa y se acercó al GSSAP-4 (tanto la serie Shijian —实践, ‘práctica’ en mandarín— como la Shiyan —实验, ‘experimento’— se usan como «marcas blancas» genéricas para tanto satélites militares como experimentales… o militares y experimentales).


Maniobra de aproximación del GSSAP-4 al Shijian 20 (Wang Jiulong et al.).

Las maniobras «fisgonas» —algunos llamarían agresivas y contrarias a las normas internacionales— de los GSSAP han seguido ininterrumpidas: en mayo de 2024 el GSSAP-4 pasó cerca del TJS-9 y en abril de este año, el GSSAP-5 (USA-324) se acercó a menos de 20 kilómetros de los satélites militares chinos TJS-16 y TJS-17 (en esta ocasión, los satélites chinos no se movieron). El interés es lógico, pues los TJS-15, 16, 17 y 19 se han lanzado todos con pocos meses de diferencia este mismo año y parecen tener un mismo objetivo —¿espionaje electrónico desde GEO como los Orion del Pentágono?— teniendo en cuenta que comparten el mismo diseño de emblema de misión (sí, obviamente es una evidencia muy débil). Por cierto, lo has adivinado: la serie TJS (Tōngxìn Jìshù Shìyàn / 通信技术试验) o TJSW (Tōngxìn Jìshù Shìyàn Wèixīng / 通信技术试验卫星), ‘satélite experimental de comunicaciones’ en mandarín, es otra marca blanca para satélites militares, aunque la mayoría sí que parece que se usan para comunicaciones.


Lanzamiento del Shijian 25 (CASC).

El 6 de enero de este año entró en juego un nuevo actor cuando fue lanzado el Shijian 25 (SJ-25 o 实践二十五号) mediante un CZ-3B desde Xichang. A diferencia de las misiones anteriores, de las cuales apenas se publicaron detalles, los medios chinos anunciaron que el Shijian 25 había sido fabricado por la corporación estatal SAST y que su objetivo era experimentar el trasvase de propelentes en órbita geoestacionaria. En los últimos años, SAST ha hecho público el diseño de un satélite para repostar otros satélites en GEO, así que es de esperar que el SJ-25 se parezca a estos prototipos. Desde el principio se vio que la trayectoria del SJ-25 lo situaría cerca del Shijian 21 en GEO —longitud 127,5º este—, así que se esperaba que este sería el satélite objetivo. Recordemos que el SJ-21 fue el satélite que se acopló con el Beidou-2 G2 y lo remolcó fuera de GEO.


Posible aspecto del Shijian 25 (o quizá el Shijian 21) (SAST).

Emblema de la misión Shijian 25 (CASC).

El 11 de junio el Shijian 25 se acercó al Shijian 21 a menos de 50 kilómetros, reduciendo la distancia por debajo de 10 kilómetros al día siguiente. Luego fue el Shijian 21 el que maniobró hasta quedar a menos de 1 kilómetro del Shijian 25. El 13 de junio entre las 11:30 UTC y las 13:00 UTC los dos satélites se acercaron a escasa distancia, pero no está claro si llegaron a acoplarse. En cualquier caso, se separaron poco después hasta alejarse unos 150 kilómetros. Por fin, entre el 2 y el 6 de julio los dos satélites se acoplaron y, probablemente, el Shijian 25 procedió a trasvasar propelentes hipergólicos al Shijian 21, aunque se desconoce si la maniobra ha tenido éxito. Aunque se ha publicitado en algunos medios como el primer trasvase de propelentes en el espacio, no olvidemos que ese mérito corresponde a la nave de carga soviética Progress 1, que en enero de 1978 se acopló con la Salyut 6 y trasvasó propelentes a la estación espacial. Tampoco es el primer trasvase de propelentes en órbita para China, una maniobra que ejecutan las naves de carga Tianzhou desde 2017 ni el primer acoplamiento automático entre satélites no relacionados con una estación espacial, pues ya en 2013 el Shiyan 7 usó un brazo robot para acoplarse con un subsatélite en órbita baja.


Situación del Shijian 21 y 25, además de los GSSAP-3 y 4 antes de las maniobras de proximidad (https://x.com/COMSPOC_OPS).

No obstante, sí es el primer trasvase de propelentes en órbita geoestacionaria y, además, el primero que se realiza a un remolcador orbital como es el Shijian 21. Tras haber leído todo lo anterior, a nadie le puede extrañar que durante todo este proceso los GSSAP-3 y GSSAP-4 han estado cerca de ambos satélites (especialmente el primero). Sea como sea, y dejando las persecuciones orbitales a un lado, la combinación de remolcadores como el Shijian 21 y naves de repostaje como la Shijian 25 podrían eliminar el problema de la basura espacial en órbita geoestacionaria. En órbita baja el desafío es mucho mayor por una simple cuestión de velocidades relativas y planos orbitales, pero por algún lugar hay que empezar.


No es el Shijian 21 y el Shijian 25, sino la misión OSAM-1 de la NASA (antes conocida como Restore-L), que debe despegar este año (a la órbita baja, no a GEO), acoplándose con el Landsat 7 mediante brazos robot (NASA).



Francia prueba con éxito sus cazas Rafale y Mirage en misiones de interceptación estratosférica

Francia prueba con éxito sus cazas Rafale y Mirage en misiones de interceptación estratosférica
Por Lic. María Alejandra Sonzini 


Foto: MBDA Systems

Francia dio un paso firme hacia el near space —la capa de la atmósfera entre 20 y 100 km de altura— con pruebas exitosas de interceptación de globos estratosféricos. Con los cazas Rafale y Mirage 2000 equipados con misiles MICA, el Ejército del Aire y del Espacio francés, Armée de l’air et de l’espace, logró neutralizar objetivos a altitudes superiores a los 20 km, y lograr superar los límites operativos habituales de estas aeronaves.

Durante las maniobras, los aviones franceses lanzaron misiles contra objetivos situados a más de 20 kilómetros de altitud, una altura que supera los límites tradicionales de vuelo para aeronaves de combate. El objetivo era probar la eficacia de la cadena de detección, puntería y neutralización ante amenazas emergentes, como globos espías o plataformas de vigilancia a gran altitud.

La tecnología empleada incluye el misil MICA IR de MBDA, optimizado para operar en condiciones extremas, así como radares de largo alcance, como el sistema Nostradamus, y sensores en banda UHF que permiten detectar objetos no convencionales. Francia también desarrolla sus propios globos estratosféricos de vigilancia (como el proyecto BalMaN) y plataformas solares tipo Zephyr, con una capacidad de permanencia prolongada en altura.

El ministro de Armamento, Sébastien Lecornu, calificó esta zona como “un espacio casi orbital, gris y poco regulado”, y agregó que “estas pruebas empujaron los límites tecnológicos de los aviones, el piloto y el armamento”. Según Lecornu, estas operaciones no solo demuestran la capacidad de Francia para interceptar amenazas, sino que también preparan el terreno para tecnologías futuras: radares avanzados, misiles de nueva generación, láseres y plataformas estratosféricas.

Este salto tecnológico responde a preocupaciones globales sobre seguridad en altitudes elevadas, especialmente tras el incidente con globos de origen chino detectados en Estados Unidos (EE.UU.) en 2023. Desde entonces, Francia intensifica su estrategia de Very High Altitude (VHA) en el Salón Aeronáutico de París y en ejercicios preparatorios desde la base de Cazaux, con apoyo de la agencia espacial CNES, Dassault y MBDA.

En paralelo, París también trabaja en sistemas antiaéreos avanzados, como el misil SAMP/T NG, y estudia la integración de capacidades láser para reforzar aún más su escudo defensivo a futuro. Además, aquel episodio expuso zonas grises en las normativas y operativas que hoy impulsan a potencias como Francia, EE. UU. o China a competir por el dominio del near space.

Así, Francia deja en claro su intención de adelantarse a los futuros escenarios de conflicto y apuesta a una soberanía tecnológica construida sobre desarrollos propios: misiles, sensores y aeronaves adaptadas para operar en altitudes extremas. En los próximos años, estos avances podrían cambiar por completo la forma en que se conciben las operaciones de defensa aérea, llevando la vigilancia y el control a territorios que, hasta ahora, quedaban fuera del alcance: el borde mismo del espacio.



martes, 22 de julio de 2025

Los aviones F-16 y la encrucijada estratégica de Argentina: entre el "sentido común" y el interés nacional

Los aviones F-16 y la encrucijada estratégica de Argentina: entre el "sentido común" y el interés nacional
El gobierno de Javier Milei optó por el sistema de armas estadounidense con base al "sentido común", pero surgen dudas sobre cómo se defienden realmente los intereses estratégicos de Argentina. ¿Qué saben nuestros políticos de los intereses británicos?
*Juan Estanislao López Chorne


Sebastián Zurutuza: “Estos 24 aviones están en desuso ya, están desprogramados por Dinamarca" | Agencia NA

Ningún otro autor expresaba el orgullo del Imperio británico como Rudyard Kipling. Y nadie como él supo retratar poéticamente la diversidad y los confines de la época victoriana. Sin embargo, en su famoso poema de 1891, desafiaba: "¿Qué sabe de Inglaterra quién solo Inglaterra conoce?" Recordé este interrogante, que cuestionaba la visión cerrada de los británicos, al analizar las concesiones que la administración de Javier Milei ha hecho en la adquisición de los aviones F-16. Si Kipling se burlaba de la insularidad londinense, me pregunto qué sabrán nuestros políticos vernáculos al respecto, afiebrados, tal vez, de gin de Plymouth o té de bergamota de Piccadilly. ¿Qué entenderán ellos de los intereses británicos y cómo defenderán los de nuestro querido país?

Pido disculpas por esta breve licencia literaria. Las siguientes líneas analizarán una serie de desatinos de la actual conducción política del Ministerio de Defensa en torno a cuestiones de reequipamiento, en particular en lo relativo a la aviación de combate. Una suerte de síntesis de lo que NO debería hacer un funcionario público que defiende los intereses de un sujeto jurídico llamado República Argentina.

La cuestión merece un muy breve repaso coyuntural, autoridades del Ministerio de Defensa justificaban la firma del contrato por los aviones F16 en los siguientes términos: "Sentido común. Modernizar las capacidades militares a partir de la cooperación internacional con los actores con los cuales hemos desarrollado sólidas relaciones militares con el paso del tiempo”.

En primer lugar resulta curioso que se apele al último recurso que debería utilizar un decisor estratégico. La invocación al “sentido común” no suele ser una guía del todo confiable en aspectos de Defensa, sino más bien fuente de graves errores, como suele ilustrarse en los cursos de estrategia a través del ejemplo histórico del francés André Maginot y su línea de trincheras y fortificaciones modernizadas que fracasaron estrepitosamente en la Segunda Guerra Mundial.

La opción de los aviones F-16 y el veto británico

En todo caso, sería más útil analizar de manera fría y meticulosa cuál avión de combate serviría mejor a las necesidades operacionales de la Fuerza Aérea y a los intereses estratégicos de la Argentina. Por ello, probablemente porque solamente apelaron a su particular “sentido común”, las autoridades del Ministerio de Defensa parecen haber pasado por alto uno de los motivos principales por los cuales, durante la gestión ministerial anterior, también entraron en competencia cazas polivalentes no occidentales (chinos e indios): el veto británico a la importación de equipamiento militar de ese origen.

El veto generó oportunamente que la oferta de EEUU se focalizara sobre viejas versiones del F16 – los aviones que incorporará Argentina tienen más de cuarenta años de antigüedad – ya que carecen de componentes críticos británicos. Acá surge un punto trascendental y paradójico: quién inicialmente dio origen y apalancamiento a la opción china no fue tanto Argentina sino el propio Reino Unido.

Ésta fue una “contradicción” que, según trascendió en algunos medios de prensa, habría sido percibida y aprovechada por las entonces autoridades del Ministerio de Defensa para presionar a los británicos a través de EE.UU. con relación al levantamiento del veto. No se trata de nada muy original por cierto. Sin ir más lejos, la Gral. Laura Richardson, en la audiencia de confirmación como – entonces – nueva Jefa del Comando Sur, ante el Comité de Fuerzas Armadas del Senado de EE.UU., recibió la siguiente apreciación crítica del influyente senador demócrata, Mark Kelly:

“Argentina volaba el Mirage III… entiendo por qué en 2015 deciden retirarlo. Ellos han tratado de adquirir un remplazo, incluyendo aviones occidentales, pero han encontrado obstáculos porque frecuentemente los componentes son fabricados en el Reino Unido y tras la Guerra de Malvinas [Falklands War en el original], que empezó y terminó cuando yo estaba en el secundario, sigue siendo un problema que tenemos y que desafía la posibilidad de vender cazas occidentales a Argentina. Y por ese motivo ellos están mirando y buscando el JF-17 de los chinos, lo cual es motivo de preocupación para mí y para otros”.




La capacidad de disuasión y los "costos" para el Reino Unido

Llama la atención que las actuales autoridades del Ministerio de Defensa no hayan reparado en este contrapunto entre EE.UU. y el Reino Unido y tratado de explotarlo políticamente. Y llama más la atención que hayan hecho exactamente todo lo contrario, plegarse de manera acrítica y aquiescente a los intereses de terceros:

¿Con qué criterio han comparado las diferentes capacidades de los aviones de combate que estaban en competencia? ¿su armamento? ¿su vida útil? ¿su sostenimiento logístico? ¿sus radares? ¿sus dispositivos de medidas y contramedidas electrónicas y datalink? ¿sus simuladores? ¿su capacidad de reabastecimiento en vuelo? A juzgar por un número considerable de publicaciones y análisis técnicos de medios locales e internacionales, los F-16 en la variante ofrecida a Argentina, no parecen inquietar mínimamente a los británicos. Y, para no poner el foco exclusivamente en ese país europeo, tampoco a ningún potencial adversario con capacidades militares y tecnológicas similares a las de éstos.

Expliquemos más detalladamente por qué este punto es tan relevante. Nadie pretende desconocer los preceptos de nuestra Constitución Nacional respecto a la recuperación pacífica de la soberanía de los territorios usurpados en el Atlántico Sur. Todo lo contrario. Pero si lo que se pretende es generar incentivos para que, algún día, el Reino Unido se siente en una mesa de negociación a discutir la soberanía de las Islas Malvinas y demás espacios en disputa, todo aquello que aumente los costos políticos y económicos del statu quo para los británicos debería ser de ayuda.

En este sentido es claro que un sistema de armas con capacidad real de combate y lo más importante, con garantías de sostenimiento logístico respecto a su armamento y mantenimiento, resultaba comparativamente una mayor preocupación para los británicos. La capacidad de disuasión no es algo futuro, eventual y no deseado, como podría ser el caso de la utilización en combate efectivo. La capacidad relativa de disuasión empieza en el momento “1” de incorporación de un sistema de armas.

Los británicos a su vez, a diferencia de los actuales funcionarios del Ministerio de Defensa, no improvisan sus políticas públicas. Si sus documentos estratégicos les mandan tener superioridad aérea en la zona de Malvinas entienden muy bien que no es lo mismo tener que hacerlo frente a un avión de combate obsoleto y sin capacidad de reabastecimiento en vuelo que frente a un sistema con capacidades de daño reales y concretas. ¿Y qué importa si los aviones no se van a enfrentar en combate podrá preguntarse aquel que solo apela al sentido común? Importa porque la diferencia son millones de libras esterlinas más que habrán de gastar en Malvinas y que tendrá que explicar el Ministerio de Defensa y el Foreign Office británico en su Parlamento a los escoceses, a los que reclaman por el declive del Health Service, a los que reclaman mayor seguridad interior, etc. etc. En definitiva, se trata de entender los incentivos, las debilidades y las contradicciones de la contraparte que uno tiene enfrente y procurar hacer la mejor “jugada” posible.

Aunque haya que reafirmar lo obvio: al funcionario público argentino el único interés que importa es el de la República Argentina. Alguien podrá decir con razón: habrá que ser más persuasivo, hacer las cosas mejor, ganar elecciones y tratar de corregir esos errores en un par de años. En efecto de eso se trata el juego democrático. Pero es también el rol de la oposición el control del oficialismo. De manera que tal vez sea momento – una vez más – de iniciar la creación de alguna comisión o subcomisión parlamentaria que – respetando el debido secreto de Estado respecto a capacidades, vulnerabilidades, apreciaciones de terceros Estados, etc. – pueda ir avanzando en la investigación de qué criterios motivaron las decisiones del Poder Ejecutivo en torno a la selección del sistema F-16 y si hubo algún tipo de concesiones dañosas a los intereses de la República en dicho proceso.

*Juan Estanislao López Chorne es doctor en Seguridad Internacional, docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes. Exdirector nacional de Cooperación para el Mantenimiento de la Paz del Ministerio de Defensa.



Fuente: perfil.com

El embajador de Trump en Argentina opinó sobre Malvinas: "No reconocemos la soberanía de Argentina ni del Reino Unido"

El embajador de Trump en Argentina opinó sobre Malvinas: "No reconocemos la soberanía de Argentina ni del Reino Unido"
Ante el Senado de EEUU, Peter Lamelas elogió a Javier Milei y lo definió un "amigo del presidente Trump". Respondió sobre cómo contrarrestará el estrecho vínculo comercial y militar del país con China, el futuro de las inversiones, el interés por las tierras raras y la AMIA.
por Cecilia Degl'Innocenti


Lamelas en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado de EEUU | Captura Web

En su presentación ante el Senado de Estados Unidos, Peter Lamelas, futuro embajador en Argentina, dejó claro que la postura de Washington sobre el status de las Islas Malvinas. "Las islas son un tema que Estados Unidos no reconoce la soberanía ni de Argentina ni del Reino Unido", sostuvo. El designado por Donald Trump, que llegará a Buenos Aires en caso de ser aprobado por el Congreso estadounidense, respondió a las preguntas de los senadores reunidos en la Comisión de Asuntos Exteriores este martes 22 de julio.

La exposición, que reunió a postulantes a embajadas de otros "aliados clave" de Washington como Bélgica y Polonia, tuvo como tema recurrente la preponderancia de China, especialmente en América Latina, un tema que preocupa tanto a republicanos como a demócratas. Consciente de la estrecha cooperación comercial y militar de Buenos Aires con Beijing, el senador repubilcano Pete Ricketts (Nebraska) fue incisivo con la pregunta al postulante para representar los intereses estadounidenses en Argentina: la piedra en el zapato que supone el status del archipiélago de Malvinas, el enclave colonial de su histórico aliado, el Reino Unido, en el Atlántico Sur.

En esa línea, Ricketts destacó el hecho que Argentina busque otras opciones para modernizar su Defensa y que mire a Beijing con buenos ojos, especialmente por la limitación que supone al veto británico a la compra argentina de sistemas de armas que tengan componentes de ese origen, como ocurre con la industria estadounidense (un tema que resonó durante las negociaciones por la compra de los aviones caza F-16 frente a la opción sino-pakistaní JF Thunder).

Lamelas subrayó que Estados Unidos mantendrá "una postura neutral" e instó a las partes al diálogo por la Cuestión Malvinas, tal como reconoce la ONU a través del Comité de Descolonización anualmente. "Reconocemos la administración británica de las islas pero mantenemos una postura neutral (respecto a la soberanía). Apreciamos un diálogo continuo entre las partes", respondió, durante la disertación ante la Cámara de Senadores a la que tuvo acceso PERFIL.

En ese marco, también destacó que trabajará para facilitar el diálogo entre los gobiernos de Argentina y Reino Unido: "Estamos más que felices de cooperar con la administración británica" de las islas. Además, dijo que buscará maneras de "contrarrestar" el avance del Partido Comunista Chino en materia militar, al fomentar el intercambio de suministros militares con Buenos Aires, sin dar mayores detalles.


Javier Milei y Peter Lamelas se conocieron en la residencia de Trump en Mar-a-Lago.

Peter Lamelas presentó sus cartas para ser embajador de EEUU en Argentina

Lamelas, quien se presentó como un ejemplo del "sueño americano", relató con emoción su historia personal como inmigrante cubano. "Mi familia emigró legalmente desde Cuba. Nos llamaron 'gusanos'," compartió, refiriéndose a las dificultades de su llegada a los Estados Unidos y con fuertes críticas al castrismo. Continuó diciendo que, al llegar a ese país, "logró el sueño americano (American Dream)" y destacó su trayectoria como médico y empresario.

El dato no es menor considerando las negociaciones del acuerdo arancelario entre Argentina y Estados Unidos, protagonizado por el lobby de los laboratorios de ambos extremos del continente. "Las compañías farmacéuticas estadounidenses no tienen la misma protección de la propiedad intelectual que tienen en Estados Unidos. Voy a defender el estándar global sobre las protecciones de la propiedad intelectual", sostuvo, en un guiño a uno de los ejes de la política arancelaria trumpista.

En ese sentido, elogió la política económica del presidente Javier Milei, a quien definió como "un amigo de Donald Trump", citando al presidente estadounidense. Su declaración dejó entrever más que una estrategia: fue un respaldo político explícito al presidente argentino. "Respeto y admiro la pasión del pueblo argentino, y respeto y admiro al presidente Javier Milei", afirmó el nominado por Donald Trump. "Es economista y tiene visión de futuro. Es el primer presidente libertario elegido por el pueblo y está haciendo mucho para transformar el país", agregó Lamelas, quien además celebró la baja en los índices de inflación, respaldando la retórica del mandatario libertario quien advirtió que, sin su impronta de gobierno, se hubiera disparado una hiperinflación en el país.

"Es increíble que en Estados Unidos le demos mucha importancia a ese tipo de inflación, pero en Argentina, la tasa era de tres dígitos. De hecho, se encaminaban hacia la hiperinflación", mencionó Lamelas, quien conoció personalmente a Milei en uno de los cónclaves conservadores realizados en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida. Y cerró con una frase que sintetizó su posición: "Podemos aprender mucho de él, y él también podría aprender mucho de nosotros".

En otro tramo de su disertación, el designado por Trump también destacó que uno de los principales retos de su trabajo en Buenos Aires será disminuir las trabas para facilitar el comercio bilateral, como las demoras en los puertos o el cepo cambiario, sin perder de vista los intereses de Estados Unidos. "Trabajaré para que los recursos de Argentina, incluidas las tierras raras, puedan beneficiar a nuestras dos naciones", afirmó, dejando entrever uno de los principales ejes de la competencia con Beijing: la disputa por los recursos naturales, un área en que Argentina juega en las ligas mayores.


El senador estadounidense James Risch, moderó la exposición del candidato a embajador en Argentina, Peter Lamelas.

Los "actores del mal" y la injerencia china en la región

En otro tramo de su intervención en el Senado, Lamelas dejó claro que la lucha contra "actores del mal como los regímenes de Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Irán" será crucial para garantizar la estabilidad regional. Parte de su narrativa incluyó una mención a Cristina Fernández de Kirchner y la "lucha contra la corrupción", celebrando la decisión firmada por el secretario de Estado Marco Rubio de restringir el acceso a su país de los familiares de la expresidenta, entre otras figuras, previo a la ratificación de la condena por la causa Vialidad.

Siguiendo la línea de los asuntos internos de Argentina que preocupan al establishment político estadounidense, Lamelas también respondió ante una consulta de la republicana sobre la causa AMIA. "¿Cómo evalúa los esfuerzos de Argentina para que los responsables rindan cuentas?", consultó Jacklyn Sheryl Rosen. El futuro embajador respondió que es una "verguenza" y que "apoyo los esfuerzos de Milei" para "conocer el fondo de la cuestión". "Haré todo lo posible para hablar en contra de esto y para enjuiciar a los responsables", dijo.

Hacia el cierre, volvió sobre un tema central para la diplomacia estadounidense: cómo "contrarrestar" la influencia china en América Latina y, en particular, en la Argentina libertaria. "Debemos expulsar a China poco a poco", sostuvo refiriéndose a la necesidad de alinear a Argentina con los intereses geopolíticos de Estados Unidos. Señaló que trabajará para disminuir la influencia de Beijing y su presencia en la región, en especial en sectores como el comercio y el suministro de materiales estratégicos. Dijo que su prioridad será "aumentar el comercio y la inversión en Argentina", con foco en sectores clave como el energético.

En particular, mencionó el yacimiento de Vaca Muerta, una pieza estratégica en la disputa energética- "Creo que podríamos ser quienes proporcionemos gas natural licuado a Argentina en lugar de Bolivia", señaló. Y agregó: "Lo que Argentina necesita es una solución a largo plazo". Lamelas insistió en que Estados Unidos tiene la tecnología para hacerlo y se mostró dispuesto a avanzar en acuerdos bilaterales que reemplacen a los actuales proveedores. "Ese tipo de alianzas me gustaría establecer y promover para aumentar los negocios y el comercio entre Estados Unidos y Argentina", sostuvo.



Fuente: perfil.com

¿Por qué es una locura que Argentina quiera ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte?

¿Por qué es una locura que Argentina quiera ingresar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte? 
Nuestro país no debería ingresar a la OTAN por múltiples razones que tienen que ver con historia, doctrina de política exterior, e intereses estratégicos regionales.
por Gonzalo Fiore Viani



Argentina ha mantenido históricamente una política exterior basada en la autonomía relativa, la no alineación permanente y el multilateralismo, buscando equilibrar relaciones entre potencias sin subordinarse a ninguna. Ingresar a la OTAN implicaría, de hecho o simbólicamente, un alineamiento directo con la agenda de seguridad liderada por Estados Unidos, lo que choca con esa tradición.

Un ingreso a la OTAN podría aislar a Argentina dentro de América Latina, una región que históricamente ha rechazado los pactos militares externos y sostiene el principio de la “zona de paz” proclamado en la CELAC y otros foros. Brasil, México y otras potencias regionales nunca han considerado sumarse a la OTAN. Incluso Colombia, que fue designado “socio global” (como lo fue Argentina en 1998), no se convirtió en miembro pleno, en parte por los costos políticos regionales.

La OTAN tiene como miembro clave al Reino Unido, actor central del conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas. Ingresar a la alianza implicaría aceptar una convivencia militar formal con un país que mantiene un conflicto activo con Argentina y que despliega fuerzas en el Atlántico Sur, lo cual es una amenaza para la soberanía nacional. La presencia británica en Malvinas incluye una base militar con proyección estratégica. Ser parte de la OTAN sería contradictorio con la posición histórica de Argentina en foros multilaterales sobre descolonización.

La OTAN, aunque se presenta como una alianza defensiva, ha intervenido fuera de su territorio en múltiples ocasiones (Afganistán, Libia, Kosovo). Ingresar podría obligar a Argentina a involucrarse en conflictos que no responden a sus intereses nacionales, ni a su doctrina de defensa. La participación de miembros no europeos como Canadá o Turquía en intervenciones militares ha generado tensiones internas en esos países. Para Argentina, una democracia con control civil de las FFAA y sin tradición de intervencionismo, sería una ruptura doctrinaria.

América Latina ha buscado avanzar, al menos en el plano discursivo, hacia una arquitectura regional de defensa autónoma. La integración a la OTAN fracturaría esa posibilidad, rompiendo con la idea de una defensa sudamericana coordinada y no subordinada a potencias extrarregionales. Proyectos como el Consejo de Defensa Sudamericano (UNASUR) o el SADC en África reflejan el intento por evitar bloques dependientes de OTAN o Rusia.

La OTAN es producto de la Guerra Fría y hoy actúa como instrumento de contención geopolítica de Estados Unidos y Europa frente a Rusia y China. Sumarse a ella situaría a Argentina dentro de esa lógica binaria, justo cuando el sistema internacional avanza hacia una mayor multipolaridad, en la que el país intenta posicionarse como interlocutor entre bloques.

Argentina no cuenta con una estructura militar interoperable con la OTAN. Ingresar implicaría enormes gastos en modernización de equipos, doctrina y entrenamiento, generalmente provistos por países miembros, generando una nueva forma de dependencia tecnológica y logística. Para que sus fuerzas armadas cumplan con los estándares OTAN, Argentina debería reestructurar buena parte de su aparato de defensa, algo que va a contramano del ajuste presupuestario y la actual situación económica.

Sumarse a la OTAN sería, para Argentina, una decisión profundamente contradictoria con su tradición diplomática, riesgosa en términos regionales y potencialmente peligrosa para su autonomía estratégica. En lugar de garantizar seguridad, podría aumentar la exposición a conflictos globales ajenos, dañar su política de reivindicación soberana sobre Malvinas y limitar su margen de maniobra en un sistema internacional cada vez más fragmentado.



lunes, 21 de julio de 2025

Estados Unidos se entrena en Pearl Harbor para una futura guerra en el espacio

Estados Unidos se entrena en Pearl Harbor para una futura guerra en el espacio



Mientras la competencia por el dominio orbital se intensifica, la Fuerza Espacial de Estados Unidos está llevando adelante en Pearl Harbor-Hickam, Hawái, el ejercicio militar más ambicioso de su historia. Más de 700 Guardianes participan del Resolute Space 2025, una simulación que prepara al país para un eventual conflicto armado más allá de la atmósfera.

El despliegue incluye también fuerzas de otros cuerpos militares estadounidenses y aliados internacionales. En total, 12.000 efectivos se entrenan en tácticas avanzadas para operar en un entorno altamente disputado, bajo amenazas críticas y con tiempos de reacción mínimos.

Entrenamiento en Pearl Harbor para la guerra orbital

Aunque el operativo se mantiene en secreto, el propósito es reforzar la capacidad de disuasión y defensa frente a posibles agresiones espaciales que pongan en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos y la de sus aliados.

En ese marco, los Guardianes se entrenan en el uso de tecnologías espaciales avanzadas, tanto ofensivas como defensivas. Se abarca desde la guerra electromagnética —centrada en la interferencia y protección de señales—, hasta el conocimiento del dominio espacial, que implica monitorear y analizar objetos y amenazas en órbita. También se practican maniobras de guerra orbital, con enfrentamientos entre satélites y vehículos espaciales, y técnicas de guerra de navegación, orientadas a proteger o interrumpir sistemas como el GPS.

“Nuestros Guardianes están listos para pelear y ganar en el espacio, junto a nuestros aliados”, aseguró el general Chance Saltzman, jefe de operaciones espaciales. “Este entrenamiento afila los reflejos de combate y refuerza la credibilidad operativa. Es una forma de demostrar que nuestro compromiso con la paz pasa por la preparación ante cualquier amenaza”.

El coronel Jay Steingold, director del simulacro, señaló que el foco está puesto en el entrenamiento táctico, combinando escenarios en vivo, entornos sintéticos y simulaciones virtuales.


El coronel de la Fuerza Espacial, Jay Steingold (derecha), junto al capitán del Grupo de la Real Fuerza Aérea Australiana, Darrell May.

Un mensaje para China

La base central del ejercicio es Pearl Harbor-Hickam, en Hawái. La elección de la región del Pacífico no es casual: el entrenamiento está orientado a un eventual enfrentamiento con las fuerzas espaciales de China.

Además, el general Saltzman y otros altos mandos expresaron la intención de desarrollar armas espaciales ofensivas, tanto cinéticas como no cinéticas. El objetivo es mantener una postura de fuerza creíble para disuadir cualquier intento de agresión en el entorno orbital.



domingo, 13 de julio de 2025

La nueva estrategia de defensa del Reino Unido: ¿lecciones para la Argentina?

La nueva estrategia de defensa del Reino Unido: ¿lecciones para la Argentina?
Londres ubica en el centro de sus preocupaciones a la guerra entre Estados, aumenta el gasto militar al mayor nivel desde el fin de la Guerra Fría y prevé la construcción de 12 submarinos de ataque. En paralelo, la Argentina prepara a sus militares para la lucha contra el narcomenudeo en la frontera norte.
por Luciano Anzelini


cedoc

Cuando el gobierno británico presentó en Glasgow su Revisión Estratégica de Defensa 2025, el documento rector que fija los lineamientos para la defensa nacional, el primer ministro Keir Starmer sostuvo que “el mundo enfrenta la situación más peligrosa después del fin de la Guerra Fría” y que el primer cambio es “pasar a la preparación para la guerra como objetivo central de nuestras fuerzas armadas”. Según se aprecia, el líder del Partido Laborista tiene una mirada esclarecida respecto de la misión principal de las Fuerzas Armadas y no dedica tiempo en discusiones sobre procesos de policialización.

Una rápida lectura de la Strategic Defence Review 2025 arroja una información que debería ser leída con atención en Buenos Aires, en donde los devaneos por convertir a los militares en policías de frontera están a la orden del día: el texto, de 144 páginas, no hace una sola mención al narcotráfico ni en él figura la palabra “drogas”. Por el contrario, la familia léxica en torno al término “guerra” (war, warfare, warfighting, warfighter, wartime) destaca por su ubicuidad: aparece en 250 oportunidades a lo largo de la directiva estratégica.

¿Podríamos colegir de esto que el narcotráfico no es un problema para el Reino Unido? Nada más alejado de la realidad. Los últimos datos oficiales nos ayudan a poner el tema en perspectiva: i) el año fiscal que concluyó en marzo de 2024 exhibió un récord histórico de incautaciones en Gran Bretaña, con un incremento del 75% en la cocaína confiscada; ii) la aparición de opioides sintéticos ultra potentes –como los nitazenos– ha desatado una crisis de sobredosis sin precedentes; iii) el 9% de las personas de entre 16 y 59 años declararon haber consumido drogas durante el último año; iv) el Reino Unido tiene una de las tasas de muertes por consumo de drogas más altas de Europa, con un aumento del 60% en una década; y v) desde hace más de un decenio, cuentan con un instrumento moderno –desde el punto de vista operativo e investigativo– para hacer frente al crimen grave y organizado: la National Crime Agency (NCA), que empezó a operar en 2013 y tiene entre sus finalidades combatir el crimen organizado, el tráfico de drogas y armas, los delitos cibernéticos, la trata de personas, el tráfico de migrantes y la lucha contra el lavado de activos.

Es importante señalar que la excelente formación de los agentes de la NCA no guarda relación alguna con los saberes que, en países como Argentina, adquieren los militares en las escuelas de guerra específicas o conjunta. Por el contrario, es la incorporación de destrezas en materia de inteligencia criminal y de asistencia al sistema judicial lo que contribuye a su eficacia, lo que nada tiene que ver con el empleo del máximo poder de fuego del Estado característico de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, a pesar del éxito de la NCA –como la Operación Destabilise, que recorrió los portales policiales del mundo entero–, lo cierto es que en el Reino Unidos la política antidrogas está siendo puesta bajo el ojo escrutador de los expertos. Un reciente informe de RAND Europe, elaborado por encargo del Ministerio del Interior británico, afirma que, lejos de reducir la violencia, las intervenciones policiales –aun las de organismos modernos y profesionalizados como la NCA– estarían generando efectos contrarios a los deseados: más enfrentamientos y mayor empoderamiento de las mafias. La evidencia acumulada, ahora con la validación de organismos oficiales, plantea una disyuntiva para Londres: continuar por una ruta esencialmente represiva que exhibe sus limitaciones o dar paso a un modelo que incorpore más consistentemente la mirada centrada en la salud pública y la reducción de daños.

Como se deduce tanto de la Strategic Defence Review, como de los informes requeridos por los organismos de seguridad interior, nadie piensa hoy en el Reino Unido en la militarización de la política antinarcóticos. A contramano de esta tendencia, la Argentina parece haber descubierto con medio siglo de demora la estrategia de “guerra contra las drogas” lanzada por Richard Nixon en 1971, cuyos resultados no podrían haber sido peores: aumento de la discriminación racial, crecimiento desproporcionado de la población carcelaria (sobre todo entre las minorías) y fracaso estrepitoso en la reducción del consumo (Estados Unidos continúa siendo, seis décadas más tarde, el mayor consumidor mundial de cocaína según el último Informe Mundial de Drogas de la ONU).

El fracaso de la “guerra contra las drogas” ha sido reconocido por un universo que no se limita al progresismo o al reformismo, sino que se extiende a diferentes expresiones de la derecha política e intelectual: desde los ex presidentes que más se han comprometido con su implementación –Otto Pérez Molina, Juan Manuel Santos y Enrique Peña Nieto– hasta el fallecido escritor Mario Vargas Llosa.

Gran Bretaña se prepara para la guerra

La Revisión Estratégica de Defensa 2025 es indubitable respecto de la centralidad que adquiere la preparación del Reino Unido para la guerra. En el documento se fijan tres grandes metas: i) la adopción de la doctrina “OTAN primero”, que refuerza la integración dentro de esa alianza atlántica; ii) el fortalecimiento de la capacidad operativa del instrumento militar con fuerzas de reserva plenamente entrenadas; y iii) el aceleramiento del desarrollo de tecnología militar “a ritmo de tiempos de guerra”.

La planificación británica contempla un aumento progresivo del gasto militar que llegará al 2,5% del PBI en 2027; y al 5% en 2035, según el compromiso asumido en la última cumbre de la OTAN en La Haya. Estas cifras representan el mayor aumento sostenido del gasto en defensa desde 1991. En este marco, y de particular importancia para el despliegue en el Atlántico Sur, se prevé la construcción de 12 nuevos submarinos de ataque propulsados por energía nuclear –provistos de armamento convencional– que reemplazarán, desde fines de la década de 2030, a la actual flota de la clase Astute. Asimismo, debe recordarse que el Reino Unido cuenta con otros cuatro submarinos Vanguard, propulsados con energía nuclear y portadores de armas atómicas con el sistema de misiles Trident. En relación a ello, el primer ministro Starmer anunció que destinará 15.000 millones de libras (unos 20.300 millones de dólares) al programa británico de armas nucleares, lo que incluye el desarrollo de nuevas ojivas para los sistemas de ataque de los Vanguard.

Malvinas

Sobre Malvinas, el documento inglés afirma: “Las bases del Reino Unido en el extranjero siguen siendo un elemento fundamental. Muchas de estas bases están ubicadas en territorios británicos de ultramar. La soberanía sobre los territorios debe protegerse contra cualquier desafío para que quienes viven en ellos como ciudadanos británicos puedan ejercer su derecho a la autodeterminación. Esto incluye mantener una postura militar defensiva en las islas Malvinas (Falkland en el documento original), Georgias del Sur y Sándwich del Sur, así como en otros intereses británicos, incluyendo la defensa del sistema del Tratado Antártico”.

No sabemos formalmente cuál es la apreciación estratégica global en materia defensivo-militar del gobierno de Javier Milei y cuál es su postura respecto de Malvinas, aunque ello es fácilmente deducible. Basta con contrastar la asertiva mirada británica en la Strategic Defence Review 2025 con la última Directiva de Defensa (DPDN) que emitió una fuerza política de derecha en la Argentina. Ello sucedió durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) y sus responsables trabajan hoy para Milei.

La única mención a Malvinas en toda la DPDN 2018 es de una condescendencia que asombra frente al firme tono de los documentos militares británicos: “La República Argentina mantiene su reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas. La reciente mejora en la relación con el Reino Unido (…) contribuye al logro de este objetivo nacional irrenunciable, ya que favorece un espacio de oportunidad para incrementar la cooperación bilateral”.

Las FFAA argentinas como policía de frontera

Al día siguiente de la difusión de la Strategic Defence Review 2025, el ministro de Defensa argentino, Luis Petri, acudió a la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados a defender su proyecto de conversión de los militares en policías de frontera.

Sobre este último asunto, Petri firmó el 11 de abril la Resolución MD Nº 347/2025 que autoriza a los efectivos militares a “proceder a la aprehensión transitoria de personas que se encuentren cometiendo delitos en flagrancia, informando inmediatamente de ello a las Fuerzas de Seguridad, al Juzgado correspondiente o al Ministerio Público Fiscal”. Petri confirmó que los militares podrán “detener personas” en flagrancia porque “está previsto en todos los Códigos procesales de las provincias y la nación”. Dichas detenciones, según el ministro, se guiarán por “los principios de necesidad, proporcionalidad, racionalidad y gradualidad (…) que se usan para las fuerzas policiales”.

La policialización de los militares que Petri fue a defender a la Comisión de Defensa contrasta con la inobservancia de las cuestiones estratégicas en general, y de la cuestión Malvinas en particular. En relación a esto último, es notable –entendiendo como Freud a las palabras como vehículo para acceder al inconsciente– la ausencia total del término “Malvinas” en la alocución del ministro. La desgrabación de la reunión exhibe que Petri no mencionó ni una vez a Malvinas como enclave estratégico del Atlántico Sur y su relevancia en materia de recursos y proyección antártica.

En este contexto, urge que la Argentina vuelva a tener una política exterior y de defensa enfocada en lo importante: i) contar con un diagnóstico adecuado sobre las implicancias del Brexit para la cuestión Malvinas; ii) estudiar los reveses jurídicos del Reino Unido ante las cortes internacionales en favor de Mauricio y su soberanía en el archipiélago de Chagos, que condujeron a que Londres firmara el pasado 22 de mayo el acuerdo de transferencia de soberanía después de más de medio siglo; iii) reactivar la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS) compuesta por 24 países africanos y sudamericanos, que tiene, entre sus metas, la desnuclearización del Atlántico Sur y la oposición a la presencia de bases militares extranjeras en la región; iv) ponderar que el Reino Unido dejó la Unión Europea pero no abandonó la OTAN, por lo que es clave para la Argentina que la base militar británica en Malvinas no se convierta en un emplazamiento de esa alianza atlántica; y v) disponer de submarinos operativos, lo que resulta fundamental tras el hundimiento del ARA San Juan en 2017 durante el gobierno de Macri.

Puesto muy sencillamente, se trata más de observar –y eventualmente replicar— lo que los británicos hacen y menos de hacer lo que los británicos pretenden que hagamos. Tal vez así tendremos una verdadera política de defensa nacional y no una que aspire a hacer de los militares policías de frontera.

*Doctor en Ciencias Sociales (UBA) y profesor de Relaciones Internacionales (UBA-UNSAM-UNQ-UTDT).



Fuente: perfil.com

martes, 8 de julio de 2025

Anasagasti: el plan para relanzar la automotriz más antigua de Argentina

Anasagasti: el plan para relanzar la automotriz más antigua de Argentina
Fue fundada en 1909 por Horacio Anasagasti. Pero cerró en 1915. El Proyecto Catana del diseñador Antonio Marinella.
Por Carlos Cristófalo


Foto: Motor1 Argentina

Horacio Anasagasti fue un ingeniero argentino que nació en la Patagonia, en 1879. Procedente de una familia de inmigrantes vascos que se asentaron en lo que más tarde sería la ciudad de San Carlos de Bariloche, Anasagasti se radicó durante su juventud en Buenos Aires, donde estudio la carrera de Ingeniería.

El joven Anasagasti tuvo como docente al legendario ingeniero Otto Krause, formó parte del grupo fundacional del Automóvil Club Argentino y fue el creador de la primera automotriz nacional: Automóviles Anasagasti, nacida en 1909.

Recordemos que, en aquella época, ya se fabricaban de manera artesanal algunos vehículos a motor en nuestro país, como fue el caso de Manuel Iglesias en Campana. Sin embargo, el ingeniero Anasagasti fue el primero en tener la visión de una marca nacional: la primera automotriz argentina que estuviera a la par de las grandes firmas internacionales.

Para su aventura, Anasagasti viajó a Europa para contactar a proveedores de piezas y en julio de 1911 presentó su primer prototipo: un auto nacional y con motor francés, que debutó en la carrera Rosario-Córdoba-Rosario.

La comercialización de los autos de Anasagasti arrancó en enero de 1912: su Doble Phaeton con motor de 15 caballos de potencia tenía un precio de lista de 6.500 pesos, aunque también se vendía por cuotas mensuales de 200 pesos.

Entre 1912 y 1913, Anasagasti llevó sus autos a Europa para medirse en competencias internacionales, donde obtuvo un triunfo en la carrera París-Madrid, de 1.500 kilómetros de extensión. El auto del ingeniero argentino superó a modelos de Bugatti, Fiat y Mercedes-Benz.

Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914, bloqueó la posibilidad de seguir adelante con la producción nacional. Por la falta de piezas y el bloqueo naval al comercio internacional, su empresa cerró en 1915. Se estima que la empresa llegó a fabricar un total de 50 unidades.

La nueva Anasagasti

Más de un siglo después, nació el proyecto de una nueva Anasagasti. Se trata del emprendimiento encabezado por el diseñador Antonio Marinella, que se propuso relanzar la marca de autos más antigua de Argentina.

La propuesta de Marinella es fabricar un deportivo de baja serie, con diseño retro y prestaciones modernas. El llamado Anasagasti Catana tendrá un motor V8 aspirado (no se informó el nombre del proveedor), caja manual, tracción trasera y estructura monocasco en fibra de carbono. Se fabricarán apenas cinco unidades al año, en unos talleres que se instalarán en Rosario (Santa Fe). Todavía no hay datos sobre precios, prestaciones ni fecha de lanzamiento oficial.

La nueva compañía definió al Proyecto Catana con estas palabras:

"Las líneas sencillas y musculosas del Anasagasti Catana están inspiradas en la época dorada de los diseños de superdeportivos europeos, impregnadas de una tecnología moderna excepcional. Las líneas sencillas y musculosas del Anasagasti Catana están inspiradas en la época dorada de los diseños de superdeportivos europeos, impregnadas de una tecnología moderna excepcional. Diseñado por Marinella Design Studio. Limitado a sólo 5 autos al año. Ofreciendo una experiencia de conducción analógica pura como ningún otro automóvil deportivo moderno. Motor V8. Aspiración natural. Disposición del motor central. Palanca de cambios con compuerta. Dirección directa. Tracción trasera. Monocasco carbono. Un antídoto automovilístico a la producción en masa de automóviles. Adoptando una mentalidad artesanal genuina con un atención excepcional a los detalles. Trabajos de metal meticulosos, paneles de madera esculpidos y cuero argentino de las más alta calidad"

Publicación de Anasagasti 1908

Anasagasti Catana es una celebración al automovilismo puro.

Creemos que, a medida que el mundo se vuelve cada vez más digital y eléctrico, existe una belleza eterna en celebrar y perfeccionar la experiencia de conducción analógica sin filtros.

El clic de una palanca de cambios con compuertas. La respuesta directa de la carretera. El sutil y dulce aroma del cuero. La belleza de los diales analógicos. Una artesanía inmaculada. Un chasis fabricado en carrocería. El diseño del motor central. El sonido de un rugiente motor V8. Esto es Anasagasti.

Un Anasagasti está diseñado meticulosamente para minimizar la influencia de la tecnología digital y maximizar el alma del automóvil.

Resurrección de un Icono

​Fundada en 1909 por Horacio Anasagasti en Buenos Aires, nuestra marca se nutre de una rica herencia automovilística. Anasagasti fue una fuerza dominante en la época dorada del automovilismo de principios del siglo XX, ganando innumerables victorias prestigiosas en todo el continente europeo contra otros equipos de carreras de renombre como Bugatti, Fiat o Mercedes.

Hoy, Anasagasti combina el rendimiento de superdeportivo con un diseño pensado para eterno. Cada Catana es creada para vos, pero también está construida para ser atesorada por futuras generaciones de entusiastas que continuarán tu pasión.

Si compartís nuestra convicción de que las máquinas pueden tener alma, registrá tu interés o contáctanos para ser parte del lanzamiento del primer Anasagsti fabricado en Argentina en casi un siglo.

Juntos podemos preservar, celebrar y seguir innovando el automovilismo auténtico.



















Fuente: ar.motor1.com