lunes, 28 de septiembre de 2009

Israel, ¿nuevo destino del escudo?

Público

¿Iba Obama a desechar el escudo antimisiles privando así a la industria militar de unos 60.000 millones de dólares? Al parecer sólo se trata de cambiarlo de ubicación, y de paso invertir otro tanto en una nueva generación de misiles para Europa, que además serán instalados antes de lo previsto para colocar aquel artefacto, que obviamente iba a apuntar a Rusia. ¿Ha habido algún trueque con Moscú? Washington necesita a Rusia con el fin de abastecer a sus tropas en Afganistán, además de su voto a favor de mayores sanciones contra Irán, para así seguir con su política de castigos no militares a este país y neutralizando las presiones de Israel para atacarle.

Rusia, incapaz de disuadir a Teherán de que congele su plan nuclear, ha decidido abandonarlo. La inestabilidad y la militarización del régimen islámico tras las fraudulentas elecciones presidenciales lo convierte en una causa perdida. “Si Rusia no utiliza sus relaciones con Irán para parar su ambición nuclear, los israelíes se verán obligados a actuar”, advirtió Simón Peres. El Kremlin no quiere otra guerra en su proximidad. Según este planteamiento, Moscú hubiese pedido recuperar a cambio Ucrania y el Cáucaso –corredor clave en transporte de hidrocarburos–. Por el momento, ha suspendido la venta de misiles antiaéreos S-300 a Irán y el 8 de septiembre lo excluyó de la cumbre de los países ribereños del Caspio, saltándose los acuerdos previos que exigen la presencia de todos los miembros. Pero puede que la decisión de Obama se deba a otros factores: la falta de eficacia del escudo frente a los misiles Iskander (“Alejandro”) rusos, y sobre todo a un acuerdo con Israel, el actor invisible del escenario que, según el diario Maariv, había propuesto a Bush implantarlo en ese país o en la Turquía otanizada, para así elevar su muro de seguridad frente a Irán. Tel Aviv, que prevé utilizar los buques de EEUU para instalar sus misiles anti-misiles Jetz, crearía así una plataforma flotante para más mosqueo de Rusia, preocupada por la presencia militar y económica de Tel Aviv en Georgia, región que intenta recuperar, y en Osetia del Sur, donde demostró que “sí, puede”. Será la guinda a la mayor maniobra militar conjunta de Israel y de EEUU en la historia –prevista para octubre–, mirando a Irán. La trama geopolítica global continúa.

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