viernes, 30 de diciembre de 2022

Inesperado homenaje: Elon Musk llevará al Dibu Martínez al espacio
Innova Space y SpaceX se unen para llevar al arquero de la Selección Argentina cerca de las estrellas.




Desde Innova Space, el proyecto de satélites de comunicación impulsado por la aceleradora de proyectos Neutrón, anunció que para enero de 2023 lanzarán al espacio dos nuevos picosatélites, desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, a través de la compañía SpaceX, la empresa fundada y dirigida por el magnate norteamericano Elon Musk. Los nombres de estos dos nuevos picosatélites son “ Dibu Martínez” y “Juana Azurduy”.

El primer Satélite MDQube SAT-1 del programa Innova Space, bautizado "General San Martín", fue lanzado con éxito al espacio el jueves 13 de enero de este año, destinado para orbitar en la LEO (Low Earth Orbit), que es una Órbita Polar a unos 400-500km de la superficie terrestre aproximadamente, para así formar parte de la constelación "Libertadores de América".

“Mar del Plata es el epicentro de varias alegrías y glorias que trascienden a nuestro continente y al mundo. Este proyecto surge de un grupo de adolescentes de escuelas técnicas de aquí, que con tan solo 18 años, se animaron a soñar con desarrollar, armar y lanzar el satélite más pequeño nunca antes creado, algo que jamás nadie había hecho y que era algo difícil de imaginar. Lo logramos gracias a la perseverancia de todo el equipo que, con un objetivo concreto e irrenunciable, nunca se permitió desistir”, sostuvo Alejandro Cordero, el CEO de Innova Space.

"Cuando lanzamos el 'General San Martín', el satélite más pequeño de América Latina, fue un antes y un después; 45 millones de personas, en cadena nacional, pudieron ver el lanzamiento en vivo y en directo. El intendente local de nuestra ciudad y el propio Presidente de la Nación estuvieron presentes en este hito histórico para Mar del Plata y el mundo”, agregó Cordero.

¿Qué son los picosatélites?

El nombre de "picosatélite" deviene del "smallsat", el concepto anglosajón aplicado para aquellos dispositivos satelitales de mucho menor tamaño que los satélites convencionales. Los modelos desarrollados en nuestro país, particularmente, tienen un tamaño de 10x10x5cm y pesan alrededor de 500 gramos. Poseen además una actualización tecnológica entre sí, por lo que el 70% de estos nuevos modelos presentan algunas modificaciones desde su primer diseño.

“Seguimos trabajando fuertemente en la consolidación de nuestra plataforma de comunicaciones de cara a las próximas misiones. Lo más importante luego de este hito será la búsqueda del capital necesario para escalar rápidamente y lanzar seis nuevos satélites, con los cuales comenzaremos a dar servicio a nuestros clientes", afirmó el CEO de Innova Space.




“Cada uno de los picosatélites de la empresa lanzará, va a llevar una imagen de las Islas Malvinas estampada en el frente para reivindicar a nuestros héroes y nuestra soberanía. La capacidad de desarrollo de la Argentina es inmensa; no se necesita mucho dinero, tiene que ver con la pasión, el trabajo y la dedicación, y eso es lo que demostramos con este proyecto", concluyó.



Fuente: ambito.com

jueves, 29 de diciembre de 2022

Así es la gigantesca fábrica espacial que una startup quiere lanzar a la órbita terrestre en 2028
El objetivo de ThinkOrbital es desplegar estaciones espaciales que sirvan como puntos de reciclaje de satélites, fábricas de chips y hoteles.
por Marta Sanz Romero


ThinkPlatform-3 ThinkOrbital - Omicrono

Cuando la Estación Espacial Internacional vive sus últimos años de vida en la órbita terrestre, dando algún que otro susto, la humanidad se asoma a una nueva era en la que la actividad espacial se multiplica. Naciones y empresas diseñan sus propias estaciones destinadas a investigación científica, futuras misiones o turismo, aunque hay quién incluso propone fabricar componentes en el espacio.

La start-up ThinkOrbital con sede en Lafayette, Colorado, se ha propuesto montar en la órbita una fábrica para crear chips, reciclar satélites y basura espacial. Bautizada como ThinkPlatform, esta inmensa pelota de fútbol será la fábrica de mayor altura del mundo, no por ser un rascacielos, sino por operar en el espacio.

Otras compañías han propuesto los hoteles del futuro con las mejores vistas, con todo tipo de lujos y experiencias únicas. ThinkOrbital no descarta dar uso a su plataforma flotante también para acoger a algunos turistas, pero entre sus objetivos el que más destaca es el de fabricar componentes en gravedad cero o reciclar los escombros que se están acumulando alrededor de la Tierra.

"Estamos trabajando en un concepto en el que los satélites más pequeños saldrían y recolectarían los desechos, los traerían de regreso a una ubicación central, los procesarían y podríamos convertirlos en combustible o sacarlos de órbita", ha dicho Lee Rosen, fundador de la start-up a SpaceNews. "Podríamos procesar los desechos y convertir el aluminio en polvo para que se use como combustible para naves espaciales".

Composición y despliegue

En una espectacular operación de despliegue, un brazo robótico coloca todas las paredes de esta esfera inmensa. Una a una se van situando para albergar dentro las instalaciones de esta fábrica internacional.

La esfera puede llegar a medir 20 metros de diámetro y esconder 4.000 metros cuadrados de volumen, según los diseños más grandes que ha presentado la empresa de Colorado. Un tamaño cuatro veces mayor que la Estación Espacial Internacional.




En la fábrica espacial, la robótica soporta el peso principal del trabajo. Esta megainstalación flotante contará, por ejemplo, con un brazo robótico que la compañía describe como una navaja suiza espacial. Servirá para ensamblar piezas y contará con una pistola de soldadura por haz de electrones.

La soldadura por haz de electrones ya se ha probado en el espacio, aunque requiere de un entorno de alto vacío. Consta de un cátodo y un ánodo entre los que se induce el paso de la corriente. Debajo del ánodo, hay una lente magnética, para dirigir el haz de electrones hacia la zona de soldadura. "Puede soldar 30 cm de acero en una sola pasada, con una eficiencia energética superior al 90%" defiende Think Orbital.


Brazo robótico en ThinkPlatform ThinkOrbital - Omicrono

Aunque parezca muy innovador, parte de esta tecnología es el resultado de años de trabajo en la Estación Espacial Internacional, donde ya se usan brazos robóticos de este tipo para manipular naves y secciones de gran peso de la estación. En este caso, la herramienta "puede ser más débil, más lenta, más ligera", explica la compañía.

Entre los otros usos que esperan darle a esta instalación está la del reabastecimiento de combustible seguro para otras misiones, el reciclaje o eliminación de escombros espaciales y el turismo, ya que sería capaz de albergar hasta 40 personas.

Fábricas por todo el espacio

La primera fábrica espacial que la empresa espera implantar se colocaría en 2028 en la órbita baja de la Tierra, donde se están situando la mayoría de satélites artificiales que trabajan en comunicación y observación del planeta y el espacio. Los objetos en esta órbita suelen dar, por lo menos, unas 11.25 vueltas a la Tierra por día.


Planes de ThinkOrbital ThinkOrbital - Omicrono

De acuerdo con Lee Rosen, cofundador, presidente y director de estrategia de ThinkOrbital, ya existen las tecnologías necesarias para construir plataformas en la órbita terrestre baja, pero deben diseñarse para que estas puedan ensamblarse de forma autónoma y escalable para diferentes clientes.

Varios años después, en 2030, el siguiente objetivo es colocar otra estación de ensamblaje en la órbita geosíncrona. Una estación bautizada como ORB2 GEO, que por la distancia con respecto al planeta se vería flotar en el mismo punto del cielo, mientras que el Sol, la Luna y las estrellas atravesarían el cielo tras esta estación.


ThinkPlatform ThinkOrbital - Omicrono

Tras estos dos hitos, los planes se suceden cada cinco años, llevando similares estaciones a la órbita lunar en 2035, y más adelante otros modelos cerca de grupos de asteroides. Esta ruta recuerda a la planteada por la NASA para Artemis, programa en la que se propone construir Gateway, una estación en la Luna para servir de puente de comunicación entre la Tierra y la colonia lunar.

Como también ocurre en tierra firme, una vez un proyecto ha adquirido experiencia y estabilidad, es el momento de expandirse y la start-up se propone unir sus anteriores diseños hasta una mega plataforma con múltiples esferas, la ThinkPlatform-4, que acogería a cientos de invitados que viajen al espacio por trabajo u hobbie.

La start-up aún debe convencer de la viabilidad de su propuesta a agencias espaciales como la NASA. En un primer intento perdieron un concurso de la agencia estadounidense, ante la que habían presentado una propuesta para construir estaciones comerciales. Ahora persiguen un objetivo que consideran "más viable".

Con esta nueva meta, ofrecen su diseño ante empresas comerciales, agencias militares y gubernamentales. De momento, ThinkOrbital ha obtenido varios contratos de investigación por 260.000 dólares (244.600 euros) del programa Orbital Prime de la Fuerza Espacial de Estados Unidos para el servicio, ensamblaje y fabricación en el espacio, que la compañía usará para refinar el concepto de diseño de la estructura espacial.



Fuente: elespanol.com
Misiones presenta el primer nanosatélite que medirá la huella de carbono
El aparato permitirá medir el rastro de dióxido en la selva misionera mediante el monitoreo tecnológico y uso de la robótica espacial. Estará en órbita en octubre de 2023.


(Prensa FanSat)


Misiones presentaba este miércoles a "MELCHORA", el primer nanosatélite de la provincia que monitoreará la huella de carbono de la selva misionera, indicaron desde FanIot, la empresa encargada de desarrollar la tecnología.

La Fabrica Argentina de NanoSatélites IOT precisó que este miércoles a las 9, en el Salón de las Dos Constituciones de la Cámara de Representantes de Misiones, se presentará este recolector de datos al que nombraron Melchora en honor a la luchadora misionera Melchora Caburú, que participó en la defensa de la Causa Popular y Federal Misionera entre 1815 y 1819.

El aparato permitirá medir las huellas de carbono de la selva misionera, mediante el monitoreo tecnológico y uso de la robótica espacial. El objetivo, según destacan desde la compañía, es "contribuir y respaldar acciones de la provincia en relación con el cambio climático y la conservación de la biodiversidad", con esta tecnología que ya tiene una fecha de lanzamiento.

"Nuestro Primer Satélite de 2U proyecta lanzarse en octubre del 2023 desde Estados Unidos por el sistema RideShare de SpaceX", indicaron las autoridades. Estos nanosatélites están diseñados para operar en órbitas bajas, añadieron.

Por su parte, el director ejecutivo de la empresa, Martín Bueno, confirmó que en 2023 iniciará la comercialización de los nanosatélites que desarrollan en conjunto con la Universidad Nacional de Misiones.

Para Bueno, la producción del nanosatélite es más sencilla "porque al ser reducido el tamaño se necesitan menos certificaciones para comenzar a funcionar".

Y resumió: “Toda la electrónica que está dentro del satélite podrá ser comercializada con empresas nacionales e internacionales. Y lo más importante es que tanto entes públicos como privados podrán tener acceso a la información que recabe Melchora”.

Qué es y para qué sirve un nanosatélite

La evolución de la tecnología aeroespacial en las últimas décadas permitió que empresas más pequeñas que las tradicionales se aventuren a la creación de satélites. El proyecto de alumnos de una escuela técnica de Mar del Plata o este nuevo emprendimiento científico en Misiones dan cuenta de ello.

La definición más ampliamente aceptada de nanosatélite es la de cualquier dispositivo que pese entre 1 y 10 kilogramos. La fabricación de estos pequeños aparatos espaciales no es algo realmente avanzado, ya que la miniaturización de los componentes electrónicos consigue satisfacer las necesidades de todo tipo a un costo relativamente bajo.

Gran parte de ese ahorro proviene del tiempo y requisitos en el desarrollo de los nanosatélites. Hasta que se comenzaron a plantear como herramientas para el común de las corporaciones, cada modelo de satélite prácticamente se desarrollaba desde cero. Plataformas muy especializadas que suponían entre 5 y 15 años de investigación, diseño, desarrollo y fabricación y millones en inversión.

Otro de los pilares fundamentales sobre los que se sostienen los nanosatélites pasa por la capacidad de renovarse. Al ser equipos 'baratos', las empresas o los científicos que los desarrollan van renovando elementos periódicamente poniendo a disposición del usuario final los últimos avances tecnológicos.



CAREM: Grandes pasos para el pequeño reactor
TSS recorrió la obra del CAREM y registró los avances tras las demoras ocasionadas por la falta de presupuesto y la pandemia, que permiten estimar la finalización de la construcción de este reactor modular para 2024 y su puesta en marcha para 2027. Cuáles son las características del proyecto y qué posibilidades ofrece tanto para el uso local como para la exportación.
Por Matías Alonso




Aunque todavía lejos de su puesta en marcha, estimada para el año 2027, recientemente se volvió a verter hormigón en la construcción del CAREM (por Central Argentina de Elementos Modulares) por primera vez desde el año 2018, luego de las últimas demoras ocasionadas en la obra, tanto por la pandemia como por las restricciones presupuestarias.

Se trata de un prototipo de reactor de tamaño pequeño ideal para ser instalado en zonas remotas y con la posibilidad de ser construido de manera modular. Este diseño argentino, responsabilidad de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y en el que ha tenido un rol relevante la empresa rionegrina INVAP, puso a la Argentina en la vanguardia de este tipo de proyectos en el sector nuclear, al iniciar su construcción en el año 2014.

Pese a los avances, las limitaciones financieras que demoraron al CAREM no se han despejado completamente, al no haberse aprobado el Presupuesto Nacional por el Congreso, por lo que muchas órdenes de compra no se pueden emitir, ya que las asignaciones de presupuesto son precarias. TSS estuvo en el predio donde se construye el reactor, donde se pueden advertir los avances en la obra.

Cuando se habla del vertido de hormigón no es poca cosa. El edificio de contención tiene unas paredes de hormigón fuertemente armado de un metro veinte de espesor en la parte superior, dos metros a la altura del reactor y cuatro metros en la base. Esto da una estructura capaz de contener las sustancias radioactivas en el muy improbable caso en que se produzca una fuga del recipiente de presión que contiene al núcleo y los generadores de vapor.


Con el CAREM, la Argentina es uno de los países que más avanzada tiene la construcción de este tipo de reactores pequeños y modulares. Foto: CNEA.

Es común que en la construcción de centrales nucleares aparezcan retrasos y más en una obra de esta dimensión, que emplea a más de 1000 empresas argentinas, 120 contratos, y unos 1300 trabajadores. Además, se trata de un prototipo original que no se basa en ningún otro modelo del mundo, por lo que pasar del papel a la obra puede conllevar algunos cambios. De todas formas, en este caso sería muy importante terminar la obra a tiempo por razones comerciales ya que este tipo de reactores pequeños modulares, o SMR en inglés, se estima que tendrán un mercado de 13.000 millones de dólares en la próxima década.

Con el CAREM, la Argentina es uno de los países que más avanzada tiene la construcción de este tipo de reactores pequeños y modulares, por lo que podría obtener beneficios de llegar antes que otros a poder mostrarlo en funcionamiento. Rusia tiene un reactor similar funcionando en una barcaza, aunque tiene más limitaciones de potencia, y Estados Unidos, Reino Unido y China tienen proyectos que todavía no han empezado su construcción, aunque cuentan con presupuestos muy importantes que hacen suponer que una vez iniciada no contarán con retrasos por esta causa.

El CAREM es un prototipo en el que se probará que todo lo planteado en papel funcione bien. Tendrá una potencia de 32 megawatts (Mw) –suficientes para abastecer a una población de 130.000 habitantes–, aunque posiblemente no entregue esa potencia al sistema interconectado nacional ya que no tendrá un fin comercial.

Una vez probado su funcionamiento se apuntará a construir módulos a medida que pueden ir de una potencia similar hasta los 120 Mw. Al ser modulares, se podría hacer una planta con cuatro reactores de 120 Mw y dos turbinas generadoras de electricidad, lo cual baja mucho los costos y especialmente el tiempo que se pasa entre que se empieza la construcción y se empieza a vender electricidad. Se espera que una planta de 100 Mw puede costar unos 480 millones de dólares, aunque eso se verá a la hora de construir un proyecto específico.

La construcción del CAREM, cuyo primer vertido de hormigón se hizo en 2014, debía finalizarse en cuatro años, pero con los retrasos de la pandemia, la crisis de pagos del último período del gobierno anterior y la suspensión de los contratos del Estado con la empresa estatal para reemplazarlos por contratos con Techint en 2016, generaron avances intermitentes que reprogramaron la finalización de obra para el año 2024 y la puesta en marcha definitiva para 2027. Hoy, el proyecto total se encuentra en un 61% de avance, los elementos combustibles ya están en un 60%, los generadores de vapor en un 55%, el recipiente de presión en un 71% y la obra civil en un 77%.

El recipiente de presión está siendo fabricado en IMPSA, la empresa recientemente capitalizada por el Estado nacional, aunque para su fabricación hubo que soldar anillos forjados en una empresa italiana. Se cree que para el CAREM comercial sería conveniente aliarse con Brasil, que tiene una capacidad de forja de gran tamaño, además de que en la capacidad de financiar el proyecto de construcción radica una de las falencias principales del proyecto argentino.


El proyecto total se encuentra en un 61% de avance, los elementos combustibles ya están en un 60%, los generadores de vapor en un 55%, el recipiente de presión en un 71% y la obra civil en un 77%. Foto: CNEA.


En cuanto a las ventajas comerciales del reactor, Élida Bustos, jefa de Prensa de CNEA, le dijo a TSS durante la visita al predio donde se construye el reactor: “Como es un reactor chico, se puede usar para muchos lugares, desde ciudades pequeñas hasta instalaciones que requieren mucha electricidad, como explotaciones mineras en zonas aisladas”. Luciano Turina, responsable del área de Comunicación del Proyecto CAREM, agregó: “Hemos tenido consultas de países en islas que tienen baja población y no tienen posibilidad de llevar líneas eléctricas desde otro lado”.

El CAREM tiene muchas características que lo hacen por diseño más seguro que los reactores tradicionales. Una de ellas es que el circuito primario de agua funciona por convexión natural, el núcleo está en la parte baja del recipiente de presión y hace que el agua se caliente y ascienda por el centro y luego descienda por los costados. Allí están están los generadores de vapor, dentro de los cuales está el circuito secundario de agua, y una vez enfriada el agua se condensa y vuelve a caer en contacto con el núcleo. Este sistema no necesita bombas para circular ya que lo hace por la diferencia de densidad natural del agua fría y caliente.

Otro de los sistemas que favorecen la seguridad de la operación es el de las barras de moderador del reactor. Usualmente, las barras entran desde afuera del recipiente de presión por agujeros en la parte superior. Esto hace que ante una disparada de la presión haya que hacer mucha fuerza para poder insertar las barras moderadoras con los sistemas electromecánicos que las accionan. En el CAREM, dado el pequeño tamaño de todo el sistema, todas las barras están dentro del recipiente de presión y son subidas o bajadas para moderar la potencia del núcleo mediante pulsos de agua. Esto hace que no exista la posibilidad de expulsión de barras moderadoras, y además reduce la cantidad de agujeros que atraviesan el recipiente de presión ya que no hay uno por cada barra sino solamente los pequeños caños que llevan la presión de agua para el accionamiento de las barras.

El complejo del CAREM se dividirá en tres zonas: Administrativa y de Control, Generación de Energía Eléctrica y Contención del Reactor. Ésta última es la de más altura y requerimientos de seguridad, y se trata de un edificio que tiene 12 metros bajo la superficie y 7 sobre esta. En el predio ya se encuentra todo el sistema generador de energía y la tubina de vapor que estará alimentada por el circuito secundario del reactor.

Actualmente, la esperanza es que la obra pueda tener la continuidad que no logró mantener en los últimos años. “Cuando se interrumpen estos procesos se pierde capacidad, se va la gente calificada y los proveedores se empiezan a caer. Retomar es muy complicado, no es apretar un botón. La Argentina ha perdido mucho con las fugas de cerebros, cuando la gente se va hay que formar nuevos cuadros técnicos y eso lleva un montón de años”, dijo Turina.

Además, las pymes que forman parte de este tipo de procesos deben estar certificadas, lo cual requiere tiempo y costos. Si no hay obras nucleares activas esas certificaciones se caen y luego el proceso debe ser vuelto a encarar, con un alto costo para las empresas que integran esta industria. “Hay una particularidad que tiene la industria nuclear y es que son procesos largos que trascienden a los gobiernos, por eso es necesario que sea una política de estado que perdure en el tiempo y no dependa del color político”, sostuvo Turina.



Fuente: unsam.edu.ar
Y-TEC, una catedral de la tecnología
A diez años de su creación, la compañía de YPF y el Conicet trabaja en múltiples frentes y quiere actuar como una aceleradora de empresas tecnológicas.
Por NORA BÄR



YPF es conocida como una compañía de extracción de petróleo y gas, y como fabricante de lubricantes y combustibles. Otra faceta menos visible son sus empresas relacionadas: YPF Luz (con centrales térmicas, parques eólicos en la Provincia de Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz, y un gran parque solar en San Juan) o YPF Agro (se dedica a la biotecnología vegetal, fertilizantes y otros insumos para el campo). Es el segundo productor de energía verde del país y aspira a ser el primero, para lo cual está avanzando hacia la transición energética con nuevos métodos de extracción de litio, la primera planta de producción de celdas y baterías de América latina, y proyectos para la obtención de hidrógeno verde.

Estas innovaciones son posibles en gran parte gracias a Y-TEC, su brazo tecnológico, una empresa cuyo capital accionario pertenece en un 51% a YPF y en un 49% al Conicet, y que se plantea ser algo así como una “catedral de la tecnología”. Ubicada en Berisso, Provincia de Buenos Aires, la sede ocupa un predio de cinco hectáreas cedido por la Universidad Nacional de La Plata. En un moderno edificio de unos diez mil metros cuadrados, trabajan 260 investigadores y tecnólogos, más otros 133 investigadores, becarios y técnicos adscriptos a proyectos puntuales, hacen sus tesis 10 doctorandos, funcionan 47 laboratorios, 12 plantas piloto y más de mil equipos, algunos de ellos, únicos en el país.


Y-TEC tiene uno de los laboratorios de microscopía más completos del país (FOTO GENTILEZA Y-TEC)


A diez años de su creación, obtuvo 35 patentes y desarrolló 20 tecnologías en las áreas comprendidas en nueve “misiones” o ejes de trabajo. Además, tiene más de 100 acuerdos de cooperación con el sistema científico, y convenios de colaboración con las universidades nacionales de Córdoba, del Sur, de Río Negro, San Juan Bosco y de La Plata, y con la Comisión Nacional de Energía Atómica, entre otros. Y lleva publicados en revistas con referato alrededor de un centenar de trabajos de ciencia básica.

La filosofía de Y-TEC gira en torno del concepto de empresa interdisciplinaria. Allí trabajan geólogos, físicos, matemáticos, biotecnólogos, químicos, ingenieros. “Es un mundo atractivo para los investigadores porque pueden transformar los hallazgos de laboratorio en soluciones tecnológicas que se escalan y llegan al mercado –dice Roberto Salvarezza, ex ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, y actual presidente del Directorio–. Analizamos las propuestas desde los insumos que se van a utilizar hasta si son factibles desde el punto de vista económico, a lo mejor no en lo inmediato, pero sí en el corto plazo. Y ahora también nos estamos planteando actuar como una aceleradora de otras compañías de base tecnológica”.

Lo que en un primer momento se concibió como una suerte de Invap petrolero creció para ir más allá: poner a disposición del sistema de tecnología e innovación desde el equipamiento, hasta el soporte administrativo y logístico para el desarrollo de sus proyectos.


Muestra de roca donde se advierte su porosidad.


El subsuelo en el laboratorio

Un ejemplo es el dispositivo para inspeccionar gasoductos que están desarrollando precisamente con Invap: un “PIG”, siglas en inglés que corresponden a pipeline inspection gauge (en broma, lo llaman el "chancho inteligente”, porque el vocablo “pig”, en inglés significa “cerdo”).

“Hasta ahora, cada vez que una compañía quería inspeccionar un gasoducto, había que traer el PIG en avión, se usaba, se grababan las señales, se interpretaban y les entregaban el resultado –explica Eduardo Dvorkin, director titular de Y-TEC–. Eso no solo hacía que tuvieran que salir dólares del país, sino que se carecía de una adecuada disponibilidad. Es decir, que si uno se llevaba por delante un gasoducto con una retroexcavadora, no había forma de inspeccionarlo. Pero nosotros estamos diseñando uno propio, para uso local y para dar servicios a terceros. La Transportadora de Gas del Sur (TGS), la Transportadora de Gas del Norte (TGN) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia serán los primeros usuarios”.

Litio, Hidrógeno, Tecnologías del Subsuelo, Químicos Innovadores, Combustibles, Ambiente, Agro, Tecnologías de Caracterización son los nombres de algunas de las “misiones” (líneas estratégicas a la manera en que las concibe la economista Mariana Mazzucatto) en torno de las cuales se organiza la tarea diaria de los laboratorios de Y-TEC. El que dirige Martín Sánchez desarrolla nuevas tecnologías para la caracterización del subsuelo y la optimización de la producción de hidrocarburos.

“Por ser un proceso de extracción de fluidos del subsuelo, la fractura hidráulica (tecnología con la que se extrae el petróleo y el gas no convencional de Vaca Muerta), si no se hace correctamente, puede generar sismicidad –cuenta Sánchez, doctor en ingeniería–. Pero insertar un fluido, como el dióxido de carbono (CO2), una de las soluciones que hoy se estudia para el control de los gases de efecto invernadero, también. Si se inyecta CO2 en condiciones súper críticas también produce sismicidad inducida si no se toman los recaudos necesarios. De hecho, hay algunas iniciativas, como el proyecto español Castor, un depósito de gas natural sumergido en un antiguo campo petrolífero frente a las costas de Castellón y Tarragona, que se canceló por la sismicidad que generaba”.




Atlas para la inyección de dióxido de carbono

Ya hay países que inyectan dióxido de carbono en el subsuelo. Uno de los precursores fue Noruega, pero también lo hacen Estados Unidos, Canadá, Australia y, en América latina, Brasil.

“La idea de estudiar el subsuelo es tratar de mitigar esos problemas –destaca Sánchez–. En general, la inyección de fluido en fractura hidráulica es muy baja, entonces, las probabilidades de que aparezca sismicidad importante son pequeñas”.

El grupo que lidera tiene a su disposición una instalación experimental única en América latina para investigar la fractura hidráulica en muestras tomadas de Vaca Muerta, utilizando incluso modelos de simulación. Además, están trabajando en colaboración con la Comunidad Europea en un proyecto llamado “Pierre Curie” para la inyección de dióxido de carbono, por el que recibieron un millón y medio de euros. “En este momento, tenemos gente nuestra en España, en Noruega y en Francia para investigar en este tema –cuenta Sánchez–. Participan 12 o 13 instituciones, entre las cuales también está la CNEA, la UBA y la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, de Chubut. De los países europeos, participan Bélgica, Noruega, Francia y Suiza”.

Para explorar cuáles serían las principales cuencas locales aptas para este uso, los científicos produjeron el primer atlas de la Argentina sobre capacidad de almacenamiento de CO2, algo indispensable si se decide avanzar en la producción de hidrógeno azul (que procede del reformado del gas natural, pero en cuya obtención se captura el dióxido de carbono para que no contribuya a la acumulación de gases de invernadero).

“La captura y el almacenamiento de CO2 son las estrategias por excelencia para alcanzar el ‘cero neto’ (emisiones nulas) en 2050 –destaca Sánchez–. Y aún así estamos en el 1% de lo que se necesitaría”.


Espectrómetro de fotoelectrones inducidos por rayos X (XPS); permite determinar la composición de materiales


Microscopía en escala micro, nano y atómica

En materia de gas y petróleo, entre otras características de las rocas que es imprescindible conocer están la porosidad y la interconexión [de esos poros] para estimar la permeabilidad que permitirá que fluya el hidrocarburo. “Son las propiedades petrofísicas por excelencia –subraya Sánchez–. En un reservorio convencional, cuanta más porosidad, más volumen almacenado. En uno no convencional, la permeabilidad es baja, entonces es necesario aplicar otras técnicas, como la estimulación”.

Parte de esos estudios se hacen en el laboratorio de microscopía a cargo del investigador del Conicet Alberto Carneiro, que le da soporte a todas las áreas. Junto con su equipo, desarrolló procedimientos para obtener imágenes en 3D y analizar muestras de las “coronas” que se extraen en los pozos de “shale” (petróleo y gas no convencionales), unos cilindros de un metro de largo por dos a cuatro pulgadas de diámetro.


Alberto Carneiro, jefe del Laboratorio de Microscopía


Con el equipo de Rayos-X obtienen imágenes para el estudio de baterías y celdas de litio. Con un microtomógrafo pueden ver detalles más pequeños.

Entre los equipos que son únicos en el país, cuentan con un espectrómetro de alta resolución, que permite determinar con enorme precisión la masa exacta de los compuestos analizados. Pueden observar el tipo de moléculas que componen el petróleo crudo y así obtener una huella digital de la formación para compararla con otras.

También disponen de un modernísimo “microscopio electrónico de transmisión” (TEM) que alcanza resolución atómica. Obtiene imágenes en el modo tomografía. Las muestras que examina son tan, pero tan pequeñas, que si se sumara el volumen de todas las que se vieron con este tipo de dispositivo en el mundo equivaldría a algunos milímetros cúbicos.

“Llegó en 2016 y está protegido por un gabinete para evitar perturbaciones que pueden producirse incluso cuando uno habla –explica Carneiro–. O sea que cubrimos las tres escalas: micro, nano y atómica, lo que nos permite estudiar cómo se organiza la materia en cada una”.

En el laboratorio de mecánica, examinan las propiedades de las rocas, cómo se deforman y se rompen, algo crítico en la fractura hidráulica y también en la captura de dióxido de carbono.

“Sacamos muestras, las colocamos en prensas con las que podemos simular la profundidad que uno desee, para someterlas a las condiciones de presión que existen, por ejemplo, a 3000 metros –explica Sánchez–. La primera prensa que compramos, era ‘de estantería’. La otra se diseñó para nuestros requerimientos específicos, es especial para nosotros. En la primera hacemos ensayos, y en la segunda, investigación. Antes, había que enviar las coronas al exterior para estudiarlas”.
Simulación numérica

Para estudiar problemas complejos, desde 2012 se viene trabajando en el desarrollo de un simulador de fractura hidráulica propio. “Eso nos da capacidades que los software comerciales no poseen –subraya Dvorkin–. En estos diez años, comenzamos con problemas muy simples hasta finalmente avanzar con arreglos que representan con mayor precisión lo que ocurre en el subsuelo”.

La misión de “químicos innovadores”, a cargo de Isabel Vega, trabaja en mitigación de corrosión inducida por microorganismos, en nanotecnología y surfactantes, y en “recuperación terciaria” (el proceso por el cual se inyecta agua con un polímero para empujar el petróleo remanente).


Eduardo Dvorkin y Roberto Salvarezza


También desarrollan “desemulsionantes”, que son nanoláminas (nanosheets) de grafeno modificado. “Para que una fractura hidráulica sea eficiente, hay que introducir un fluido a muy alto caudal con un agente de sostén para que una vez que se deja de bombear, la fractura quede abierta –detalla Vega–. Estos fluidos rompen la roca y bajan la presión, con lo que puedo usar más caudal, acelero el proceso, uso menos energía y reduzco costos. Hoy, ya existen estos productos, pero la diferencia fundamental del nuestro es que es una solución acuosa, lo que hace más fácil ‘aditivarlo’”.

Para conocer la integridad de las cañerías de los pozos petrolíferos y los daños por corrosión, en Y-TEC desarrollaron una tecnología que les permite medir el espesor remanente y hacer un cálculo de la velocidad con que se produce el daño. “Junto con la gente del Centro de Investigación en Métodos Computacionales (Cimec), de Santa Fe, pensamos un método para calcular los espesores remanentes y cuál es la presión que puede seguir resistiendo esa cañería –cuenta Dvorkin–. Hoy todavía no se aplica porque no podemos sacar más gas de Vaca Muerta hasta que esté finalizado el gasoducto. Pero el año que viene esta tecnología será importante, vamos a poder producir más gas en menos tiempo”.


Planta piloto de litio (FOTO GENTILEZA Y-TEC)


Celdas de litio

Uno de los proyectos insignia que encarnan el objetivo de Y-TEC es su planta de celdas de litio, UniLiB, una de las únicas cuatro que se encuentran en el Hemisferio Sur, que ya está equipada y a punto de comenzar a producir. Desarrollada en conjunto con la Universidad Nacional de La Plata, los trabajos en escala de laboratorio se iniciaron hace 12 años. “Después, pasamos a una planta piloto en la que podemos testear nuestros propios materiales –destaca Salvarezza–. Hay tres que son insumos críticos: uno es el material catódico (el polo positivo, nosotros elegimos la tecnología de fosfato, hierro y litio, o LFP). Es más segura y económica, y tiene menos impacto ambiental. El otro es el grafito, utilizado en el ánodo (polo negativo). Y el tercero es el electrolito [solución líquida que proporciona la fuente de iones de litio, conductora de electricidad]. En el camino del desarrollo uno se encuentra con restricciones potenciales que son el acceso a un recurso estratégico, al conocimiento, y a las divisas para las posibles inversiones”.


Realizando ensayos en la planta piloto de celdas de litio


Según Salvarezza y Dvorkin, los costos estimados de producción están casi en paridad con el LFP importado de Asia. La planta tendrá una capacidad de producción de 300 celdas por día, y de 780 cuando se trabaje en tres turnos. Esto permitiría equipar entre 40 y 45 buses por año, pero la primera meta que tienen en vista es proveer a la comunidad de la Isla Paulino, cercana a Berisso, de baterías de litio para almacenar la electricidad producida por un parque fotovoltaico.

“Es una localidad que está aislada de la red de suministro eléctrico –cuenta Salvarezza–. Será una prueba piloto para resolver el problema de muchas jurisdicciones del país que nunca van a estar integradas a la red porque están muy alejadas. Vamos a desarrollar un paquete de energía limpia y renovable que incluye paneles solares y baterías para almacenamiento de la energía, y cuyo costo es competitivo en comparación con otras alternativas”.

Además, están en tratativas con la provincia de Santiago del Estero para transferirle la tecnología que les permitirá construir una planta de producción de baterías de tres a cinco veces más grande, pero para vehículos eléctricos.

“Estamos transformando nuestro carbonato de litio en productos con valor agregado –afirma Salvarezza–. Somos socios con un 20% de participación. Ellos ponen la inversión, y nosotros capacitamos personal y nos ocupamos del soporte tecnológico”.

Combustibles

En otro laboratorio, Adrián Guzmán, líder de la misión Combustibles, y su equipo simulan las distintas situaciones a las que se ve sometido el motor de un vehículo durante un ciclo de uso: aceleración, frenado, marcha en la calle, en autopista… Todo eso se puede programar y un dinamómetro lo ejecuta. “Nos permite probar el rendimiento del combustible en una condición de laboratorio con una capacidad de control y de medición increíbles –dice Guzmán–. Es muy, muy preciso. La sala tiene un sistema de aire acondicionado para mantener la temperatura y la humedad muy estables, aún con el motor andando, durante los ensayos. Con esta instalación aseguramos que los productos de YPF siempre estén a la vanguardia de las últimas tecnologías y que tengan la mejor performance. Se hace un esfuerzo muy importante para que tanto los premium como los de segundo grado, estén al más alto nivel”.


Adrián Guzmán, líder de la misión Combustibles


La misión Hidrógeno investiga en aplicaciones de este elemento, una de las estrategias que despierta gran interés para el futuro de la movilidad baja en emisiones de dióxido de carbono. “Estamos desarrollando tecnología para la reconversión de motores diesel de transporte pesado o de pasajeros en sistemas duales con hidrógeno y diesel y de ese modo generar una descarbonización parcial a través del reemplazo parcial del diesel por hidrógeno bajo en carbono –cuenta la física María Herrera, líder del programa–. También estamos trabajando con trenes argentinos en un proyecto, todavía en etapas iniciales, para la transformación de locomotoras diesel a hidrógeno con tecnología de celdas de combustible como las que usa el Mirai, el auto a hidrógeno de Toyota”.

Y por último, la misión Ambiente, liderada por María Elena Oneto, desarrolla nuevas tecnologías para la regeneración de sistemas naturales, la valorización de residuos y el diseño sostenible de productos.

Sin duda, una apuesta ambiciosa para impulsar la innovación tecnológica en el país que debe mantenerse en el tiempo.



lunes, 26 de diciembre de 2022

Un niño pequeño podía describir perfectamente su vida pasada en una isla escocesa, pero nunca había estado allí
Desde los dos años, Cameron Macaulay comenzó a hablar sobre la vida en la Isla de Barra en las Hébridas Exteriores a pesar de que ni él ni su familia habían ido nunca al lugar remoto.
Por Patrick Daly


Cameron Macaulay solía llorar por su 'madre Barra' (Imagen: Extraordinary People/Youtube)


Las historias que Cameron cuenta sobre su vida suenan como cualquiera que un niño pueda contar sobre su educación.

Pero, sin embargo, hay una diferencia inquietante. Ni él ni su familia habían estado nunca en el lugar que estaba describiendo.

Cameron Macaulay tenía solo dos años cuando comenzó a hablar de otra vida que había disfrutado en la remota isla escocesa de Barra.

A un mundo de distancia de la calle Terrace en Glasgow, donde residía con su madre y su hermano mayor, el niño describió que vivía en un bungalow blanco con vista a la playa.

Solía decirle a su mamá Norma: “Soy un chico Barra”.

Los Macaulay vivían a 220 millas de Barra, que está situada frente a la costa oeste de Escocia en las Hébridas Exteriores y alberga a solo 1.000 personas.


El joven Cameron creía que había vivido en la Isla de Barra en otra vida (Imagen: Extraordinary People/Youtube)


El viaje desde Glasgow a la isla de Barra es de ocho horas en coche y ferry, o en un vuelo de una hora.

A pesar de su lejanía, Cameron hablaría libremente sobre jugar con su perro blanco y negro en la playa de arena de la isla.

Habló de mirar mientras sus hermanos corrían mientras él miraba por la ventana desde la casa de su familia en Barra.

Le diría a su madre que "cayó" por un agujero y entró en su nueva vida con ella.

"Vivía en una casa blanca con mi mamá y mi papá, y mis tres hermanos y hermanas", se registra que dijo Cameron durante un documental, Extraordinary People — The Boy Who Lived Before.

“Mi lugar favorito en Barra era la playa y me llevaba a mi perro. Yo jugaba con él y mis hermanos y hermanas también jugaban.

“Los aviones solían aterrizar en la playa”.


Los aviones aterrizan en la playa de Barra, tal como Cameron había 'recordado' (Imagen: Alamy)


Norma Macaulay, hablando con el mismo programa de Channel 5 en 2006, dijo: “Al principio solo pensé, 'Se está inventando cosas'.

“Pero luego pensé, ¿cómo sabía el nombre de Barra? ¿Por qué es Barra, donde ninguno de nosotros ha estado o tiene alguna conexión?

Las historias de Cameron se hicieron más detalladas a medida que pasaba el tiempo, recordando cómo su padre, a quien llamó Shane Robertson, murió en un accidente automovilístico.

Se enredó tanto en su supuesta vida pasada que lloraba en la guardería pidiendo que su "mamá Barra" lo recogiera en lugar de Norma.

“Con grandes lágrimas corriendo por su rostro, él seguía diciendo: 'Tengo que ir a Barra, mi familia me está extrañando'”, dijo Norma.

“¿Cómo lidias con eso? ¿A qué te dedicas? ¿Qué le dices?"


Mamá Norma buscó respuestas sobre los recuerdos de su hijo (Imagen: Extraordinary People/Youtube)


Angustiada por el comportamiento de su hijo, que entonces tenía cinco años, la madre soltera se reunió con un psicólogo y un experto en comportamiento infantil para ver si podían explicar lo que estaba sucediendo.

Pero, como no estaba convencida de sus sugerencias, alguien más podría haberle contado a Cameron sobre la vida en Barra o que era una historia imaginaria que había ido demasiado lejos, recurrió al Dr. Jim Tucker.

El psiquiatra infantil de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia quedó fascinado con las historias de supuestas reencarnaciones contadas por niños pequeños.

El Dr. Tucker arregló un vuelo desde los Estados Unidos a Escocia para encontrarse con Cameron y luego organizó, junto con Norma, llevarlo a Barra.

Tras el aterrizaje del avión de Macaulay en Barra, que aterrizó en una playa de arena como recuerda Cameron, el joven le dijo a su mamá: “Te dije que todo era verdad… Me siento feliz de estar de vuelta”.


Cameron visitó un bungalow en Barra en el que dijo que recordaba haber vivido antes (Imagen: Extraordinary People/Youtube)


Sorprendentemente, después de reunirse con un historiador local en la isla, el Dr. Tucker y los Macaulay pudieron rastrear un bungalow blanco en la playa donde se sabía que vivía una familia Robertson en las décadas de 1960 y 1970.

Al visitar la propiedad, el documental muestra a Cameron apagado y molesto. Indicó que recordaba estar sentado en la casa de una sola planta con el fuego abierto ardiendo.

En el terreno que pertenecía al bungalow había una puerta que daba a la playa y a las piscinas rocosas debajo, tal como lo había descrito cuando volvió a Glasgow.

No queriendo dejar el rastro allí, Norma se puso en contacto con una genealogista llamada Ruth Boreham, quien descubrió que una familia Robertson, oriunda de Glasgow, había sido propietaria de la rústica casa blanca en Barra durante unos 20 años.

La familia pudo conocer a Gillie Robertson, un miembro de la familia, quien le mostró a Cameron fotos de las últimas vacaciones de su familia en la isla.


El bungalow blanco de una sola planta que el Dr. Tucker dedujo que podría ser la casa que Cameron recordó (Imagen: Extraordinary People/Youtube)


Sorprendentemente, confirmó que a menudo había un perro pastor blanco y negro en el terreno, aunque pertenecía a los vecinos.

Pero Gillie no recordaba a un hombre llamado Shane o a un miembro de la familia que hubiera muerto en un accidente automovilístico.

Aunque no todos los recuerdos de Cameron coincidían con la realidad, el Dr. Tucker dijo que Cameron aún podría tener recuerdos de una vida anterior.

"Ciertamente respondió a la casa de una manera que hizo que pareciera que este era un lugar especial para él", dijo el Dr. Tucker al documental.

"Es posible que haya tenido algunos recuerdos y emociones que de alguna manera existieron en esta isla de antemano en otra vida, y luego de alguna manera se le transmitieron".



Fuente: mirror.co.uk

sábado, 24 de diciembre de 2022

Nubes oscuras, resquicios de esperanza: cinco formas en que la guerra en Ucrania está transformando el dominio espacial
por Sandra Erwin y Debra Werner 


Crédito: Ilustración de SpaceNews/B. Berger


La invasión no provocada de Rusia a Ucrania fue la historia más importante de 2022. Además de revivir los temores de la Guerra Fría de una guerra nuclear y causar estragos en los mercados energéticos, ha sido un evento de cisne negro para una industria espacial que aún se está adaptando a un cisne negro llamado COVID.

El desacato del orden internacional por parte de Rusia puso en marcha una realineación con implicaciones a corto, mediano y largo plazo, arrojando nubes oscuras sobre la comunidad espacial global, pero también revelando algunos aspectos positivos.

La guerra en curso en Ucrania ha acelerado la aceptación de las comunicaciones satelitales comerciales y la observación de la Tierra por parte del Departamento de Defensa de EE. UU. y la comunidad de inteligencia. Las naciones de todo el mundo, tomando nota de las contribuciones comerciales, han respaldado nuevas empresas espaciales nacionales y han forjado relaciones con los proveedores de servicios satelitales existentes.

Los satélites, junto con los sistemas de armas de la OTAN, han ayudado a Ucrania a montar una defensa formidable. En el aspecto diplomático, la difusión pública de imágenes satelitales ha obstaculizado las operaciones de desinformación rusas y ha ayudado a documentar crímenes de guerra y atrocidades.

El impacto de la guerra ha sido igualmente profundo en el lado del lanzamiento.

Si bien el exilio autoinfligido de Rusia ha demostrado ser una molestia para las empresas espaciales que dependen del hardware ruso, las exportaciones espaciales más importantes de Rusia antes de la invasión fueron los vehículos de lanzamiento.

Con la Soyuz de Rusia al margen, posiblemente de forma permanente, Europa se enfrenta a lagunas en su capacidad para desplegar y mantener una infraestructura espacial vital sin ayuda externa. A corto plazo, eso significa que la Agencia Espacial Europea y la Unión Europea están pasando de la dependencia rusa a la dependencia estadounidense a la de SpaceX.

Comercialmente, la pérdida de Soyuz, los embargos comerciales y los ataques con misiles rusos en la fábrica Yuzhmash de Dnipro alimentaron el fuego del basurero de la cadena de suministro que ralentizó el despliegue de la constelación.

1. SATÉLITES VARADOS

La Estación Espacial Internacional es uno de los pocos esfuerzos internacionales en los que participa Rusia para llevar a cabo la invasión de negocios como de costumbre. A otros programas espaciales civiles y comerciales no les ha ido tan bien.

La rescisión de los contratos de lanzamiento de Soyuz dejó varadas a más de una docena de misiones satelitales no rusas. Después de una pausa de ocho meses, OneWeb reanudó el lanzamiento de satélites para su constelación de banda ancha en octubre en el cohete GSLV Mark 3 de la India. Un segundo lanzamiento indio y tres vuelos SpaceX Falcon 9 están programados para ayudar a OneWeb a completar su constelación global de primera generación.

La Agencia Espacial Europea también tuvo que encontrar un nuevo transporte espacial.

El rover Rosalind Franklin de la ESA estaba programado para lanzarse en septiembre de 2022 en un cohete ruso Proton y descender a la superficie marciana en 2023 en una plataforma de aterrizaje construida por Roscosmos. Con la ruptura de la cooperación europea y rusa, la ESA ha elaborado planes para un vehículo de descenso europeo, por lo que es poco probable que la misión ExoMars se lance antes de 2028.

A otras misiones programadas para Soyuz les ha resultado más fácil reagruparse.

Dos pares de satélites de navegación Galileo de Europa se han inscrito para viajar en 2023 en los cohetes Arianespace Ariane 6.

Los cohetes Falcon 9 están programados para transportar la misión de cosmología Euclid de la ESA al punto L-2 Lagrange Tierra-Sol el próximo año y la misión Hera de la ESA a Dimorphos, el asteroide golpeado por la prueba de redirección de doble asteroide de la NASA, en 2024.

Mientras tanto, el cohete europeo Vega-C ahora está programado para lanzar la misión científica EarthCARE Earth de la ESA a principios de 2024.

Antes de la invasión rusa, la ESA y Roscosmos estaban planeando un trío de misiones de exploración lunar, que ahora se han descartado.

La guerra y las sanciones occidentales han obligado a las naciones a elegir entre asociarse con Occidente o Rusia. Al carecer de socios occidentales, Rusia se alineó más estrechamente con China y forjó un pacto con Irán que condujo al lanzamiento en agosto de un satélite iraní de detección remota en un cohete Soyuz.

2. LA LLAMADA DE ALERTA DE EUROPA

La invasión rusa de Ucrania fue una llamada de atención para el sector espacial europeo.

La ESA, la Unión Europea y naciones individuales han pasado los últimos 10 meses desmantelando programas con participación rusa y fomentando las capacidades nacionales.

“Tenemos que centrarnos en garantizar la plena autonomía europea en el espacio, así como en invertir más en áreas de crecimiento comercial”, dijo Géraldine Naja, directora de comercialización, industria y adquisiciones de la Agencia Espacial Europea, en noviembre en la Space Tech Expo Europe en Bremen. Alemania.

Para reforzar la autonomía europea, los estados miembros de la ESA aprobaron un presupuesto de 16.900 millones de euros (17.500 millones de dólares) durante tres años en la reunión del Consejo Ministerial de noviembre, aproximadamente un 16,6 % más que el plan de gastos aprobado en 2019.

“Debemos tomar decisiones audaces hoy. Como dije antes, debemos invertir en el futuro porque estamos en una crisis”, dijo el director general de la ESA, Josef Aschbacher, antes de la votación del presupuesto.

El Parlamento Europeo y los estados miembros de la Unión Europea también acordaron contribuir con 2400 millones de euros a una campaña de 6000 millones de euros con la ESA para establecer una constelación de comunicaciones por satélite llamada IRIS2, para Infraestructura para la Resiliencia, Interconectividad y Seguridad por Satélite.

“Los esfuerzos y la energía realizados a nivel europeo para hacer avanzar esta iniciativa a una velocidad récord también reflejan, en mi opinión, la importancia de IRIS² en un entorno geoestratégico cada vez más cuestionado”, Thierry Breton, comisario de la Unión Europea para el mercado interior, dijo en un blog del 17 de noviembre.

Mientras tanto, los esfuerzos para reforzar la financiación de las nuevas empresas europeas, que ya estaban en marcha antes de la invasión, se han disparado.

La Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Europeo de Inversiones se han comprometido a invertir mil millones de euros durante cinco años en empresas europeas de observación espacial y de la Tierra en fase inicial a través del fondo Cassini.

3. SATÉLITES EN LA MIRA

Apenas unos días después del conflicto, el viceprimer ministro de Ucrania, Mykhailo Federov, se comunicó a través de Twitter con Elon Musk y le pidió al jefe de SpaceX que proporcionara a Ucrania antenas de Internet satelital Starlink, que Musk envió de inmediato.

Eso no fue bien recibido por los rusos. Konstantin Vorontsov, subdirector del departamento de no proliferación y armas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, dijo en una reunión del comité de las Naciones Unidas que Starlink, aunque es un sistema comercial que brinda servicios de Internet, "ya no podría considerarse puramente civil" y sería considerado objetivo militar.

La retórica agresiva no puede dejarse de lado, dada la capacidad demostrada de armas antisatélite de Rusia. Si Ucrania, por ejemplo, utiliza Starlink para el mando y control militar, “estos satélites se convertirían en objetivos militares legítimos para las fuerzas rusas”, señaló el profesor de derecho de la Academia de la Fuerza Aérea de EE. UU., el teniente coronel Timothy Goines.

Los satélites comerciales de detección remota que rastrearon los movimientos previos a la invasión de Rusia y galvanizaron a Occidente en apoyo de Ucrania también han provocado la ira de Putin.

“Que los rusos digan que el espacio comercial es un juego justo, creo que es enorme”, dijo Scott Herman, exejecutivo de DigitalGlobe y BlackSky. “Estamos entrando en aguas desconocidas que en realidad nadie entiende o sabe cuáles son las implicaciones legales reales”.

Derribar un satélite sería el escenario extremo y menos probable. Más plausibles son los ataques cibernéticos o de interferencia, en los que atribuir la responsabilidad es mucho más difícil.

En tales escenarios, qué constituye un acto de guerra y cómo deberían responder Estados Unidos o la OTAN son “preguntas legales sin respuesta en este momento”, dijo Herman.

Estos desarrollos llevaron al Pentágono a considerar agregar cláusulas de indemnización en futuros contratos para compensar a las empresas comerciales si sus satélites fueran atacados mientras apoyaban al ejército estadounidense en un conflicto.

“Esto tiene importantes implicaciones comerciales porque la mayoría de las pólizas de seguros satelitales no cubren actos de guerra”, dijo Herman.

Los operadores comerciales optimizan sus satélites para lograr eficiencia y generar ingresos, no necesariamente para la resiliencia durante la guerra. Entonces, que el gobierno proporcione algún tipo de indemnización es una “respuesta bastante buena”, dijo Herman.

Hablando en una reciente conferencia de inversión espacial, un alto miembro del personal de asignaciones del Congreso de EE. UU. dijo que espera que este tema reciba más atención.

Ucrania mostró el valor de los satélites comerciales, dijo William Adkins, miembro del personal profesional del subcomité de defensa de Asignaciones de la Cámara.

“Pero la otra cara de eso es el grado en que los activos comerciales pueden convertirse en objetivos”, dijo Adkins. “Eso es tanto un problema de política como un problema técnico para pensar en el futuro, ya que seguramente surgirán otros conflictos en el futuro”.


Crédito: Tecnologías Maxar


4. EL ANÁLISIS DE IMÁGENES SE CONVIERTE EN LA CORRIENTE GENERAL

Una de las imágenes más impactantes de la invasión de Rusia, un enorme convoy militar que se extiende más de 65 kilómetros al noroeste de Kyiv, fue tomada por uno de los satélites WorldView de Maxar.

El uso de imágenes de satélite para dar forma a la narrativa de esta guerra es obra de Maxar News Bureau, una organización que ha trabajado en relativa oscuridad durante años.

La empresa de observación de la Tierra Maxar, que opera cuatro satélites de imágenes de alta resolución, creó la oficina de noticias en 2017 para aprovechar sus imágenes y análisis satelitales para el bien social y la transparencia global. Estableció relaciones con organizaciones de medios confiables en todo el mundo y proporcionó contenido visual sin costo para respaldar sus informes.

“Las imágenes satelitales de alta resolución y los análisis son un complemento poderoso para el buen periodismo, ya que brindan una verdad indiscutible en un momento en que la credibilidad es crítica”, dijo la compañía en un comunicado de prensa de 2018.

En los últimos años, las imágenes de Maxar expusieron el desplazamiento y asesinato de musulmanes rohingya en Myanmar; proporcionó evidencia de trata de personas y pesca ilegal; supervisó el crecimiento de los campos de refugiados en Uganda; hizo una crónica del costo físico de las guerras en Irak y Siria; y reveló la devastación de numerosos desastres naturales.

La oficina comenzó a monitorear la acumulación de fuerzas y equipos rusos a lo largo de la frontera con Ucrania meses antes de que comenzara la invasión en febrero de 2022. El personal de la oficina de Maxar y las organizaciones de noticias agregan y analizan cada día miles de imágenes para identificar actividades de interés periodístico que ocurren en Ucrania, incluidas las revelaciones de delitos de guerra y violaciones de los derechos humanos.

Maxar es, ante todo, una empresa comercial. Sus imágenes de la Tierra generan alrededor de $ 1.1 mil millones al año en ingresos, aproximadamente dos tercios de los contratos del gobierno de EE. UU. Pero la guerra de Ucrania consolidó el papel de la oficina de noticias en la promoción de la transparencia global y la lucha contra la propagación de la desinformación.

5. BRILLAN LOS SATÉLITES ESPÍA COMERCIALES

Las omnipresentes imágenes de Maxar de la invasión rusa de Ucrania allanaron el camino para que otros actores de la industria comercial de la teledetección mostraran sus capacidades, demostrando el valor de la inteligencia no clasificada que las agencias militares pueden compartir a nivel mundial.

Empresas como BlackSky y Planet han seguido los pasos de Maxar proporcionando imágenes electro-ópticas a los medios de comunicación. Las imágenes comerciales de radar de apertura sintética de Capella Space e Iceye también han visto una mayor demanda, ya que el radar penetró una densa capa de nubes sobre Ucrania. Los proveedores de datos de radiofrecuencia como HawkEye 360 y Spire Global utilizaron satélites para rastrear los bloqueadores de GPS rusos.

Las imágenes electro-ópticas comerciales han abierto la puerta a estos otros servicios geoespaciales, dijo Amy Hopkins, vicepresidenta y gerente general de servicios gubernamentales de Capella Space.

La crisis en Ucrania ha ayudado a “hacernos mucho más capaces” para descubrir cómo se puede recopilar, analizar y entregar la información, dijo Hopkins.

Compañías como Maxar ayudaron al resto de la industria al hacer que el cliente del gobierno de EE. UU. “se sintiera cómodo con el concepto de comprar capacidades comerciales”, dijo John Serafini, CEO de HawkEye 360.

Herman, el exejecutivo de BlackSky, dijo que Ucrania ha ayudado a poner a las empresas en el mapa, aunque eso no garantiza necesariamente las ventas o los contratos gubernamentales.

“Un conflicto como este en realidad lo ayuda a desarrollar casos de uso y escenarios significativos que luego puede usar para ilustrar el valor de su producto”, dijo.

Las empresas que han demostrado sus capacidades en Ucrania "pueden llevarlas al mercado y a los inversores y decir: 'aquí está todo lo que estábamos haciendo'", dijo Herman. Las guerras y los desastres naturales son dolorosos, “pero uno de los aspectos positivos es que realmente nos ayuda a probar nuestras capacidades y crear casos de uso demostrables que nos ayuden a vender en el futuro”, agregó.



viernes, 23 de diciembre de 2022

Eutelsat recibe un golpe financiero de las sanciones de televisión contra Rusia e Irán
por Jason Rainbow 


La sede de Eutelsat se encuentra en París, Francia. Crédito: Simon Lambert/REA


TAMPA, Fla. — El operador satelital francés Eutelsat dijo el 22 de diciembre que podría perder hasta 15 millones de euros (US$16 millones) en ingresos anuales por restringir las transmisiones en Rusia e Irán para cumplir con las sanciones.

El monto representa el 2,2% de los ingresos por transmisión que Eutelsat informó para su año fiscal anterior hasta fines de junio de 2022, o el 1,3% de los ingresos totales de una empresa que ha estado aumentando su negocio de conectividad a medida que el mercado de televisión satelital en general disminuye gradualmente.

El operador dijo que ahora ha “terminado toda participación en la transmisión” de tres canales de propaganda rusos y cesó todas las transmisiones relacionadas con la Radiodifusión de la República Islámica de Irán (IRIB), una compañía de medios controlada por el estado.

“Eutelsat también se ha asegurado de no participar en la transmisión de RT News en Rusia”, dijo Eutelsat en un comunicado de prensa, refiriéndose a la red de televisión financiada por el gobierno ruso.

Según Eutelsat, estas medidas reducirán los ingresos de su ejercicio hasta finales de junio entre 10 y 15 millones de euros.

Eutelsat ahora espera ingresos para este año fiscal entre 1.140 millones y 1.200 millones de euros.

La compañía dijo que cumplir con las sanciones internacionales contra Irán y Rusia también reducirá entre 15 y 20 millones de euros el EBITDA anual, o ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.

El regulador de televisión de Francia le dio a Eutelsat una semana para dejar de transmitir Rossiya 1, Perviy Kanal y NTV de Rusia el 14 de diciembre, luego de las sanciones europeas derivadas de su cobertura de la guerra de Rusia en Ucrania.

Eutelsat había estado distribuyendo estos canales a través de la capacidad arrendada de tres satélites operados por RSCC de Rusia: Ekspress-AMU1 (conocido comercialmente como Eutelsat 36C), Ekspress AT1 y Ekspress AT2.

“Eutelsat ha modificado el marco legal de sus operaciones en Rusia para asegurarse de que los canales sancionados ya no utilicen la capacidad arrendada por Eutelsat”, dijo a SpaceNews la portavoz de Eutelsat, Anita Baltagi.

Rusia aún puede transmitir canales sancionados por la Unión Europea a través de la capacidad que controla en estos y otros satélites.

Para Irán, Baltagi dijo que Eutelsat tenía “un contrato directo” con IRIB para usar la capacidad en Hotbird, un satélite de propiedad total del operador francés.

La Unión Europea señaló a IRIB en una ronda de sanciones el 12 de diciembre luego de una violenta represión contra un importante movimiento de protesta de mujeres en Irán.

“IRIB es responsable de producir y transmitir las confesiones forzadas de los detenidos, incluidos periodistas, activistas políticos y personas pertenecientes a las minorías kurda y árabe, violando así los derechos reconocidos internacionalmente a un juicio justo y al debido proceso”, declaró el Consejo de la Unión Europea. .

“IRIB es, por lo tanto, responsable de graves violaciones de derechos humanos en Irán”.

IRIB controla Press TV, el canal de noticias iraní que fue objeto de sanciones europeas anteriores.

Eutelsat le dijo previamente a SpaceNews que no tenía una relación comercial directa con Press TV y que, por lo tanto, dependía de los distribuidores y socios para abandonar el canal.