Una pareja de Alvear inventó la “máquina para soñar”
El invento fue seleccionado en la edición 2010 del concurso Innovar entre 3.800 proyectos. La máquina busca instalar en el inconsciente respuestas a situaciones cotidianas y existenciales que angustian a las personas.
En la pantalla, el usuario dibuja lo que soñó y el ordenador genera un clip con la solución que se ve con los anteojos. |
Pamela Sosa (27) y Diego Parente (40) conviven desde mayo en General Alvear y un día de julio, viendo la tele, les llamó la atención el aviso de cierre de inscripción de un concurso nacional “de inventores”.
Se trataba de la sexta edición del concurso Innovar 2010, que patrocina el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva de la Nación en conjunto con otras entidades públicas, con el apoyo de los ministerios de Economía y de Educación.
Ella -licenciada en administración de empresas egresada del IES 9-007 de Alvear- y él -psicólogo de la Universidad Católica de Buenos Aires- hacía tiempo que venían discutiendo una idea que combinaba sus especialidades.
Por ello vieron en la convocatoria la oportunidad, y la aprovecharon. Sin dudarlo, se inscribieron vía on line y en una semana terminaron de elaborar y darle forma a lo que denominaron “ordenador para inducir sueños” y lo enviaron “por las dudas”.
Cuál no sería su sorpresa al recibir, en los primeros días de setiembre, la notificación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación acerca de que su trabajo fue seleccionado entre los 3.800 que se presentaron en total dentro de 9 categorías, para formar parte de la mega exposición que se realizará del 19 al 28 de noviembre en Costa Salguero, Capital Federal, con posibilidades de acceder a premios que van desde los 10.000 pesos hasta los 50.000 euros, además del patentamiento de su producto.
“Nos enteramos viendo el programa de Badía y como ya lo veníamos conversando desde hace mucho, preparar el proyecto no fue difícil”, cuentan entusiasmados. Ahora deberán viajar a Buenos Aires y, además de exponer su teoría, tendrán que defenderla ante un jurado de notables que provienen de las universidades más prestigiosas del país, antes de alcanzar la etapa final.
La propuesta de la pareja se trata de crear un ordenador o computadora que serviría para inducir contenidos oníricos específicos proponiendo soluciones a problemas cotidianos y existenciales que angustian a la persona, mientras ésta permanece en estado de inconsciencia.
Se trataba de la sexta edición del concurso Innovar 2010, que patrocina el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva de la Nación en conjunto con otras entidades públicas, con el apoyo de los ministerios de Economía y de Educación.
Ella -licenciada en administración de empresas egresada del IES 9-007 de Alvear- y él -psicólogo de la Universidad Católica de Buenos Aires- hacía tiempo que venían discutiendo una idea que combinaba sus especialidades.
Por ello vieron en la convocatoria la oportunidad, y la aprovecharon. Sin dudarlo, se inscribieron vía on line y en una semana terminaron de elaborar y darle forma a lo que denominaron “ordenador para inducir sueños” y lo enviaron “por las dudas”.
Cuál no sería su sorpresa al recibir, en los primeros días de setiembre, la notificación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación acerca de que su trabajo fue seleccionado entre los 3.800 que se presentaron en total dentro de 9 categorías, para formar parte de la mega exposición que se realizará del 19 al 28 de noviembre en Costa Salguero, Capital Federal, con posibilidades de acceder a premios que van desde los 10.000 pesos hasta los 50.000 euros, además del patentamiento de su producto.
“Nos enteramos viendo el programa de Badía y como ya lo veníamos conversando desde hace mucho, preparar el proyecto no fue difícil”, cuentan entusiasmados. Ahora deberán viajar a Buenos Aires y, además de exponer su teoría, tendrán que defenderla ante un jurado de notables que provienen de las universidades más prestigiosas del país, antes de alcanzar la etapa final.
La propuesta de la pareja se trata de crear un ordenador o computadora que serviría para inducir contenidos oníricos específicos proponiendo soluciones a problemas cotidianos y existenciales que angustian a la persona, mientras ésta permanece en estado de inconsciencia.
Básicamente, aunque parezca ciencia ficción, lo que se plantea es la “manipulación de los sueños” como herramienta para lograr la sanación del paciente durante el dormir.
“La mayor alegría que tuvimos fue que el jurado no sólo aceptó la teoría, sino que nos dijo que el proyecto es viable, aunque sabemos que la idea es perfectible y se puede enriquecer mucho más con el aporte de otros profesionales”, dice Diego, actualmente a cargo de la asistencia psicológica de la APID (Asociación para la Protección Integral al Discapacitado) de Alvear, donde trabajan con chicos discapacitados desde hace años.
La manipulación de los sueños se lograría, explica Diego, mediante un lenguaje fantástico que se traduce en imágenes, las que luego formarán una película acorde al conflicto de cada usuario.
Para ello, el paciente ingresará un determinado dibujo en el ordenador con el cual identifique su problema, y a partir de allí la PC, provista de datos en base a los conceptos de cientos de especialistas, generaría un clip que se proyectaría -a través de un par de gafas especialmente diseñadas para tal fin- unas cuatro veces a la persona cuando ésta se encuentra en el umbral del sueño, y así la inducirá a soñar con lo que vio.
En el film, se propondría una solución al problema que llevaría al usuario a superar sus angustias en un plano inconsciente, traduciendo luego ese estado de ánimo al plano de la realidad.
“Por lo general, las angustias cotidianas como la depresión por la pérdida de un ser querido, un trabajo o una separación se traducen en los sueños como algo más”, cuenta Diego, y utiliza varios ejemplos para graficar el funcionamiento: “Una persona que se separó de su pareja sueña que tiene un tumor y muere, entonces ingresa un dibujo, el ordenador elabora la película y presenta una solución que en este caso sería: El paciente va al médico, se trata y mejora. Eso se traduciría directamente al plano real y la persona podría alcanzar la superación para su estado depresivo”.
En todos los casos, el deseo de superación es imprescindible para lograr el objetivo.
Por su parte, Pamela, fiel a su formación, ve el lado pragmático de la cuestión y apunta a un futuro cercano en el que “cada persona podrá disponer de un ordenador de sueños propio, como hoy cualquiera tiene una notebook”, porque será portátil y de bajo costo.
El desafío inmediato es, de momento, mucho más sencillo. Deben conseguir fondos, o un auspicio al menos, para poder viajar a Buenos Aires en noviembre y participar de la instancia definitoria; viaje que será a la vez su luna de miel ya que el 9 de octubre contraerán matrimonio en Alvear.
“Esperamos conseguir un poco de ayuda porque la mayoría de los trabajos que se presentaron son de universidades o empresas, y el nuestro es individual, sin el patrocinio de nadie”, remarcaron. Texto y fotos: Corresponsalía Sur
Fuente: Los Andes Online
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