Borrando países del mapa: ¿Quién hace que fallen los “Estados fallidos”?
Washington se dedica a destruir una larguísima lista de países
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
“En todo el mundo se
ha propagado un peligroso rumor que podría tener implicaciones
catastróficas. Según la leyenda, el presidente de Irán ha amenazado con
destruir Israel, o, para repetir la cita incorrecta: ‘Debe borrarse a
Israel del mapa’. Contrariamente a la opinión general, esta declaración
nunca se hizo…” (Arash Norouzi, Wiped off The Map: The Rumor of the Century Enero de 2007)
“EE.UU.
ha atacado, directa o indirectamente, a unos 44 países de todo el mundo
desde agosto de 1945, a algunos de ellos muchas veces. El objetivo
confeso de esas intervenciones militares ha sido efectuar un ‘cambio de
régimen’. Los disfraces de “derechos humanos” y “democracia” se evocaron
invariablemente para justificar lo que fueron actos unilaterales e
ilegales”. Profesor Eric Waddell, The United States’ Global Military
Crusade (1945- ), Global Research, febrero de 2007.
“Este
es un memorando [del Pentágono] que describe cómo vamos a eliminar a
siete países en cinco años, comenzando por Irak y luego Siria, Líbano,
Libia, Somalia, Sudán y, para terminar, Irán”. Dije “¿Es confidencial?”
Dijo, “Sí señor”. Dije: “Bueno, no me lo muestre” (General Wesley Clark,
Democracy Now, 2 de marzo de 2007).
* * *
¿Quién está “Borrando países del mapa”, Irán o EE.UU.?
Durante
un período que se denomina eufemísticamente “era de posguerra” –que se
extiende desde 1945 al presente– EE.UU. ha atacado directa o
indirectamente a más de 40 países.
Mientras los dogmas de
la política exterior estadounidense se basan en la “difusión de la
democracia”, el intervencionismo de EE.UU. –a través de medios militares
y operaciones clandestinas– ha llevado a la desestabilización total y a
la partición de naciones soberanas.
La destrucción de
países forma parte de un proyecto imperial estadounidense, un proceso de
dominación global. Además, según fuentes oficiales, EE.UU. tiene un
total de 737 bases militares en países extranjeros (Datos de 2005).
La noción de “Estados fallidos”
El
Consejo Nacional de Inteligencia (NIC), con sede en Washington, en su
informe Global Trends (diciembre de 2012) “predice” que 15 países en
África, Asia y Medio Oriente se convertirán en “Estados fallidos” hasta
2030 debido a su “potencial de conflictos y males medioambientales”.
La
lista de países del informe de 2012 del NIC incluye Afganistán,
Pakistán, Bangladesh, Chad, Níger, Nigeria, Mali, Kenia, Burundi,
Etiopia, Ruanda, Somalia, R.D. Congo, Malawi, Haití, Yemen.
En su
anterior informe de 2005, publicado al principio del segundo período de
Bush, el Consejo Nacional de Inteligencia había predicho que Pakistán
se convertiría en un “Estado fallido” en 2015 “ya que será afectado por
la guerra civil, una talibanización total y la lucha por el control de
sus armas nucleares”.
Pakistán fue comparado con
Yugoslavia que fue despedazada en siete Estados después de una década de
“guerras civiles” patrocinadas por EE.UU.-OTAN.
El
pronóstico del NIC para Pakistán fue el de un “destino parecido a
Yugoslavia” en un “país partido por la guerra civil, el derramamiento de
sangre y rivalidades interprovinciales” (Energy Compass, 2 de marzo de 2005).
Mientras
se dice que los Estados fallidos “sirven de refugio a extremistas
políticos y religiosos” (p. 143), el informe no reconoce el hecho de que
EE.UU. y sus aliados, desde los años setenta, han apoyado de modo
clandestino a organizaciones religiosas extremistas como un medio para
desestabilizar naciones-Estado seculares soberanas. Pakistán y
Afganistán eran Estados seculares en los años setenta.
Un
“estatus de Estado fallido” al estilo de Yugoslavia o Somalia no es el
resultado de divisiones sociales internas, es un objetivo estratégico
implementado mediante operaciones encubiertas y acción militar.
El
Fondo por la Paz, con sede en Washington, cuyo mandato es promover
“seguridad sostenible mediante la investigación”, publica (anualmente)
un “Índice de Estados fallidos” basado en una evaluación de riesgos. 33
países son identificados como “Estados fallidos”.
Según el Fondo por la Paz, los “Estados fallidos” son también objetivos de terroristas vinculados a al Qaida.
“La
clasificación anual de naciones por el Fondo por la Paz/Política
Exterior para señales de problemas de Estados fallidos/frágiles tiene
lugar mientras aumenta la alarma internacional debido al establecimiento
por parte de extremistas vinculados a al Qaida de un refugio basado en
un Estado en el norte de Mali para la expansión yihadista”.
Sobra
decir que no se menciona la historia de al Qaida como un recurso de los
servicios de inteligencia de EE.UU., su papel en la creación de
divisiones faccionarias e inestabilidad en Medio Oriente, Asia Central y
África subsahariana. Las actividades de las unidades yihadistas de al
Qaida en la mayoría de esos países forman parte de un diabólico plan de
inteligencia encubierta.
“Estados más débiles” y “fallidos”: Una amenaza para EE.UU.
Según
el Congreso de EE.UU., usando una lógica retorcida, los “Estados
fallidos más débiles” constituyen una amenaza para la seguridad de
EE.UU. Esto incluye “varias amenazas surgidas de Estados que se
describen diversamente como débiles, frágiles, vulnerables, fallidos,
precarios, fracasados, en crisis o colapsados”.
Mientras la
Guerra Fría concluía a principios de los años noventa, los analistas se
percataron de un entorno emergente de seguridad internacional, en el
cual Estados débiles y fallidos se convirtieron en vehículos del crimen
organizado transnacional, caminos de la proliferación nuclear y puntos
álgidos de conflictos civiles y emergencias humanitarias. Las
potenciales amenazas a la seguridad nacional de EE.UU. que plantean loa
Estados débiles y fallidos se hizo más evidente con el ataque de al
Qaida a EE.UU. del 11 de septiembre de 2001, que Osama bin Laden
organizó desde el refugio asegurado por Afganistán. Los eventos del 11-S
llevaron al presidente George W. Bush a afirmar en la Estrategia
Nacional de Seguridad de EE.UU. de 2002 que “Estados débiles, como
Afganistán, pueden plantear un peligro tan grande para nuestros
intereses nacionales como los Estados fuertes”. (Weak and Failing
States: Evolving Security, Threats and U.S. Policy, informe de CRS al
Congreso de EE.UU., Washington, 2008)
Lo que no es
mencionado en ese informe de CRS al Congreso es que los “puntos álgidos
de crimen organizado y conflicto civil” son el resultado de operaciones
encubiertas de inteligencia de EE.UU.
Está ampliamente
documentado que la economía de la droga afgana, que genera más de un 90%
del suministro mundial de heroína, está vinculada a una operación
multimillonaria de lavado de dinero que involucra a grandes
instituciones financieras. El narcotráfico desde Afganistán, está
protegido por la CIA y las fuerzas de ocupación de EE.UU.-OTAN.
Siria: catalogada “Estado fallido”
Las
atrocidades cometidas contra la población siria por el Ejército Libre
Sirio (ELS) patrocinado por EE.UU.-OTAN crean condiciones que favorecen
la guerra sectaria.
El extremismo sectario favorece la
desintegración de Siria como nación-Estado así como la caída del
gobierno central de Damasco.
El objetivo de política
exterior de Washington es transformar Siria en lo que el Consejo
Nacional de Inteligencia (NIC) llama “Estado fallido”.
El
cambio de régimen implica que se mantenga un gobierno central. A medida
que se desarrolla la crisis siria, la jugada final ya no es “cambio de
régimen” sino la partición y destrucción de Siria como nación-Estado.
La
estrategia de EE.UU.-OTAN-Israel es dividir el país en tres Estados
débiles. Informes recientes en los medios dan a entender que si Bashar
Al Asad “se niega a dimitir”, la alternativa es un Estado fallido como
Somalia.
Un posible “escenario de desintegración” del que
habla la prensa israelí sería la formación de Estados separados e
“independientes” suní, aluí-chií, kurdo y druso.
Según el
general Yair Golan de las FDI [ejército de Israel] “Siria está en guerra
civil, lo que llevará a un Estado fallido y el terrorismo prosperará en
él”. Las Fuerzas de Defensa de Israel analizan actualmente “cómo se
desintegraría Siria”, según el general Golan (Reuters, 31 de mayo de 2012)
“Temo lo peor… el colapso del Estado y que Siria se convierta en una nueva Somalia”.
“Creo que si este problema no se encara correctamente, el peligro es la ‘somalización’ y no la partición: el colapso del Estado y la emergencia de señores de la guerra, milicias, y grupos combatientes”. (Ibíd.)
Lo
que el enviado de la ONU no mencionó es que la desintegración de
Somalia fue deliberada. Formó parte de un plan encubierto militar y de
espionaje de EE.UU., que ahora se aplica a diversos países en Medio
Oriente, África y Asia, que son catalogados “Estados fallidos”.
La pregunta principal es: ¿quién está haciendo fallar los Estados fallidos? ¿Quién los está “eliminando”?
La
desintegración planificada de Siria como Estado soberano forma parte de
un plan integrado militar y de inteligencia regional que incluye a
Líbano, Irán y Pakistán. Según las “predicciones” del Consejo Nacional
de Inteligencia, se piensa que la desintegración de Pakistán ocurrirá
dentro de los próximos tres años.
Michel
Chossudovsky es escritor, profesor emérito de Economía en la
Universidad de Ottawa, fundador y director del Centro de Investigación
sobre la Globalización (CRG), Montreal y editor del sitio en la web
globalresearch.ca. Es autor de The Globalization of Poverty and The New World Order (2003) y de America’s “War on Terrorism”(2005). Su más reciente libro es Towards a World War III Scenario: The Dangers of Nuclear War (2011). También es colaborador de la Encyclopaedia Britannica. Sus escritos han sido publicados en más de veinte idiomas.
Fuente: Rebelion.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario