“Estamos cerca de concluir la negociación por Atucha III”
En una jugosa entrevista, el ministro de Planificación Federal De Vido informó que están avanzando los arreglos de financiamiento con China para la construcción de la nueva central nuclear. “Estamos dando la pelea para que el 70 por ciento de la integración de la planta sea de origen nacional”, soltó el funcionario. Además, aseguró que “es mentira” que Argentina sea un país poco confiable para realizar inversiones.
La agenda del ministro Julio De Vido durante su estadía en Viena fue verdaderamente ajetreada: desde la presentación conjunta con Brasil hasta su exposición ante la asamblea de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), pasando por las reuniones bilaterales con Arabia Saudita, Canadá y Rusia. En un hueco de agenda, recibió a periodistas ante los cuales trazó un balance de este viaje y anunció que ya está todo cerrado para que, en el último trimestre del año, se firme el acuerdo con China que permita la construcción de la cuarta central nuclear argentina.
–¿Qué aspectos resalta de su reciente reunión con los funcionarios de China?
–Estamos cerrando la negociación por el financiamiento de la central nuclear Atucha III y el convenio marco que le daría inicio. Se trata de una obra de alrededor de 5800 millones de dólares en la cual estamos dando la pelea para que el 70 por ciento de la integración de la planta sea de origen nacional. Es decir, parte del financiamiento será para pymes y empresas nacionales. Por otra parte, la quinta central nuclear también será con capital chino y será una obra de 7000 mil millones de dólares.
En una jugosa entrevista, el ministro de Planificación Federal De Vido informó que están avanzando los arreglos de financiamiento con China para la construcción de la nueva central nuclear. “Estamos dando la pelea para que el 70 por ciento de la integración de la planta sea de origen nacional”, soltó el funcionario. Además, aseguró que “es mentira” que Argentina sea un país poco confiable para realizar inversiones.
Julio De Vido, ministro de Planificación Federal. |
La agenda del ministro Julio De Vido durante su estadía en Viena fue verdaderamente ajetreada: desde la presentación conjunta con Brasil hasta su exposición ante la asamblea de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), pasando por las reuniones bilaterales con Arabia Saudita, Canadá y Rusia. En un hueco de agenda, recibió a periodistas ante los cuales trazó un balance de este viaje y anunció que ya está todo cerrado para que, en el último trimestre del año, se firme el acuerdo con China que permita la construcción de la cuarta central nuclear argentina.
–¿Qué aspectos resalta de su reciente reunión con los funcionarios de China?
–Estamos cerrando la negociación por el financiamiento de la central nuclear Atucha III y el convenio marco que le daría inicio. Se trata de una obra de alrededor de 5800 millones de dólares en la cual estamos dando la pelea para que el 70 por ciento de la integración de la planta sea de origen nacional. Es decir, parte del financiamiento será para pymes y empresas nacionales. Por otra parte, la quinta central nuclear también será con capital chino y será una obra de 7000 mil millones de dólares.
–¿Qué evaluación hace de esta visita a Viena?
–El año pasado tuvimos un stand en el que hablábamos de estos convenios, presentamos en sociedad la puesta en criticidad de Atucha II y anunciamos el lanzamiento del Arsat 1. Hoy presentamos proyectos totalmente diferentes, vinculados al desarrollo de la medicina nuclear.
–Tuvo reuniones con representantes de Namibia, Arabia Saudita, Canadá, China y Rusia, y una en conjunto con los países latinoamericanos. ¿Por qué siguen diciendo que Argentina no es un país confiable para invertir?
–Eso es mentira. En la cuarta central nuclear también intervienen los canadienses; estamos trabajando con Rusia en la sexta central. Lo que pasa es que algunos tienen una visión unilateral de las relaciones exteriores y del mundo y piensan solamente en unos pocos países del Norte, que les bajan línea política. La presidenta (Cristina Fernández) y Néstor (Kirchner) han llevado adelante una política plural y abierta en materia de relaciones internacionales, en la que lo único que prima es el interés del país.
Nosotros queremos aliarnos con países para generar procesos de sinergia. Está claro que los chinos hacen negocios vendiendo un reactor y los rusos también, pero nosotros también porque tenemos una política soberana, autónoma con financiamiento externo.
–¿Hay crisis energética?
–Algunos quieren hacer aparecer como crisis algún corte en la distribución cuando hace 50 grados de calor o 10 grados bajo cero, o cuando nevó en Buenos Aires, en 2007. La crisis que sí hubo fue la generada por aquellos que monetizaban las reservas de petróleo y gas en vez de invertir, lo que llevó a la presidenta a recuperar YPF. No existe la crisis energética y lo desmienten los 3000 kilómetros de gasoductos construidos, la inclusión a todo el Noroeste argentino porque no tenían gas y, por supuesto, los 11.200 megavatios incorporados al parque nacional, de los cuales el 25 por ciento son de energías renovables o alternativas.
–¿Qué tan lejos estamos de recuperar el autoabastecimiento?
–Acá no se puede hablar de recuperarlo porque nunca tuvimos autoabastecimiento. Hablar de autoabastecimiento energético, antes de 2003, con el 53 por ciento de personas bajo la línea de pobreza y un 23 por ciento de desocupación, es de una truchez inusitada. Pero con las políticas llevadas a cabo durante estos años y si nos ponemos a producir a full y con excelencia, creo que en el corto plazo Argentina va a tener un autoabastecimiento genuino, inclusivo, con toda la gente consumiendo, sin exportaciones truchas y con el 100 por ciento de la energía generada en la Argentina cualquiera sea su fuente, ocupada en el bienestar de los argentinos a través de la accesibilidad y fundamentalmente teniendo una capacidad industrial que siempre sea demandante de energía.
–A usted se lo ha criticado mucho por las licitaciones en su ministerio, sin embargo, hace poco nos enteramos que el gobierno de la Ciudad contrató directamente a un candidato a diputado con una empresa fantasma…
–Los modelos licitatorios del ministerio tienen absoluta transparencia. Hace pocos días publicamos un listado de contratistas que habla por sí solo y que no fue desmentido. La oposición califica a algunos contratistas con la designación de “capitalismo de amigos” cuando, en realidad, los que están arriba de todo no son amigos-según ellos- y los otros que están abajo sí. Es decir hay un criterio y una vara subjetiva y mal intencionada. Lo de (Fernando) Niembro es un tema que debe ser visto y analizado por la justicia. Cristina, cuando habló del “choripán de oro”, lo definió con una crudeza como sólo ella sabe hacerlo. La verdad es que ser adjudicatario de una contratación directa, si ella está dentro de las normas, no es ni bueno ni malo. Pero cuando se ve que la empresa contratada no tenía empleados ni ninguna instalación, que era un sello, y cuando los dos titulares de la empresa son candidatos de un espacio, entonces no son buenos candidatos. Tienen que rever la lista porque están en problemas.
–¿Tuvo contacto con Scioli para ver cómo podrá continuar la política energética?
–Participé de dos eventos con Daniel, uno en Neuquén y otro en San Juan. No tenemos un contacto cotidiano pero hablamos cuando surge algún tema. El pueblo argentino tiene claro a quién votar y está claro que no todos los candidatos piensan lo mismo en relación con el desarrollo tecnológico y a ciencia aplicada. Y el único que lo plantea con claridad, y además lo puede demostrar y garantizar, es el Frente para la Victoria.
–Trascendió que en un eventual gobierno de Scioli se desdoblaría el Ministerio de Planificación. ¿Cómo lo ve?
–Néstor creó el ministerio porque había que planificar. Como peronista y como militante del FpV, creo que la planificación, como herramienta del Estado, no debe ser desechada. Y el liberalismo y el neoliberalismo plantean que la planificación es perversa para las leyes del mercado. Nosotros creemos que las leyes del mercado aplicadas crudamente son perversas para el desarrollo del Estado y la inclusión social.
Fuente: energiaestrategica.com
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