miércoles, 8 de noviembre de 2017

Por qué Argentina resiste el nuevo pacto contra las bombas nucleares
El tratado fue distinguido con el Nobel de la Paz 2017. Argentina no tiene bombas nucleares, pero igualmente no quiere firmarlo. Los motivos.
por Santiago Montiveros


Cancillería resiste la firma del tratado de prohibición de armas nucleares. (Foto publicada en Infobae)


El 10 de diciembre, la Campaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés) recibirá el premio Nobel de la Paz en Estocolmo, Suecia. Un día después, abrirá la posibilidad de que los países puedan firmar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), paso necesario para que el acuerdo entre en vigencia. Sin embargo, Argentina será el único de América del Sur en no adherir.


"Estoy sorprendida de que Argentina, con 50 años de tradición pro desarme, se resista a firmar el tratado. Las razones técnicas que dan desde Cancillería no se sostienen", dijo a MDZ María Pía Devoto (foto), directora de la ONG Asociación para Políticas Públicas, que se dedica a trabajar en post de la seguridad internacional, e integrante argentina del ICAN. Asimismo, agregó: "Estamos hablando de un tratado que se negoció en la ONU", además de haber sido distinguido con el Nobel de la Paz.

Así y todo, el vicecanciller Carlos Raimondi insiste en que el TPAN entra en conflicto con otro acuerdo antinuclear vigente -el TNP (Tratado de No Proliferación, sancionado en 1968)-, justificando la negativa a adherir. El acuerdo más antiguo establece un sistema de verificación en materia de armamento nuclear en los países que lo integran (todos menos Corea del Norte, Israel, India, Pakistán y Sudán del Sur) y, según el Gobierno de Mauricio Macri, el nuevo tratado pondría en riesgo esto. Sin embargo, desde el ICAN aseguran que es "falaz" y que "ambos planes convivirían".

Argentina es el único país de la región que se negó a firmar el tratado antinuclear del ICAN, distinguido con el Nobel de la Paz. La influencia de Estados Unidos sería clave.

"El Tratado de No Proliferación ha sido exitoso en cierto sentido. De no haber existido, 19 países podrían haber desarrollado la bomba. Argentina y Brasil tenían esa potencialidad. Fue exitoso justamente en la no proliferación, pero en materia de desarme no hubo avances", indicó Devoto, justificando la necesidad de un nuevo pacto que apunte directamente a la prohibición del uso de armas nucleares.

Para los integrantes del ICAN, los argumentos técnicos de Argentina se caen por otro motivo: es el único país de América del Sur que se resiste a firmarlo. Ya lo han hecho Brasil y Chile, y el resto se ha comprometido a adherir este 11 de diciembre. A partir de esto, surgen especulaciones vinculadas a la política y aparece, como lo contó MDZ este domingo, la presión de Estados Unidos, una de las dos potencias mundiales, junto con Rusia, con mayor poderío en armamento nuclear.

El TPAN apunta exclusivamente al armamento y ratifica el derecho a desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.

"El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares hace a la arquitectura del desarme nuclear y se plantea incluso un respeto por las estructuras actuales, como el Tratado de No Proliferación, y las salvaguardas del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica). En este punto, confirma que la mayoría de los Estados mantendrán como mínimo las salvaguardias actuales y las negociará si no las tiene", continuó Devoto, la "pata" argentina del Nobel de la Paz. 

Dos posibles causas del rechazo

Como el TPAN es un plan que apunta a la prohibición del uso de armas nucleares, Estados Unidos, país que almacena la mayor cantidad de bombas atómicas, no adherirá. Sin embargo, incluso sin la firma del Gobierno de Donald Trump, el tratado igualmente podría entrar en vigencia si consigue que 50 países firmen y ratifiquen la decisión en sus respectivos parlamentos. Por lo tanto, EEUU intentará influir en la mayor cantidad de países posibles y hay quienes especulan que Argentina es uno de ellos.

La ICAN es una coalición integrada por 468 organizaciones no gubernamentales de 101 países que trabaja en todo el mundo y que tiene su sede central en Ginebra.

Esto se da en un contexto particular, donde el Gobierno de Macri intenta recomponer relaciones con norteamérica después de un enfriamiento de 12 años. Eso explicaría por qué es el único aliado de EEUU en no querer firmar el TPAN: ni siquiera Colombia, histórico socio de Estados Unidos, rechazó el pacto que propone el ICAN.

De todos modos, hay más especulaciones que tienen vinculación con la diplomacia internacional. En 2020, y como ocurre cada cinco años, se realizará la Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación y uno de los candidatos para presidir este evento de relevancia mundial es el embajador argentino en Austria, Rafael Grossi. En tal sentido, la postura negativa de Argentina sobre el TPAN estaría atada a la candidatura de Grossi.

¿Qué efectos pragmáticos tendría el tratado de prohibición?

"Cuando adhieren al tratado muchos países, los otros quedan aislados y les hacés más costoso sostener su postura. Esto no quiere decir que Estados Unidos y Rusia van a desmantelar su arsenal nuclear en el corto plazo, pero sí se puede generar un movimiento donde ambas naciones queden aisladas", recumió Devoto el espíritu del TPAN, que podría impedir a través de la estigmatización el uso de armas nucleares incluso en países que no adhieran.



Fuente: MDZ Online

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