sábado, 27 de enero de 2018

El Google Lunar X Prize se cancela sin haber llegado a la Luna
por Daniel Marín



Era de esperar, pero no por ello deja de ser un jarro de agua fría: el Google Lunar X Prize se cancela sin que nadie haya logrado hacerse con el premio. Después de una década de infructuosos intentos por conseguir que la iniciativa privada alcance la superficie de la Luna, el premio queda desierto. Y se cancela justo cuando algunos de los cinco finalistas tenían alguna oportunidad de conseguirlo. Pero Google se ha cansado y ha cerrado el grifo (de dinero, se entiende). El Google Lunar X Prize nació en septiembre de 2007 para incentivar la exploración espacial ofreciendo veinte millones de dólares al primero que posase una nave sobre la superficie lunar que fuera capaz de desplazarse y transmitir imágenes de la superficie, así como otros diez millones para los que quedasen en segundo lugar o consiguiesen determinados logros. La iniciativa era una continuación del afamado Ansari X Prize que ayudó al desarrollo del avión suborbital Space Ship One en 2004.


Adiós, fue bonito mientras duró (Google Lunar X Prize).

Desde un principio era evidente que la cuantía del premio era insuficiente para compensar los gastos de una misión de este tipo. Aterrizar en la Luna, y encima moverse por ella, es un reto que requiere mucho más de treinta millones de dólares si queremos intentarlo con un mínimo de seguridad (trescientos millones es una cifra más adecuada). Por este motivo no es de extrañar que los escépticos ante la viabilidad de la iniciativa fuesen legión (hace una década ya predije que este premio no iba a ir a ningún lado y, desgraciadamente, el tiempo me ha dado la razón). Obviamente, varios de los equipos candidatos al premio han participado por motivos no económicos tales como prestigio o proyección internacional, pero otros sí que contaban con el premio para sanear sus cuentas en el caso de llegar a la Luna. Inicialmente la fecha límite se situó en 2012, pero en vista de que ningún candidato estaba ni remotamente cerca para entonces se decidió ir ampliando el plazo progresivamente, primero a 2014 y luego a 2015. Mientras tanto, en 2013 China se adelantó al Google Lunar X Prize con el aterrizaje de la sonda Chang’e 3 y su rover Yutu.

Al final se puso como límite el 31 de diciembre de 2017. El año pasado se eligieron cinco finalistas entre los 16 equipos que aspiraban al premio: SpaceIL, Moon Express, Synergy Moon, Team Indus y Hakuto. Teniendo en cuenta que el rover japonés Hakuto debía viajar con la sonda de Team Indus y que la propuesta de SpaceIL ha pasado por serias dificultades económicas (el equipo Synergy Moon prácticamente no ofreció detalles técnicos de su propuesta y quedó fuera de los análisis), los claros favoritos eran Team Indus (India) y Moon Express (EEUU). A pesar de que se exigió a los participantes haber firmado un contrato de lanzamiento para seguir en el juego, a mediados del año pasado ya era evidente que ninguno de los cinco lo iba a conseguir antes del límite, así que la fecha se aplazó una vez más, hasta marzo de 2018.


La sonda MX-1E de Moon Express camino de la Luna (Moon Express).

Pero ni por esas. Ninguno de los cinco equipos va a estar listo para marzo, por lo que Google Lunar X Prize ha tirado la toalla y ha declarado el premio desierto. Eso sí, en el camino ha gastado cerca de seis millones de dólares para premiar a los equipos más aventajados. Y este último dato quizás sea una pista de por qué el premio ha desaparecido justo ahora que los finalistas estaban relativamente cerca de llegar a la Luna. Y es que el Google Lunar X Prize ha necesitado una inyección anual de dinero nada desdeñable por parte de Google, así que es posible que la todopoderosa empresa se haya cansado de invertir sin obtener resultados. O quizás alguien dentro de Google haya decidido que sería una mala imagen asociar su nombre a un fracaso. Desarrollar sondas lunares es muy cool, pero cuando se estrellan la cosa cambia.


La sonda del equipo israelí SpaceIL (SpaceIL).

¿Y ahora? Team Indus ya ha anunciado que cancela el contrato firmado con Antrix —la empresa encargada de comercializar el cohete PSLV indio— en 2016. Esto significa el adiós al que probablemente era el candidato favorito entre los cinco finalistas. Las buenas noticias son que Moon Express —para los que el premio siempre fue un mero incentivo y no un objetivo en sí mismo— parece que sigue adelante, aunque veremos qué pasa en los próximos meses (Moon Express usará el lanzador Electron). Por supuesto, siempre cabe la posibilidad de que algún nuevo inversor quiera hacerse cargo de los gastos del Google Lunar X Prize (¿qué tal un Amazon Lunar X Prize?) y que retome la iniciativa.


Sonda HHK1 de Team Indus que debía llevar el rover indio y el japonés (Hakuto) a la Luna (Team Indus).

No obstante, no todo ha sido en vano. En estos diez años los equipos y empresas participantes han conseguido atraer cerca de trescientos millones en inversiones y han creado cientos de puestos de trabajo, además de inspirar a muchos jóvenes. Y en el proceso el Google Lunar X Prize ha demostrado que alcanzar la Luna es difícil. En los años 90 el programa de la NASA de sondas Discovery de bajo coste con el lema cheaper, faster, better ya descubrió los límites del cheaper. Veinte años después el Google Lunar X Prize lo ha vuelto a descubrir.



Fuente:  danielmarin.naukas.com

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