Agronegocios
Los cultivos no tradicionales ganan terreno en la agricultura
Se cultivan productos atípicos o en zonas no habituales en busca de mayor rentabilidad.
domingo, 02 de mayo de 2010
La agricultura en Mendoza busca variantes para sobrevivir y con ese objetivo apuesta por zonas y cultivos no tradicionales con la idea de diversificar riesgos, sumar valor agregado y ser más competitivos. A continuación cinco historias de productores de la provincia que se lanzaron en nuevas experiencias.
Pistachos
Mercedes Díaz es la responsable de uno los nuevos cultivos que despuntan en Mendoza. "El cultivo de pistacho surgió de la búsqueda de alternativas que pudieran abrir nuevos nichos comerciales. En 1994 pusimos plantines que llegaron de California a raíz desnuda, de las variedades Kerman y Peters. Plantamos 6 hectáreas y más adelante otras 4 hectáreas. Estas se desarrollaron desde plantines que nosotros mismos desarrollamos a partir de semillas de pie traídas de California y yemas de la plantación original. Actualmente las primeras 6 hectáreas están en producción dando un rinde de 1.800 kilos de pistacho seco y listo para consumo".
El pistacho es un fruto seco muy apreciado en todo el mundo, en nuestro país desde hace pocos años empezó a difundirse. Los principales países productores son: Irán, EEUU, Turquia, Siria, China e Italia, entre otros.
Díaz, indicó que uno de los principales mercados y a donde se destina la producción es Buenos Aires y otras provincias.
"Los desafíos que se nos plantean a futuro son: sostener el estándar de calidad, tender a que la producción sea lo más natural e inocua para el medio ambiente y expandir el mercado a nuevos clientes que aprecien nuestras características particulares", dijo Mercedes Díaz.
Las inversiones de la empresa durante el 2010 estarán destinadas a tecnificar la producción de pistacho y "expandirnos en la producción de vinos de alta gama con uvas de la misma finca. La degustación de los vinos en compañía de un fruto seco como el pistacho, resulta de un atractivo especial que merece ser probado", enfatizó la ingeniera agrónoma.
Nogales
Aunque no es una zona tradicional de cultivo de Nogales, Esteban Zapata, logró diversificar sus cultivos y encontrar una alternativa a las desavenencias del mercado. En Cuadro Benegas, San Rafael, cultiva 13 hectáreas de nogales a producción completa.
"La idea de plantar nogales surge buscando alguna actividad que sea rentable donde uno no depende un producto perecedero que tiene que entregar sí o sí a los industriales. Esta es una producción que se puede manejar y se puede comercializar durante todo el año siempre que se encuentre guardada en un lugar fresco y ventilado. En definitiva, el nogal me dio la posibilidad como productor de defenderme", comentó Zapata.
El proyecto comenzó en el 2000 cuando se asesoró con gente del INTA en Tupungato. San Rafael, según describe Zapata, cuenta con un excelente suelo en donde la planta de nogal se adapta fácilmente, aunque uno de los problemas que tiene que enfrentar son las severas tormentas de granizo.
Zapata cuenta en su propiedad con un galpón acondicionado especialmente para el desarrollo de la actividad. Él realiza la cosecha y luego manualmente hacen la selección de las nueces de acuerdo al calibre, su calidad y los mercados a los cuales destina la producción.
Avellanas y castaños
No es un cultivo habitual de la provincia, pero dentro de las 730 hectáreas del proyecto global de Du Monceau, un belga asentado en Francia que buscaba un lugar en la Argentina para radicarse e iniciar un proyecto productivo que incluía sobre todo la construcción de una bodega, tiene su importancia.
"Dentro del proyecto de la finca tenemos superficie con viñedos, manzanos, perales, durazneros, cerezos, nogales, avellanos y castaños. El 100% de la producción es procesada dentro del establecimiento, ya que contamos con una bodega, galpón de empaque y frigorífico.
Además se complementa todo el paquete productivo con un restaurante en donde se sirven truchas producidas en la propiedad, cancha de golf y tenis. No buscamos algo netamente productivo sino más bien un proyecto productivo-turístico", afirma Gonzalo Squizzato, responsable técnico de Frutsur SA.
Hoy la finca de Du Monceau está en un plan de reconversión, ya que el total de la producción de nueces que se obtenía era en su mayoría criollas. En estos momentos, esos nogales fueron injertados con variedades más adaptadas a las exigencias del mercado exterior como la Chandler. "Además contamos con la variedad Franquette que también la estamos reconvirtiendo a Chandler, buscando siempre especies con mayor rendimiento en mariposas y de mejor calidad", dijo Squizzato.
"La producción de frutos secos hasta el momento están siendo comercializados en el mercado interno, pero ya se está estudiando para esta campaña abrir mercados como Francia y Italia principalmente. En cuanto a las avellanas y castañas también están dentro del plan de reconversión, estamos aumentando en un 100% la superficie de avellanos con variedades más aptas para nuestra zona, con mayor tamaño y con características de doble propósito", continuó.
Cerezas primicias
En 1998 la empresa Río Alhama SA comenzó a probar con el desarrollo de cerezas primicias en la zona Este, en el distrito de Ingeniero Giagnoni. Han implantado distintos tipos de variedades, con las cuales han tenido diferentes resultados. Lo cierto es que de lograr el objetivo propuesto de tener en producción cerezas primicias, el precio pagado al productor por esta fruta es mucho mayor cuanto más temprano se está en el mercado.
Si bien, con las primeras plantas los resultados no fueron tan esperanzadores, hace tres cosechas se decidió injertarlas con nuevas variedades y las perspectivas empezaron a ser mucho mejores.
El principal problema para estas plantas, que para que su rendimiento sea el adecuado tiene que cumplir con un promedio, dependiendo de la variedad, de entre 400 y 1.500 horas de frío para romper la "dormancia o latencia" de las yemas para que su ciclo vegetativo sea correcto.
"En el Este es un ecuación que se encuentra en el límite" sostienen algunos empresarios. No obstante, de lograrse un gran desarrollo de cerezas en esta zona, este sería mucho más rentable que donde se desarrolla actualmente, ya que el precio de la tierra es muy alto por la presión que ejerce en la demanda la vitivinicultura.
Alcaparras
Su origen es milenario y se cree que los árabes las extendieron principalmente por España e Italia. Su nombre está relacionado a platos exóticos y su cultivo en Argentina recién está despuntado. En el distrito de Medrano, en Rivadavia y Junín, ya existen dos productores que están pujando por el desarrollo de la zona asociado a las alcaparras.
"Comenzamos en 2006 buscando una alternativa de diversificación a los tradicionales cultivos, como es la vid. Investigamos junto con la gente del INTA y decidimos plantar este cultivo todo terreno", comentó Fernando Sáez, quien junto con Hortensia "Tenchi" Espínola, tienen 1 hectárea con alcaparras, que planean este año expandir a 5 hectáreas.
Ambos agricultores están produciendo en un establecimiento que se encuentra en la misma zona y está realizando los trámites para fraccionar las alcaparras ellos mismo. "De esta forma nos acercamos directamente al productor. Esta ha sido la primera cosecha que hemos tenido, aunque el año que viene tenemos perspectivas de que sea superior", cuenta Sáez.
Cada planta tiene un rendimiento promedio que se encuentra entre los 4 a 6 kilos. El fraccionamiento se hace en envases de 100 gramos. María Soledad González - Especial para Los Andes
Desarrollo territorial
La superficie total cultivada con hortalizas en Mendoza oscila entre 38.000 y 43.000 hectáreas. Las zonas del Cinturón Verde (Maipú, Guaymallén y Luján de Cuyo) y Valle de Uco (Tunuyán, Tupungato y San Carlos) concentra el 67 % del total de hectáreas implantadas.
La diversidad de especies hortícolas en Mendoza llega a más de 40. Entre las principales se encuentran el ajo, papa, zapallo y tomate para industria, que representan el 69% del total.
El Valle de Uco y luego el Norte y Sur ofrecen zonas excelentes para la producción de hortalizas pesadas como: papa, zapallo, ajo, zanahoria, batata y cebolla. En tanto, el cinturón hortícola de Maipú, Guaymallén y Luján ofrece una gran diversidad de hortalizas de hoja y verdeos en general.
Entre las especies más populares se encuentran: acelga, achicoria, alcaucil, apio, berenjena, berro, brócoli, cebolla de verdeo, coliflor, chaucha, endibias, escarola, espinaca, frutillas, habas, hinojo, perejil, pimiento, poroto, puerros, remolacha, repollo, repollitos de Bruselas, zapallo del tronco, zapallo Italiano y tomate redondo.
Mendoza es una importante productora de fruta, es especial de carozo como durazno, damasco, cereza y ciruela (en fresco y de industria). La superficie implantada alcanza a alrededor de 38.000 hectáreas.
En frutales de pepita, manzana y pera, la provincia alcanza las 10.500 hectáreas constituyéndose en la segunda productora de pera a nivel nacional, pero con un volumen mucho menor al de Río Negro. En manzana, ocupa el tercer lugar a nivel nacional. Además la provincia cuenta con 14.600 hectáreas de olivo.
Fuente: Los Andes Online
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