Ocho soldados estadounidenses y cinco civiles murieron en ataques en el sur de Afganistán, dijeron autoridades el miércoles, en momentos en que el Talibán responde a los intentos por desarticularlo.
Un atacante suicida estrelló un automóvil cargado de explosivos contra la entrada del cuartel de la Policía Nacional Afgana de Orden Civil en Kandahar la noche del martes, y luego otros insurgentes atacaron con armas automáticas y lanzacohetes, dijo la OTAN en un comunicado.
Los policías y soldados internacionales repelieron el avance de los insurgentes, pero tres soldados estadounidenses y cinco empleados civiles murieron, indicó la Organización del Tratado del Atlántico Norte. El funcionario provincial Zulmi Ayubi confirmó la muerte de un agente afgano, aunque no estaba claro si era de la policía de Kandahar o de la fuerza nacional, un cuerpo de elite.
El Talibán se adjudicó el ataque a través de su vocero Qari Yusef Ahmadi, quien llamó a los periodistas el miércoles. El grupo, que suele exagerar el impacto de sus ataques, dijo que 13 militares extranjeros y ocho efectivos afganos habían muerto.
La unidad especial de policía, conocida como ANCOP, había sido enviada recientemente a Kandahar para establecer puntos de control conjuntos con las fuerzas internacionales con el fin de tratar de asegurar la mayor ciudad del sur, cuna espiritual del Talibán.
Los cinco civiles muertos eran tres traductores afganos y dos guardias de seguridad, dijo el jefe de la policía provincial, Sardar Mohammad Zazai.
Efectivos de la OTAN y afganos están operando en otras partes de la provincia de Kandahar para presionar a los insurgentes en áreas rurales. La estrategia busca mejorar la seguridad con una mayor cantidad de policías y soldados, y mejor entrenados, para que pueda establecerse un gobierno sólido y puedan avanzar proyectos de desarrollo que ganen la lealtad de los afganos.
El Talibán ha respondido con una serie de ataques suicidas y explosiones, que hicieron del mes pasado el más mortífero para las tropas internacionales en la guerra de casi nueve años.
El miércoles, otros cuatro soldados estadounidenses murieron al estallar una bomba al paso de su caravana en el sur, mientras que un quinto falleció el mismo día por heridas recibidas en un combate.
En lo que va de julio, 45 soldados extranjeros han muerto en Afganistán, 33 de ellos estadounidenses.
Fuente: Rebelion.org
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