miércoles, 14 de julio de 2010

Medio ambiente

Mendoza tiene un plan para proteger los bosques nativos

La Nación aprobó cinco proyectos que tendrán financiamiento de casi un millón y medio de pesos. Buscan poner en valor el algarrobo y otras especies nativas. La ley.

miércoles, 14 de julio de 2010

Mendoza tiene un plan para proteger los bosques  nativos
El plan en los bosques Telteca de Lavalle es reemplazar la cría de cabras por la de guanaco. (Los Andes)

De los 33 millones de hectáreas de bosques nativos que se extienden sobre el territorio argentino, menos de 0,6 por ciento pertenece a Mendoza.

Aquí, las investigaciones realizadas por un grupo de especialistas de diversas disciplinas, muestran que la provincia cuenta con zonas boscosas, pese a la industrialización que en el siglo pasado arrasó con buena parte del algarrobo.

Por eso ahora, frente a un franco proceso de deterioro del suelo, el objetivo es conservar, proteger y multiplicar los ejemplares típicos de esta tierra.

En el último inventario de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, cuyas estadísticas datan de 2002, aparece que en la provincia no se registran bosques nativos.

Sin embargo, los últimos estudios llevados adelante por un equipo interdisciplinario de la Dirección de Recursos Naturales y distintos organismos del Conicet (Iadiza y Ianiglia), revelan que en nuestro territorio perduran al menos dos millones treinta mil hectáreas de terrenos boscosos.

De hecho, por primera vez, la preservación de los árboles típicos de Mendoza, como el algarrobo (que predomina en un 95 por ciento), el maitén, el chacay y el luma (éstos últimos localizados el pie de la cordillera de los Andes) fue motivo de una compleja investigación científica que incluyó salidas al campo, mapeos satelitales y análisis socio-productivos de cada zona.

Así, las primeras conclusiones permitieron delimitar y clasificar los lugares que requieren de mayor protección, de acuerdo a su biodiversidad y al nivel de intervención del hombre. Proteger esta parte de la vegetación local es fundamental para los mendocinos.

Ocurre que las especies que quedaron casi extinguidas por la mano del hombre son justamente un componente clave del medio ambiente local. Sin ir más lejos, la existencia del algarrobo permite que las aves, como el siete cuchillos y distintas especies de roedores autóctonos, puedan sobrevivir en lo agreste del clima.

Las reservas Telteca y Ñacuñán, así como la desembocadura del río Atuel y el borde del río Salado, constituyen las áreas que requieren de mayor protección. En tanto, sobre los departamentos del Este se extiende la franja de mayor potencial agrícola y donde es posible la explotación forestal.

A diferencia de otras provincias, Mendoza debió sumar una variable más -la desertificación- para poder obtener su primer mapa de bosques. Por otra parte, la metodología de trabajo incluyó la clasificación de las distintas regiones por colores: rojo, amarillo y verde, de acuerdo al nivel de riesgo ambiental de cada lugar.

Tal como lo establece la ley nacional 26.331, aprobada en 2007, también se estipuló un plan de presupuestos para la protección de los bosques nativos en todo el país. Por eso, en el marco del Plan de Protección de Bosques Nativos y su Biodiversidad, meses atrás el Gobierno nacional realizó una convocatoria para que las provincias enviaran sus propuestas de investigación y así poder financiarlas.

De los seis proyectos locales, cinco tuvieron aceptación y serán efectuados con una inversión de un millón 400 mil pesos, provenientes del Banco Mundial. A cambio, Mendoza invertirá recursos humanos y materiales para llegar a cada uno de los lugares a proteger. “Lo que cada provincia pueda aportar es clave para redefinir el futuro de los bosques de cada lugar”, explicó Esteban Guido, director del programa a nivel nacional.

Según aclaró Daniel Gómez, director de Recursos Naturales de la Provincia, la puesta en marcha de cada uno de los planes será paulatina. Tres de las cinco propuestas de estudio que ahora podrán efectuarse gracias a este dinero, fueron presentadas por esta área.

Los proyectos

Bosques relictuales. El primero de los proyectos consiste en poner en valor a los bosques pequeños que se ubican al pie de la cordillera. El objetivo de este trabajo, que contará con el apoyo de la UNCuyo, es lograr obtener un inventario de los ejemplares de chacay (Discaris trinervis), luma (Escalonia mirtoidea) y maitén (Maytenus boaria); todas especies autóctonas.

“Se trata de superficies que quedaron reducidas por la tala indiscriminada, por eso queremos recuperarlos”, aseguró Mariano Bouguet, jefe del Departamento de Flora Nativa de la Dirección de Recursos Naturales Renovables. La educación ambiental también será uno de los ejes de este proyecto.

Algarrobales de La Paz. Este estudio estará a cargo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianiglia), del CCT Mendoza. En líneas generales propone abordar los bosques del delta del Tunuyán y así adecuarlos a los intereses de los pobladores de la zona y su historia. Se contempla además una fase experimental para desarrollar técnicas de poda y rebrote.

Por primera vez, en manuales. El tercero de los proyectos aprobados por la Nación será ejecutado por el Programa Provincial de Educación Ambiental y la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Lo que se quiere lograr con esta iniciativa es elaborar un manual y un afiche destinados a promover la conciencia ambiental entre la población.

Así, lo contenidos estarán focalizados a difundir prácticas responsables en el manejo de los bosques nativos. El material incluirá el desarrollo de contenidos científicos, con un lenguaje pedagógico para difundirlo en las escuelas primarias y secundarias. “Queremos que se incluyan fotos, que se explique la historia y la clasificación de cada especie autóctona”, aclaró Bourguet.

Hacia la recuperación. El cuarto proyecto apunta a la conservación y reforestación de los bosques nativos de algarrobo dulce, así como la recuperación del ecosistema en la localidad de Tres Cruces (Lavalle).

Según quedó expresado en la propuesta que fue enviada a la Nación, la conservación del bosque nativo implicará incluso, la clausura de las áreas boscosas mediante la instalación de boyeros eléctricos, mientras que para la recuperación de los ejemplares se construirá un vivero que permitirá obtener plantines.

Animales nativos vs exóticos. Este plan, que está a cargo del Departamento de Áreas Protegidas de la Provincia, incluye un trabajo de reconversión ganadera en la zona de los bosques Telteca, en Lavalle.

“Allí es necesario cuantificar los problemas que se generan a partir de la cría de cabras y ver si es factible reemplazar este tipo de ganado por guanacos, que sí son autóctonos”, expresó Bourguet. Con este proyecto se busca generar y recuperar la capacidad de regeneración del bosque así como enseñar a los pobladores a explotar otras alternativas de uso sustentable. Zulema Usach - zusach@losandes.com.ar

Una ley provincial

En coincidencia con la ley nacional que tiende a la preservación y protección de los bosques nativos, Mendoza cuenta con un proyecto que ya tiene media sanción de Diputados y espera ser tratado por la Cámara de Senadores.

En líneas generales la propuesta, que fue elaborada por un grupo de más de veinte especialistas y presentada luego por la Dirección de Recursos Naturales Renovables, establece la recuperación de los bosques autóctonos así como la ampliación de la superficie cubierta por las especies típicas.

Además de las categorías de clasificación, de acuerdo al nivel de vulnerabilidad de cada área, la ley estipula un plan de manejo que dependerá de las características poblacionales y biológicas de cada región.

También se establece un régimen de sanciones para quienes ataquen a las especies arbóreas típicas.

En detalle

Total relevado hasta la fecha. 2.030.000 hectáreas

Categorías de conservación.

Zonas en rojo. 82.613 hectáreas. Protección total. Se permite explotar el recurso. Incluye la reserva Telteca (hacia el este y hacia el sur), la reserva Ñacuñán, la desembocadura del río Atuel en Alvear y el borde del río Salado.

Zonas en amarillo. 1.800.595 hectáreas. Se permite un uso sustentable con control. Incluye el tercio este de la provincia hacia San Luis, donde se registran distintas manchas de bosques.

Zonas en verde. 150.980 hectáreas. Superficies factibles de ser explotadas. Se extienden en los oasis del Este, en La Paz y Santa Rosa, donde se registra un alto potencial agrícola.

Fuente: Los Andes Online

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