29 de Enero de 2011
Mientras continúa el caos en Egipto, Mubarak anuncia un gabinete con "gente nueva"
El presidente egipcio, apareció finalmente en la televisión nacional, diciendo que entendía el "sufrimiento de la gente" y prometiendo diálogo con el objetivo de democratización en Egipto y luchar contra la pobreza. En tanto los disturbios continuaron en las principales ciudades del país africano. Mubarak justificó el aparato represivo.
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, apareció finalmente en la televisión nacional, diciendo que entendía el "sufrimiento de la gente" y prometiendo diálogo con el objetivo de democratización en Egipto y luchar contra la pobreza, según informó ayer a última hora la agencia de noticias Afrol News
Hosni Mubarak, de 83 años de edad, y pareciendo muy seguro de sí mismo en una aparición pública histórica y largamente esperada, se disculpó por el uso de la fuerza en las protestas masivas que se han vivido en todo el país en los últimos días. Sin embargo, advirtió también contra "el caos, la destrucción y el saqueo" a raíz de las protestas.
Mubarak instó a un diálogo nacional para poner fin al conflicto durante las protestas. Y reconoció los problemas relativos a la falta de libertad de expresión, así como los amplios niveles de corrupción y la pobreza, pidiendo un diálogo para abordar estos problemas.
Mientras que el presidente Mubarak dejó en claro que se mantendrá en el poder y "asegurará la seguridad de los egipcios", también anunció la histórica renuncia del todo el gobierno. Haciendo al actual gabinete, en su mayoría, responsable del "sufrimiento" en Egipto, prometió anunciar el sábado un nuevo gobierno, con "gente nueva".
Pero también indicó que eran precisamente las "libertades" que había permitido a los egipcios durante los últimos años las que eran las responsables del "caos" que está viviendo actualmente en el país. La línea entre la libertad y el caos está definida, señaló.
El discurso, que estaba previsto para ser emitido cinco horas antes, llegó mientras se extendían los rumores de que el presidente había abandonado el país. Fuentes de información del Aeropuerto de El Cairo habían confirmado poco antes que varios aviones privados habían abandonado el país en medio de fuertes medidas de seguridad.
En el momento del discurso, numerosos manifestantes seguían controlando las calles de El Cairo, Alejandría, Suez, y otras ciudades, cuando se hicieron inmediatamente conscientes de que el presidente Mubarak aparecía en todas las emisoras de radio y televisión en Egipto. Por un momento, las calles de El Cairo volvieron a la calma.
Pero a medida que finalizaba el discurso, la multitud empezó a gritar y cantar de nuevo contra el presidente. "Abajo, abajo Mubarak", ha sido el lema, cada vez más y más fuerte. El mensaje presidencial, al parecer, no causó mucha impresión. Por el contrario, echó por la borda la ilusión de que Mubaraj había abandonado el país.
Su promesa de destituir al gobierno no causó una gran impresión entre la multitud, dado que se conoce muy bien que es el propio presidente Mubarak quien controla todos el poder en el país. Por lo tanto, no hay ninguna señal de que la aparición de Mubarak va a aliviar la presión popular contra su figura.
Hosni Mubarak, de 83 años de edad, y pareciendo muy seguro de sí mismo en una aparición pública histórica y largamente esperada, se disculpó por el uso de la fuerza en las protestas masivas que se han vivido en todo el país en los últimos días. Sin embargo, advirtió también contra "el caos, la destrucción y el saqueo" a raíz de las protestas.
Mubarak instó a un diálogo nacional para poner fin al conflicto durante las protestas. Y reconoció los problemas relativos a la falta de libertad de expresión, así como los amplios niveles de corrupción y la pobreza, pidiendo un diálogo para abordar estos problemas.
Mientras que el presidente Mubarak dejó en claro que se mantendrá en el poder y "asegurará la seguridad de los egipcios", también anunció la histórica renuncia del todo el gobierno. Haciendo al actual gabinete, en su mayoría, responsable del "sufrimiento" en Egipto, prometió anunciar el sábado un nuevo gobierno, con "gente nueva".
Pero también indicó que eran precisamente las "libertades" que había permitido a los egipcios durante los últimos años las que eran las responsables del "caos" que está viviendo actualmente en el país. La línea entre la libertad y el caos está definida, señaló.
El discurso, que estaba previsto para ser emitido cinco horas antes, llegó mientras se extendían los rumores de que el presidente había abandonado el país. Fuentes de información del Aeropuerto de El Cairo habían confirmado poco antes que varios aviones privados habían abandonado el país en medio de fuertes medidas de seguridad.
En el momento del discurso, numerosos manifestantes seguían controlando las calles de El Cairo, Alejandría, Suez, y otras ciudades, cuando se hicieron inmediatamente conscientes de que el presidente Mubarak aparecía en todas las emisoras de radio y televisión en Egipto. Por un momento, las calles de El Cairo volvieron a la calma.
Pero a medida que finalizaba el discurso, la multitud empezó a gritar y cantar de nuevo contra el presidente. "Abajo, abajo Mubarak", ha sido el lema, cada vez más y más fuerte. El mensaje presidencial, al parecer, no causó mucha impresión. Por el contrario, echó por la borda la ilusión de que Mubaraj había abandonado el país.
Su promesa de destituir al gobierno no causó una gran impresión entre la multitud, dado que se conoce muy bien que es el propio presidente Mubarak quien controla todos el poder en el país. Por lo tanto, no hay ninguna señal de que la aparición de Mubarak va a aliviar la presión popular contra su figura.
Fuente: MDZ Online
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