Ni euros ni dólares: yuanes
China pretende que el yuan sea una divisa internacional. ¿La moneda del futuro?
lunes, 17 de enero de 2011
China gana poder y quiere que sus yuanes sean moneda internacional, como el dólar. |
Allison Jakcson-AFP
China pretende que el yuan sea una divisa internacional, pero esa estrategia de largo plazo deja sin respuesta el reclamo de Estados Unidos para que reevalúe rápidamente su moneda, afirmaron analistas, a pocas horas de la llegada del presidente Hu Jintao a Washington.
El gobierno del presidente Barack Obama y los legisladores norteamericanos consideran que la infravaloración del yuan es en parte responsable del déficit comercial de Estados Unidos con China, que tan sólo en noviembre fue de 25.600 millones de dólares.
China replica que ese desnivel de los intercambios se debe a la división internacional del trabajo y a las restricciones que Estados Unidos impone a la exportación de tecnologías de punta.
Bajo la presión conjugada de Estados Unidos, de la Unión Europea (UE) y de otros países emergentes (como Brasil), China autorizó en junio pasado un pequeño margen de fluctuación del yuan, que desde entonces se valorizó en un 3,6% frente al dólar (1,1% en el último mes).
"China quiere restar validez a las acusaciones de sobrevaloración del yuan", dijo Alistair Thornton (de IHS Global Insight).
Pero por otro lado, "los pasos hacia una internacionalización del renminbi (nombre oficial del yuan) y una liberalización de la cuenta de capitales han sido pensadas largamente y se han ido aplicando gradualmente a lo largo de estos últimos años", agregó.
Las restricciones actuales a los movimientos de capitales le permiten a China, segunda economía mundial, protegerse de retiros bruscos de fondos de inversores extranjeros.
"Los objetivos de la liberalización, el primero de los cuales es promover el yuan como divisa internacional, es mucho más importante que cualquier tentativa de apaciguar las tensiones antes de una visita" como la que el presidente Hu se apresta a hacer a Estados Unidos, prosiguió Thornton.
Pekín ya dio varios pasos en la dirección de la internacionalización del yuan.
A fines del año pasado, autorizó a los exportadores chinos a conservar sus divisas para efectuar sus operaciones en el extranjero. Y la semana pasada, los autorizó a usarlas para invertir fuera del país.
Las autoridades chinas emitieron obligaciones en yuanes en la Bolsa de Hong Kong y el Bank of China propone operaciones en yuanes a sus clientes de Nueva York. Varias firmas extranjeras fueron autorizadas a participar en el mercado de obligaciones chino.
"Esas iniciativas son parte de una estrategia amplia para alentar el uso internacional del renminbi y no están estrechamente vinculadas a la visita de Hu", opinó Mark Wiliams, analista de la firma londinense de estudios Capital Economics.
Un proyecto piloto permite a los residentes de la activa ciudad comercial de Wenzhou (este) invertir hasta 200 millones de dólares por año y por persona en el exterior.
Qu Hongbin, economista del banco HSBC, ve en esta medida una "señal anunciadora de la convertibilidad del yuan en los mercados de capitales".
"La internacionalización del yuan ha avanzado rápidamente", considera Xu Mingqi de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai.
Hu Jintao, en respuestas escritas divulgadas el domingo por The Washington Post y The Wall Street Journal, afirmó que deberá pasar mucho tiempo antes de que el yuan tenga el mismo peso que el dólar o el euro, aunque sostuvo que el actual sistema monetario mundial es un "producto del pasado".
Las medidas de Pekín no parecen de todos modos apaciguar a los legisladores norteamericanos, dado que tres senadores demócratas presentarán este lunes -víspera de la llegada de Hu- un proyecto de ley que pretende "responder con vigor a las distorsiones monetarias con un impacto negativo e injusto en el comercio" internacional de Estados Unidos.
El gobierno del presidente Barack Obama y los legisladores norteamericanos consideran que la infravaloración del yuan es en parte responsable del déficit comercial de Estados Unidos con China, que tan sólo en noviembre fue de 25.600 millones de dólares.
China replica que ese desnivel de los intercambios se debe a la división internacional del trabajo y a las restricciones que Estados Unidos impone a la exportación de tecnologías de punta.
Bajo la presión conjugada de Estados Unidos, de la Unión Europea (UE) y de otros países emergentes (como Brasil), China autorizó en junio pasado un pequeño margen de fluctuación del yuan, que desde entonces se valorizó en un 3,6% frente al dólar (1,1% en el último mes).
"China quiere restar validez a las acusaciones de sobrevaloración del yuan", dijo Alistair Thornton (de IHS Global Insight).
Pero por otro lado, "los pasos hacia una internacionalización del renminbi (nombre oficial del yuan) y una liberalización de la cuenta de capitales han sido pensadas largamente y se han ido aplicando gradualmente a lo largo de estos últimos años", agregó.
Las restricciones actuales a los movimientos de capitales le permiten a China, segunda economía mundial, protegerse de retiros bruscos de fondos de inversores extranjeros.
"Los objetivos de la liberalización, el primero de los cuales es promover el yuan como divisa internacional, es mucho más importante que cualquier tentativa de apaciguar las tensiones antes de una visita" como la que el presidente Hu se apresta a hacer a Estados Unidos, prosiguió Thornton.
Pekín ya dio varios pasos en la dirección de la internacionalización del yuan.
A fines del año pasado, autorizó a los exportadores chinos a conservar sus divisas para efectuar sus operaciones en el extranjero. Y la semana pasada, los autorizó a usarlas para invertir fuera del país.
Las autoridades chinas emitieron obligaciones en yuanes en la Bolsa de Hong Kong y el Bank of China propone operaciones en yuanes a sus clientes de Nueva York. Varias firmas extranjeras fueron autorizadas a participar en el mercado de obligaciones chino.
"Esas iniciativas son parte de una estrategia amplia para alentar el uso internacional del renminbi y no están estrechamente vinculadas a la visita de Hu", opinó Mark Wiliams, analista de la firma londinense de estudios Capital Economics.
Un proyecto piloto permite a los residentes de la activa ciudad comercial de Wenzhou (este) invertir hasta 200 millones de dólares por año y por persona en el exterior.
Qu Hongbin, economista del banco HSBC, ve en esta medida una "señal anunciadora de la convertibilidad del yuan en los mercados de capitales".
"La internacionalización del yuan ha avanzado rápidamente", considera Xu Mingqi de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai.
Hu Jintao, en respuestas escritas divulgadas el domingo por The Washington Post y The Wall Street Journal, afirmó que deberá pasar mucho tiempo antes de que el yuan tenga el mismo peso que el dólar o el euro, aunque sostuvo que el actual sistema monetario mundial es un "producto del pasado".
Las medidas de Pekín no parecen de todos modos apaciguar a los legisladores norteamericanos, dado que tres senadores demócratas presentarán este lunes -víspera de la llegada de Hu- un proyecto de ley que pretende "responder con vigor a las distorsiones monetarias con un impacto negativo e injusto en el comercio" internacional de Estados Unidos.
Fuente: Los Andes Online
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