Crece la hipótesis del asesinato de Salvador Allende
Según un informe revelado por la televisión chilena, el cráneo del ex presidente trasandino, analizado tras la exhumación de sus restos, tiene dos balazos, uno de arma corta y otro de fusil de guerra. Dudas de la familia.
miércoles, 01 de junio de 2011
Hace una semana, los restos del ex presidente fueron entregados a médicos forenses, para su análisis. |
Agencia AP
El presidente socialista Salvador Allende pudo haber sido asesinado, según material inédito revelado el lunes por la televisión estatal chilena, que contradice la versión oficial del suicidio instalada por la dictadura del general Augusto Pinochet.
El forense uruguayo Hugo Rodríguez analizó el material y concluyó que Allende recibió dos disparos, uno de un arma de bajo calibre y un segundo de un fusil de guerra. El programa de investigación periodística "Informe Especial", de la Televisión Nacional de Chile, exhibió un informe judicial que contiene peritajes balísticos y dactiloscópicos, testimonios y la autopsia, elaborado el mismo día en que murió Allende, durante el golpe del 11 de setiembre de 1973.
Los restos de Allende fueron exhumados el lunes pasado para aclarar las verdaderas causas de su deceso.
Rodríguez, tras analizar el expediente de la autopsia, declaró a "Informe Especial" que, "encontramos dos patrones diferentes, uno el que deja una bala con efecto explosivo de un arma de guerra, y otro, el que deja una bala de menor velocidad".
"Es perfectamente planteable que fue otro disparo, y si fue otro disparo, fue antes", afirmó el médico, director del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de la República, es decir, el cráneo recibió primero la bala pequeña y luego la de guerra.
El médico dijo que el fragmento óseo descrito en la autopsia oficial con restos de un orificio de salida de bala "es clave" para resolver la muerte de Allende.
Las conclusiones de Rodríguez coinciden con un informe realizado por el forense chileno Luis Ravanal, que ya el 2008, al comparar la autopsia de los militares con peritajes policiales, arribó a la conclusión de las dos balas en la cabeza de Allende, una disparada primero por un arma de bajo calibre y la segunda por el fusil de guerra.
Rodríguez conoce desde el mismo 2008 el informe realizado por Ravanal, quien fue invitado a exponer sus hallazgos en la Universidad de La República.
Además, en una entrevista reciente, el médico afirmó que la trayectoria de la bala descrita en la autopsia no es la que seguiría una bala de guerra, que tampoco dejaría "un segmento de orificio redondeado, por donde habría salido la bala, en la parte alta posterior del cráneo".
"El orificio de bala debajo del mentón era de grandes dimensiones, desgarró la lengua, el paladar, la nariz, va contra la lógica que no exista sangre", agregó el forense. "La única explicación es que la segunda bala la recibió muerto y en otra posición, donde hubo escurrimiento de sangre post mortem". Ravanal dijo que "va contra las leyes de la física que ni el chaleco de cuello alto ni su tórax hayan estado libres de sangre".
Otra irregularidad de la autopsia oficial es que menciona que la ropa interior de Allende estaba "profusamente impregnadas en sangre, tenía que haber habido otra herida, pero no aparece descrito", indicó Ravanal.
Allende fue objeto de una irregular exhumación en 1990, con el regreso de la democracia, que se realizó sin el apoyo de forenses, por la noche, alumbrados con linternas, cuando funcionarios de un cementerio trasladaron los huesos de Allende de su ataúd original a otro pequeño, después que el sarcófago en que lo metieron los militares se desfondó.
Ravanal y Rodríguez piensan que allí se pudieron haber perdido fragmentos esenciales para aclarar las causas de su muerte.
Allende fue enterrado en forma semiclandestina el 12 de setiembre de 1973 y fue exhumado artesanalmente una noche de agosto de 1990, una vez recuperada la democracia, antes de su traslado a Santiago, donde recibió los honores de Jefe de Estado.
La versión oficial tras una irregular autopsia en el Hospital Militar, en presencia de los jefes de sanidad de las fuerzas armadas, indica que Allende se disparó en el mentón con el fusil de asalto que le regaló su amigo, el ex presidente cubano Fidel Castro, en 1971.
Otra situación que añade dudas sobre el suicidio se relaciona con las huellas dactilares que debió haber dejado Allende en el arma que supuestamente usó para matarse. El peritaje balístico afirma que "no se ha podido revelar en ella huellas dactilares útiles del señor presidente ni de nadie".
Las opiniones de Rodríguez y Ravanal contradicen la versión del suicidio que por décadas ha entregado el doctor Patricio Guijón, quien afirma que fue el último que vio a Allende con vida y que fue testigo de su suicidio, poco antes de que los militares tomaran por asalto La Moneda, después de atacarla por tierra y aire.
El forense uruguayo Hugo Rodríguez analizó el material y concluyó que Allende recibió dos disparos, uno de un arma de bajo calibre y un segundo de un fusil de guerra. El programa de investigación periodística "Informe Especial", de la Televisión Nacional de Chile, exhibió un informe judicial que contiene peritajes balísticos y dactiloscópicos, testimonios y la autopsia, elaborado el mismo día en que murió Allende, durante el golpe del 11 de setiembre de 1973.
Los restos de Allende fueron exhumados el lunes pasado para aclarar las verdaderas causas de su deceso.
Rodríguez, tras analizar el expediente de la autopsia, declaró a "Informe Especial" que, "encontramos dos patrones diferentes, uno el que deja una bala con efecto explosivo de un arma de guerra, y otro, el que deja una bala de menor velocidad".
"Es perfectamente planteable que fue otro disparo, y si fue otro disparo, fue antes", afirmó el médico, director del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de la República, es decir, el cráneo recibió primero la bala pequeña y luego la de guerra.
El médico dijo que el fragmento óseo descrito en la autopsia oficial con restos de un orificio de salida de bala "es clave" para resolver la muerte de Allende.
Las conclusiones de Rodríguez coinciden con un informe realizado por el forense chileno Luis Ravanal, que ya el 2008, al comparar la autopsia de los militares con peritajes policiales, arribó a la conclusión de las dos balas en la cabeza de Allende, una disparada primero por un arma de bajo calibre y la segunda por el fusil de guerra.
Rodríguez conoce desde el mismo 2008 el informe realizado por Ravanal, quien fue invitado a exponer sus hallazgos en la Universidad de La República.
Además, en una entrevista reciente, el médico afirmó que la trayectoria de la bala descrita en la autopsia no es la que seguiría una bala de guerra, que tampoco dejaría "un segmento de orificio redondeado, por donde habría salido la bala, en la parte alta posterior del cráneo".
"El orificio de bala debajo del mentón era de grandes dimensiones, desgarró la lengua, el paladar, la nariz, va contra la lógica que no exista sangre", agregó el forense. "La única explicación es que la segunda bala la recibió muerto y en otra posición, donde hubo escurrimiento de sangre post mortem". Ravanal dijo que "va contra las leyes de la física que ni el chaleco de cuello alto ni su tórax hayan estado libres de sangre".
Otra irregularidad de la autopsia oficial es que menciona que la ropa interior de Allende estaba "profusamente impregnadas en sangre, tenía que haber habido otra herida, pero no aparece descrito", indicó Ravanal.
Allende fue objeto de una irregular exhumación en 1990, con el regreso de la democracia, que se realizó sin el apoyo de forenses, por la noche, alumbrados con linternas, cuando funcionarios de un cementerio trasladaron los huesos de Allende de su ataúd original a otro pequeño, después que el sarcófago en que lo metieron los militares se desfondó.
Ravanal y Rodríguez piensan que allí se pudieron haber perdido fragmentos esenciales para aclarar las causas de su muerte.
Allende fue enterrado en forma semiclandestina el 12 de setiembre de 1973 y fue exhumado artesanalmente una noche de agosto de 1990, una vez recuperada la democracia, antes de su traslado a Santiago, donde recibió los honores de Jefe de Estado.
La versión oficial tras una irregular autopsia en el Hospital Militar, en presencia de los jefes de sanidad de las fuerzas armadas, indica que Allende se disparó en el mentón con el fusil de asalto que le regaló su amigo, el ex presidente cubano Fidel Castro, en 1971.
Otra situación que añade dudas sobre el suicidio se relaciona con las huellas dactilares que debió haber dejado Allende en el arma que supuestamente usó para matarse. El peritaje balístico afirma que "no se ha podido revelar en ella huellas dactilares útiles del señor presidente ni de nadie".
Las opiniones de Rodríguez y Ravanal contradicen la versión del suicidio que por décadas ha entregado el doctor Patricio Guijón, quien afirma que fue el último que vio a Allende con vida y que fue testigo de su suicidio, poco antes de que los militares tomaran por asalto La Moneda, después de atacarla por tierra y aire.
El PC pidió investigar si Neruda fue envenenado
AFP
El Partido Comunista chileno pidió investigar la muerte del premio Nobel Pablo Neruda en 1973, ocurrida días después del golpe de Estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, tras la denuncia de un asesor de que se trató de un asesinato y no el cáncer que se dio como versión oficial.
La querella del Partido Comunista fue planteada al juez Mario Carroza -el mismo que investiga además las causas de la muerte del ex presidente Salvador Allende- por considerar que existen elementos que lo ameritan por recientes declaraciones de un colaborador de Neruda y de un diplomático.
Neruda murió el 23 de setiembre de 1973 en una clínica de Santiago por un cáncer de próstata -según la versión oficial-, 12 días después del golpe de Estado que derrocó y provocó la muerte de Allende, uno de los grandes amigos del poeta.
El chofer de Neruda, Manuel Araya, denunció recientemente que el poeta fue asesinado a través de una inyección en el estómago un día antes de que se concretara un viaje al exilio a México, donde pensaba convertirse un relevante opositor a la dictadura de Pinochet.
Al testimonio de Araya se suma la declaración dada este fin de semana a un medio de México por el ex embajador de ese país en Chile, Gonzalo Martínez, que estuvo con Neruda el día anterior a su muerte.
El abogado Eduardo Contreras, quien presentó la querella en nombre del PC, destaca las declaraciones de Martínez. Según Contreras el diplomático señala que el poeta -ganador del premio Nobel en 1971- "podía conversar tranquilamente, caminó por la pieza, intercambiaron opiniones políticas, describió qué objetos personales quería llevar en su viaje a México, expresó dudas de irse del país pues dijo que quería compartir la suerte de su pueblo".
La querella del Partido Comunista fue planteada al juez Mario Carroza -el mismo que investiga además las causas de la muerte del ex presidente Salvador Allende- por considerar que existen elementos que lo ameritan por recientes declaraciones de un colaborador de Neruda y de un diplomático.
Neruda murió el 23 de setiembre de 1973 en una clínica de Santiago por un cáncer de próstata -según la versión oficial-, 12 días después del golpe de Estado que derrocó y provocó la muerte de Allende, uno de los grandes amigos del poeta.
El chofer de Neruda, Manuel Araya, denunció recientemente que el poeta fue asesinado a través de una inyección en el estómago un día antes de que se concretara un viaje al exilio a México, donde pensaba convertirse un relevante opositor a la dictadura de Pinochet.
Al testimonio de Araya se suma la declaración dada este fin de semana a un medio de México por el ex embajador de ese país en Chile, Gonzalo Martínez, que estuvo con Neruda el día anterior a su muerte.
El abogado Eduardo Contreras, quien presentó la querella en nombre del PC, destaca las declaraciones de Martínez. Según Contreras el diplomático señala que el poeta -ganador del premio Nobel en 1971- "podía conversar tranquilamente, caminó por la pieza, intercambiaron opiniones políticas, describió qué objetos personales quería llevar en su viaje a México, expresó dudas de irse del país pues dijo que quería compartir la suerte de su pueblo".
Fuente: Los Andes Online
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