Quieren fabricar ladrillos con botellas plásticas
La propuesta es de un concejal como alternativa económica para construir viviendas sociales y para reducir la cantidad de residuos.
Daniela Larregle - dlarregle@losandes.com.ar
Reciclar envases plásticos y buscar una alternativa al momento de construir forman parte de una propuesta del concejal sanrafaelino Héctor Navarro. Si bien para ponerlo en marcha requiere de la instalación de una planta para la fabricación de los ladrillos, la idea es utilizar los envases descartables de bebidas (PET) y de envoltorios de alimentos en este sistema como aporte a la ecología urbana del departamento.
Así, los mismos vecinos serán quienes se dediquen a la recolección o separación y acopio de materiales plásticos para luego entregarlos a cambio de unidades constructivas para realizar sus obras en la planta que deberá construir la comuna. Allí los envases se triturarán para mezclarse con cemento hasta obtener un ladrillo más económico, aislante y liviano, y de fácil colocación. También presenta como características similar capacidad de absorción de agua que los tradicionales, adecuado comportamiento a la intemperie, buena resistencia al fuego y mayor capacidad de aislación acústica que los de barro y arcilla.
Según plantea Navarro el uso de los envases plásticos permitirá reducir el volumen de enterramiento de residuos, "separando, reciclando y reincorporando a la cadena productiva, minimizando el daño ambiental", ya que las botellas plásticas demoran 500 años en descomponerse y más aún si están enterradas. Se trata de la utilización de una tecnología limpia y limpiadora, que reduce la contaminación ambiental.
Los ladrillos o bloques podrán utilizarse para la construcción de viviendas sociales. La idea base es de un equipo de investigadores del Centro de Vivienda Económica del Conicet (CEVE), que logró fabricar ladrillos y paneles de plástico reciclado, que cuentan con el Certificado de Aptitud Técnica de la Instituto Provincial de la Vivienda y pueden utilizarse para construcciones de hasta dos pisos.
Para el desarrollo de esta propuesta se requiere la compra de una máquina trituradora de plástico, una balanza apta para este tipo de material, químicos y otros elementos necesarios para la producción de los ladrillos y tabiques plásticos.
Todo esto funcionaría dentro de la Municipalidad en un área que se crearía con ese fin -sección Reciclado y Fabricación de Unidades Constructiva- con personal capacitado y con el asesoramiento técnico de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El proceso
Las materias primas que utiliza este sistema son cemento común y los envases plásticos denominado "polietilen-tereftalato" (PET) procedente de botellas descartables de bebidas. Una vez triturado el plástico se incorpora un aditivo químico en el agua de mezclado que mejora la adhesividad de las partículas plásticas con el cemento, y se mezclan en una hormigonera.
Cuando la mezcla adquiere una consistencia uniforme, se la vierte en una máquina rodante para moldear mampuestos. Luego se realiza la compresión de la mezcla y la postura de los mampuestos. Se los deja durante un día y luego se los moviliza hasta una pileta de curado con agua, en la cual permanecen siete días.
Después de este tiempo se los retira y se los almacena en pilas a cubierto hasta cumplir los 28 días desde su elaboración. Recién entonces son posibles de ser utilizados en las obras ya sea para la construcción de las viviendas o para los cierres. Aquellos que se empleen a la intemperie deben ser revocadas con mortero común de albañilería -revoque grueso y fino-, para evitar su deterioro.
Así, los mismos vecinos serán quienes se dediquen a la recolección o separación y acopio de materiales plásticos para luego entregarlos a cambio de unidades constructivas para realizar sus obras en la planta que deberá construir la comuna. Allí los envases se triturarán para mezclarse con cemento hasta obtener un ladrillo más económico, aislante y liviano, y de fácil colocación. También presenta como características similar capacidad de absorción de agua que los tradicionales, adecuado comportamiento a la intemperie, buena resistencia al fuego y mayor capacidad de aislación acústica que los de barro y arcilla.
Según plantea Navarro el uso de los envases plásticos permitirá reducir el volumen de enterramiento de residuos, "separando, reciclando y reincorporando a la cadena productiva, minimizando el daño ambiental", ya que las botellas plásticas demoran 500 años en descomponerse y más aún si están enterradas. Se trata de la utilización de una tecnología limpia y limpiadora, que reduce la contaminación ambiental.
Los ladrillos o bloques podrán utilizarse para la construcción de viviendas sociales. La idea base es de un equipo de investigadores del Centro de Vivienda Económica del Conicet (CEVE), que logró fabricar ladrillos y paneles de plástico reciclado, que cuentan con el Certificado de Aptitud Técnica de la Instituto Provincial de la Vivienda y pueden utilizarse para construcciones de hasta dos pisos.
Para el desarrollo de esta propuesta se requiere la compra de una máquina trituradora de plástico, una balanza apta para este tipo de material, químicos y otros elementos necesarios para la producción de los ladrillos y tabiques plásticos.
Todo esto funcionaría dentro de la Municipalidad en un área que se crearía con ese fin -sección Reciclado y Fabricación de Unidades Constructiva- con personal capacitado y con el asesoramiento técnico de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
El proceso
Las materias primas que utiliza este sistema son cemento común y los envases plásticos denominado "polietilen-tereftalato" (PET) procedente de botellas descartables de bebidas. Una vez triturado el plástico se incorpora un aditivo químico en el agua de mezclado que mejora la adhesividad de las partículas plásticas con el cemento, y se mezclan en una hormigonera.
Cuando la mezcla adquiere una consistencia uniforme, se la vierte en una máquina rodante para moldear mampuestos. Luego se realiza la compresión de la mezcla y la postura de los mampuestos. Se los deja durante un día y luego se los moviliza hasta una pileta de curado con agua, en la cual permanecen siete días.
Después de este tiempo se los retira y se los almacena en pilas a cubierto hasta cumplir los 28 días desde su elaboración. Recién entonces son posibles de ser utilizados en las obras ya sea para la construcción de las viviendas o para los cierres. Aquellos que se empleen a la intemperie deben ser revocadas con mortero común de albañilería -revoque grueso y fino-, para evitar su deterioro.
Algunas experiencias
Hay varias experiencias donde se utilizaron estos ladrillos. En Córdoba en 2003 y 2004 se construyeron cinco ampliaciones de viviendas y una tapia en barrios marginales, en una etapa experimental del sistema.
Como referentes del uso de estos ladrillos y paneles el Centro de Vivienda Económica del Conicet (CEVE), construyó un prototipo experimental de 12 m2, es una habitación cuyas paredes fueron realizadas con mampostería de 15 centímetros de espesor cuyo destino es el funcionamiento de oficinas.
También se construyó un galpón de 156 metros cuadrados para el funcionamiento de una planta de recolección diferenciada de residuos en Unquillo, en Córdoba.
Como referentes del uso de estos ladrillos y paneles el Centro de Vivienda Económica del Conicet (CEVE), construyó un prototipo experimental de 12 m2, es una habitación cuyas paredes fueron realizadas con mampostería de 15 centímetros de espesor cuyo destino es el funcionamiento de oficinas.
También se construyó un galpón de 156 metros cuadrados para el funcionamiento de una planta de recolección diferenciada de residuos en Unquillo, en Córdoba.
Fuente: Los Andes Online
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