miércoles, 4 de enero de 2012

La Commodore 64 cumple 30 años

Fue lanzada en 1982 y por sus características técnicas se convirtió rápidamente en un éxito. Su historia. 

La Commodore 64 cumple 30 años
Hace 30 años nacía la Commodore 64. Para muchos de nosotros fue más que una marca; fue un ícono de la infancia y la puerta de entrada al entonces desconocido (pero ya apasionante) mundo de la tecnología. Fue muy longeva esta computadora que hoy está de cumple. De hecho, se fabricó hasta 1994.

Tan popular fue este producto, que el año pasado una refundada empresa Commodore volvió a lanzar su glorioso modelo 64, ya actualizada con un procesador Atom y DVD entre otras características, pero resguardando el diseñor original. Por supuesto, estuvo lejos de ser un éxito de ventas. Porque la Commodore es sinónimo de años 80. En aquellos años logró incluso ganarse un mercado frente a otros pesos pesados como Apple o Spectrum.

Claves de un as de los 8 bits

El Commodore 64 era un ordenador personal muy avanzado para su época. Estaba considerado como una de las mejores máquinas de 8 bits de mediados de los 80 y, desde luego, sus ventas millonarias parecían confirmarlo. Pero, a nivel técnico ¿cuáles eran sus secretos?

Primero, la memoria. El C64 contaba con 64 Kbytes de memoria. Por aquellas fechas (hablo de cuando se lanzó, en 1982), era mucho más de lo normal en máquinas domésticas, que rondaban entre los 16 y 32 Kbytes.

Segundo, la arquitectura. Otras máquinas de 8 bits muy populares en la época, como el Amstrad y el Spectrum, se basaban en un micro bastante rápido: el Z80. Éste funcionaba a unos 4 MHz, y se confiaba en su velocidad para diseñar juegos rápidos. Sin embargo, el Commodore 64 se basaba en un procesador 6510 de la empresa MOS Technologies, que apenas superaba 1 MHz. Entonces, ¿cuál era la clave? Pues que dedicaba hardware a gestionar las tareas que más ancho de banda consumían: sonido y gráficos.

En tercer lugar: la aceleración de sprites por hardware. En cuestión de gráficos vectoriales, el Spectrum era mucho más rápido. Pero cuando se trataba de diseñar un "matamarcianos", con multitud de sprites en pantalla, el C64 daba el do de pecho. Tenía hardware dedicado expresamente a los sprites: a manejarlos y a moverlos.

Y en cuarto lugar: el sonido. Todos están de acuerdo. El chip SID estaba años por delante de su época. Era un auténtico sintetizador. Supongo que muchos recuerdan los pitidos y chirridos del Spectrum... sin embargo, el sonido del C64 alcanzaba tanta calidad que los músicos de sus juegos se hacían célebres y, hoy en día, pueden encontrarse sitios en Internet dedicados a la música SID, e incluso existe un emulador del propio chip, llamado SIDPlay.

Las contras

En 1986, lentamente, comienza el declive de la compañía. Crecen nuevos gigantes en ese sector, como IBM y Microsoft. Commodore se encuentra perdida en lo que a marketing se refiere.

La empresa siguió lanzando versiones del Amiga (cada vez mejores), e incluso llegó a comercializar un ordenador PC. Entre los últimos esfuerzos de la compañía se encontraba el CDTV (Commodore Dynamic Television, de 1992), que ejecutaba programas almacenados en CD (como comparación: por aquel entonces, los pocos PCs que en el mundo habían, aún usaban disketeras de 5 pulgadas y 1/4) y los visualizaba en un televisor. Más aún: el sucesor del CDTV, el llamado CD32 (de 32 bits), era capaz de reproducir películas y CDs de audio. Pero ya era tarde...

De líder mundial, en 1994, pasó a empresa minoritaria de cuarta fila. Se despidió a la mitad de la plantilla y, en la inmensa nave industrial de West Chester, sólo trabajaban 20 empleados (cuando en 1991, había 1.500). En el mes de mayo, Commodore cerró sus puertas.

Recién en 2010 la empresa es refundada, para lanzar, el año pasado, la Commodore 64x similar en lo físico y el precio, u$s 595 por el modelo básico, pero con una actualización completa en su interior.

En Argentina fue Drean


En Argentina se vendieron clones de esta marca norteamericana bajo el seño Drean Commodore. Con esta modicación fueron lanzados los modelos 16, 64, 64C y 128.

Drean entonces adquirió una licencia de Commodore para fabricar el modelo 64, la que fue lanzada en nuestro país con apenas modificaciones en el exterior: las siglas de encendido y el anexo de la palabra Drean anteponiéndose a Commodore 64 en la carcasa de la máquina.

Internamente la versión Argentina tenía salida de video PAL-N en lugar de NTSC y una fuente de alimentación adaptada para 220V en lugar de los 110V originales.

Estos clones legítimos eran de excelente calidad aunque muchos usuarios se quejaban de la rudeza del teclado y la mala terminación del producto.

Con respecto al modelo 64C, el más popular en nuestro país, la diferencia radicaba respecto a la 64 sólo en el formato de la carcasa, que era más ergonómica, similar al teclado del modelo 128. E incluía el diskette con el sistema operativo GEOS, muy similar al de Apple II. 

Fuente: Los Andes Online

No hay comentarios:

Publicar un comentario