Casi un millón de españoles afectados por un "corralito"
Los ahorristas denunciaron que no pueden disponer de su dinero porque fue convertido por los bancos en "productos tóxicos".
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La gente sigue protestando contra los recortes realizados por el gobierno de Mariano Rajoy. (AFP) |
Agencia Télam
Casi un millón de personas, algunas de ellas
aún sin saberlo, pueden ser víctimas en España de un "corralito"
denunciado ya por unos 20.000 ahorristas, que no pueden disponer de su
dinero porque fue convertido por la banca española en productos tóxicos,
es decir que no eran adecuados para sus clientes.
Se trata de un "fraude" cometido por prácticamente la totalidad de los bancos y cajas de ahorro del país que ronda los 30.000 millones de euros, aseguró Santiago Pérez, encargado del caso en Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros).
Esta asociación de consumidores desde noviembre está denunciando ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la actuación fraudulenta de 52 entidades financieras que, mediante engaño, comercializaron productos considerados "tóxicos".
En la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), entidad intervenida por el Banco de España en julio de 2011, el escándalo estalló con el caso de los "bonos preferentes", ya que en la entidad alicantina se registraron algunos con vencimiento a muy largo plazo.
La plataforma de afectados reúne a más de 20.000 personas, quienes comenzaron a movilizarse en reclamo de sus ahorros confiscados por la banca, pero la asociación cifra el número de perjudicados en un millón.
El caso afecta a personas que cuentan con participaciones preferentes, deuda subordinada y cuotas participativas, todos productos que ahora están calificados como "bonos basura" y que los bancos y cajas de ahorro crearon con el objetivo de recapitalizarse a costa de los ciudadanos.
Pero en realidad están hablando de productos complejos, que no tienen liquidez, obligaciones perpetuas, que sólo se pueden recuperar si encuentran comprador en el mercado secundario, algo que en el actual momento de crisis resulta imposible.
Para realizar el fraude, las entidades se valieron de la falta de regulación por parte del Banco de España y por la confianza que los clientes tenían en ellas.
Así colocaron estos productos "tóxicos" entre jubilados y trabajadores que no los necesitaban y ahora se encuentran ante el drama de no poder disponer de sus ahorros en medio de la crisis para afrontar problemas económicos propios o de sus familiares.
Rosa Mayars explicó el caso de su madre, de 90 años de edad y una de las personas afectadas por el corralito. Sus ahorros de toda una vida de trabajo estaban en una cuenta de La Caixa desde hace 40 años y ahora no puede retirarlos.
"Mi madre necesitaba el dinero para adecuar su vivienda a su invalidez, debido a su elevada edad. Pero cuando fuimos al banco a buscarlo nos dijeron que no le podían dar nada", cuenta indignada.
"Le ofrecieron un canje por otros productos financieros, pero que se pueden cobrar a diez años"", añade Rosa junto a otros afectados que se manifestaron el domingo en Barcelona, en el marco de la protesta contra los ajustes y la reforma laboral del gobierno de Mariano Rajoy.
Se trata de un "fraude" cometido por prácticamente la totalidad de los bancos y cajas de ahorro del país que ronda los 30.000 millones de euros, aseguró Santiago Pérez, encargado del caso en Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros).
Esta asociación de consumidores desde noviembre está denunciando ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la actuación fraudulenta de 52 entidades financieras que, mediante engaño, comercializaron productos considerados "tóxicos".
En la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), entidad intervenida por el Banco de España en julio de 2011, el escándalo estalló con el caso de los "bonos preferentes", ya que en la entidad alicantina se registraron algunos con vencimiento a muy largo plazo.
La plataforma de afectados reúne a más de 20.000 personas, quienes comenzaron a movilizarse en reclamo de sus ahorros confiscados por la banca, pero la asociación cifra el número de perjudicados en un millón.
El caso afecta a personas que cuentan con participaciones preferentes, deuda subordinada y cuotas participativas, todos productos que ahora están calificados como "bonos basura" y que los bancos y cajas de ahorro crearon con el objetivo de recapitalizarse a costa de los ciudadanos.
Pero en realidad están hablando de productos complejos, que no tienen liquidez, obligaciones perpetuas, que sólo se pueden recuperar si encuentran comprador en el mercado secundario, algo que en el actual momento de crisis resulta imposible.
Para realizar el fraude, las entidades se valieron de la falta de regulación por parte del Banco de España y por la confianza que los clientes tenían en ellas.
Así colocaron estos productos "tóxicos" entre jubilados y trabajadores que no los necesitaban y ahora se encuentran ante el drama de no poder disponer de sus ahorros en medio de la crisis para afrontar problemas económicos propios o de sus familiares.
Rosa Mayars explicó el caso de su madre, de 90 años de edad y una de las personas afectadas por el corralito. Sus ahorros de toda una vida de trabajo estaban en una cuenta de La Caixa desde hace 40 años y ahora no puede retirarlos.
"Mi madre necesitaba el dinero para adecuar su vivienda a su invalidez, debido a su elevada edad. Pero cuando fuimos al banco a buscarlo nos dijeron que no le podían dar nada", cuenta indignada.
"Le ofrecieron un canje por otros productos financieros, pero que se pueden cobrar a diez años"", añade Rosa junto a otros afectados que se manifestaron el domingo en Barcelona, en el marco de la protesta contra los ajustes y la reforma laboral del gobierno de Mariano Rajoy.
Fuente: Los Andes Online


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