lunes, 5 de noviembre de 2012


Cartellone vuelve al negocio del vino con una bodega “garage”

Se trata de un proyecto de enoturismo que incluye un hotel y un restaurante. Invertirá 10 millones de dólares y elaborará desde el año que viene.

Miguel Ángel Flores - mflores@losandes.com.ar 

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José Gerardo Cartellone, titular de la empresa. Ahora la mira está en el segmento alto de consumo.

Con una inversión total cercana a los u$s 10 millones, Gerardo Cartellone vuelve al ruedo vitivinícola a través de A-16, su nuevo emprendimiento enoturístico que incluye viñedos y una bodega garaje. Según lo confirmó el propio empresario a Los Andes, el propósito es que el establecimiento esté en actividad para la cosecha 2013.

Noventa hectáreas de malbec de alta gama dotadas de riego por goteo en la zona de Agrelo para empezar a elaborar vino en la próxima campaña son parte de la ejecución de la primera etapa del proyecto que ocupa 130 hectáreas en total. El segundo tramo se completará con un restaurante y un hotel en un predio ubicado en Ruta 7 y Cobos, de Luján.

Cartellone adelantó que la bodega, de 200 mil litros de capacidad, se va a a inaugurar en poco tiempo con el objetivo de que esté operativa desde la próxima vendimia, en un contexto cuyo avance dependerá del financiamiento comprometido. Aunque en el horizonte también está crecer hacia un emprendimiento de mayor magnitud.

Mientras tanto ¿por qué la apuesta a una bodega garaje por parte de alguien que ya sabe de una producción a escala? ¿es una cuestión de gusto personal?

"Se trata, más que nada, de mantener el nivel de vinos que siempre hemos tenido, lograr un mayor control de la elaboración y, con el tiempo, adquirir la experiencia necesaria para construir una bodega más grande. Porque en estos tiempos uno nunca termina de aprender", argumentó el empresario.

Negocios complementarios

Más allá del posicionamiento en el negocio del turismo vitivinícola, el objetivo del proyecto es, de acuerdo a la visión de Cartellone, comercializar sus productos en el país pero, mayormente, exportar vinos de calidad súper premium, "para traer divisas al país".

Después de la puesta en marcha de la bodega, el complejo enoturístico podría dar un segundo paso a fines de 2013 con la inauguración del restaurante. Posteriormente, los responsables de A-16 apuntan a cerrar el círculo con el hotel, dentro de un estilo "resort".

Ahora, el proyecto está en proceso de ajustes para pulir una oferta diferencial y, así, lanzarlo antes de que concluya 2012. "La intención es ofrecer una experiencia distinta, que el turista o visitante pueda llegar, pasar unos días y conocer el entorno. Pero para eso pretendemos no replicar algo que ya se conoce", explica el gerente del nuevo emprendimiento, Pablo Artola.

Más allá de algunos replanteos, la propuesta de fondo es una sola. Y para eso la bodega-garaje es una pata fundamental: en los planes de Cartellone está elaborar allí un vino súper premium a partir de las uvas que empezó a cultivar un par de años atrás, para que no sólo pueda aprovecharse para su comercialización en el exterior y el país sino como "gancho" turístico.

Por ahora, se trata de un emprendimiento personal del reconocido empresario. Sin embargo, el esquema financiero del complejo no descarta que, de ser necesario, apele a una alianza estratégica para avanzar, sobre todo si en el horizonte está ampliar el establecimiento y llevar la producción a una escala mayor en el futuro.

A-16 es el retorno de Cartellone al negocio después de casi 10 años. Su última incursión había resultado en la construcción de la bodega y posada Antucura, en Vista Flores, junto a su ex esposa Ann-Caroline Biancheri, en 2003.

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