jueves, 21 de febrero de 2013

Adiós al Tu-154, una leyenda de la aviación civil rusa

por Konstantin Bogdánov
 
La empresa rusa Aviakor, fabricante del Túpolev Tu-154, entrega el último avión construido de este modelo. Tras haber lanzado al mercado casi mil unidades Aviakor finaliza su producción.

El Tu-154, que levantó su primer vuelo en 1968, puede considerarse un símbolo de la aviación civil nacional. Entró en la historia como el avión comercial más popular de Rusia.

A pesar de los buenos indicadores de seguridad, las aeronaves Tu-154 protagonizaron varios accidentes catastróficos. Entre ellos, la caída del aparato de una altitud de 11.600 metros con 200 personas a bordo en 1985; otra caída similar en Donetsk (Ucrania) en 2006; la caída en 2010 en Smolensk (al oeste de Rusia) del avión con el presidente de Polonia, Lech Kaczyński, y altas autoridades de Polonia a bordo. También se vio envuelto en otras tres catástrofes aéreas, con numerosas víctimas.

Al mismo tiempo, a diferencia de su “abuelo” caprichoso Túpolev Tu-104, el Tu-154 gozó de un respeto merecido entre los pilotos. Un aparato pesado y complicado, con sus particularidades, pero que ofrecía al profesional una gama amplísima de posibilidades de pilotaje.

El avión sigue en servicio pero sólo en Rusia y cada vez hay menos aparatos en activo. En los últimos diez años el número de los Tu-154 en las pistas de los aeropuertos rusos se redujo de manera radical. A principios de los 2000 era el modelo básico más habitual entre los transportistas aéreos nacionales.
Pero con el paso del tiempo se fue quedando obsoleto mientras aumentaban las importaciones y finalmente el Tu-154 cedió su posición al Airbus A320. Los últimos Túpolev de este modelo viven sus últimos años de servicio: queda en activo un centenar de estos aparatos en todo el mundo, de los que unos treinta pertenecen a empresas de transporte rusas.

Las nuevas modificaciones del Tu-154 no tuvieron éxito entre los transportistas comerciales, aunque el Ministerio ruso de Defensa adquirió algunos aparatos. Los militares aún seguirán usándolo durante cierto tiempo mientras los ciudadanos de a pie ya no podrán volar con la “leyenda de la aviación civil rusa”.

El nuevo modelo Tu-204 se desarrolló bajo petición de Aeroflot para sustituir a los Tupolev Tu-154 en sus rutas de medio alcance. Pero el sustituto en seguida se labró mala fama: el 29 de diciembre el TU-204 tuvo un accidente tras rebasar la pista de aterrizaje del aeropuerto Vnúkovo de Moscú. A consecuencia de la salida de pista, la aeronave se partió y se incendió falleciendo cinco miembros de la tripulación.

A pesar de tal 'publicidad', el Tu-204 no es un mal avión. Se caracteriza por un coste operativo bajo, un menor nivel de ruido y también menos consumo, esto último muy poco frecuente entre las aeronaves de fabricación rusa. Su defecto sigue siendo el mismo que en los demás modelos rusos: es demasiado pesado en comparación con los rivales (por ejemplo el Airbus A320). Además, sus sistemas de a bordo necesitan un mantenimiento muy complejo y se lleva a cabo máquina por máquina a falta de la producción en serie de estos aparatos, lo cual los encarece injustificadamente.

De ahí que los operadores prefieran sustituir el Tu-154, que tuvo que haber sido retirado  y reemplazado por el Tu-204 hace 15 años, con los Boeing y Airbus, más cómodos y más baratos. En unos años la aviación civil nacional cambió por completo su fisonomía.

Sí, pero más tarde. Ahora que el Tu-204 está perdiendo la batalla, sólo un nuevo avión más ligero y más fácil en cuanto a la explotación podrá salvar la situación. Ya se está desarrollando. Es el MS-21, un proyecto de avión de pasajeros bimotor de corto y medio alcance del fabricante ruso Irkut. Pero todavía faltan dos años para que esta aeronave realice su primer vuelo previsto para 2015.

Cuando en 2017, según está planeado, salga al mercado el MS-21 tendrá que enfrentarse a dos rivales muy potentes: el A320NEO, que ya bate récords de ventas en encargos y el Boeing-737MAX. Además, es posible que para entonces ya esté terminado el chino С919, aunque esto parece poco probable. En cualquier caso, los primeros dos aviones harán una competencia más que suficiente para el futuro “sucesor” del Túpolev.

Mientras tanto el Tu-154 se retira. Durante casi medio siglo sirvió fielmente a la aviación civil, ya es hora de que se tome un descanso bien merecido.

Fuente: RIA Novosti

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