Adiós al Tu-154, una leyenda de la aviación civil rusa
por Konstantin Bogdánov
La empresa rusa Aviakor,
fabricante del Túpolev Tu-154, entrega el último avión construido de
este modelo. Tras haber lanzado al mercado casi mil unidades Aviakor
finaliza su producción.
El Tu-154, que levantó su primer vuelo en 1968, puede considerarse un
símbolo de la aviación civil nacional. Entró en la historia como el
avión comercial más popular de Rusia.
A pesar de los buenos indicadores de seguridad, las aeronaves Tu-154
protagonizaron varios accidentes catastróficos. Entre ellos, la caída
del aparato de una altitud de 11.600 metros con 200 personas a bordo en
1985; otra caída similar en Donetsk (Ucrania) en 2006; la caída en 2010 en Smolensk
(al oeste de Rusia) del avión con el presidente de Polonia, Lech
Kaczyński, y altas autoridades de Polonia a bordo. También se vio
envuelto en otras tres catástrofes aéreas, con numerosas víctimas.
Al mismo tiempo, a diferencia de su “abuelo” caprichoso Túpolev
Tu-104, el Tu-154 gozó de un respeto merecido entre los pilotos. Un
aparato pesado y complicado, con sus particularidades, pero que ofrecía
al profesional una gama amplísima de posibilidades de pilotaje.
El avión sigue en servicio pero sólo en Rusia y cada vez hay menos
aparatos en activo. En los últimos diez años el número de los Tu-154 en
las pistas de los aeropuertos rusos se redujo de manera radical. A
principios de los 2000 era el modelo básico más habitual entre los
transportistas aéreos nacionales.
Pero con el paso del tiempo se fue quedando obsoleto mientras
aumentaban las importaciones y finalmente el Tu-154 cedió su posición al
Airbus A320. Los últimos Túpolev de este modelo viven sus últimos años
de servicio: queda en activo un centenar de estos aparatos en todo el
mundo, de los que unos treinta pertenecen a empresas de transporte
rusas.
Las nuevas modificaciones del Tu-154 no tuvieron éxito entre los
transportistas comerciales, aunque el Ministerio ruso de Defensa
adquirió algunos aparatos. Los militares aún seguirán usándolo durante
cierto tiempo mientras los ciudadanos de a pie ya no podrán volar con la
“leyenda de la aviación civil rusa”.
El nuevo modelo Tu-204 se desarrolló bajo petición de Aeroflot para
sustituir a los Tupolev Tu-154 en sus rutas de medio alcance. Pero el
sustituto en seguida se labró mala fama: el 29 de diciembre el TU-204
tuvo un accidente tras rebasar la pista de aterrizaje del aeropuerto
Vnúkovo de Moscú. A consecuencia de la salida de pista, la aeronave se
partió y se incendió falleciendo cinco miembros de la tripulación.
A pesar de tal 'publicidad', el Tu-204 no es un mal avión. Se
caracteriza por un coste operativo bajo, un menor nivel de ruido y
también menos consumo, esto último muy poco frecuente entre las
aeronaves de fabricación rusa. Su defecto sigue siendo el mismo que en
los demás modelos rusos: es demasiado pesado en comparación con los
rivales (por ejemplo el Airbus A320). Además, sus sistemas de a bordo
necesitan un mantenimiento muy complejo y se lleva a cabo máquina por
máquina a falta de la producción en serie de estos aparatos, lo cual los
encarece injustificadamente.
De ahí que los operadores prefieran sustituir el Tu-154, que tuvo que
haber sido retirado y reemplazado por el Tu-204 hace 15 años, con los
Boeing y Airbus, más cómodos y más baratos. En unos años la aviación
civil nacional cambió por completo su fisonomía.
Sí, pero más tarde. Ahora que el Tu-204 está perdiendo la batalla,
sólo un nuevo avión más ligero y más fácil en cuanto a la explotación
podrá salvar la situación. Ya se está desarrollando. Es el MS-21, un
proyecto de avión de pasajeros bimotor de corto y medio alcance del
fabricante ruso Irkut. Pero todavía faltan dos años para que esta
aeronave realice su primer vuelo previsto para 2015.
Cuando en 2017, según está planeado, salga al mercado el MS-21 tendrá
que enfrentarse a dos rivales muy potentes: el A320NEO, que ya bate
récords de ventas en encargos y el Boeing-737MAX. Además, es posible que
para entonces ya esté terminado el chino С919, aunque esto parece poco
probable. En cualquier caso, los primeros dos aviones harán una
competencia más que suficiente para el futuro “sucesor” del Túpolev.
Mientras tanto el Tu-154 se retira. Durante casi medio siglo sirvió
fielmente a la aviación civil, ya es hora de que se tome un descanso
bien merecido.
Fuente: RIA Novosti
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