martes, 19 de febrero de 2013

Revelan documentos que relacionan la guerra de Malvinas con el conflicto por el canal Beagle

Los textos revelan el intercambio de información que hubo entre un diplomático chileno y otro británico, previo a la guerra por las islas.


Parte de los documentos divulgados recientemente.


Poco antes de que comenzara el conflicto bélico entre Gran Bretaña y Argentina por las islas Malvinas en 1982, un diplomático chileno y otro británico tuvieron un revelador intercambio de documentación. La misma demuestra la relación entre esa guerra y la disputa entre Argentina y Chile por el canal Beagle.

BBC Mundo accedió esos documentos secretos de la diplomacia británica, que fueron desclasificados recientemente, y que revelan detalles de la conversación entre ambos hombres.

Los papeles datan de principios de marzo de 1982. David Joy, entonces consejero de la embajada británica, quería saber lo que su par chileno, Raúl Schmidt, podía contarle sobre aquella experiencia, que pudiera arrojar luces sobre una posible guerra.

Según consta en el archivo secreto "Argentina/Chile: la disputa por el canal Beagle", perteneciente al Ministerio de Relaciones Exteriores Británico, Joy estaba interesado "particularmente en escuchar sus comentarios sobre el origen común de los problemas actuales de soberanía de Argentina con ambos gobiernos, el británico y el chileno".

El diplomático chileno había sido jefe de gabinete del ministro de Relaciones Exteriores de Pinochet hasta 1978, el almirante Patricio Carvajal. Por esa razón, disponía de información privilegiada y de primera mano sobre el tema.

La información que recibió Joy fue inmediatamente reenviado a sus superiores, según consta en un memorándum restringido que remitió a Colin Bright, encargado de la sección Sudamericana del ministerio del Exterior británico.

La tesis del diplomático chileno

"La tesis de Schmidt se basa esencialmente en la necesidad de la Armada argentina de tener un puerto estratégico más al sur" del actual, por entonces el Puerto Belgrano, señala el informe.

Así, la opción obvia, Ushuaia, no es satisfactoria desde este punto de vista, dado que se encuentra bajo constante vigilancia chilena", explica el escrito.

Asimismo, el informe asegura que los argentinos están "desesperados" por conseguir algún otro puerto seguro, lo que los empujaría a intentar acceder "a las islas del sur del Beagle o a las Falklands". Por tanto, el texto concluye que Schmidt "cree que las disputas por la soberanía están vinculadas".


El escrito fue recibido el 15 de marzo y distribuido entre los altos cargos del Ministerio de Relaciones Exteriores británico.

Posteriormente, fue agregada una anotación escrita a mano que sugiere que dos semanas antes de estallar la guerra los británicos estaban dispuestos a negociar un asentamiento naval argentino en las islas.

"¿Podríamos acomodar fácilmente una base naval argentina? Porque de ser así, deberíamos tener esta idea en mente si reanudamos las negociaciones", completa otro comentario manuscrito sobre el mismo documento.

Otra opinión

La idea de una interconexión entre ambos conflictos "tiene mucho sentido", según Francisco Panizza, experto en política latinoamericana de la Escuela de Gobierno de la London School of Economics.

Según el profesor, siempre ha habido muchas teorías, pero un vacío histórico para determinar por qué el gobierno de facto del general Leopoldo Galtieri eligió ese momento para invadir las islas.

Más allá de la conversación diplomática, los documentos desclasificados revelan que el gobierno británico siguió con interés el conflicto entre Argentina y Chile por las tres islas estratégicas durante un buen tiempo.

Según consta en el archivo secreto, en 1982 Argentina llevaba cuatro años de "intenso lobby" internacional para lograr revertir la mediación papal de 1978, que corroboraba la decisión de la Corte Internacional británica de adjudicarle la soberanía de las islas a Chile.

Sin embargo, Argentina cometió un error estratégico, desde el punto de vista de la diplomacia internacional, que terminó por sepultar cualquier posibilidad de apoyo, según evalúan los papeles del gobierno británico.

La derogación a principios de año del tratado que 10 años antes había firmado con Chile para someter sus conflictos territoriales a arbitraje internacional no fue bien recibido por la comunidad diplomática.

El documento fue redactado el 29 de abril de 1982, sólo tres días antes de que la marina británica hundiera el General Belgrano, buque insignia de la marina argentina, hecho que determinó el curso de la guerra, favorable para los ingleses. 

Fuente: BBC Mundo/elsolonline.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario