martes, 30 de abril de 2013

Los Supersónicos, ¿o el futuro hecho realidad?
Según la familia Sónico, en el año 2062 los coches volarían entre altas torres en ciudades flotantes. Pero del contenido de los populares dibujos animados, ¿cuánto se cumplió?.
 

Más de cincuenta años hace que Hanna y Barbera mostraran el futuro según sus mentes brillantes a través de su creación, Los Supersónicos (The Jetsons en su título original), una serie de dibujos animados en donde una familia mostraba su estilo de vida espacial, pero en la Tierra.

 

Según ilustra el diario La Nación en un artículo al respecto, en estos dibujos se podía ver como habitual a su empleada doméstica, una robot; su automóvil, una especie de nave espacial y quizá una de las ventajas más preciadas: viajar a la Luna como si tratara de un viaje a Chile, poco más de fácil.

Ahora, ¿Qué tan lejos está la Humanidad de parecerse a la familia Sónico?. Mucho sin duda, si uno mira alrededor, pero poco a la vez si se tiene en cuenta que la mayor parte de los gadgets de los Sónico ya están inventados. Lo que falta es capital quizá, como dice el cuento.

Hasta la clonación humana fue planteada por los Sónico, en un capítulo en el que Super Sónico lo piensa como un recurso para trabajar menos.
Por ejemplo, iRobot, de la empresa Roomba, está creado específicamente para tareas domésticas, y funcionando. Entre sus funciones, está el detectar y limpiar los rincones más sucios de una casa. Claro que a este aparato no se le paga por horas, o se le esquivan los aportes.

Otro es Asimo, el "humanoide" de Honda (último a la derecha), que interactúa con el mundo que lo rodea y entre otras linduras puede abrir puertas, prender luces y cargar cosas.

Desde hace varios años, la empresa Virgin Galactic está ofreciendo vuelos alrededor de la Luna. Es decir, no se puede aterrizar pero se puede llegar hasta su órbita. Y hace pocos días, un millonario holandés convocó a viajar a Marte con boleto de ida, pues pretende montar un complejo habitacional en el "planeta rojo" y recrear desde allí un "Gran Hermano". Ah, volviendo al viaje a la Luna, La Nación publica que un boleto vale 200 mil dólares.

En cuanto a video conversación, la realidad superó a la ficción ya que además de monitores, actualmente uno lo puede hacer en vivo a través de los celulares.

 
Pero por ahí lo más "terrenal" y emocionante puede ser la idea de tener un auto "futurista". El de los Sónico volaba por lo menos, además de tener una cúpula panorámica por capota y obviamente, llegaba a la Luna en un sólo envión. Y hoy en la Tierra de verdad, el Terrafugia Transition (arriba) no es lo más lindo, pero sí lo más aproximado al auto de los dibujitos de Hanna-Barbera. Por ahora, va a 185 km/h y vuela hasta 427 metros de altura.

Sin embargo, todos estos logros y otros menores por no por eso menos importantes, como las videollamadas y el dinero electrónico, se estrellan contra la pared del mundo laboral. En la serie era envidiable el trabajo del padre de familia, quien sólo tenía que apretar un botón un par de horas, tres días a la semana. Sin embargo hoy por hoy parece que el ser humano trabaja más que antes.

Y según se desprende de un estudio hecho por Center for American Progress, organización consultada por La Nación, al menos las familias en EEUU trabajan en promedio 11 horas más por semana de lo que lo hacían sus antecesores hasta 1979. Es decir, habría que replantearse hasta qué punto le conviene al grueso de la Humanidad ciertos avances, si al mismo tiempo se va a dejar la vida en pos de ellos.

Fuente: MDZ Online

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