sábado, 28 de noviembre de 2015

El arcade: una pasión que continúa en Mendoza
Por nostalgia o por afición, "las maquinitas" no desaparecieron, sino que tomaron un nuevo impulso entre el público amante de los videojuegos.

Por Alexis Montivero




Al igual que las monedas de 10 centavos, los arcades fueron desapareciendo poco a poco de la conciencia colectiva. La llegada de las consolas al hogar, las computadoras, y luego internet, reemplazaron a las salas donde estas máquinas llenaban pasillos enteros rodeados de fichas y jugadores ansiosos.

Aún así, en Mendoza es posible encontrarse con arcade y, sobre todo, con sus fanáticos. A pesar de los grandes títulos que salen día a día para los nuevos modelos de PlayStation, PC, Nintendo o Xbox, ellos no se olvidan del primer amor.

Retro y clásico

A fines de octubre, en el Bar De Loren se vivió una noche atípica: en medio del negocio ubicado en calle Coronel Rodríguez se jugó un campeonato de Double Dragon, clásico juego de los ochenta. Los dueños del local, amantes de los arcades, invitaron por las redes sociales a quienes quisieran participar, y la concurrencia fue mayor de lo esperado.

"Con una cámara web y un proyector, apuntando a la máquina original, pudimos ver todos lo que pasaba. Hay un resurgimiento del interés por el arcade, porque es un sistema antiguo pero muy emotivo. De cualquier edad, los que recuerdan estos juegos se emocionan apenas los ven", expresó Lorenzo Larraya, uno de los dueños del bar.

Esos recuerdos que hoy despierta un arcade, surgieron en la mayoría durante los noventa, a pesar de que su esplendor comenzó diez años antes. El desfasaje tecnológico de entonces respecto al primer mundo, que día a día se fue acortando, mantuvo más "cercana" la presencia de las máquinas recreativas.

Momfus Arboleo es un apasionado del arcade. En la actualidad, desarrolla videojuegos en Crio Devs, un grupo que nació con el fin de establecerse en el mercado local. Además, su sitio especializado en el tema, Gamer con Mate, recopila los pensamientos que tiene sobre el pasado y presente de este entretenimiento.

Vida real: "Este juego apesta".

"Mi recuerdo es ir al centro, sobre todo en calle Lavalle, y escuchar el barullo, porque estaba lleno de cines y arcades en ese momento, como después pasó con los cibers. Le rogaba a mi viejo por fichas. Jugaba a Daytona con mi hermano, trataba de terminar Sunset Riders o Cowboys, veía cómo otros jugaban al Mortal Kombat y hacían una Fatality que creía imposible", describió Momfus.

Hoy es posible encontrarlas en lugares recientes de Mendoza, como Barracas, Coto, o en calle Las Heras, junto con los antiguos sitios, como el Mendoza Plaza Shopping, o Anubis, en calle Lavalle, Los clientes de estos lugares prueban diferentes juegos, pero los que recuerdan los tiempos donde este era el entretenimiento principal, conocen a dónde ir por tal o cual arcade.

Online, cara a cara

A pesar de que muchos difieren sobre qué es un arcade –si el tipo de juego, la fecha en la que desarrolló, o la máquina en sí–, la mayoría coincide en la experiencia única que ofrece. Y, quizás, este sea el factor que los mantiene activos.

"La nostalgia es uno de los sustentos del interés, nos recuerda épocas más simples y demás, es lo mismo por lo que muchos seguimos yendo a comer a ciertos lugares. Lo otro es porque la experiencia, la base del videojuego, es diferente: no es lo mismo jugar una partida online en mi casa que ir a un arcade y que un extraño aleatoriamente me desafíe o coopere conmigo", explicó el desarrollador.

Por otro lado, Momfus también destacó el hecho de estar ante una multitud que podía ver al jugador desempeñarse ante la máquina y saber si era bueno en el juego. Aunque algunos señalan a las partidas en Internet como principal factor del "apagón" del arcade, otros señalan la ventaja de este componente local.

Franco Mazzocca, técnico electrónico y fanático de la industria de los videojuegos, destacó que uno podía sobresalir en el puntaje que marcaba en un arcade y ver quiénes podían superarlo. "Hoy en cualquier juego en Internet, la comparación es mundial, es casi imposible figurar en un ranking porque te medís con los mejores", mencionó.

Esta competencia global, a su vez, agregó una complejidad en los videojuegos. "Ahora para mantenerte en cierto nivel de calidad, tenes que dedicarle muchas horas. Juegos online como DOTA o League of Legends requieren pasar bastante tiempo para poder hacer frente a los competidores", indicó Franco.

"La ventaja del arcade es que mantenía esa sencillez de hacerlo casual, todos se podían divertir aunque no fueran los mejores. Para mí, el videojuego tiene que permitir disfrutar el momento sin tener que darle la vida", explicó.

Aún así, el arcade tiene un lugar para los que buscan conocer cada detalle del juego. De hecho, había quienes perseguían, apasionados, la perfección, según recuerda Lorenzo, del Bar de Loren.

"Es un desafío, hoy podés buscar las combinaciones para hacer poderes en Internet, pero en aquel entonces tenías que pasar tiempo jugando hasta descubrirlo. Podias gastar miles de fichas en eso. El arcade requiere mucha habilidad para manejar los controles, es exigente, te pide mucha práctica, y eso lo hace más entretenido", dijo Lorenzo.

La caída

A pesar de todo, Lorenzo reconoce que esta no es la época de gloria del arcade. "El interés del público está apagado, a pesar del entusiasmo que despierta encontrarse con uno".

De igual manera, Momfus, de Gamer con Mate, desestimó que ese pasatiempo se vuelva moda. "Deberían existir varios factores para que eso suceda. A pesar de que me encante, el tema del precio es una limitación frente a la experiencia que ofrecen. Sucede lo mismo con los videojuegos locales, que todos quieren que se hagan en Mendoza, pero muchos piratean. En esto es igual; todos quieren que haya arcades, pocos van", opinó.

Por su parte, Franco coincidió en que "no se los aprecia tanto, pero los fanáticos pagan muchísimo por máquinas que no eran tan comunes en aquel entonces. Eso se mantiene".

Franco Mazzocca con una consola original de Donkey Kong.

¿Qué causó entonces que disminuyera el interés? Los jugadores señalaron distintos factores.

Por un lado, para Lorenzo la experiencia online amplió las posibilidades de los enfrentamientos. "En un ciber te encontrabas con el Counter Strike, de pronto podías jugar contra todos los amigos que se te diera la gana en la misma partida", apuntó.

A su vez, Franco señaló un factor diferente: la piratería. "Muchos consideran que las nuevas consolas, o las partidas desde tu casa redujeron el mercado del arcade. Pero en lugares como Estados Unidos, convivieron mucho tiempo. La ventaja de las máquinas en un primer momento era que, por unas pocas monedas, podías probar varios juegos. Con la piratería, podías tener muy barato cualquier juego de PlayStation, por ejemplo, y la balanza se alteró", explicó.

Aún así, los arcades se mantienen en la cultura popular, dentro incluso de los nuevos videojuegos, o películas. "Sucede que los que se criaron con arcades, ahora están desarrollando. Están produciendo. Mantienen el estilo, a pesar de que un celular es mucho más potente que las máquinas de ese entonces, los juegos más populares son sencillos, del estilo del arcade. Eso no se pierde, por más que pase el tiempo". 


Fuente:  elsol.com.ar

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