domingo, 13 de diciembre de 2015

Crónica de una tragedia: ¿por qué se estrelló el helicóptero?
Las dos víctimas sobrevolaban el dique Potrerillos para realizar una filmación cuando perdieron la vida. Según otros pilotos, el aparato estaba en "perfectas condiciones".

Por Alexis Montivero




Habían pasado cerca de quince minutos de las 8 cuando el helicóptero en el que viajaban Carlos Alberto Zarlenga y Luis Marcelo Barrera se estrelló contra el dique Potrerillos. El piloto y el camarógrafo sobrevolaban el lugar buscando grabar imágenes para un reality show sobre deportes de la cadena MTV.

La noche anterior, ambos llegaron a La Puntilla a bordo del aparato, donde se encuentra el Aeroclub Mendoza. La intención era pernoctar en el lugar para salir temprano a realizar las tomas.

El comandante Zarlenga, un hombre de unos 68 años, retirado de Aerolíneas Argentinas, firmó el ingreso en el libro de vuelo de un helicóptero Bell 206, identificado con las siglas LVFO-206. Celeste y blanco, "muy bueno, en buen estado", según definió el presidente del aeroclub, Lorenzo Azcárate.

El aparato estaba preparado para que el camarógrafo realizara cómodamente su trabajo: se le habían retirado las puertas y la palanca de comando. A las 7 de la mañana, Zarlenga y Barrera partieron de La Puntilla hacia Potrerillos sin plan de vuelo.

Carlos Alberto Zarlenga

De acuerdo con el presidente del aeroclub, está permitido circular por el corredor visual del lugar hasta las 15 millas. "No necesitaban autorización porque no interferían la señal de nadie", indicó.

Sin embargo, Eduardo Sosa, de la Secretaría de Ambiente, aseguró que los tripulantes no tenían permiso para volar en la zona. "Sólo habían solicitado un pedido para realizar filmaciones en el Cordón del Plata pero que no se encontraba autorizado aún".

Ambos llegaron hasta el lugar, y el piloto comenzó a volar cada vez a menor altura. En un momento, una de las hélices tocó el agua y se produjo una explosión. Los restos del aparato se esparcieron por el dique.

"Es muy difícil que se haya tratado de una falla mecánica", indicó Azcárate. En su experiencia, el piloto señala que cuando se sobrevuela un espejo de agua, se pierde la relación con la altura, sobre todo cuando el lugar es tan grande: un lago de 1.300 hectáreas.

El espejismo que genera la luz del sol sobre toda esa superficie pudo haber complicado la tarea de Zarlenga. "En esas condiciones, comenzás a mirar el suelo y no el altímetro, porque si no estás atento podés impactar. El helicóptero era muy bueno, es más probable que el comandante haya sufrido desorientación espacial", indicó.

Los cuerpos no fueron hallados, y desde Seguridad no cuenta con equipo suficiente para rescatarlos. El lago tiene una profundidad máxima de 140 metros, pero los buzos sólo pueden descender hasta 60.

Esto se debe a que el equipo con el que cuentan utiliza aire comprimido. A 70 metros de profundidad la compresión del oxígeno es tan elevada que éste se vuelve tóxico para las células del organismo. Por lo pronto, los cuerpos de los tripulantes permanecen sin ser hallados. 



Fuente: elsol.com.ar

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