domingo, 25 de diciembre de 2016

Mendocina premiada, casi afuera del Conicet
Especialista en genética, en 2015 fue reconocida por una investigación sobre cáncer de mama. Antes del acuerdo, el ajuste amenazaba su carrera científica.

Corresponsalía Sur 


Gisela Castro (32) es de Alvear y estudió en Misiones. | Gentileza


Bertrand Russell decía que “los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible y los políticos, por hacer imposible lo posible”.

Hoy esa frase tiene aire de axioma y se refleja en una dura realidad para muchos científicos argentinos, cuyas posibilidades de seguir investigando se vieron amenazadas con el recorte presupuestario efectuado a nivel nacional, aunque finalmente ayer se llegó a un acuerdo.

Tal es el caso de la mendocina Gisela Castro, investigadora de 32 años, especialista en la mejora de los tratamientos contra el cáncer de mama, útero y cerebro.

Esta alvearense culminó este año su trayecto como becaria del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en Mendoza, luego de 8 años de arduo trabajo en los que hizo su doctorado y pos-doctorado.

Gisela fue reconocida en 2015 con el Premio Bienal sobre Investigación Clínica en Cáncer, otorgado por la Fundación Teodoro Ovsejevich y Lalcec por la mejor investigación clínica en el país sobre el cáncer de mama.

“He quedado fuera del sistema de investigación, ya que se redujo el ingreso a la carrera del investigador, que es como un pase a planta en Conicet para decirlo de alguna manera”, señaló Gisela en el comienzo de la charla con Los Andes, antes del acuerdo alcanzado ayer.

Oriunda de La Marzolina (Alvear Oeste), como le gusta decir a ella, su secundario lo hizo en la Escuela de Agricultura. “Recuerdo que la profesora Cristina López me invitó a participar en las olimpíadas de biología. Me tocó el tema genética y ahí dije: ‘Esto a mí me encanta’”.

De esa manera evoca el momento en que se le reveló su vocación científica.

Esa pasión por la ciencia la llevó a Misiones, único lugar del país donde se cursa la Licenciatura en Genética.

“Mi papá se había quedado sin trabajo; mi mamá trabajaba en los galpones de empaque en el verano. A pesar de esa situación, me dijeron que de donde fuera iban a sacar el dinero para que yo estudiara”, cuenta Gisela y remarca el esfuerzo que significó para su familia.

Cuando estaba terminando la carrera en Misiones, Gisela se contactó con Daniel Ciocca, uno de los investigadores más prestigiosos del Conicet en Mendoza, quien se convirtió en su director de tesis y le brindó un lugar en su laboratorio. Así, ella comenzó su carrera científica donde más quería, en su provincia.

“Allí desarrollé un proyecto de investigación sobre cáncer, básicamente la búsqueda de moléculas y proteínas que permitían predecir la respuesta a las terapias. Después del anuncio del recorte no sé si podré seguir haciéndolo. Por eso digo que esto va a afectar a toda la sociedad”, asegura con un tono de resignación para detallar el momento que le toca vivir.

Gisela es muy familiera y si bien ahora ha conseguido trabajo en un instituto privado, por su cabeza también ha rondado la opción de volver a Alvear.

“Cuando nos juntamos somos 30 en la mesa. No había antecedentes en mi familia de alguien que hubiera estudiado ciencias: soy la primera. Hay mucha admiración pero yo insisto en que cualquiera puede hacerlo”, afirma.

En medio de tanto esfuerzo y estudio, formó una familia con su esposo y una hija de 6 años, siempre acompañada de sus padres y hermanos.

Mientras, está en duda su carrera en el Conicet, ese lugar que le permitió alquilar por primera vez un departamento para vivir sola y hacer lo que más le gusta: ciencia.


Preocupación en el área de Ciencias Sociales

En un comunicado que difundieron ayer, los directores y directoras de Unidades Ejecutoras del Conicet, del área de Ciencias Sociales y Humanas, rechazaron el ajuste aplicado por el Gobierno: “Manifestamos nuestra profunda preocupación ante la asignación presupuestaria aprobada para 2017 para las actividades de Ciencia y Técnica en general y del Conicet en particular, considerando los perjuicios que la misma provoca”.

Agregaron: “El número de ingresantes a la Carrera del Investigador Científico recientemente difundido refleja una drástica disminución en el promedio de incorporaciones en relación a la de los últimos años, lo que pone en serio riesgo la continuidad de líneas de investigación y de grupos de trabajo afectando el desarrollo actual y futuro de los institutos, además de significar un quiebre respecto de los objetivos fijados oportunamente en materia de políticas científicas. Asimismo, el anuncio sobre cambios en las condiciones de acceso a los subsidios para investigación junto con una previsible reducción en la disponibilidad y magnitud presupuestaria de los mismos, tendrán severas implicancias en la misma dirección”.

El comunicado -entre cuyos firmantes está la historiadora mendocina Beatriz Bragoni (Incihusa)- cierra así: “Considerando que el desarrollo científico en todas las áreas de conocimiento constituye un recurso clave para el mejoramiento de nuestras sociedades y la independencia de nuestro país, solicitamos se reconsideren esas decisiones para garantizar un desenvolvimiento adecuado de las actividades de investigación en curso y futuras”.  



Fuente: Los Andes

No hay comentarios:

Publicar un comentario