¿Espacio para el negocio? Roscosmos, dispuesto a estudiar la cooperación estatal-privada en la órbita
El destino de la Estación Espacial Internacional (EEI) está pendiente. La administración estadounidense contempla convertirla en un "proyecto comercial privado" a partir de 2025. Rusia también tiene otros destinos para sus recursos, como la estación orbital. Así que Roscosmos está buscando nuevos formatos para su sección de la EEI.
La discusión acerca de la participación privada en el funcionamiento de la EEI tras el fin del acuerdo multilateral sobre su explotación en 2024 surgió después de que la filial espacial de la empresa rusa S7 —nuevo propietario del cosmódromo marítimo Sea Launch—, declarara su disposición a arrendar la sección rusa de la EEI.
En palabras del director general de 'S7 — Sistemas de Transporte Espaciales', Serguéi Sópov, la empresa "planea solicitar a Roscosmos que le otorgue la parte rusa de la EEI en concesión" a partir del año 2022.
En particular, S7 ofrece convertir los módulos rusos en un cosmódromo orbital destinado al ensamblaje de naves espaciales tripuladas y de carga sin que se requieran enormes cohetes portadores pesados lanzados desde la Tierra.
"Se pueden armar en la EEI producciones únicas y convertirlas en un 'hub' para la expansión hacia la Luna y Marte. Teniendo un punto de ensamblaje en la órbita, no hará falta lanzar carísimos cohetes superpesados, se podrán emplear todos los cohetes actuales lanzando módulos pequeños", afirmó Sópov en una entrevista al medio ruso Izvestia.
Roscosmos reaccionó positivamente a la declaración y afirmó "compartir una visión semejante" sobre el desarrollo de la cooperación entre actores estatales y privados en el espacio.
"Estudiaremos las propuestas de S7 sobre la explotación conjunta de la sección rusa de la EEI al recibirlas", aseguraron desde la agencia.
Cabe mencionar que los planes para un 'astillero orbital' figuraron en los proyectos preliminares del programa espacial federal de Rusia en 2014, pero en la época fueron descartados por la falta de fondos.
La iniciativa de S7 y la disposición de Roscosmos han sido elogiadas por los expertos rusos ya que la cooperación estatal-privada podrá dar un sentido al proyecto de la EEI después del año 2024.
"La EEI como objeto de infraestructura, sin duda, debe conservarse. La Tierra debe tener una estación orbital habitable. Pero explotar el espacio aéreo cercano ya es asunto de los empresarios. El Estado debe concentrarse en el espacio lejano", valoró Andréi Iónin, miembro del Consejo de Expertos del Gobierno ruso.
© AP PHOTO/ SEA LAUNCH
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La aerolínea S7, fundada por el empresario ruso, ingeniero y entusiasta del espacio Vladislav Filion, adquirió el cosmódromo marítimo único Sea Launch en 2017 con el fin de convertirse en una empresa aeroespacial, aunque inicialmente no había mucha información sobre los planes de la empresa a largo plazo.
Al revelar el proyecto del 'cosmódromo orbital' a Izvestia, el jefe de la filial espacial de S7 ofreció los puntos clave de las ambiciones de la empresa en el espacio:
"Nuestra visión de la primera empresa de transporte espacial del mundo se basa en tres pilares: lanzamientos baratos y confiables desde el Sea Launch y Baikonur; infraestructura en la órbita terrestre en forma de la EEI; naves de transporte interorbital e interplanetario dotadas con motores nucleares", detalló Sópov.
Los motores nucleares son una de las tecnologías que permiten viajes espaciales en el espacio lejano. Solo la URSS desarrolló y puso en servicio aparatos espaciales dotados con este método de propulsión. Rusia está desarrollando un motor nuclear de nueva generación desde 2010.
Fuente: mundo.sputniknews.com
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