sábado, 17 de febrero de 2018

'Redacción genética' para curar el cáncer: ¿llegó la hora o se necesita prudencia?
Los médicos chinos modifican el genoma humano mediante la tecnología CRISPR-CAS9 con el fin de hacer que los organismos de los pacientes luchen contra las células malignas. El vicejefe del hospital oncológico de Hangzhou, Wu Shixiu, explicó a Sputnik cómo se aplica el innovador, aunque controvertido, método.


CC0 / Pixabay


La tecnología CRISPR-CAS9 fue desarrollada en 2012 en EEUU como una herramienta para modificar el genoma. El tratamiento se basa en la proteína Cas9, destinada a detectar elementos ajenos en el ADN y reemplazarlos por otros. Es decir, la tecnología permite editar el ADN de los seres vivos.

Los investigadores estadounidenses y europeos pasaron años analizando la tecnología en condiciones de laboratorio, mientras que en algunos de los hospitales chinos ya la están probando para tratar el cáncer

¿Cómo funciona el método?

Los médicos toman la sangre del enfermo y localizan el fragmento de ADN que suprime la capacidad de las células inmunes para luchar contra los elementos malignos. Dicho fragmento de ADN se elimina, tras lo cual los médicos vuelven a transfundir la sangre modificada al paciente.

Se prevé que así el organismo comience a luchar contra las células tumorales por su propia cuenta.

El método, inicialmente anunciado en 2016, causó cierta controversia en la comunidad científica debido a los posibles efectos colaterales, desconocidos hasta el momento.

Para investigar las consecuencias del tratamiento, los científicos de la Universidad de Columbia (EEUU) realizaron pruebas en ratones, a quienes les habían curado la ceguera mediante el CRISPR-CAS9. El estudio reveló que la terapia aportó unas 1.500 mutaciones al genoma de los animales.

La cantidad no se considera muy grande, y esos cambios colaterales no tuvieron efecto en la salud de los animales, pero los investigadores subrayaron la necesidad de perfeccionar la tecnología.

Otro motivo de controversia se refiere a la dimensión ética del asunto. Así, algunos médicos ponen en duda la razonabilidad de la intervención en el genoma humano. Sin embargo, para los médicos chinos, la tarea prioritaria es tratar de ayudar al paciente, según explicó Wu Shixiu a Sputnik.

"Hasta el momento, 21 pacientes con cáncer de esófago han participado en el experimento, con una tasa de éxito de un 40%. Uno de los enfermos ha permanecido vivo durante casi un año después del experimento. (…) Y aquellos eran participantes en los que ya habían probado todos los métodos convencionales de tratamiento, sin éxito", contó.

El vicejefe del hospital admitió que todavía era pronto para evaluar la eficacia de CRISPR-CAS9, no obstante, a su juicio, se podía calificar la prueba como exitosa.

"Hasta ahora, el método seguramente es eficaz. Todavía es difícil saber para cuáles enfermedades oncológicas sirve mejor, ya que lo hemos probado con pocos pacientes", valoró.

El doctor chino agregó que el método había demostrado ser menos invasivo que los tratamientos convencionales, desde el punto de vista de las posibles consecuencias colaterales.

La tecnología CRISPR-CAS9 podrá servir no solamente para curar el cáncer, sino también para hacer a una persona invulnerable ante el VIH, especulan algunos investigadores.

No obstante, científicos de todo el mundo aún no confían plenamente en el método innovador. Así, los estudiosos estadounidenses ponen de relieve el riesgo de editar el genoma humano de manera errónea y advierten sobre las posibles consecuencias que podrían afectar negativamente tanto a la salud del paciente, como a la de sus descendientes.

Al respecto, Wu Shixiu observó que los médicos estadounidenses tienden a mostrar pesimismo a la hora de enfrentarse con las nuevas tecnologías, mientras que los chinos están abiertos a cualquier oportunidad de aplicar métodos innovadores en medicina.



Fuente: mundo.sputniknews.com

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