miércoles, 31 de octubre de 2018

Día de los Muertos en México: Qué es y cómo se celebra, que lugares visitar y qué hacer





Todo lo que querías saber acerca de la celebración del Día de Muertos. Por qué se realiza, qué significado tiene. También te decimos cuándo se lleva a cabo y, sobre todo, qué podemos ver y hacer durante esta fiesta.

Qué es el Día de Muertos

El Día de Muertos es la celebración mediante la cual los mexicanos rinden homenaje a los seres queridos que ya han fallecido.

Esto bajo la creencia popular de que las almas de los seres queridos que se fueron regresan de ultratumba. Por ello, se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, fruta, calaveritas de dulce y demás afectos personales.

Se trata de un homenaje a la muerte, pero también una celebración por la vida que hay después de la muerte. Uno de los festejos con mayor arraigo dentro de la cultura mexicana que tiene cabida en prácticamente todo el país.

Tradición que incluso ya ha sido catalogada como Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco.

¿Cuándo se celebra el Día de Muertos?

De acuerdo con la tradición, existen diferentes fechas para la colocación de los altares.

Cosa que ocurre, en algunos lugares, a partir del 28 de octubre, día destinado a quienes fallecieron por algún accidente.

Después, el 29 se conmemora a los angelitos, es decir, niños que murieron sin recibir el bautismo y, por ello, están en el limbo.

El 30 se recuerda a las mujeres que murieron en parto, que fueron directamente al cielo y comparten el día con las personas de la tercera edad.

Para el 31 se pone ofrenda a los que fallecieron en circunstancias trágicas, como homicidios y atentados.

El 1 de noviembre es día de Todos los Santos, se celebra a los difuntos de mucho apego sin importar la edad.

Y finalmente, el 2 de noviembre, Día de Muertos o de los Fieles Difuntos sigue la convivencia entre vivos y muertos.

Origen del Día Muertos

Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México se remontan a la época prehispánica. Hay muestras de ello entre los vestigios de civilizaciones como la Azteca, Maya, Purépecha, Náhuatl y Totonaca.

En todas ellas, la idea que sostenía esta costumbre era la de acompañar a los difuntos en su camino al inframundo.

Y se hacía acercándoles esos objetos personales y esos platillos que tanto disfrutaban en vida.

Era común, también, conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

Una práctica que tenía lugar el noveno mes del calendario solar azteca (inicios de agosto), y era celebrada durante un mes completo.

Cuando los conquistadores españoles llegaron, movieron este ceremonial hasta noviembre, para que coincidiera con las festividades católicas. Es decir, con la conmemoración del Día de todos los Santos y Todas las Almas.

Fue a través de la evangelización que la tradición cambió, no sólo de fecha, sino en algunas de sus manifestaciones más exóticas. Las cuáles causaban desconcierto entre los españoles.




Significado de la ofrenda del Día de Muertos

Hoy en día, en prácticamente todos los rincones del país, se realiza esta celebración, con algunas variaciones dependiendo la región.

Sin embargo, hay un elemento representativo de la festividad, presente en casi todos lados. Y ese es la ofrenda.

Se trata de una representación de la visión sobre la muerte, cargada de alegorías y significados.

A grandes rasgos, todas las ofrendas comparten algunos elementos y, con ello, su significado.

Entre los elementos más comunes que podemos encontrar están:

Agua: fuente de vida que se le ofrece a las almas de los difuntos para calmar su sed.

Sal: elemento purificador que sirve para que las ánimas no se corrompan en su viaje.

Velas: alumbran el camino de las almas para que encuentren sus antiguos hogares.

Incienso o copal: igual que la vela, constituye una guía, olfativa, para conducir a los difuntos que vienen a visitarnos. Además, era ofrecido por los indígenas a sus dioses para alejar a los malos espíritus. Lo que permite que las almas buenas puedan entrar a sin peligro.

Comida y bebida: se coloca con la intención de agasajar a los difuntos con lo que más les gustaba en vida. Esto porque habrán de encontrarse con ellos al menos durante estos únicos días al año, en que les es permitido volver.

Pan de Muerto: es una representación de la eucaristía que fue agregada por los evangelizadores españoles.

Papel picado: generalmente de colores morado, rosa y naranja que simbolizan la unión de la vida y la muerte.

Calaveritas: cada una representa a un difunto, de hecho, usualmente traen un nombre en la parte frontal. Antiguamente se utilizaban cráneos de verdad que fueron sustituidos por estos hechos de azúcar, chocolate, amaranto, etcétera.

Flores: la más usada es la de cempasúchil que es símbolo del resplandor del sol, que se considera el origen de todo. En ocasiones se ponen sobre el piso como una especie de alfrombra, que guía al difunto hacia su altar. También se le usa para aromatizar y darle una bienvenida más vistosa a las almas.

Objetos personales y fotografías: con esto se rinde homenaje a los fallecidos y se envía una señal de que aún se les recuerda.

Altares de muertos: tradicionalmente los altares tienen varios niveles: dos, tres o hasta siete, dependiendo de las costumbres. Los de dos niveles representan la división del cielo y de la tierra; mientras que los de tres, agregan el inframundo. El de siete niveles representa los escalones que debe atravesar el alma para poder llegar al lugar de su descanso.




Los mejores lugares para festejar el Día de Muertos en México

Cada estado del país tiene su peculiar forma de celebrar a los muertos.

Sin embargo, esta es la lista de los destinos que no te puedes perder por lo llamativo de su celebración.

Pátzcuaro, Michoacán

Hay que ver sus panteones llenos de ofrendas y el tradicional desfile de canoas en su lago.

Un tributo de los pescadores al dios de la muerte de la cultura tarasca, que ilumina todo el cuerpo de agua con veladoras.

Huaquechula, Puebla

A 45 kilómetros de la ciudad de Puebla, en este pueblo tienen la costumbre montar espectaculares altares dentro de las casas.

Los cuales muestran un estilo distinto al del resto del país, pues combinan la tradición mixteca y la católica. Los anfitriones suelen ofrecer chocolate caliente y deliciosa comida típica.




Mérida, Yucatán

Conserva intacta la tradición maya de celebrar el reencuentro con los seres queridos que se adelantaron. Dicha fiesta es llamada Hanal Pixán, que dura siete días. Uno de los eventos más representativos es el Paseo de las Ánimas.

En éste, cientos de muertos vivientes caminan desde el cementerio general hasta el Arco de San Juan.

Pomuch, Campeche

Un pequeño pueblo maya en el estado de Campeche, escenario de una de las tradiciones de Día de Muertos más extraordinarias.

Una semana antes del Día de Muertos, la gente va al panteón para sacar los restos de sus seres queridos, luego de 3 años de muertos. Allí los limpian y airean, mientras platican con el difunto como se hacía en vida.

Oaxaca, Oaxaca

Hay varias tradiciones oaxaqueñas propias de estas fechas, como regalarle a familiares y amigos una pequeña muestra de los elementos de las ofrendas.

En los días cercanos al Día de Muertos, la ciudad se llena de vida con las comparsas que recorren las calles.




Huasteca Potosina, San Luis Potosí

La fiesta de los muertos recibe el nombre de Xantolo en esta región y es por mucho la celebración más importante del año.

Destaca por su velación con rezos y alabanzas que llena de incienso los panteones.

Riviera Maya, Quintana Roo

El parque Xcaret es escenario de uno de los más grandes festivales del Día de Muertos. Se trata del Festival de Vida y Muerte que se lleva a cabo desde el 30 de octubre, con teatro, música, altares y mucho más.



Fuente: MDZ Online

No hay comentarios:

Publicar un comentario