El programa Artemisa de la NASA para pisar la Luna en 2024: ¿humo o realidad?
El pasado marzo la administración Trump sorprendió a propios y extraños al anunciar un nuevo plan para poner un ser humano en la Luna en 2024. El plan fue recibido con una más que justificada dosis de escepticismo. El principal problema es, naturalmente, económico. Con el presupuesto actual la NASA no puede acelerar el desarrollo del cohete SLS, de la cápsula Orión y, además, construir desde cero un módulo lunar y la estación Gateway. Y todo ello en menos de cinco años. No obstante, Trump prometió que el dinero llegaría y, efectivamente, el 13 de mayo la Casa Blanca anunció su intención de aumentar del presupuesto de la NASA para 2020 en 1600 millones de dólares. De la mano del dinero vino además un nombre para la misión lunar: Artemis (o Artemisa en español). Seguramente todos estamos de acuerdo en que el nombre es muy bonito, pero la pregunta es, ¿se trata de una cantidad de dinero suficiente?
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Recreación de la NASA del despegue de la etapa de ascenso de un módulo lunar en una misión tripulada al polo sur de la Luna (NASA).
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De acuerdo con el administrador de la NASA Jim Bridenstine, sí, es suficiente, aunque por los pelos. Otros expertos no están tan seguros. En cualquier caso, el desarrollo del módulo lunar es una prioridad, así que no es de extrañar que este proyecto recibiría mil de los mil seiscientos millones de dólares. El resto del dinero iría casi en su totalidad al programa SLS/Orión con el fin de acelerar el programa de pruebas y permitir el lanzamiento de tres misiones planeadas en los próximos cinco años. Eso sí, parte de este dinero saldrá de la reducción del presupuesto de otros programas de la NASA. En concreto, la estación Gateway verá reducido su presupuesto en 321 millones de dólares. De esta forma, solo se lanzarán dos módulos del laboratorio lunar, el módulo propulsivo PPE y un pequeño módulo hábitat.
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Versión reducida de la estación lunar Gateway con el módulo propulsivo PPE y un nodo, además de la nave Orión y la etapa de ascenso del módulo lunar acoplados (Lockheed Martin).
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La reducción de Gateway ya había sido propuesta por Bridenstine para alcanzar el objetivo de poner un astronauta en la Luna en 2024, algo que no deja de ser una paradoja teniendo en cuenta que Gateway es una parte esencial del plan, ya que el módulo lunar y la nave Orión deben acoplarse al laboratorio por separado. Los astronautas pasarán entonces de la nave Orión al módulo lunar y luego a la superficie lunar. El resto de módulos de Gateway —incluyendo las contribuciones de Japón, Europa, Rusia y Canadá— se lanzarán en el periodo de 2024 a 2028. Además, unos 130 millones de dólares se destinarán al desarrollo de tecnologías ISRU (In-Situ Resource Utilization), principalmente aquellas destinadas a extraer hielo del regolito lunar situado en la sombra permanente de los cráteres del polo sur. No obstante, 130 millones es una cantidad casi despreciable para un desafío tecnológico tan complejo como es aprovechar el «hielo sucio» lunar para extraer hidrógeno y oxígeno. Otros 90 millones de dólares servirán para financiar la «exploración robótica» de la Luna.
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Dos astronautas de la NASA pisan el polo lunar en 2024 usando la nueva propuesta de módulo lunar de Lockheed Martin (Lockheed Martin).
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La NASA quiere contar con la iniciativa privada para reducir los costes del programa Artemisa. La empresa Blue Origin, con el reciente anuncio de su módulo lunar Blue Moon, se sitúa como una de las compañías favoritas para ser agraciadas con uno de los hipotéticos contratos para el desarrollo del módulo lunar de Artemisa. Blue Moon es un módulo lunar no tripulado de 15 toneladas que puede ser adaptado para misiones con astronautas y emplea propulsión criogénica, uno de los requisitos no escritos del programa Artemisa, ya que así es posible, aunque por ahora sea solo sobre el papel, usar el hielo lunar para recargar los tanques de propergoles del módulo lunar.
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Jeff Bezos junto con una maqueta a tamaño real del Blue Moon (Blue Origin).
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Mil seiscientos millones es ciertamente una cantidad poco impresionante para arrancar un programa tan ambicioso y con unos plazos tan justos como Artemisa, pero lo cierto es que nadie sabe con certeza cuánto dinero se necesita para hacer realidad el regreso del ser humano a la Luna en 2024. Al menos ya podemos decir que la administración Trump quiere destinar dinero para volver a la Luna. Otra cosa es que sea suficiente y que el Congreso esté de acuerdo, claro está.
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