domingo, 8 de septiembre de 2019

¿Cómo son los cruceros nucleares más grandes del mundo y qué futuro les espera en Rusia?
Hace 30 años, en abril de 1989, fue botado el último de los cuatro cruceros de propulsión nuclear del proyecto Orlan. En la actualidad, dos de esos barcos siguen en servicio de la Armada rusa. Nikolái Protpópov, columnista de la edición rusa de Sputnik, analiza qué objetivos tenían en la URSS y qué misiones cumplen en la Rusia actual.


© Sputnik / The Norwegian Armed Forces


Propósitos iniciales

El desarrollo de la flota submarina nuclear de EEUU obligó a la URSS a formar unidades antisubmarinas que había que proteger con un buque grande. Apareció la idea de construir un crucero de 25.000 toneladas de desplazamiento que llevara a bordo todo tipo de armas navales. Así nació el proyecto 1144 Orlan.

El primero de los cuatro cruceros nucleares pesados ​​de la serie fue el Kirov —desde 1992, Almirante Ushakov— puesto en quilla en 1973. Se convirtió en el mayor buque no portaviones del mundo. Los estadounidenses también tenían barcos nucleares de superficie, pero de un tamaño mucho menor, por ejemplo, el desplazamiento de los cruceros de la clase Virginia es de solo 11.000 toneladas.

El segundo Frunze —desde 1992, Almirante Lazarev— entró en servicio en diciembre de 1980, y el tercero, Kalinin —desde 1992, Almirante Najimov—, en 1988.

La construcción del último barco de la serie, el Piotr Veliki —Pedro el Grande—, se demoró más de 10 años, retraso causado ​​por el colapso de la URSS. Fue puesto en quilla 1986 y entró en servicio de la Armada rusa solo en 1998.

Ningún crucero del mundo cuenta con un armamento tan potente

La principal fuerza de ataque del Orlan son dos docenas de misiles de crucero Granit nucleares o convencionales supersónicos. Cada proyectil pesa siete toneladas y es capaz de lanzar una carga de 750 kilos o una ojiva nuclear de 500 kilotones a una distancia de 600 kilómetros. El objetivo principal del Granit es destruir los grupos de portaviones del enemigo. Sin embargo, también puede atacar los objetivos costeros.


© SPUTNIK / PAVEL LVOV

Mientras tanto, el sistema de defensa antiaérea S-300F Fort con cientos de misiles antiaéreos es capaz de atacar seis objetivos aéreos a la vez. La base del segundo escalón del sistema de defensa antiaérea es el Kinzhal armado con 128 misiles. Destruye los misiles que logran pasar por la zona de cobertura del Fort.

En la tercera, más cercana, línea de defensa hay seis sistemas de artillería antiaérea Kortik, un cañón universal doble de 130 mm y ocho ametralladoras de seis cañones de 30 mm de una cadencia de 6.000 disparos por minuto. Para contrarrestar los submarinos enemigos hay dos sistemas antisubmarinos Vodopad.

Para controlar y mantener los sistemas de la nave, se requiere una tripulación comparable a la población de una ciudad pequeña: 1.100 oficiales, guardiamarinas y marineros.

Misión actual

Según el excomandante de la Flota del Norte, Viacheslav Popov, los buques de esta clase son muy necesarios para la Armada rusa.


© FOTO : MINISTRY OF DEFENCE (UNITED KINGDOM)

"Es una nave tan universal que es casi imposible acercarse a ella ni destruirla. Navegué en este buque muchas veces y vi lo eficiente que es el sistema de defensa antiaérea, cómo derriba misiles supersónicos", comentó Popov a Sputnik.

Los Orlan tienen una gran importancia política, opinó el militar.

"La flota, a diferencia del resto de las Fuerzas Armadas, es capaz de cumplir misiones en tiempos de paz sin violar fronteras, normas internacionales ni tratados", señaló.

En general, los océanos son internacionales a excepción de pequeñas zonas de aguas territoriales y económicas.

"Nuestros barcos están listos para mostrar la bandera, su presencia en cualquier lugar del océano. Un crucero, un destructor o una fragata pueden llegar a casi cualquier puerto del mundo. Es poco probable que sea posible una visita amistosa, por ejemplo, de una división de tanques. Y la flota llega a cualquier parte del mundo y tiene un valor tremendo como herramienta de política exterior de Rusia", explicó.

Actualmente, Rusia cuenta con dos Orlan: el Piotr Veliki, buque insignia de la Flota del Norte, y el Almirante Najimov, sometido ahora a una profunda modernización y reparación que, según los planes del Ministerio de Defensa, se completará en 2021. Los medios de comunicación rusos y extranjeros ya han informado que, tras la modernización, los Orlan podrían estar armados con los últimos misiles hipersónicos Tsirkon y los sistemas de misiles Onix y Kalibr.


"El más capaz del mundo": un medio de EEUU analiza la modernización de un crucero nuclear ruso
Una vez modernizado el crucero nuclear Almirante Najimov, Rusia tendrá a su disposición la nave de combate de superficie "más capaz del mundo", advierte la revista digital estadounidense Military Watch.


© Sputnik / Oleg Lastochkin


Defensa antiaérea

El sistema de defensa aérea del Almirante Najimov será reemplazado por una nueva versión naval del S-400.

"El S-400 proporcionará más de media docena de tipos de municiones importantes para el Almirante Najimov, lo que lo convierte quizás en el buque de combate más versátil en términos de defensa antiaérea y antimisiles del mundo, y a la vez proporciona una defensa antiaérea de múltiples capas para mejorar la supervivencia del propio buque".

Según el medio, se estima que el S-400 naval contará con 96 celdas de lanzamiento que albergarán el mayor arsenal de misiles tierra-aire del mundo en un buque de guerra.

Las capacidades de defensa se verán incrementadas por sistemas complementarios de corto y mediano alcance. Se prevé que el buque contará con los sistemas Pantsir-ME y Redut.

Estos sistemas harán que el Almirante Najimov sea un objetivo mucho más difícil de alcanzar que cualquier otro buque de guerra. Dado que la Armada de EEUU actualmente depende en gran medida de diseños de misiles de crucero subsónicos más antiguos, como el Harpoon y el Tomahawk, a sus buques de combate de superficie les resultará muy difícil penetrar en las defensas de última generación del crucero ruso, observan los autores.

Revolución de las capacidades ofensivas

Mientras que la defensa antiaéreas de los buques de la clase Kirov representa una formidable mejora, quizás el resultado más significativo de la modernización sea la revolución de las capacidades ofensivas del buque de guerra, subraya el medio.

Con la llegada de nuevos misiles hipersónicos rusos y plataformas supersónicas más sofisticadas, los 20 lanzadores Granit a bordo del Almirante Najimov se reemplazarán por 80 celdas de lanzamiento verticales para municiones más nuevas y ligeras: Onix, Kalibr y, posiblemente, "el sustituto más formidable" Tsirkon.

Capaz de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 1.000 km, el Tsirkon ampliará significativamente el alcance del crucero contra los buques de guerra enemigos y otros objetivos móviles, lo que le permitirá superar el alcance de 130 km del Harpoon, la base de las capacidades antibuque de la flota de combate de EEUU, y el de 310 km del Harpoon de la próxima generación.

"La velocidad de este misil se considera suficiente para desactivar cualquier buque de guerra conocido con un solo impacto directo", analizan los periodistas.

Además de las mejoras del arsenal del Almirante Najimov, se prevé una modernización de los radares, los sistemas de comunicación y navegación, y los de guerra electrónica.

La renovación y la modernización completa de la clase Kirov proporciona un medio eficaz de equipar a la Armada con unos buques de combate pesados de última generación que necesita, y a un coste considerablemente menor y en un plazo de tiempo mucho más corto que el que requeriría la construcción de un nuevo buque de guerra, opinan los autores.

"Dado su tamaño, arsenal y capacidades, es muy probable que la clase Kirov proporcione a la Armada rusa los buques de combate de superficie más capaces del mundo, justo lo que la Armada soviética pretendía que fueran los buques de guerra superpesados".

"Se puede decir que el rendimiento esperado de los buques de guerra supera con creces las capacidades de los cruceros estadounidenses de la clase Ticonderoga que carecen de una potencia de ataque remotamente comparable, o incluso las de los nuevos destructores chinos de la clase 055", afirma el medio.

No obstante, por muy formidable que sean los buques renovados, Rusia tendrá que considerar la ampliación de sus astilleros y la construcción de nuevos destructores o cruceros, concluye el artículo.

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