Más detalles de la sonda lunar china Chang’e 7
Por Daniel Marín
El programa de exploración lunar chino (CLEP) sigue perfilándose. El año pasado supimos de los planes para lanzar una nueva serie de sondas al polo sur lunar. Hasta ese momento el programa lunar chino constaba de tres tipos de sondas: los orbitadores Chang’e 1 y 2, las sondas de aterrizaje Chang’e 3 y 4 y las de retorno de muestras Chang’e 5 y 6. En estos momentos la sonda Chang’e 4 y su rover Yutu 2 continúan con su misión en la cara oculta de la Luna y el año que viene está previsto el lanzamiento, al fin, de la sonda Chang’e 5, mucho más pesada y compleja que sus predecesoras y que, por tanto, debe ser lanzada mediante el cohete Larga Marcha CZ-5, el más potente que tiene el país asiático en servicio.
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Elementos de la sonda Chang’e 7 (CNES/https://www.weibo.com/5616492130).
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Las nuevas sondas polares también serán lanzadas por el CZ-5 e introducen elementos tanto de la serie de retorno de muestras como de las Chang’e 3 y 4. China anunció este año que pretende lanzar al menos dos sondas de esta serie bajo la denominación Chang’e 7 y 8, aunque ni las fechas ni los nombres están claros. Las autoridades chinas han dejado caer que la Chang’e 7 podría despegar en 2023, pero solo si despega antes que la Chang’e 6. Esto puede parecer extraño, pero no olvidemos que, de hecho, estaba previsto que la Chang’e 5 despegase antes que la Chang’e 4. La Chang’e 4 fue construida originalmente como copia de reserva de la misión Chang’e 3 y estuvo a punto de ser cancelada antes de que se cambiase el objetivo de su misión a la cara oculta de la Luna. Del mismo modo, parece que la Chang’e 6 se ha concebido como reserva de la Chang’e 5, así que será necesario dejar pasar unos años para analizar los resultados de esta última misión antes de lanzar otra sonda de retorno de muestras.
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Elementos de la sonda Chang’e 5 (CNSA).
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Fases de la misión Chang’e 5 (CNSA).
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Zonas de aterrizaje en el polo sur lunar de las futuras sondas polares chinas (CNSA).
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La Chang’e 5 alunizará en la zona de Mons Rümker, en el Oceanus Procellarum, mientras que la Chang’e 6 podría traer muestras del polo sur lunar o de la cara oculta… o de las regiones antárticas de la cara oculta. La Chang’e 7 aterrizaría cerca del polo sur, cerca de los cráteres Shackleton, Faustini, Shoemaker o Haworth. Como en las anteriores misiones Chang’e, China busca la colaboración internacional en esta misión y ya se han firmado acuerdos con Roscosmos y el CNES francés. Precisamente, gracias a una reciente presentación de Francis Rocard, del CNES, conocemos más detalles sobre esta sonda. La Chang’e 7 será una sonda pesada, de 8,2 toneladas y estará dividida en tres elementos: un orbitador, una sonda de aterrizaje y un satélite repetidor. El orbitador será el primero que lance China a la Luna para investigar su superficie desde la misión Chang’e 2 de hace casi una década.
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La Chang’e 7 (izquierda) comparada con la Chang’e 5 de retorno de muestras (CNSA).
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El pequeño satélite repetidor se situará en una órbita de halo alrededor del punto de Lagrange EML-2 con el objetivo de garantizar unas comunicaciones constantes con la Tierra, del mismo modo que el satélite Queqiao se encarga actualmente de retransmitir los datos de la Chang’e 4 desde la cara oculta. Y es que aunque la Chang’e 7 alunice técnicamente en la cara visible, la Tierra estará situada muy baja en el horizonte, dificultando las comunicaciones con la nave. La sonda de superficie usará el diseño de las Chang’e 3 y 4 y también llevará un rover, aunque este viajará en un lateral de la nave y no en la parte superior. Además del rover, la Chang’e 7 llevará un pequeño «saltador» que se elevará regularmente para ofrecer imágenes de contexto de la zona del polo sur y para detectar la presencia de hielo en el regolito de la región.
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El rover, el saltador, el orbitador y la Chang’e 7 junto con otra sonda (¿la Chang’e 8?) (https://www.weibo.com/5616492130).
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En los últimos meses las fuentes de noticias chinas han señalado que la Chang’e 6 —que, por cierto, también cuenta con colaboración francesa— será lanzada en 2023, así que, de confirmarse esta fecha, la Chang’e 7 se retrasaría varios años. Algunas fuentes citan 2027 o, incluso, 2030 como año de lanzamiento de esta misión, pero es difícil saber hasta qué punto se tratan de cifras reales o simples estimaciones. Por otro lado, la Chang’e 8 deberá tener un diseño parecido a la de la Chang’e 7, aunque parece que no incluirá un orbitador y, en su lugar, tendrá un «detector volador» para buscar hielo en el regolito del polo sur (sea lo que sea que signifique eso). En cualquier caso, no debemos olvidar que los planes lunares chinos más allá de la Chang’e 7 no están definidos y pueden cambiar en los próximos meses o años.
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La sonda Chang’e 4 en la cara oculta vista desde el rover Yutu 2 (CNSA/CLEP).
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