domingo, 30 de agosto de 2020

El Azufre: la construcción avanza sin pausas pese a la pandemia
El complejo invernal en Malargüe toma forma. La primera etapa del pueblo de montaña se inaugurará en 2021 y será alimentada en un 100% por energías renovables.


MAQUINAS HACIENDO PRUEBAS EN EL ENORME TERRENO DE EL AZUFRE, FUTURO COMPLEJO DE ESQUÍ.

El Azufre, proyectado como el centro de esquí más importante del hemisferio Sur, sigue en construcción pese al avance de la pandemia. Tres socios, fanáticos de este deporte, comenzaron el proyecto a fines de 2019 y actualmente están trabajando a toda máquina en el emplazamiento. Los resultados de las pruebas -a escala- son muy alentadores.

Es un pueblo de montaña que, de a poco y con firmeza, se está levantando en el valle El Azufre (a 180 kilómetros de Malargüe y a ocho de la frontera con Chile). El complejo plantea 40 pistas de esquí de distinta complejidad, tres mil camas para alojamiento, restaurantes y diversas propuestas -con nivel de cinco estrellas- para todas las estaciones del año. Por la cuarentena, los plazos iniciales para inaugurar la primera etapa se programan en 2021.

Los mendocinos Alejandro Spinello, José Beccar Varela y Daniel Nofal, lideran el emprendimiento. “El campamento en el que estamos trabajando es a escala más pequeña de lo que será el centro de esquí final. Ya comprobamos que funciona con energía renovable. Ha estado en funcionamiento durante todo el invierno y no se ha cortado nunca. Todo es autosuficiente, desde la generación de energía hasta la provisión de comida”, explicó Spinello.

En ese sentido, el empresario agregó que el uso de energía renovable hace no sólo que el megaproyecto sea más eficiente y robusto -por no depender de, por ejemplo, suministro o acopio de combustibles-, si no que también cuida el medioambiente porque no se utiliza sustancias tóxicas ni contaminantes. “Esto se tiene que tener en cuenta al momento de planificar algo a futuro porque el planeta ya no da más”, acotó.




Energías renovables al 100 por 100

Una de las misiones centrales que tienen los tres socios es, justamente, la preservación del ambiente. “Todos los sistemas están colapsados en el mundo; los océanos, los glaciares, los cordones montañosos. Este año fue el récord de derretimiento en Groenlandia, llegando a un punto de no retorno. No hay un ecosistema hoy que no esté bajo estrés por el avance del desarrollo del ser humano. Lo que sirvió hasta acá, ya no sirve más. Hay que cambiar la forma”, se explayó Spinello.




Como contrapartida e inesperada pero felizmente, este año en Mendoza nevó como hacía mucho tiempo no sucedía y eso también ha sido una buena noticia para el futuro complejo turístico.

“Fue un año particular porque nevó muchísimo en junio: hemos tenido durante 60 días cuatro metros de nieve en la base, cuando años anteriores era la mitad. Eso también nos ha servido para prever mejoras que han sido superiores, incluso, a las que habíamos desarrollado inicialmente. En este tiempo de pandemia hicimos un pulido fino en todo: mayor confort para los huéspedes mientras caminan por el centro de esquí, optimización del uso del combustible. Aprovechamos a full para mejorar aún más todos los aspectos logísticos y energéticos”, remarcó el mendocino.


UNA DE LAS CABAÑAS DEL CAMPAMENTO DEL AZUFRE, ADONDE ESTÁ TRABAJANDO EL EQUIPO FUNDADOR. GENTILEZA.


Las actividades de verano en el complejo más grande del sur

Los expertos en la materia hablan de que el Azufre, una vez terminado, podría convertirse en el complejo de esquí más trascendente del hemisferio sur del mundo. Esto es porque reúne dos características fundamentales: su extensión (unos 240 kilómetros de pistas, el doble que el Cerro Catedral de Bariloche) y una temporada de esquí de cinco meses (de las más largas del continente).

“La idea es poder desarrollar distintas opciones para los millones de amantes del esquí que hay en el mundo. Dentro del universo de esos turistas hay muchísimos gustos y tipos de esquiadores: los que quieren experiencias súper extremas, los que quieren buenas pendientes, los que viajan en familia, los principiantes que se quieren divertir y relajar. Acá encuentran todo. Es remoto, lejos, sí, pero hay nieve y es lo que quiere el esquiador, aunque llegue a Malargüe y tenga que hacer una hora más de auto”, destacó Spinello.

Además, el empresario aseguró que el verano también se puede disfrutar en el Azufre pero para ello lo fundamental es que el invierno funcione. “Que nos vaya bien en la temporada de nieve es lo que nos dará la posibilidad de tener infraestructura 5 estrellas para explotar también el verano. Se podrá hacer trekking, mountain bike, pesca, andar en 4x4, en moto, de todo para todos los gustos”, finalizó.



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