sábado, 17 de abril de 2021

La NASA elige la Starship como el módulo lunar del programa Artemisa
Por Daniel Marín



El mundillo aeroespacial y espaciotrastornado se ha quedado sin palabras hoy tras conocer la elección por parte de la NASA del nuevo módulo lunar del programa Artemisa. Y el ganador es… ¡SpaceX! La empresa de Elon Musk era una de las tres finalistas para construir el HLS (Human Landing System), que es como se denomina al futuro módulo lunar tripulado de Artemisa, junto con Dynetics y Blue Origin (más correctamente, Blue Origin encabezaba la propuesta National Team, que también lleva a Northrop Grumman, Draper y Lockheed Martin). En su momento, la inclusión de SpaceX entre los finalistas ya fue polémica por su propuesta de módulo lunar. Basada en una versión de la Starship que ha sido apodada Moonship, esta propuesta fue considerada por algunos como «radical», sobre todo comparada con los módulos lunares de Dynetics y National Team, de diseño mucho más tradicional y «aburrido» (especialmente el de Blue Origin).


El último diseño de la Starship lunar, el nuevo HLS del programa Artemisa (SpaceX).


El contrato que ha ganado SpaceX es además muy jugoso: 2890 millones de dólares. Este dinero cubre un vuelo de prueba no tripulado y otro tripulado, la misión Artemisa III, y SpaceX solo lo recibirá una vez completados los objetivos de estas misiones. Pero justamente ha sido el dinero el factor decisivo que ha inclinado la balanza a favor de SpaceX. El precio ofertado por Blue Origin y Dynetics para desarrollar sus módulos lunares era muy superior al de SpaceX (la propuesta de Dynetics costaba el doble y la de Blue Origin cuatro veces más, ahí es nada). El año pasado la NASA dejó la puerta abierta a elegir más de una propuesta para el HLS, pero está claro que el limitado presupuesto del que dispone la agencia ha obligado a que SpaceX sea la única opción posible. Para Jeff Bezos y su empresa Blue Origin, esta derrota es otro varapalo después de que su cohete New Glenn no pudiese hacerse con los contratos gubernamentales que esperaba. Del mismo modo, también se trata de otro amargo fracaso frente a SpaceX para los gigantes aerospaciales Lockheed Martin y Northrop Grumman, que iban de la mano de Blue Origin.


Las tres propuestas para el HLS de la NASA. De izqda. a dcha.: Blue Origin, Dynetics y SpaceX (NASA).


Diseño de los módulos lunares de los tres finalistas del año pasado (NASA).


Según el plan de la NASA, en la misión Artemisa III dos astronautas, al menos uno de ellos mujer, viajarán hasta la órbita lunar a bordo de una nave Orión de la NASA lanzada mediante un cohete SLS. Allí se acoplarán directamente con la Moonship y, una vez dentro de ella, la usarán para alunizar cerca del polo sur lunar. Los dos astronautas de la NASA pasarán cerca de una semana en la Luna y luego volverán a la órbita lunar en la Moonship para acoplarse con la Orión, nave que usarán para regresar a la Tierra. Por su parte, la nave Moonship despegará sin tripulación hacia la Luna mediante una primera etapa Super Heavy. Con el fin de llegar hasta nuestro satélite, Moonship necesitará varios acoplamientos en órbita baja con una Starship de carga para llenar sus depósitos con metano y oxígeno líquidos (el número específico de acoplamientos está por determinar y es un punto que ha generado mucho debate estos últimos meses). Como ya sabíamos, la nave Moonship incorpora varias diferencias con respecto a la Starship «de serie». La más llamativa es que carece de escudo térmico (no tiene que regresar a la Tierra) e incorpora propulsores de metano en la parte superior para el aterrizaje en la superficie lunar (los motores Raptor de la parte inferior levantarían demasiado regolito por ser muy potentes para la débil gravedad lunar). Al ser lanzada sin tripulación y, puesto que no tiene que volver a nuestro planeta, Moonship tampoco necesita un sistema de escape en caso de emergencia.


Diseño de la Moonship del año pasado (SpaceX).


Calificación de las tres propuestas según la NASA (NASA).


La Starship lunar incorpora dos esclusas —una para acoplamientos con la nave Orión en el morro y otra para paseos espaciales en la Luna— y un interior muy espacioso, unas características que han sido claves en la valoración de la NASA a la hora de otorgar el contrato del HLS. Además, hoy hemos visto una nueva versión de la Moonship que incluye un nuevo tren de aterrizaje más robusto, paneles solares que cubren la parte superior del vehículo de forma parecida al «maletero» de la Crew Dragon y unos nuevos propulsores de aterrizaje. En concreto, los propulsores parecen haberse multiplicado hasta alcanzar el número de 24 unidades (originalmente eran 12). Además, también se ha cambiado la configuración de las ventanas y la puerta de la esclusa para paseos en la superficie lunar. En cuanto a las fechas, la NASA mantiene 2024 como el año del alunizaje de la misión Artemisa III, pero a estas alturas todo el mundo sabe que esto es imposible. El encargado de dar las malas noticias será el nuevo administrador de la agencia, Bill Nelson, pero todavía no ha sido confirmado en su cargo.


Recreación de la nave Orión acoplada a la Moonship (https://twitter.com/HomemDoEspacoBr / Homem do Espaço).


La elección de la Moonship como el módulo lunar HLS del programa Artemisa abre un escenario muy interesante. Por un lado, supone la fusión de facto de los programas tripulados Starship y SLS/Orión. La incorporación de SpaceX a Artemisa es posible que ayude a evitar una posible cancelación del programa por parte de la administración Biden, al menos de las misiones de alunizaje. Más a corto plazo, puede ser un intento de neutralizar la «competencia» que supone el sistema Starship para el SLS, aunque este punto probablemente solo seguirá siendo válido si el SLS no sufre retrasos adicionales. Está claro que el peligro de que el programa Starship se «coma» al SLS/Orión sigue estando ahí. Para SpaceX, la elección es un fuerte espaldarazo al proyecto estrella de Elon Musk y, en caso de éxito, será también la primera inyección importante de dinero que reciba el proyecto Starship procedente del gobierno de EE.UU. Ni que decir tiene, si finalmente dos astronautas de la NASA vuelven a pisar la Luna gracias a SpaceX, la fama y prestigio de la empresa de Hawthorne alcanzará niveles anteriormente solo soñados por los seguidores más acérrimos de Musk. Por otro lado, es posible que la implicación en Artemisa haga que SpaceX cambie a Marte, aunque sea temporalmente, como objetivo prioritario en favor de la Luna. SpaceX tiene ahora la responsabilidad de, con permiso de China, poner en la superficie lunar los primeros seres humanos desde 1972. ¿Estará a la altura del desafío? ¿Será finalmente el SLS el eslabón más débil de la cadena?


Comparación entre el antiguo y el nuevo diseño de la Moonship (SpaceX).



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