Argentina da otro paso en el camino para tener su propio lanzador de satélites
La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) junto a la empresa de desarrollos aeroespaciales, Veng, avanzaron con el cierre del prototipo de tanque de la primera etapa del lanzador Tronador II, en Pipinas.
En Pipinas, provincia de Buenos Aires, técnicos y especialistas de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y de la empresa de desarrollos aeroespaciales, Veng, avanzaron con el cierre del prototipo de tanque estructural de la primera etapa del lanzador argentino de satélites Tronador II, que se desarrolla en el Centro Espacial Punta Indio (CEPI) y permitirá situar a la Argentina entre los 10 países que dominan el ciclo espacial completo.
El CEPI fue el lugar donde se finalizó la fabricación de todos los componentes del tanque prototipo llevado adelante por especialistas de la empresa público privada argentina de desarrollos aeroespaciales VENG y de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).
Estuvo presente el presidente de la Nación, Alberto Fernández, el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, junto al Presidente del Directorio de VENG, Marcos Actis; el Director Ejecutivo y Técnico de CONAE, Raúl Kulichevsky; el Intendente de Punta Indio, Leonardo Angueira, y la Directora titular de VENG, Carolina Cerrato.
Hito Tecnológico
El prototipo constituye un hito para el proyecto de lanzador Tronador II, dado que es la tecnología habilitante que permitirá alcanzar la fabricación final de los tanques estructurales de primera etapa, que cumplen de manera simultánea la función de fuselaje y almacenamiento de los propelentes.
Con 3,5 metros de longitud, 2,5 metros de diámetro y 3,2 milímetros de espesor, el prototipo fue soldado por el método de fricción-agitación bajo estándares internacionales de la American Welding Society, una tecnología de uso inédito en el país. Todos sus componentes son de aluminio 2219 de uso espacial.
El jefe de Estado aseguró que “los satélites son herramientas básicas en el tiempo que vivimos y ocupar espacio en el espacio es una tarea que no debe detenerse”.
“Esto es la patria: que estemos aquí, en Pipinas, construyendo un cohete propulsor para poner en órbita los satélites que en la Argentina se hacen”, reflexionó el mandatario en el acto del que también participaron el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el decano de la facultad de Ingeniería de la UNLP y presidente de Veng Argentina, Marcos Actis, y Carolina Serrato, del directorio de esa firma.
Filmus, por su parte expresó durante el acto: “Certifica el apoyo que hemos tenido desde el Gobierno nacional para recuperar un conjunto de proyectos científicos tecnológicos que nunca debieron haberse abandonado” y entre ellos, “se pudo llevar adelante la recuperación del Ministerio de Ciencia y todo lo que tiene que ver con la inversión en un área sustantiva”.
Por su parte, Kulichevsky señaló: “Este evento marca otro hito en nuestro desarrollo tecnológico y en los pasos que tenemos que seguir dando, para cumplir con el objetivo de tener nuestro vehículo lanzador. Al mismo tiempo es una manera de cumplir un sueño que compartimos quienes trabajamos en la CONAE y en VENG, así como en otras instituciones y pymes nacionales, que realizan un aporte de muy alta calidad para la soberanía tecnológica Argentina”.
Los funcionarios recorrieron las instalaciones del Centro Espacial de Punta Indio donde se construirá, en el marco del Programa Federal “Construir Ciencia”, el Centro de Interpretación, Divulgación y Formación Aeroespacial (CIDyFA), una obra de casi 1.000 metros cuadrados cubiertos que prevé una inversión de 327.600.000 pesos por parte del MINCyT.
Sobre el prototipo de tanque y el Tronador II
El desarrollo y fabricación del Tronador II forma parte del programa de Acceso al Espacio de la CONAE que se enmarca en el Plan Espacial Nacional, y tiene por objetivo colocar satélites en órbitas bajas a 600 kilómetros de la Tierra desde el territorio nacional a través de un lanzador desarrollado íntegramente en el país.
Cuenta con una inversión total estimada de 450 millones de dólares por parte del Estado Nacional hasta 2030. También contempla un monto de 9.730 millones de pesos destinados al desarrollo de un prototipo denominado TII-70 y de la infraestructura auxiliar prioritaria.
El desarrollo del cohete se realiza en dos centros espaciales de la CONAE, una parte en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) en Falda del Cañete, Córdoba, donde se llevan a cabo la fabricación, la integración y los ensayos de sistema de propulsión del lanzador, y la otra parte se desarrolla en el CEPI, en Pipinas, donde se avanza en la fabricación e integración del fuselaje.
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