jueves, 28 de marzo de 2024

La Comisión Nacional de Energía Atómica detuvo la construcción de sus dos proyectos insignia
por NORA BÄR




La CNEA, obligada a paralizar el CAREM y el RA-10

Ni siquiera los dos proyectos emblemáticos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el CAREM y el RA-10, que están en etapas muy avanzadas de construcción (uno de ellos, a punto de finalizarse) y representan la posibilidad de colocar al país en la vanguardia tecnológica mundial, además de ingresos por millones de dólares en exportaciones, se salvan de las amputaciones presupuestarias a troche y moche que está ejecutando el nuevo gobierno. Un documento firmado por todos los gerentes del organismo acaba de dar a conocer que la situación presupuestaria de la institución es crítica. Este miércoles, la UOCRA decidió un paro en el CAREM porque se despidieron 69 trabajadores de una de las subcontratistas de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA) para la obra civil.

El CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente desarrollado y construido en el país, y tiene un diseño revolucionario. El prototipo se levanta en Lima, Provincia de Buenos Aires, y es el primer reactor modular de baja y media potencia del mundo (SMR, por sus siglas en inglés) en estar oficialmente en construcción.


Comparación del avance de varios reactores modulares. A la izquierda, el argentino


El RA-10 se construye en Ezeiza y es el reactor multipropósito más moderno del mundo. Permitirá cuadruplicar la producción de radioisótopos de uso médico para estudios funcionales, podría ubicar al país como un jugador importante en el mercado de esos productos y lo pondría en un puesto de avanzada en la investigación con haces de neutrones, un área crítica para la producción, testeado y estudio de materiales.

La física Adriana Serquis, presidenta de la CNEA, que presentó su renuncia antes del cambio de gobierno y está esperando la aceptación, envió un escrito al secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, informándole que hubo que decidir el corte de obra en el CAREM y el RA-10 desde este lunes por la crítica situación financiera del organismo.

“A comienzos de año, con el secretario de Energía habíamos quedado en que el crédito que se otorgara se iba a pagar –afirma Serquís–. Eso no fue cierto. Hasta el viernes, no habían pagado absolutamente nada del presupuesto 2024, excepto salarios y becas. Veníamos sobreviviendo porque nos habían pagado una deuda de 2023, pero llegamos a esta situación que se denuncia en la nota de los gerentes. Después de eso, nos pagaron 3000 millones que representan el 11% nada más de todo lo que nos deben. La obra civil del RA-10 está completa en un 100% (la total, en un 85%). Se esperaba que con los contratos vigentes con INVAP y todas las subcontratistas se pudiera terminar para el año que viene y empezar la puesta en marcha. Y en el caso del CAREM, es un proyecto que está cerca del 70% de avance, uno de los más adelantados del mundo y uno de los únicos que tenía la oportunidad de completarse mucho antes de 2030, cuando otros países plantean tener los suyos listos. Nosotros planeamos incluso adelantar de 2028 a 2027 la posibilidad de puesta en marcha«.

Para todo 2024 todavía se cuenta sólo con el crédito presupuestario prorrogado de 2023 que alcanzaría en algunos casos hasta mayo o junio, según los incisos. A pesar de los esfuerzos, todavía no hay certeza de fechas en las que pudiera concretarse.

“En lo que respecta a la ejecución presupuestaria, se le había asignado a la CNEA una cuota total para devengar durante todo el primer trimestre de $26.337.326.448, sin considerar los sueldos –afirma el documento–. A la fecha, sorteando muchos obstáculos presupuestarios, se ha logrado devengar $10.435.166.814 y está devengando otros $8.343.614.745 que suman $18.778.781.559 y configurarán la deuda exigible al momento. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos institucionales por ejecutar toda la cuota de gasto durante todo este primer trimestre del año, no se hicieron las transferencias de fondos para poder realizar los pagos efectivos a los proveedores, con la única excepción de las transferencias correspondientes a salarios y becas. Recién en el día de hoy, terminando el trimestre, está llegando la primera cuota de transferencia de fondos por $3.077.859.234 que representan sólo el 11,7% de todo lo que se había previsto devengar y el 16,4% de lo que será la deuda exigible de proveedores, que alcanzará para pagar una mínima parte de todo lo comprometido”.

Así las cosas, no se puede cumplir con los pagos a proveedores correspondiente a muchos meses y varios tuvieron que comenzar a no prestar servicios. Por supuesto, esto empieza a afectar el normal funcionamiento de las instalaciones de los centros atómicos, complejos tecnológicos y regionales y de laboratorios de CNEA que no pueden reponer los insumos necesarios para realizar los análisis que den cumplimiento a los requerimientos regulatorios.



El sector nuclear al borde de la parálisis por el ajuste del gobierno
La Comisión Nacional de Energía Atómica advirtió que el presupuesto, congelado por Milei a valores de 2023, alcanza "hasta mayo o junio". Los proyectos estratégicos que ya empezaron a frenarse.


La CNEA al borde de la parálisis en la era Milei.


Las y los gerentes de área de Comisión Nacional de Energía Atómica emitieron un comunicado para advertir “por la situación presupuestaria crítica” que está atravesando el organismo, debido al congelamiento del presupuesto a valores de 2023 decidido por el gobierno libertario de Javier Milei.

Los titulares de las diferentes áreas expusieron que “para todo este año 2024 todavía se cuenta sólo con el crédito presupuestario prorrogado del año 2023 que, dependiendo en cada inciso y tipo de gasto, alcanzaría en algunos casos hasta los meses de mayo o junio”.

“Si bien la Institución ha realizado todos los esfuerzos necesarios para proyectar y transmitir a las áreas superiores pertinentes las necesidades mínimas de crédito para garantizar el funcionamiento durante todo el año 2024, todavía no se ha podido consolidar este requerimiento y no hay certeza de fechas en las que pudiera concretarse”, advirtieron desde el organismo.

Por otro lado, en lo que respecta a la ejecución presupuestaria, se le había asignado a la CNEA una cuota total para devengar durante todo el primer trimestre, hasta el 31 de marzo de 2024, de $26.337.326.448, sin considerar sueldos.

A la fecha, el organismo ha logrado devengar $10.435.166.814 y está devengando otros $8.343.614.745 que suman $18.778.781.559 y configurarán la deuda exigible al momento. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos institucionales por ejecutar toda la cuota de gasto durante todo este primer trimestre del año, no se han realizado a la CNEA las transferencias de fondos para poder realizar los pagos efectivos a los proveedores de todo lo devengado, con la única excepción de las transferencias correspondientes a salarios y becas.

Recién al finalizar marzo, terminando el trimestre, está llegando la primera cuota de transferencia de fondos por $3.077.859.234 que representan sólo el 11,7% de todo lo que se había previsto devengar y el 16,4% de lo que será la deuda exigible de proveedores, que alcanzará para pagar una mínima parte de todo lo comprometido.

Desde el organismo, destacaron que “a la fecha son muchos los compromisos asumidos con muchos proveedores a los cuales no se les han podido efectivizar los pagos correspondientes de varios meses. Es así que, ante la falta de flujo y continuidad en los pagos, muchos
proveedores se han visto en la obligación de comenzar a no prestar servicios”.

Impacto en áreas estratégicas

La decisión del gobierno de Javier Milei ya impacta en las obras de los proyectos estratégicos, como la Central Argentina de Elementos Modulares (CAREM), el Reactor Argentino Multipropósito RA-10, afectando a las empresas subcontratistas, y los servicios de Medicina Nuclear y Radioterapia dificultando la realización de estudios de diagnóstico y tratamiento en el normal funcionamiento de las instalaciones de los centros atómicos, complejos tecnológicos y regionales, ante la imposibilidad inmediata de garantizar los servicios básicos, esenciales y permanentes que hacen a su operatividad y funcionamiento en condiciones seguras.

Y algo similar comienza a ocurrir también en algunas instalaciones ante la imposibilidad de los laboratorios de CNEA de reponer los insumos necesarios para realizar los análisis que den cumplimiento a los requerimientos regulatorios.



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