viernes, 28 de enero de 2011

Alzamientos populares en Egipto y otros regímenes del mundo árabe

Las protestas en El Cairo y otras ciudades ya dejaron 7 muertos y 1.000 detenidos. Reclaman el fin del gobierno de Hosni Mubarak, que lleva 32 años en el poder. Similares manifestaciones en otros 6 países de la región.

viernes, 28 de enero de 2011


Alzamientos populares en Egipto y otros regímenes del mundo árabe
Miles de jóvenes en Alejandría descargan su descontento
contra el régimen de Mubarak rompiendo sus retratos.
El líder opositor y Premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei llegó ayer en la noche a El Cairo para sumarse a las manifestaciones sin precedentes contra el régimen del presidente Hosni Mubarak, que ya dejaron 7 muertos y 1.000 personas detenidas desde el martes.

"He venido aquí para participar con el pueblo egipcio" en las manifestaciones contra el régimen del presidente Hosni Mubarak que agitan al país desde hace tres días", declaró Mohamed ElBaradei, ex jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y figura de la oposición, a su llegada a El Cairo.

"Mi prioridad ahora es ver a un nuevo Egipto, un nuevo Egipto encaminado hacia una transición pacífica", precisó el ex jefe de la AIEA, quien como tal fue premiado en 2005 con el Nobel de la Paz.

"Si el pueblo, y particularmente el pueblo joven, desea que yo dirija la transición, no lo decepcionaré", había dicho ElBaradei a los periodistas en el aeropuerto de Viena, antes de embarcarse hacia la capital egipcia.

Los jóvenes militantes partidarios de la democracia que iniciaron estas manifestaciones, inspiradas en la revuelta tunecina que derrocó al presidente Zine El Abidine Ben Alí, convocaron a nuevas marchas tras las plegarias tradicionales de hoy viernes.

Un manifestante murió ayer en un enfrentamiento con la policía en la localidad de Sheij Zuwayed, en el norte del Sinaí, informaron testigos. Mohamed Atef, de 22 años, fue alcanzado mortalmente por una bala en la cabeza, durante un tiroteo entre manifestantes beduinos de la región y las fuerzas de seguridad, indicaron testigos y familiares de la víctima.

Ayer, los manifestantes incendiaron un cuartel de bomberos en Suez, al este de El Cairo, tras haber lanzado cócteles molotov contra la policía.

Como consecuencia del movimiento de protesta la Bolsa de El Cairo registró una fuerte caída ayer, obligando a una suspensión temporal que no impidió que la baja prosiguiera, clausurando con una caída de -10%,

"Es un momento crítico en la historia de Egipto. La voluntad de cambio debe ser respetada. El régimen no debe utilizar la violencia en las manifestaciones", dijo ElBaradei, quien se ha convertido en una figura de la oposición.

ElBaradei no tiene un partido reconocido, pero formó un movimiento, la Asociación Nacional por el Cambio, que aboga por reformas democráticas y sociales y apoya las manifestaciones.

Por su parte, el presidente estadounidense Barack Obama advirtió ayer que la violencia no es la respuesta en Egipto y llamó a la cautela al gobierno de Hosni Mubarak y a los manifestantes.

"La violencia no es una solución a los problemas en Egipto", indicó el presidente.

Dos misiles fueron disparados el jueves en la noche contra la policía egipcia en el Sinaí, pero no dieron en el blanco. Los cohetes antitanques fueron disparados en Cheij Zuwayed, ciudad del Sinaí habitada principalmente por beduinos armados que piden desde hace varios años la liberación de varios de los suyos, detenidos sin haber sido juzgados.

Uno de los cohetes cayó en un centro médico, otro en un terreno baldío, sin víctimas. Agencia AFP

Los jóvenes de Yemen se lanzaron a las calles

Decenas de miles de manifestantes salieron ayer a ocupar las calles de todo Yemen para pedir la renuncia del presidente Alí Abdulá Salé, quien lleva casi 32 años en el poder y tiene el apoyo de Estados Unidos, en una protesta inspirada por la revuelta popular que derrocó al autoritario gobierno tunecino.

Yemen se sumó así a Túnez y Egipto, otros países árabes que enfrentan protestas multitudinarias con exigencias de cambios revolucionarios en sus gobiernos. Las manifestaciones son una amenaza a la estabilidad del estado árabe más pobre del mundo, que se ha convertido en un refugio para extremistas de al-Qaida.

"Sin demoras, sin demoras, el tiempo de la partida ha llegado", gritaban los manifestantes, en referencia a Salé, cuyo gobierno aquejado por la corrupción tiene poco control fuera de la capital y cuya principal fuente de ingresos, el petróleo, podría acabarse en una década.

Miembros de la oposición y activistas juveniles encabezaron protestas en cuatro zonas de la capital, Saná, mientras que la policía dispersó a golpes a manifestaciones en las provincias sureñas de Dali y Shabwa. En la provincia de al-Hudaydah, un reducto de al-Qaida junto al mar Rojo, miles salieron a las calles.

En el puerto sureño de Adén, un joven desempleado de 28 años se prendió fuego para protestar por las condiciones económicas y estaba en condición crítica en un hospital. Actos similares de inmolación ocurrieron en diferentes países árabes en las últimas semanas, al parecer inspirados por uno que inició las revueltas de Túnez.

Cientos de manifestantes oficialistas hicieron un acto de apoyo al gobierno en Saná, pero eran muchos menos que los opositores. Agencia AP

La Revolución de los jazmines gana adeptos

Acil Tabbara - Especial de la Agencia AFP

De Egipto a Jordania, pasando por Yemen, la "Revolución de los jazmines" comienza a alcanzar a regímenes árabes que están en el poder desde hace décadas gracias al yugo del miedo, consideran los analistas.

Luego de Túnez, "el asunto ya no es cuál será el siguiente, sino cual (régimen) se salvará", afirma Amr Hamzawy, director de investigaciones de la fundación Carnegie en Oriente, para quien las manifestaciones populares podrían alcanzar la mayoría de los países árabes, excepto las monarquías petroleras del Golfo.

"Se trata de una verdadera tendencia regional, en Egipto, Argelia, Jordania, Yemen... donde los ciudadanos salen a la calle para reclamar sus derechos sociales, económicos y políticos", agregó el analista.

"Es una dinámica que se desencadenó en el mundo árabe", dijo el universitario Bourhan Ghalioun, autor dese 1977 de un "Manifiesto para la democracia" en el mundo árabe.

"Lo que se produjo en Túnez rompió la costumbre del miedo y mostró que era posible --con velocidad sorprendente- tumbar un régimen y que no era tan difícil como se imaginaba", agregó Ghalioun, director del Centro de Estudios sobre el Oriente Contemporáneo (CEOC) en París.

Egipto conoce desde el martes las protestas más importantes desde la llegada al poder en 1981 del presidente Hosni Mubarak.

La fiebre llegó a Yemen donde miles de personas manifestaron ayer para reclamar la salida del presidente Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años, mientras que los Hermanos Musulmanes de Jordania -la principal fuerza de oposición- llamaron a una nueva manifestación para hoy.

Los movimientos de protesta que comienzan a alcanzar los regímenes árabes tienen un punto en común: son conducidos en especial por jóvenes y las clases medias, a través de internet y las redes sociales.

"Es el resultado de lo que los regímenes autocráticos hicieron a la política en el mundo árabe: los partidos de oposición fueron debilitados o sistemáticamente aislados, y son entonces los ciudadanos los que se movilizan ahora. La legitimidad no puede ser construida con represión ni con la negación de los derechos políticos y sociales", aseguró Hamzaui. "Nadie puede aceptar esto en el siglo XXI y los árabes no son la excepción", dijo.

En algunos países, los dirigentes han comenzado a ceder, como en Jordania, donde el rey Abdalá II prometió "adelantarse" en las reformas poíticas y económicas, o en Yemen, donde el presidente Saleh aseguró que no pensaba transmitir el poder a su hijo. 

Fuente: Los Andes Online

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