domingo, 5 de abril de 2020

Bolsonaro desplazado “informalmente”: asumió un general la presidencia operacional



El general Walter Souza Braga Netto es oficialmente el primer ministro de la Casa Civil de Brasil, pero ahora también es el “presidente operacional” del vecino país

No se trata de un golpe de Estado, al menos no como los tradicionales, pero el presidente Jair Bolsonaro fue desplazado “informalmente” del gobierno de Brasil, según informó LPO.

Continua en funciones, pero no cumplirá ninguna misión. Quien lo reemplaza en el Poder Ejecutivo es su ministro jefe de la Casa Civil, el general Walter Braga Neto, quien entró al gobierno a mediados de febrero, cuando aún se desempeñaba como jefe del Estado Mayor del Ejército. En un comunicado del 31 de marzo, firmado por el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva y los comandantes del Ejército, la Marina y la Aeronáutica, se anunció la nueva forma de gobierno: “En cuanto dure la situación de crisis (por el impacto del Coronavirus) el Presidente Operacional de Brasil será el general (Walter) Braga Neto”.

Según el site DefesaNet, que difunde exclusivamente materiales referidos a las Fuerzas Armadas, el “cambio” se hizo visible el lunes 31 de marzo. Ese día, la conferencia de prensa diaria sobre el Coronavirus, en el Palacio del Planalto, tuvo como protagonista al “ministro-presidente” Braga, pasó a comandar una suerte de “Estado Mayor” en las sombras de la Presidencia de Brasil. Este medio afirma que la “designación de Braga no fue un simple nombramiento”. Por el contrario, resultó “producto de un acuerdo por arriba, que involucró ministros y comandos militares, y hasta al propio Bolsonaro”.

La explicación que corrió en la cúpula del gobierno sobre este desplazamiento de la autoridad electa, es que con este “mecanismo” se lograba reducir el grado de exposición del presidente brasileño, que había sido objeto de pesadas críticas tanto por parte del Congreso, como de todo el espectro partidario (de derecha a izquierda) y de la prensa. Le cuestionaban su manejo de la crisis del Coronavirus y su postura adversa a la cuarentena que habían apoyado los gobernadores de los 27 estados brasileños. Esta “nueva forma de gobierno” permitió que Braga pudiera conducir las políticas del Palacio del Planalto sobre el Coronavirus, en contradicción flagrante con las declaraciones presidenciales contraria a esa medida. En los medios de Brasil ya se menciona a Braga Neto como “Presidente Operativo”.


Walter Souza Braga Netto

La toma directa del control del Estado por parte de militares mediante distintos atajos, parece ser una nueva tendencia en Latinoamérica alentada por la Casa Blanca y algunos senadores republicanos, que en noviembre del año pasado reveló en exclusiva LPO México. Esa tendencia fue incluso expuesta por el periodista Max Fisher en The New York Times en un editorial titulado “Un juego muy peligroso: en América Latina los líderes cuestionados se apoyan en generales”, donde habla de “democracias militarizadas”.

La noticia había sido anunciada además por el periodista argentino Horacio Verbitsky en El Destape Radio, «Hubo una comunicación telefónica de un alto jefe del ejército brasileño con uno del argentino, en el cual el brasileño le informó que habían tomado la decisión de soslayar al presidente Bolsonaro en todas las decisiones importantes», manifestó Verbitsky.


Coronavirus en Brasil: temen un avance descontrolado de la pandemia y advierten que faltan médicos
Lo hizo el Ministerio de Salud. Preocupa en especial la situación en cinco estados, entre ellos San Pablo y Río de Janeiro. El presidente Jair Bolsonaro analiza flexibilizar la cuarentena en otras regiones.
por Guido Nejamkis


"No salga de casa", reza un cartel frente a la playa de Leblon, en Río de Janeiro. Advierten que la pandemia de coronavirus podría descontrolarse./BLOOMBERG

Brasil no tiene suficientes médicos, ni laboratorios ni equipos para combatir el coronavirus, y pese a que en la mayor parte de sus ciudades el contagio es restringido, preocupa la situación en los estados de San Pablo, Río de Janeiro, Ceará, Amazonas y el Distrito Federal, donde la epidemia podría avanzar a una fase de aceleración descontrolada, advirtió en un informe el Ministerio de Salud.

La advertencia llega en momentos en que el coronavirus se expande al interior del país y el presidente Jair Bolsonaro piensa en si es posible flexibilizar el aislamiento social en ciudades con bajos índices de Covid-19.

El coronavirus ya mató a 431 personas en Brasil, que cuenta con 10.278 casos positivos. Más del 70% de los casos están aún concentrados en la región Sudeste.

El informe fue publicado por el Ministerio de Salud, a cargo del médico Luiz Henrique Mandetta, enfrentado con el presidente de Brasil, que lo reprendió públicamente por no escucharlo y lo acusó de querer imponer al resto del gobierno su voluntad en favor de las cuarentenas generalizadas.


Pese al aumento de los casos de coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro quiere flexibilizar las cuarentenas en localidades con pocos contagios. /BLOOMBERG

Mandetta, cuya popularidad se disparó con el auge de la crisis y cuenta con el apoyo de parte del gabinete de ministros, entre ellos del popular ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio Moro, dijo que no renunciará y continuará trabajando, con lo que Bolsonaro pagaría un gran costo si decide despedirlo. Según una encuesta de Datafolha, 76% aprueba la gestión de Mandetta al frente de la crisis.

“Hay carencia de profesionales de la salud capacitados para el manejo de equipos de ventilación mecánica, fisioterapia respiratoria y cuidados avanzados de enfermería para el manejo clínico de pacientes graves de COVID-19”, dijo el informe del Ministerio de Salud.

"Las camas de unidades de terapia intensiva y de internación no están debidamente estructuradas ni tienen número suficiente para la fase más aguda de la epidemia”, agregó el informe, indicando también que si se consideran las fases de la epidemia preocupan las tasas de incidencia en el Distrito Federal y en los estados de San Pablo, Ceará, Río de Janeiro y Amazonas.


El ministro de Salud de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, enfrentado con Jair Bolsonaro. /BLOOMBERG

“En esos lugares, la fase de la epidemia puede estar en transición para una fase de aceleración descontrolada”, dijo el Boletín Epidemiológico del Ministerio, que no trabaja con escenarios con números de muertes previstas.

Pese a ese marco inquietante, la cartera explicitó que, hasta este sábado, la curva de crecimiento de casos positivos de Covid-19 en Brasil está por debajo de las registradas en España, Italia y Estados Unidos.

En tanto, un puñado de seguidores del presidente participó el sábado en una caravana de vehículos que recorrió la zona de edificios gubernamentales en Brasilia, donde reclamó con bocinazos y megáfonos poner fin al aislamiento social y reabrir comercios, escuelas y templos religiosos. Bolsonaro es un defensor de esa posición.

El presidente dijo que “va a quebrar todo” en caso de que los gobernadores mantengan las las cuarentenas masivas, y aseguró que lo que vendría, en ese caso, sería “desempleo en masa, miseria y violencia”.

Pero el mandatario reconoció también que no cuenta con el apoyo necesario para avanzar en decisiones que flexibilicen las cuarentenas y no tendría aval del Poder Judicial a medidas que contraríen decisiones amparadas en criterios científicos.

O Globo reportó el sábado, citando auxiliares de Bolsonaro, que el mandatario estudia medidas que permitan la reanudación paulatina de las actividades en ciudades pequeñas y medianas que tengan pocos casos de Covid-19, pero agregó que los criterios para una decisión de esa naturaleza estarían supeditados al Ministerio de Salud que, con la fragilidad del sistema sanitario, es contrario a cualquier resolución de ese tipo.

La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), un prestigioso instituto de investigación en ciencia y tecnología de la salud, dijo en un informe que Brasil vive un proceso de interiorización de la epidemia y advirtió sobre crecientes riesgos de diseminación de la enfermedad en 100 ciudades cercanas a grandes centros urbanos.

Brasilia, corresponsal



No hay comentarios:

Publicar un comentario